lunes, 28 de septiembre de 2015

Tworki. El manicomio (Marek Bienczyk)

Título original: Tworki
Traductora: Maila Lema Quintana
Páginas: 224
Publicación: 1999 (2010)
Editorial: Acantilado
ISBN: 9788492649396
Sinopsis: Sí, la historia es real, muy real. Hubo una guerra, Polonia fue ocupada por las tropas alemanas en septiembre de 1939 y los nazis tomaron el poder durante seis años, hasta el invierno de 1945; también, durante la ocupación, hubo trabajo, amores, tráfico, redadas y trenes que llevaban a los polacos a trabajar como esclavos al Reich. … También existió el hospital de Tworki, que aún hoy sigue abierto, y aún hoy decimos “éste está para Tworki”… Sí, la historia es real, demasiado real. También existió un cielo azul, otras veces lluvioso, como existió la carta de S.; una carta escrita a lápiz… A veces me preguntan si toda esta historia fue real. Sí, respondo, la historia es real, hubo una guerra, millones de personas perecieron, otras sobrevivieron.

Una carta puede precipitar un alma al abismo de la desesperación o encenderla con la llama clara y cálida de la felicidad, y puede sanar al corazón con el mejor de los remedios, la esperanza.

Hay libros que, inevitablemente, pasan a formar parte de tu propia biografía. Que al recordarlos evocas el cuándo, el cómo (te sentías), aquello por lo que pasabas y vivías. Este libro tendrá ese vínculo conmigo. Un vaso comunicante con mi momento. No tanto por lo que cuenta, sino por el momento en el que lo leí y porque después hubo un abismo de esos que padecemos los lectores de cuando en cuando: coger un libro y volver a dejarlo en la estantería. Crisis lectora. En mi caso vinculada a una crisis personal, existencial. Pero eso no importa aquí, que vengo a hablar del libro, y además sé que si vuelvo a escribir de libros, volveré a leer.

Tworki es un libro difícil, muy difícil, de comentar. Es un libro absolutamente diferente y original. Muchas veces hablo aquí de literatura, para diferenciar los libros que lo son de los que no lo son (literatura). La literatura es arte (y el arte es alma) y no todos los libros lo son. Desde luego no soy nadie para juzgar qué libro es literatura, cuál es basura, cuál es entretenimiento, cuál es mágico, cuál es puro marketing. Pero sí puedo opinar, ser consciente de qué libros están en un lado u otro de una balanza imaginaria y abstracta con varios platillos en los que voy colocando mis lecturas.

Este libro estaría en la balanza de libros que sorprenden por el cómo están escritos. No me ha agitado como persona, pero sí entusiasmado como lectora que aprecia lo que un escritor es capaz de hacer y construir con las palabras, y como alguien que admira la belleza en cualquiera de sus múltiples manifestaciones. Muchas veces se recurre a la expresión “prosa poética” para hablar de textos llenos de lirismo pero en los que no se recurre a los aspectos más formales de la poesía. Curiosamente en Tworki sí encontramos a veces esos elementos formales, especialmente la rima, porque además así se expresan algunos de los personajes. Jamás me he encontrado con un libro en el que la expresión “prosa poética” fuera tan tan tan certera.

Lo he leído despacio, muy despacio. En muchas ocasiones en voz alta. Porque así pide ser leído. Degustándolo, yendo hacia delante y hacia atrás, paladeándolo, saboreándolo. Contemplándolo como si fuera un cuadro de Dalí, Klimt, Van Gogh… como si fuera arte. Deteniéndose en cada detalle, cada párrafo, cada frase, viendo cómo las palabras se juntan, se disuelven, se combinan, encajan, se arriman unas a otras de formas inverosímiles y el resultado es… belleza.
¿No te has planteado nunca qué poco sitio hay para la bondad en este mundo? Qué fenómeno tan raro entre la gente es la persona. Una persona que tenga alma. Y el alma es cabeza y corazón. Sobre todo corazón. El corazón.

