lunes, 9 de noviembre de 2015

Memoria por correspondencia (Emma Reyes)

Páginas: 240
Publicación: 2012 (2015)
ISBN: 9788416213221
Sinopsis: En 1969, Emma Reyes envió a un amigo historiador la primera de las 23 cartas en las que le revelaba cómo había transcurrido su infancia. Durante más de tres años su amigo recibió la correspondencia, leyó los dolorosos recuerdos de la artista y llegó a un acuerdo tácito de confidencialidad que solo rompió cuando decidió mostrarle los textos a Gabriel García Márquez, quien animó a Reyes a seguir escribiendo. La correspondencia se mantendría hasta 1997 cuando se escribió la última carta del libro. Con una escritura que brilla por su honestidad y por su distanciamiento de lo pretencioso, Reyes describe las adversidades que vivió durante su infancia en Colombia a comienzos del siglo xx, la mayor parte de la cual transcurrió en un convento.

Podéis leer las primeras páginas (el prólogo y la primera carta) AQUÍ.

Empecé a leer este libro con la cautela propia de quien tiene muy buenas referencias de lo que tiene entre manos. Pronto mi cautela se quedó en agua de borrajas y me encontré entregada a la lectura. Los ojos bien abiertos y mi conciencia recordándome de forma persistente que estaba ante una autobiografía. Realidad, no ficción. Realidad superando cualquier ficción posible.

Mientras lo leía pensaba en cuántas personas rechazarán este libro por ser autobiográfico y por contar una realidad descarnada. Y me preguntaba si en el caso de que se presentara este libro como ficción esos lectores potenciales se acercarían entonces a él. No me he respondido a mis propias preguntas. Creo que preferí no hacerlo.

La realidad es muchas cosas, pero también es cruel, nos guste o no. La que le ha tocado vivir en su infancia (que es el período que abarca Memoria por correspondencia) a Emma Reyes es, sin duda, feroz y brutal. Y sin embargo, no hay ni la menor intención de que el lector sufra ni compadezca. Ni un ápice de aliño para provocar lágrimas. ¿Está contado con frialdad? En absoluto. Está contado sin alardes y, lo más admirable y conmovedor, sin rencor.

Las virtudes de Memoria por correspondencia son diversas. Está despojado de todo intento de hacer literatura, ni siquiera hay el propósito de estar bien escrito (recordemos que son cartas escritas a su amigo Germán Arciniegas) y curiosamente eso aproxima este libro a la buena literatura. Narra unos hechos, no hay añadidos literarios ni trampas emocionales, nada de edulcorantes para amortiguar la crueldad ni tampoco acidez para endurecerla. Y cuando no se requieren de artificios para que lo que estás leyendo te atraviese y te estalle por dentro es que estás comunicando, estás haciendo literatura. La literatura no tiene leyes, no las tiene para el lector, si un libro emociona, golpea, estremece, agita, conmueve, entretiene, arrastra, te hace ser más, te hace sonreír, llorar, crecer, vivir, soñar, desear, te zarandea… Si un libro te hace sentir viva, te muestra los vericuetos y la inmensidad de la humanidad… para mí, eso, ya es literatura.

Sí, es ella, la realidad. La brutal realidad vivida por Emma Reyes siendo una niña (los hechos contados abarcan desde los cuatro a los once años de edad). Y ahí está otra de las claves de esta lectura: Emma Reyes parece contarnos todo en tiempo real, como si hablara de su presente y no de su pasado, como si se tratara de un diario en lugar de una correspondencia. Es decir, vuelve a ser la niña que vivió primero con la señorita María (sobre la que su hermana y ella tardan más de 20 años en mencionar a alguien) y luego en un convento. Encerrada siempre, aislada del mundo. Es la niña Emma quien nos va contando sus vivencias, y esa mirada es esencial para entender porqué esta lectura se eleva por encima de muchas (muchísimas) otras. Porque hay brutalidad, indignidad, hambre, injusticia, barbarie, sinrazón… pero también hay ternura, humor, ingenuidad, inocencia, imaginación, coraje, fuerza, naturalidad, ingenio…

Aunque hablamos de principios del siglo XX historias como las que comparte Emma con nosotros están sucediendo ahora mismo, mientras yo escribo esto y vosotros lo leéis. Pobreza, injusticia, machismo, miseria… y ellas, las monjas. Y los curas. La iglesia. Estoy a punto, muy a punto, de soltar una diatriba sobre el daño atroz que ha hecho la iglesia católica, pero no lo voy a hacer porque me consta que dentro del catolicismo hay también buena gente que ha hecho y hace mucho bien, aunque tengan que curar las heridas y el menoscabo que sus congéneres provocan.

