miércoles, 22 de enero de 2014

Alma de motera



Hace mucho tiempo tuve un novio motero. Iba a decir que era feo como el culo. Pero eso no es verdad, su culo era precioso: redondo, pequeño, apretado… Por aquella época yo iba mucho a una ciudad costera, a unos cuantos kilómetros de donde vivía. Mi pandilla allí era básicamente de mujeres, puesto que los hombres aparecían y desaparecían según duraran las relaciones de pareja. Durante mucho tiempo a mis amigas les dio por codearse con la élite de los surfistas de la zona. Unos mocetones musculosos, atractivos y bastante pijos. No sé muy bien cómo conocí a R., el motero. Creo que fue a través del surfista menos pijo de todos, que se relacionaba con gente más variopinta que sus compañeros de tabla.

Mis amigas nunca entendieron cómo pude enrollarme con aquel chico desgarbado y feo. Es cierto, tenía una Harley Davidson que le hacía bastante más atractivo. Siempre he tenido alma de motera, aunque se quedara ahí, en el alma, puesto que mi fascinación por las motos nunca ha pasado de admirarlas devotamente, como quien descubre sin pudor pero con admiración una obra de arte.

Ignorando comentarios y cotilleos de mis pérfidas amigas, me enrollé con R. Y durante bastante tiempo además (para lo que era la media de aquel entonces). Pero oye, es que me gustaba estar con él: ir por los pueblos de nuestra hermosa geografía en moto, que me llevara a casa al amanecer (y eran algo más de 40 kilómetros, más la vuelta), cenar en sitios insospechados y sorprendentes, fumar hierba recostados en la moto, charlar, escuchar y bailar rock...

Yo gozaba cuando me subía con él a la moto y me acoplaba a su culo: al de la moto y al de R. Encajábamos a la perfección, mi pelvis contra sus nalgas, mis muslos pegados a los suyos, mi estómago y mi pecho contra su espalda, mis brazos adoptando la forma de su cuerpo, envolviéndolo con descaro y seguridad. Éramos como el yin y el yan. Como Zipi y Zape. Como Pili y Mili. Astérix y Obelix. Rivera y Khalo. Teseo y Ariadna. Éramos los pasos y sus huellas milimétricas en la arena.




Nos acoplábamos tan bien, era tal la carga erótica, la turbadora y húmeda electricidad que nos producíamos cuando nos subíamos a la moto que cuando nos bajábamos de ella no éramos capaces de conseguir la misma conjunción. La magia explosiva e intensa se producía encima de la Harley, allí éramos la pareja perfecta, hacíamos sonar una música improbable sólo para nuestros oídos; fuera de ella éramos una pareja de buenos amigos, muy buenos amigos, pero incapaces de profanar nuestros cuerpos con la misma intensidad, la misma lujuria, el mismo deseo.

Con el paso del tiempo pasábamos más horas y días y noches encima de la moto que bailando, fumando en las puestas de sol o hablando sosegadamente. Subíamos a la moto para disfrutar con avidez del morbo de nuestros cuerpos al ajustarse el uno al otro, clac, clac… Hacíamos rutas cíclicas, sin pararnos. Kilómetros y más kilómetros encima de la moto, hiciera frío, calor, nevara, lloviera… Nos subíamos a la moto y hacíamos camino, sin velocidad o con ella, siempre en libidinoso movimiento. Sin hablarnos. Sin cenas. Encima de la moto. Con intenso y sensual deseo.
Y así terminó nuestra historia, tanto deseo cercenado terminó por agotarnos, porque en definitiva.. ¡¡es tan difícil hacer el amor en una Harley!!