No he hablado de qué va el libro. Sonia, una joven judía que trabaja en Tworki, un manicomio, se entrega a la policía alemana durante la Segunda Guerra Mundial, dejando una carta de despedida que es con la que se inicia el libro y que es una carta que existió en realidad, como es real la existencia del manicomio Tworki. Como fue real la guerra y que dentro de ella hubo espacios en los que había treguas, islas ajenas a la crueldad del exterior. Y de eso habla Tworki, de esos paraísos creados gracias a la magia y el amor de las personas, aunque sin permanecer ajenos a la realidad que les rodeaba. Cielos dentro de infiernos. Porque la realidad, como las muñecas matriovska, no es una, contiene muchas realidades dentro de ella, aparentemente separadas unas de otras pero inevitablemente engarzadas.

Sí, hay libros que están vivos, respiran. Y si te los pones cerca del oído sientes su respiración, y las palabras que contienen resultan peligrosamente contagiosas.
Un día se pondrá delante de ti… en el tranvía, en una tienda, en una avenida… y ya está. Sabrás que esa persona es la tuya. Y es entonces cuando te nace un corazón para la vida y para la muerte. Será entonces cuando todo cobre sentido. Habrás logrado tu objetivo: vivir para alguien, vivir para una persona. Una persona puede dar más que todas juntas.

No es un libro fácil, cierto. No gustará a muchos lectores a los que sólo les atraiga la historia que contiene el libro. Porque el cómo se cuenta la historia se devora a la historia en sí, y si no eres consciente de ello y lo aceptas y disfrutas de ese juego de palabras, de esa forma de construir con las palabras, entonces lo abandonarás a las pocas páginas.

No haría justicia si no me arrodillara ante Maila Lema Quintana, traductora del libro y cuyo trabajo debió arrancarle muchas gotas de sudor. Magnífica traducción de un libro que posiblemente no sea fácil de leer ni en su idioma original. Gracias, Maila.

Porque la memoria es necesaria, cada 1 de agosto Varsovia se detiene durante un minuto conmemorando el Levantamiento de Varsovia, en el que fallecieron 200.000 polacos. Lo hacen así:


Sabes, es que me gustaría hablar contigo de todo, pero de todo, contarte tantas cosas.

martes, 22 de septiembre de 2015

Reseñas Express (9)

Aunque últimamente (y lo que te rondaré morena), este blog parece más el de Lo que vivo/siento, lo cuento, no se me olvida que se conoce por Lo que leo, lo cuento. Vuelvo (aunque no pongo la mano en el fuego). Allá vamos.
Nadie se salva solo (Margaret Mazzantini)

Título original: Nessuno si salva da solo
Traductor: Carlos Gumpert
Páginas: 224
Publicación: 2011 (2012)
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9788420412689
Sinopsis: Delia y Gaetano eran pareja. Ya no lo son, y han de aprender a asumirlo. Desean vivir tranquilos pero, al mismo tiempo, les inquieta y seduce lo desconocido. ¿En qué se equivocaron? No lo saben. La pasión del comienzo y la rabia del final están todavía demasiado cercanas. En una época en la que parece que ya está todo dicho, sus palabras y silencios dejan al desnudo sus soledades, sus urgencias, sus recuerdos, y provocan brillos imprevistos al poner en escena, una noche de verano, el viaje del amor al desamor.

Un día alguien muy (pero muy) especial para mí me dijo: "Nadie puede salvar a nadie". Me quedé muy pensativa y algo triste. Al día siguiente fui a la biblioteca. Y el primer libro que encontré fue este, Nadie se salva solo. Creo en destinos y señales, otra cosa es que las interprete correctamente… Me llevo el libro a casa.