En este libro se destapan (por si alguien no lo había visto o no lo ha querido ver) muchas de esas heridas profundas que se han causado bajo la bandera del cristianismo, pero también provocadas por miras estrechas y miradas que no quieren ver. La pobreza e ignorancia como caldo de cultivo para el abuso y la esclavitud de niños. De niños. Pocas cosas hay más inhumanas que la crueldad con los niños.

El alma humana es, por naturaleza, indómita. Que parece que no, pero hay quien es fiel a esa faceta brava, libre y audaz de nuestra esencia. Emma Reyes fue analfabeta hasta los 18 años. Jamás pasó por colegio ni universidad. Pero de su encierro hizo virtud: su enloquecida y libre imaginación se convirtió en su mejor aliada. Salió (huyó) de su reclusión, caminó, no paró de andar, se asentó en París y se convirtió en una prestigiosa y reconocida pintora, desde donde acogió y ayudó a otros artistas colombianos.

Honesta, cándida, generosa… Emma Reyes supo vivir su día a día creciendo, llena de curiosidad y preguntas, pese al tormento que supuso para ella su infancia y el vivirla tantos y tantos años en silencio, un secreto bajo mil llaves. Y cuando abrió esa puerta, no quiso que se hiciera público hasta después de su muerte.

Habréis observado que no he puesto ninguna cita, y no es que no haya subrayado el libro, que va a ser que sí y mucho. Quien quiera entenderlo, tendrá que leer el libro.

Me quito el sombrero, agradecida y admirada.
Es verdad que mi pintura son gritos sin corriente de aire (Emma Reyes)
 

70 comentarios:

  1. Magnífica reseña. Muy de acuerdo con todo lo que expones. Brutal y extraordinariamente interesante también la lectura del prólogo y de esa primera carta. Muchas ganas me han entrado de continuarlo. Gracias. Un saludo.

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    1. Gracias. La lectura es brutal en muchos sentidos. Una lectura muy interesante, pese a los acontecimientos tan duros que cuenta, pero contados de forma que siempre asoma la luz. La que pueden dar los niños.

      Un abrazo

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  2. A pesar de que ésta fue una recomendación de ida y vuelta y que, por lo tanto, no había mucho riesgo en ella, temía que la lectura que a mí tanto me había removido, no te llegase a ti del mismo modo. Porque me encanta cuando coincidimos dentro de los libros. ¡Qué ganas tenía de leer tus impresiones y cuánto te agradezco que no me hayas hecho esperar! Leyendo tus palabras vuelve a mí la lectura de este libro y vuelvo a emocionarme en su recuerdo. ¡Qué admiración despertó en mí por Emma Reyes! Ella, sin quererlo. Es así como más hondo calan estas personalidades, cuando no hay la más mínima intención de cautivar. ¿A qué me suena eso? ;)
    Abrázote ;)

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    1. Fue una recomendación rara, sin haberlo leído y te me adelantaste. Eres más temerosa de lo que debes y lo sabes. A mí también me encanta coincidir dentro de los libros, no hay mejor sitio para encontrarse :) El libro no se hizo esperar, ya llegó con ganas a mis estanterías y le diste el empujón necesario para que se dejara leer. Admirable Emma Reyes, te deja con ganas de saber más, de que hubiera seguido escribiendo cartas contando su vida. Las notas finales ayudan a despejar algunas preguntas, pero se echa de menos su voz.

      Pues no sé a que te suena, recuerda que tengo mal oido ;)

      Te abrazo

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  3. Apuntada queda porque este tipo de historias me suelen gustar. Besos.

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    1. Las dudas sobre si gustará o no sólo se despejan leyendo :)

      Un abrazo

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  5. Me encanta escribir cartas y leer correspondencias, y como no entiendo la literatura como algo separado y ajeno a la vida, sino más bien algo parecido a su reflexión, a la verdadera conciencia de ella (aunque a veces la alcance partiendo de material imaginario y otras real), no necesitas convencerme de que esta correspondencia lo es. Te creo.