(©AnaBlasfuemia)

74 comentarios:

  1. Pues me ha gustado esto de que nos cuentes batallitas y nos vayamos conociendo. La verdad que no he sido yo muy valiente nunca con esto de las motos, aunque supongo que por alguna fase así hemos pasado casi todas.
    Por cierto, contar batallitas implica que tenemos una preciosa edad
    Besos

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    1. Creí que ibas a decir que no habías sido muy valiente en lo de contar batallitas e irse conociendo.. :P La verdad es que yo a las motos las tengo mucho respeto, muchísimo. Contar batallitas implica que tenemos una vida muy rica ;) ¿edad?... hace tiempo que dejé el biberón, sí :D

      Besos!!

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  2. ¡Y yo toda la vida creyendo que la culpa era del Simca!
    http://www.youtube.com/watch?v=BPLwz7sOXAU

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    1. El simca mil era una suite al lado de una moto, guachimán!! :D

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  3. Batallitas... edad... ay, que me deprimo... Pero me encantado tu historia, tan evocadora y sensorial. Y también me ha hecho recordar esa loca juventud, tan alejada de esta loca, loca madurez que padezco ahora =)

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    1. No te me deprimas mujer!!! la loca juventud, si sobrevives, trae consigo una madurez muy loca... y muy sabia ;)

      Besos!

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  4. Vaya con la moto. Al final lo que os unía os separó por tener demasiadas limitaciones. Una historia muy interesante y que invita a seguir... ¿No te parece?
    Un saludo.

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    1. El morbo y el deseo se esfumaban al bajar de la moto, Mariuca... Me alegro que te haya gustado la historia ¿seguir?..¡quién sabe! ;)

      Besos

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  5. Pues no conocía yo esa faceta tuya motera! A mi me pasó algo parecido, pero sin tanto glamour, mi "amigo" tenía una Vespa, jejejeje, nada que ver con una Harley, pero en fin... era lo que había :)
    Besos Ana!!

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    1. No puedo decir que tenga una faceta motera, las motos me gustan pero para verlas, y lo de motera (de paquete, más bien) me duró lo que me duró la relación ;) ¡¡Las vespas!! vaya tela también con las vespas, jajajja

      Besos!

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  6. Nunca he montado en moto, pero leyéndote me han entrado unas ganas de "ajustarme, clic, clac"... :P Ahí bien abrazadita, sintiendo la velocidad (que no sea muy alta). Un beso!

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    1. Qué te voy a decir, la postura ya provoca, la moto es puro morbo. Y si vas de paquete... en fin :)

      Besos!

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  7. Y yo que apenas he subido a una cuatrimoto porque si me subo a una de estas no la cuenta; así de torpe soy... Vaya historia, eso sí, qué bueno esto de contar batallitas para conocernos mejor y, en tu caso, recordar.

    Besos.

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    1. Las cuatrimotos me ponen nerviosa... no son tan eróticas además. Y bueno, que yo no llevaba la moto, sólo iba de paquete. Que también tiene su técnica, eh, hay que sincronizarse... Besos!

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  8. Ole por la motera guapa. Me encantan estos post que nos traes, me parece de una tremenda valentía que los compartas, Ana. A mí las motos siempre me han rondado (y algún que otro motero también, jajaj) pero me dan un poco de miedo, así que ninguna historia llegó a cuajar... Qué lástima, porque sobre la moto todo tiene otro color.
    Besos

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    1. Mujer, no creo que haya que ser muy valiente, que no se pierde nada con esto ;) Compartir siempre es agradable. No hay que tenerle miedo a las motos (a algún motero igual sí...), pero sí mucho respeto. Encima de la moto es otra cosa, cuerpo con cuerpo, la velocidad, la vibración, el baile de cuerpos... bueno, todo eso :D

      Besos

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  9. A mí no me gustan mucho las motos. Me siento insegura en ellas. No he tenido ningún novio con moto, pero no me importaría... ¿por qué no? Me ha gustado tu historia y cómo la has contado.
    Besos.