Pronto me doy cuenta que no es buena opción. Avanzo por las páginas y me parece todo muy manido, muy trillado, poco original. Debo estar cascarrabias, irritable, suspicaz, vulnerable… leo y me molesta lo que leo, hasta me parece una lectura juvenil, ingenua, poco profunda, no hay detalles que digas ¡eso es! Las culpas que se arrojan de un lado a otro me resultan cargantes, poco sorprendentes y muy estereotipadas. Aunque me gusta lo que intenta contar, no me convence el cómo, no me sorprende, no me emociona.

Avanzo rápido buscando pistas, preguntas o respuestas y no las encuentro. Está claro que no están aquí. Tan claro como que nadie se salvará si no quiere. Y si quiere, necesitará en quien apoyarse. Tal vez fuera verdad que nadie puede salvar a nadie. ¿Por qué se ha cruzado en mi camino este libro? No lo sé. Para cabrearme. No me ha conmovido, tal vez no pueda conmoverme más de lo que ya estoy con mi propia vida. Qué rabia. Mala elección. Al final el tiempo y Anaïs Nin me dan la respuesta (una vez más): “A las personas no hay que salvarlas, hay que amarlas” Y yo siempre comulgo con lo que diga Nin. Amén (con acento). Amen (sin acento).
Flores de febrero (Fan Wu)

Título original: February flowers
Traductora: Ana Guelbenzu
Páginas: 206
Publicación: 2006 (2008)
Editorial: Nabla
ISBN: 9788493592677
Sinopsis: Flores de febrero es una novela ubicada en la China moderna de finales del siglo XX, en pleno proceso de occidentalización y abandono de sus tradiciones. Cuenta la historia de dos mujeres jóvenes Ming, de diecisiete años, y Yan, de veinticuatro, que tienen muy poco en común; tan sólo el hecho de estudiar en la misma Facultad. Ming, idealista y preocupada, vive en un mundo de libros, música e imaginación. Yan, en cambio, es sexy, cínica y salvaje, sin sentido del hogar y de la familia. Aun así, al conocerse, pronto se hacen buenas amigas. Su amistad es breve, casi fortuita pero intensa, y cambia para siempre el mundo de Ming.

Y bueno… es fácil de leer. Una novela más que describe el paso de una mujer de la adolescencia a la madurez. Nada nuevo: una amistad, unas dudas. El trasfondo de la China de los años 90, mujeres un tanto cándidas y desinformadas en cuestiones sexuales. Un exceso de inocencia. Una historia de amistad y sentimientos. Tintes autobiográficos evidentes, pero lo que cuenta es tan universal que hasta podría haberse extraído de mi propia biografía. O de la tuya. Es una lectura agradable, que deja buen sabor de boca, interesantes datos sobre la cultura china de los años noventa, pero no es un libro que vaya a formar parte de mis lecturas imprescindibles. Más o menos agradable mientras lo lees pero no perdura en el recuerdo y el poso que deja es frágil.
La chica del tren (Paula Hawkins)

Título original: The Girl on the Train
Traductor: Aleix Montoto
Páginas: 496
Publicación: 2014 (2015)
Editorial: Planeta
ISBN: 9788408141471
Sinopsis: Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?

El libro me tocó en un sorteo de la editorial. Me apetecía, hasta necesitaba, una lectura de evasión, ligera, rápida. Más allá de los exagerados comentarios de la contraportada, que no sólo ignoro sino que me irritan, había visto algún comentario alentador sobre este libro, así que me puse con él. Y debe ser que no he sabido leerlo o que tal vez he leído otro libro, porque para mí (al contrario que para la mayoría de la gente) ha sido una lectura que va de más a menos. A mitad de lectura ya tengo la sensación de que el chicle se está estirando innecesariamente y algo más allá de esa mitad ya se perfila tan evidente lo que va a suceder que todavía estoy pensando porqué tantas páginas finales para explicar lo que es innecesario explicar. Rescato el personaje de Rachel, que sostiene durante la primera mitad el interés, un personaje muy interesante. En definitiva, me ha entretenido, me han sobrado páginas. Del montón. Sobrevaloradísimo y prescindible. Típico libro para consumir en verano con mucho bombo y marketing detrás.