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    1. A mí también me gustan, de siempre, las cartas, el intercambio por escrito. Es especial. Desde luego que la literatura, al menos para mí, no es algo ajeno a la vida. La literatua es, en sí misma, vida. Gracias por la confianza. El libro no te decepcionará.

      Un abrazo

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  6. Me acabo de estrenar con este género de la autobiografía y lo único que he leído me ha gustado. Creo que este libro podría estar bien, así que lo apunto.
    Besos

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    1. A mí en general me gustan las autobiografías, también las biografías, normalmente las de personas cuya vida me fascina de una forma u otra. En este caso tengo que reconocer que no conocía a Emma Reyes, pero había visto muy buenas críticas, confirmadas (de largo) con la lectura.

      Un abrazo

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  7. Le tengo ya echado el ojo a este libro, Ana, que me encantan las novelas de correspondencias y más sin son reales. Por cierto, me ha gustado mucho tu frase "La realidad es muchas cosas, pero también es cruel, nos guste o no."

    Yo creo que es cruel, y mucho, y en mi caso no me gusta. Nada. Pero se aprende a vivir con este sentimiento.

    bsos!

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    1. Lo cierto es que aunque se llama "Memoria por correspondencia", en realidad cada carta es como un capítulo, es epistolar porque así lo escribió y así se respetó el formato. Lo es. La vida es cruel. Y bella. :)

      No me gusta vivir con ese sentimiento, intento cambiar la crudeza de la realidad, a poquitos y de cerca.

      Un abrazo

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  8. Sabes que me lo voy a apuntar, ¿no? De hecho acabo de cotillear a ver si lo tienen en alguna biblio de mi ciudad y mira qué suerte la mía que bien cerquita me pilla.
    Tu reseña me deja sin palabras así que no comento. Te hago caso y leeré el libro.
    Besos!!

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    1. Lo sé, lo sé :) No miré si lo tenían en la biblioteca y no me arrepiento, hay libros que me gusta tener en casa y este es uno de ellos. Con alguno me pasó, que lo saqué de la biblioteca y luego lo compré.

      Encontrarás las palabras cuando lo leas, y lo contarás muy bien, de eso estoy segura.

      Un abrazo

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  9. Impresionante tu reseña, Ana. No he tenido el gusto de iniciarme en este género todavía. Sin duda me lo apunto, como muy posible primera vez, gracias.

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    1. Sería buena elección. Además no es un libro muy largo, se lee muy bien.

      Un abrazo

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  10. Qué buena reseña, me ha encantado, y desde luego que me gustaría leer el libro; lo llevo para la lista, y lo pongo muy arriba. ¡Gracias!

    Besos.

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    1. Hay que poner orden en la lista. Yo también pongo libros arriba y luego cuando no la veo se reorganiza ella sola, la muy lista :)

      Un abrazo

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  11. Me gustan mucho (supongo que por mi vocación de historiadora) la correspondencia no ficticia que narra parte de la vida de su autor. Ahora mismo estoy leyendo "Cartas de una pionera" de Elinore Pruitt Stewart, y aunque no tiene nada en común con "Memoria por correspondencia" ahí está ese propósito biográfico que tanto me gusta. En el libro que hoy nos traes tú, se adivinan notas más dolorosas y terribles, pero me lo llevo igualmente, por la no ficción que conmueve. Bss

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    1. Por tu vocación de historiadora y de lectora :) Cartas de una pionera lo tengo hace tiempo, creo que fue a Meg a quien le vi comentar el libro y, zas, a la estantería. Es doloroso y terrible, pero también hay humor, inocencia, muchas cosas. Es un muy buen libro.

      Abrazo

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  12. Tengo este libro en la lista de espera porque al igual que tú he leído muy buenas críticas pero, al igual que tú, eso al mismo tiempo me hacía recelar.
    Con tu estupenda reseña ya me he decidido completamente a leerlo.
    Muchas gracias.