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    1. Si yo tuviera que conducir una moto también me sentiría insegura, de hecho las pocas veces que lo he hecho siempre ha sido así.. Me alegro que te haya gustado la historia ;)

      Besos

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  10. Chica, qué forma de desmelenarte en un post, me he partido!! Bueno, ya te he comentado algunas cosas por Twitter, lo de las motos no va conmigo, pero si las conduce un maromo la cosa cambia, y si es una Harley, pue oiga...Me he subido solo un par de veces en motos de gran cilindrada, cuando me bajaba me temblaban las piernas un buen rato. Y sobre el tratado de traseros masculinos ya hablaremos. ¿y qué me dices de las Vespas? que son italianas, conste :-P Un besote!

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    1. jajaja, me alegro que te haya divertido la historia. Yo me pasé un buen rato, viviéndola y contándola, así que me alegro que quien la lee también se divierta. ¿Desmelenarme? ¡¡tú no me conoces!! :P Oye, que eso me pasa a mi, que cuando me bajaba de la moto me temblaba todo ;) A mi es que me pierden los culos, no lo puedo evitar. Las vespas es que las tengo más asociadas al instituto, porque un par de amigas las tenían y cuando me las encontraba por el camino a veces me llevaban. Eso es otro post, jajajaj

      Besote de cuasiviernes!!

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  11. yo tmb tuve un novio con moto y hoy tengo hijo motero... ;)

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    1. Claro.. es que ser motero es una manera de ser ¿verdad? ;)

      Besos

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  12. Me ha encantado lo del culo jajajaja. No sabía si era verdad o simplemente un relato que escribiste, pero por los comentarios veo que sí fue algo que te sucedió en una época.
    Yo aún soy un poco yogurina, pero oye, no descartaría la idea de echarme un novio motero (pero nada de motos cutres, una Harley como mínimo).
    Buen post, un saludo! ;)

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    1. Mujer, no quiero profundizar en el tema culos, pero... es lo que hay :) ¿Yogurina?...mmm... pues no lo descartes, no... además lo bueno que tienen los moteros es que hay de todas las edades, porque los que son moteros lo son para toda la vida. Así que si no es ahora a lo mejor te lo echas de madurita :P (eso sí, con buena moto, eh) ;)

      Besos

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  13. Ahora que lo dices, sí que tiene que ser difícil... Me ha encantado la entrada y conocerte un poquito más. No compartimos afición por las motos, que siempre me han dado su miedecito. Soy más de coches...
    Besotes!!!

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    1. Uf, sí... es complicado, que no te vendan lo contrario. Que conste que también soy más de coches, aunque últimamente incluso hasta estoy siendo (volviendo a ser) más de trenes... Y los trenes tienen también para varios post, eh :)

      Besotes!

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  14. Oye pues me has recordado al primer novio que tuve, que también tenía una moto pero no como la de este chico, sino que era bastante pedorra. El caso es que me llevaba a todos los sitios en ella y a mí me encantaba.

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    1. albanta, es que tuve suerte, por aquella época una Harley era una exquisitez (supongo que lo sigue siendo). Pero además de la moto tengo que decir que R. era muy cortés y muy agradable. Tengo muy buen recuerdo de él ¿dónde andará? ;)

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  15. Me ha encantado esta entrada. Vivan las motos!!
    Besos
    Pd. Yo también tuve novio motero

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    1. Pues si has tenido novio motero seguro que me entiendes ¿a que sí? ;)

      besos!

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  16. Jajajajaja buena reseña, llena de humor.

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  17. Este relato erótico-motero está buenisimo, no la Harley y R, el relato, me refiero. Ahí tienes un buen argumento para una buena novela de esas que se llevan ahora. Le das unos toques de chick-lit y seguro que arrasas con tu primera publicación. No vaya a ser que las autoras del ramo te tomen la idea y, toma plagio. Es la versión moderna de !qué difícil es hacer el amor en un simca mil!. Besos.

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    1. jajaja Francisco, qué opitmista. Esto da para lo que da, una entrada divertida y ya está... vamos, que yo no doy para más ;) (moderna moderna no sé yo si es la versión, eh). Besiños!