Pornografía (Manuel Arranz)

Páginas: 48
Publicación: 2013
Editorial: Periférica
ISBN: 9788492865772
Sinopsis: Una primera novela que se lee en un instante casi, pero que encierra todo el mundo: un hombre de 60 años se enamora, y vive su intensa pasión con la sabiduría que conceden los años. Un texto de una sutileza portentosa, bellísimo. «Quien ama es implacable, no deja pasar ni una.»

Pues la sutileza es tan portentosa que yo no la he captado. Más que Pornografía el título del libro debería de ser Prono-grafía: grafía escrita boca abajo, y yo debí leerla al revés porque sólo he visto citas, aforismos, referencias, más citas y citas de otros autores, obviedades... No sería mi día. Rescato, por salvar algo del naufragio, el poco tiempo que lleva leerlo y una frase:
No estamos hechos para vivir en sociedad. Nadie es como nosotros. Estamos siempre solos.

La sonrisa de la Gioconda (Aldous Huxley)

Título original: The Gioconda Smile: A Story
Traductor: Enrique de Hériz
Páginas: 104
Publicación: 1938 (2014)
Editorial: Navona
ISBN: 9788492840816
Sinopsis: Si no fuera porque Mr. Hutton ha de soportar la carga de una esposa enferma y quejicosa, su vida sería extraordinariamente placentera. Vive en una casa confortable, con una gran biblioteca familiar; ama la lectura, le gusta frecuentar la compañía de mujeres, goza de un refinado paladar y no tiene problemas económicos. Su vecina, Janet Spence, se compadece de Mrs. Hutton y la visita con frecuencia para ofrecerle compañía y cuidados. Cuando un luctuoso suceso convulsiona la vida cotidiana de los protagonistas de esta historia, afloran a la superficie unos comportamientos no convencionales que ponen de manifiesto sentimientos poderosos con una gran capacidad destructora.

Sólo había leído la novela distópica Un mundo feliz de Huxley y al ver este libro, una novela corta, me dejé tentar. Y ha sido una agradable sorpresa, sobre todo porque me ha impresionado lo que me ha recordado a ¡Stefan Zweig! Un protagonista cruel y ególatra, Mr. Hutton, que se acaba autodestruyendo por su propia debilidad. Una historia previsible pero que Huxley narra y describe con un estilo destacable. Una afilada sátira de la que  no tengo mucho más que decir.

La poesía que he ido compaginando con estas lecturas: Poemas de amor de Anne Sexton (desgarradora, bella, valiente, fascinante), Antología poética de Jaime Sabines (pocos poetas me atraviesan y arañan el alma como lo hace Sabines), Los versos del capitán de Pablo Neruda (Neruda, siempre Neruda. Imprescindible Neruda), Volver antes que ir de Flavia Company (elegante Company, memoria, viajes, emigración e identidad) y Vuelo ciego de Idea Vilariño (fervorosa, obsesiva, inquietante. Me sacude). Ellos sí son ineludibles (y otros muchos, menos mal).

¿O no es una maravilla este poema de Sabines?

Te quiero como para invitarte
a pisar hojas secas una de estas tardes

Te quiero como para salir a caminar,
hablar del amor,
mientras pateamos piedritas.

Te quiero como para volvernos chinos de risa,
ebrios de nada y pasear sin prisa las calles

Te quiero como para ir contigo a los lugares
que más frecuento y contarte que es ahí
donde me siento a pensar en tí.

Te quiero como para escuchar tu risa toda la noche.

Te quiero como para no dejarte ir jamás.

Te quiero como se quiere a ciertos amores,
a la antigua, con el alma y sin mirar atrás.

¿Pisamos hojas y pateamos piedritas?