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    1. Cuando hay muy buenas críticas de un libro siempre parece que te pones un poco en alerta, al menos yo. Pero según de qué libros y qué recomendaciones me fio más. Este venía avalado por comentarios de gente en la que confío, aún así la prudencia siempre está ahí, al acecho :)

      No receles, confía en mí :P

      Un abrazo (y gracias a ti por comentar)

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  13. Uyyy, aquí no me pillas, tengo el libro (te puedes imaginar el otro tanto de libros que esperan). Me quedo con la curiosidad de los fragmentos omitidos, más que nada por esa definición de literatura que nos dejas sobre libros que te recuerdan que estás vivo. Vale, también por saber donde da el golpe pero bueno, todo se andará. Con Libros del asteroide prefiero ir bajo recomendación. Respecto a ficción o realidad, no soy detractora de ninguna de las dos, bienvenidas sean.
    Un abrazo

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    1. Tampoco quería pillarte :) Además, siempre está bien encontrarte con comentarios de libros que ya están en la saca (o leídos) salvo que sea para ponerlos a caldo, claro. Cuando lo leas (y lo comentes) te diré porqué no puse ninguna cita, si no lo comentas tú :) Sí, entiendo lo que dices de Libros del Asteroide, aunque yo de momento no tengo queja.

      Ya, ya... a ti te van las historias realistas :P

      Un abrazo

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  14. Bueno, la realidad puede superar a la ficción y cuando eso ocurre en literatura quizás nos descoloca un poco pero como señalas, siempre, siempre, se puede tirar del plano formal, de la forma en que se cuenta. Por otro lado, ignorancia absoluta con respecto a la existencia de este libro que me parece además toda una joya. A por él que voy ya. Besos :)

    El presi decidido.

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    1. No sólo puede, es que la supera muy a menudo. A mi me descoloca la humanidad, así en general, es lo que tiene ser extraterrestre :) En este caso el plano formal es la mirada que utiliza para contarlo, y además se agradece que se haya respetado la forma de contar, porque lo hace mucho más auténtico. Allá que vas. So impaciente.

      Un abrazo, presi

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  15. No conocía este libro y en menos de una semana dos recomendaciones, la tuya de hoy y la de un amigo hace unos días. Él, que me conoce bien, me dijo que es "de los que vas a flipar, Manuela. Me vas a freír a wasaps pero léelo" En fin... os haré caso, un día de estos...
    Besos.

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    1. Veo tu whatapp echando fuego, Manuela :) Haz caso a tu amigo ;)

      Un abrazo

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  16. Me gustan los libros que marcan, que te cambian un poco. Sin embargo este lo hace a las bravas, sin anestesia. No puedo cuando son los niños los que sufren y menos si no puedo pensar que se lo está inventando. No es que quiera mirar para el otro lado, ni vivir pensando que estas cosas no existen, es que ya me lo encuentro lo suficiente en el día a día.
    Besos

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    1. No necesita anestesia. La anestesia en sí es el cómo está contado. Ten en cuenta que es ella misma quien lo cuenta, por eso resulta tan interesante. No lo descartes, hazme caso (ya, últimamente te pido esfuerzos con algunos libros, pero es que creo que, pese a lo que cuenta, el libro te gustará).

      Un abrazo

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  17. ¡Hola!
    Leo poquísimas biografías o autobiografías, no porque les haga el feo, sino porque creo que no se ha dado la situación oportuna. Leí hace unos años "Si esto es un hombre" de Primo Levi y me dejó una profunda huella. Y ya que estoy aprovecho para recomendarte. Al mismo tiempo yo me llevo la tuya. :)
    Un beso!

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    1. Yo empecé a leer autobiografías y biografías muy pronto, supongo que tengo espíritu cotilla :) Me gustan especialmente las autobiografías, la mirada de quien cuenta de si mismo/a. El de Primo Levi ya está en la saca hace tiempo (bufff, no sé que me agobia más, si la larga lista de lo que quiero leer o si todo lo que YA tengo y aún no he leído).

      Un abrazo

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  18. Otro al morral.

    Me encantan las cartas. Por eso soy aficionado al correo y poco al wasapeo. Me encanta la literatura basada en el "modo" epistolar. Y se encuentran entre mis preferidas las historias de personas que vencen todos los inconvenientes y limites que quieren ponerles y aprovechan -a pesar de otros y contra otros- el tiempo que tienen en la vida.
    Y disfruto cuando el horror es vencido y la historia acaba bien.