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  18. ¡Ay, Ana! No sabes de qué manera me has hecho viajar en el tiempo y recordar mis tiempos con novio motero recorriendo la costa.
    Besos.

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    1. Pues me alegro si esta entrada ha servido para traerte buenos recuerdos ;) De eso se trata también: escribir es recordar

      Besos

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  19. jajajaja!! Me encanta, qué buen ratito me has hecho pasar. Yo voto porque se convierta en el argumento de una novela :-)) La atracción de los chicos malos que siempre van en moto...

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    1. Oye, qué bien me lo estoy pasando yo también. Me gusta que haya hecho pasar un buen rato, yo también me he divertido al recordarlo y al escribirlo. Pero no da para una novela, vamos, que yo no doy par una novela. Los chicos malos siempre han sido un imán para mi.

      Besos

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  20. Uau Ana... nos has descubierto una faceta de ti que yo, al menos, no me imaginaba... :D
    No, de verdad. Me ha gustado el relato y tu forma de expresarte. Espero que nos escribas alguno más pronto!

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    1. Es curioso... ¿qué imagen tendréis de mi? :) Las blasfuemiadas están ahí, en cualquier momento..zas ;)

      Besos

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  21. Mucho mejor que algunos de los relatos que he leído últimamente. Muy original y con un lenguaje muy fresco y acorde a lo que se escribe. Me ha gustado :D

    Un saludo.

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    1. Angry, tú eres una fan! ;) Me alegro que lo disfrutaras

      Saludos!

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  22. Su moto te ponía como una moto, eh, pillina? :P Me ha gustado tu historia bastante, aunque no tuviera un final feliz: quien sabe qué andarías haciendo ahora si siguieras con ese motero! Lo bueno del fin de tu rollete es que nos has dejado un relato estupendo para animar este jueves tan gris. 1beso!

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    1. La moto, la postura.. todo (glub). Bueno, el final no fue infeliz, asumimos la realidad, seguimos siendo amigos un tiempo y luego la vida nos fue llevando por caminos distintos. No me imagino cómo sería mi vida ahora si hubieramos seguido, la verdad. Me alegro de haberle dado color al jueves gris ;)

      Beso

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  23. Por todos los bizcochos y magdalenas!! Esto ha sido poner la temperatura por encima de lo habitual. Respecto a la historia en sí, me ha encantado tu desvergüenza y naturalidad para compartir (entendiendo que es autobiografía), por otro lado, casa una secre "mojigata" como toda una amante de alma a motor.
    En mi caso, las motos me encantaban, ya hace mucho que me desvinculé del tema, lo cual me hace pensar dos cosas, una es que ¡me estoy haciendo mayor! y la otra... que nunca es tarde.
    Y por concluir, el texto me ha parecido estupendo, fresco, natural, divertido, intrépido y adrenalino. Muy actual y bien contado, cada palabra en su sitio y un final rematador. Veo una competencia :) y esto, como lo he dicho yo vale muchos puntos, que soy tu lectora en la sombra y lo que no lo pienso, no lo digo.
    Besitos con runrun

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    1. jojojo!! Hoy hemos salpimentado un poco la entrada, fuera el sugar!! :D Lo de la secre "mojigata" es la imagen que te has montado en tu cabeza, no sé si por las secretarias que conoces o por alguna extraña imagen que tienes de mi. Timida sí, desvergonzada también. Yo diría que nunca es tarde. Pero nunca, además. Me alegro que te haya gustado el texto, pero es mi techo no te vayas a creer, así que de competencia nada, estás sola ante el peligro, jejejeje Puntos valen, claro, las flores siempre se agradecen, a mi me suman :P Vale, pues di lo que piensas :)

      Besos zuuuuuuuuuummmm(bados)

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  24. Yo empecé a leerlo como autobiográfico y luego me dije que no, que es un relato que nos has contado. Sea como fuere, me pones los dientes largos. Me encantan las motos pero jamás me eché un novio ni con Vespino!!! En el fondo me dan un poco de yuyu también pero qué bien tiene que sentar montarse en una moto con tu tipejo duro que se enciende la cerilla en la barba jejeje. En fin, de mi amor por las motos tan solo me queda una chupa que me han regalado estas navidades, que me sienta como un guante (aunque esté mal que yo lo diga) pero me encanta! Da el pego de que tengo moto y todo!! Besos.

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    1. Pues que no te crezcan muchos los dientes que a mi ahora mismo no me queda ni la chupa, y tú al menos esa ya la tienes ;). R. no era un tipejo duro, era de los desgarbados, delgados y con piernas y brazos largos. No tenía barba, aunque ahora que lo pienso le hubiera sentado bien (llevaba una perillita).

      Besos!

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  25. Una historia estupenda a la par que divertida y yo me pregunto ¿como se te quedaba el pelo con el casco de la moto? porque a mi horrible ahhh uno de los motivos por los que ya no me gustan las motos jajajaja. Besos y sigue contándonos batallitas

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    1. Por aquel entonces no era obligatorio lo del casco (que quita mucho morbo), aunque solíamos utilizarlos salvo si el recorrido era corto.

      Besos!

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  26. ¡¡Guau!!! Buena entrada para calentar un frío día de invierno, jajaja. Te entiendo, aunque no tenga alma de motera, ¿será porque también me gustan los culos? jejeje. ¿Sabes? a mi tu experiencia me ha hecho pensar en el baile, en el juego de miradas, roces, movimientos de caderas, sonrisas insinuantes... yo es que soy más de bailar.
    Me ha encantado que nos desnudaras un pedacito de tu juventud, ¡divino tesoro!

    Besos

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    1. :D Si te gustan los culos entonces me entiendes ¿verdad? Y sí, es algo parecido, dos en una moto es una especie de baile agarrado. Yo también soy más de bailar ¡¡mucho más!! sola y/o acompañada, lo mismo me da (acompañada se me da mal, no me dejo llevar).

      Besos

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  27. Hoy nos sorprendes con una faceta diferente y me ha gustado esta historia. Yo reconozco que no soy nada de motos, no me gustan ni nunca me han llamado la atención para ir en ellas pero en cambio los moteros sí tienen algo interesante y atractivo aunque a veces sea mejor dejarles el casco puesto :)
    Besos

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    1. Me alegro que te haya gustado, Tatty. Es verdad que los moteros tienen un punto interesante.. y lo de que mejor dejarles el casco puesto jajajjaja pues sí... Eso me ha recordado a esos guapos de playa que luego cuando se ponen la ropa resultan ser superhorteras, que dices ¡madre mía para qué se habrá vestido! :D

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  28. Como me gustan estas entradas algo más íntimas, así puedo saber más detalles de ti. Que por cierto te ha quedado genial.
    Me ha quedado un regusto melancólico jeje
    Un beso!

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    1. Me gusta que te gusten, no sé ya si lo de que sepas más detalles de mi me gusta tango :P Fuera melancolia, Lesincele!

      Besos

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  29. Entre la historia y los comentarios no me quedaba claro de si era un relato ficticio o real, por lo visto real. Pues a mí también me encantan las motos -aunque a ti veo que eso ya se te ha pasado-. Lo malo es lo peligroso que puede ser el asunto, tanto por el conductor como por los demás. El caso es que escribes genial. Me ha gustado tu historia. No dudo de que la moto hay jugado muy a favor del chico, si tan feo era. Que vale que lo que cuenta es el interior y tal, pero tiene que haber un poco de todo. ;D

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    1. Bueno, me siguen llamando las motos, pero desde fuera. Tan tan tan tan feo no era el hombre tenía su atractivo, me gustaba su cuerpo y su estilo, y era una buena persona. La moto contó poco en principio, aunque también tuvo su peso ;)

      Besos

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  30. Buenoooo!!! me ha encantado tu relato entiendo que biográfico ¿no?