    Lo leeré.

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    1. A mí también me gustan las cartas, las postales... el intercambio por escrito. Y el intercambio cara a cara también, claro :D En este caso aunque sí que son cartas, no es el formato epistolar lo que marca, en realidad aparte del saludo inicial y de la despedida en cada carta te olvidas que es una carta lo que está escribiendo.... Creo que este libro tiene todos los ingredientes para que la lectura se cuele entre tus preferidas. El horror es vencido.

      Un abrazo (y van...)

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  19. La realidad siempre supera la ficción, por eso me encantan los reportajes. Cuando leí la palabra "convento" en tu reseña, ya me imaginaba por dónde iban los tiros. Desafortunadamente, esto sigue ocurriendo. Espero que se frían en el infierno con el que amenazan y que éste se parezca por lo menos un poco al del Jardín de las delicias del Bosco.
    besos

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    1. Siempre. Cualquier cosa que se escriba ya ha sido vivida por alguien... Claro, convento, pues imagina e imaginarás bien. O te quedarás corta. Sigue ocurriendo, hay cosas que no dejan de ocurrir, aunque se suponga que la humanidad progrese, aunque últimamente yo creo que involucionamos.

      Un abrazo

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  20. Me recuerda un poco a Del color de la leche, conforme te leía iba viniéndome a la cabeza esta excelente novela (en este caso, ficción, con la seguridad de que fue y es real).
    No rechazo un libro por tratarse de una autobiografía, como cualquier obra busco su calidad y no su formato. Tu manera de leer es contagiosa, dan ganas de salir a toda pastilla a por ella.

    Abrazos!!

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    1. Bueno, tiene un poco ese estilo de contar, en cierta manera. No es mala comparación, pero en este caso contado por la misma protagonista, persona real. Los libros, algunos, sí que son contagiosos :)

      Un abrazo

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  21. Siempre me fascinó la correspondencia. Las cartas, y después los emails, ocuparon desde la infancia un lugar importante en mi vida.No recuerdo ni una sola Navidad en la que no me sentara en la mesa del comedor a poner sellos en los sobres de las cartas que íba a enviarle a los amigos y a los parientes. No sé, son muy especiales.
    Gracias por la recomendación, creo será mi próxima propuesta.
    Un abrazo

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    1. También soy muy de cartas y el intercambio epistolar. De siempre. Si es que cuando aprendes a escribir ya intercambias notitas con tus compis en el colegio (así se inicia una en esto). Ya nos contarás cuando lo leas.

      Un abrazo

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    2. Ana, sólo advertirte que he borrado, sin pretenderlo, tu último mensaje en mi blog. No sé que hice, me lié con los comandos y al querer corregir una de mis respuestas desapareció el tuyo...lo siento mucho. Soy una manazas.

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  22. Me encanta.
    Por ser cartas y por la forma de contarlo, como comentas.
    Lo anoto =)

    Besotes

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  23. Hay libros que son necesarios leer, no ya para entender algo a los demás, sino para comprenderte mejor a ti mismo, y sé, porque lo leo en tu voz (yo no leo tus letras, escucho tu voz en tus palabras) que este libro quiere compartir algo especial conmigo, claro, él te ha escogido a ti (buenísimas razones tendrá, yo las supongo), para que llegue a mí. Lo espero.
    Abrazos Ana !!

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    1. Para comprender a los demás, a ti misma, al mundo. O para no comprender, o entender que, ciertamente, parezco de otro mundo. ¿Cómo te imaginas mi voz? Ya quisiera yo tener buena voz, para cantar y para contar y para recitar. Me gusta ejercer de intermediaria entre un libro y tú, porque tú también lo haces. Te llegará, porque además sabes esperar.

      Un abrazo Paco

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  24. Lo peor es eso, que cosas así sigan sucediendo actualmente, por desgracia. Indudablemente, me llevo este libro.
    Besotes!!!

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    1. Siempre siguen ocurriendo estas cosas, es lo más terrible de todo. Es lo que hace que esté en permanente extrañeza.

      Un abrazo

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  25. Ohhhhh, cualquiera lo deja escapar!!! Mi problema es que no sé si será el momento de leerlo, creo que requiere un estado mental o emocional concreto que yo no tengo, pero sin duda tomo nota. Un besote!

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    1. jajajjaja, no, no lo dejes escapar. Es un acierto de la editorial, sin duda. No es un libro que requiera momentos especiales, creo, en el sentido en el que yo lo entiendo.

      Un abrazo

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  26. Has traido este libro para que lo lea, Ana. Es para mí. Lo sé, me llama. No puedo obviar su presencia...¡Gracias!
    Un besote

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    1. En principio lo he traído porque lo he leído, y aquí queda, expuesto para quien quiera cogerlo. Pero si has sentido que es para tí es que sin duda lo es, porque cuando se siente eso se suele acertar.

      Un abrazo

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  27. Ana, magnífica tu reseña. He disfrutado mucho leyéndola y leyendo todo lo que cuentas sobre esta autobiografía que seguro leeré. Por cierto a mí el hecho de que sea autobiográfica hace que me resulte más atrayente todavía.
    Besos

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    1. Gracias, disfrutarás mucho más (de largo) leyendo el libro. Segurísimo.

      Un abrazo

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  28. Siempre he pensado que las cartas revelan muy especialmente el alma de quien las escribe y para mi que sean auténticas las hace mucho más valiosas. La literatura tiene que ser la vida, tan cruel como auténtica y si consigue removernos y emocionarnos merece ese nombre.
    Me haré con él Ana, creo que es de lo que no se deben dejar pasar.

    Besos

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    1. Cierto, yo también creo que las cartas son como puertas abiertas a espacios muy íntimos de quien las escribe. La literatura es vida, es la vida. Te veo, te veo... te harás con él :)

      Un abrazo

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  29. Ni idea del libro Ana, así que te doy las gracias por descubrírmelo. Hace un momento me acerqué a la mesa de un compañero y he visto que tenía un volumen de LIbros del Asteroide. No recuerdo el título. Miro las publicaciones de este editorial con ojos golositos desde hace tiempo pero aún no he catado ninguno. Este que nos traes hoy podría ser un buena opción. Me gusta el mundo que se origina a partir de unas cartas. Besos.

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    1. De los leídos de esa editorial sin duda te recomendaría este. A ciegas :) Será una cata estupenda.

      Un abrazo

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  30. Mi librera está enamorada de este libro, quizás por eso llegué con demasiado ímpetu y me costó entrar bien en él. Es bueno, qué duda cabe
    Besos

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    1. Yo el ímpetu lo tenía, pero también el freno de mano. Pero no me costó nada soltar freno y dejarme llevar...

      Un abrazo

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  31. Pues qué quieres que te diga... Que me lo llevo de cabeza. Un besazo!

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  32. Un libro epistolar y autobiográfico, muy auténtico sin duda. Creo que hay vivencias tan personales que pertenecen a la intimidad e incluso al olvido pero es solo una opinión. En cualquier caso, seguro que se trata de un testimonio único y el que Enma Reyes no buscara con sus líneas compasión, lo encuentro admirable. Un beso.

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    1. Aun estando de acuerdo contigo en que hay vivencias que son absolutamente intimas y que mejor pasaran directamente al olvido, también te digo que hay que vivencias (como estas de Emma Reyes) que deben de contarse. No deben de ignorarse.

      Un abrazo (¡ya!)

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  33. Ni idea de libro y autora. Mejor, algo por descubrir. No soy del género epistolar pero me atrae la propuesta de alguien que salió adelante de la más mínima nada. Respecto de la Iglesia como institución, no hay mucho que decir; ésta a la vista para quien quiera ver. Lo apunto, Ana.
    Gracias por traérnoslo.
    Un abrazote.

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    1. Lo principal de esta lectura no es el género, de hecho aunque cada capítulo es una carta no se lee exactamente así. Creo que esta lectura te gustará tanto como te impactará.

      Un abrazo

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  34. Seguro que este libro me pondría de mala leche, y en estos momentos huyo de eso, mucho.

    besos.

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En este blog NO se hacen críticas literarias ni mucho menos reseñas. Cuento y me cuento a partir de lo que leo. Soy una lectora subjetiva. Mi opinión no convierte un libro en buen o mal libro, únicamente en un libro que me ha gustado o no. Gracias por comentar o, simplemente, leer