    Soy motera sin moto, admiro las harley me encanta adosarme por la espalda a mis amantes porque encuentro la espalda y, sí, el culo también, muy eróticos (sin descartar los pectorales bien desarrollados que también me dejan sin aliento).

    Una pena ese abrupto final, pero la atracción es muy voluble :))

    Un abrazo!!

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    1. Motera sin moto... sí, ese es el espíritu de mi alma motera :) Los pectorales y la barriguilla, que las manos ya se sabe :D

      No fue tanta pena el final, se veía venir cuando la atracción se limitaba a cuando estábamos en la moto. Lo demás era una buena amistad. ¡¡La vida es voluble!! :D

      Besos!

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  31. Vaya!! Yo también me quiero subir en una Harley!!
    Muy divertido y erótico...! Me ha echo recordar aquellos maravillosos y un poco locos años

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    1. Es una experiencia casi religiosa subirse en una Harley ;) Los años pasaron, pero, ay, la locura... para mí que va a ser que no ;)

      Besos

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  32. Vaya, menuda experiencia. Una de esas historias que justifican toda una vida. Te felicito por escribir tan bien, por compartir tus andanzas y sobretodo, porque miras atrás y puedes gritar al cielo "He vivido". Bss

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    1. La verdad es que puedo ser un poco "doña historias", asi que tengo un avida muy justificada :D Gracias, aunque así entre tú y yo, creo que exageras un poco. He vivido, sí, y lo que te rondaré morena :D

      Besos!

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  33. A mí también me gustan las motos, aunque prefiero contemplarlas a una distancia prudencial xD eso sí, el rock que no falte.
    Muy buen relato, Ana, me ha gustado mucho!
    Besos:)

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    1. Ah, por supuesto Sara ¡¡el rock es innegociable!!. Me gusta que te guste ;)

      Besos

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  34. Gracias Pedro y bienvenido a este rincón. Ya mismo me paso por tu espacio, que seguro será también mágico.

    Besos

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  35. No era la moto, era el peligro lo que resultaba sensual y libidinoso. Por eso, es tan difícil hacer el amor en una Harley, porque tendría que estar en marcha... ;D. Abrazos.

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    1. Es verdad que la sensación de peligro es un elemento excitante más, pero la moto hace mucho, obliga al contacto... ;)

      besos

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  36. Hola Ana, pues me ha parecido un relato de lo más sensual. Y con mucho morbo, jaaaaaa. Ese culito prietecito, esto de estar tan juntitos y pegaditos, la verdad es tiene su parte de salvaje y aventurera...
    A mi las motos me dan mucho miedo, la verdad, aunque confieso como te digo que tienen su lado salvaje que es como la libertad, eso de ir a toda velocidad con el pelo ondeando al viento y si el mozo encima es guapetón ( no como el de tu historia, aunque tuviera muy buen culito, jaaaaaaaaa), la verdad es que mola, al menos para imaginar.

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    1. Los culos prietos son muy tentadores Pilar :D No me toco el mozo guapetón, pero tenía su morbo, era de esos feos atractivos que tienen su punto también ;)

      Besos

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  37. Jajajajaja qué bueno Ana!! El final sobre todo.
    Un beso

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  38. Ana, excelente entrada! Me has traido tantos recuerdos. Exactamente eso sentia yo con un exnovio que era motero. Y es que además de esa sensación tan erotica y exitante al ir montada en la moto con tu pareja, uno se siente sexy, poderosa, el viento rosando tu cara y agitando tu cabellos, sintiendo tu alma libre correr a la misma velocidad, y vaciando tu mente de cualquier pensamiento, solo siendo consciente del paisaje, el viento y el momento.
    Gracias por compartir momentos de tu vida! :)

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En este blog NO se hacen críticas literarias ni mucho menos reseñas. Cuento y me cuento a partir de lo que leo. Soy una lectora subjetiva. Mi opinión no convierte un libro en buen o mal libro, únicamente en un libro que me ha gustado o no. Gracias por comentar o, simplemente, leer