Título original: The blindfold
Traductor: Claudio López de Lamadrid
Páginas: 240
Publicación: 1992 (1994)
Editorial: Circe
ISBN: 9788477650775
Sinopsis: En Los ojos vendados, Iris Vegan, una estudiante de literatura de la Universidad de Columbia, relata sus inquietantes encuentros, con personajes neoyorquinos que el azar y la coincidencia han puesto en su camino. La relación de estos singulares momentos, en los que las fuerzas oscuras pueden cambiar el curso de una vida, permite al lector abordar esta obra como la suma de cuatro episodios independientes pero complementarios a la vez. La presencia constante de Iris, su modo de relacionarse con los demás y el ritmo casi cinematográfico de la narración, confieren a este libro una indudable y fascinante unidad.
No voy a decir que llegué a este libro con los ojos vendados, pero sí un poco a ciegas. Muchas ganas de estrenarme con Siri Hustvedt pero ni idea de con qué me iba a encontrar. Además de saber que Siri es una mujer muy atractiva, que está casada con Paul Auster, que ha escrito varios ensayos y novelas, poca más era la referencia. Si acaso, un pálpito inexplicable de que iba a ser una escritora que me gustaría, quizás por compartir vida con Auster, quizás porque también coincidimos en la atracción por la pintura… No lo sé. Pero a partir de ahí lo que me iba a encontrar con esta autora era todo un misterio.
Las historias que cuenta Siri en Los ojos vendados son historias turbulentas, perversas, inquietantes, y a la vez son sumamente atractivas. Atrapantes. Te remueves en el asiento pero no puedes dejar de leer. Turbadora y a la vez convincente. Es una mirada la de Siri profunda, incisiva, llena de reflexiones sobre la maldad, la responsabilidad, los comportamientos, los vacíos… Sombras de la naturaleza humana a las que no llega la luz, frágiles líneas que separan el bien y el mal, la crueldad latente, máscaras que esconden y a la vez revelan…
La maldad sobrevuela constantemente la lectura, es por eso que resulta tan desasosegante. Porque la palpas no como ficción, sino como realidad. Como no soy capaz de comprender la maldad, pero está ahí fuera y algún zarpazo me ha dado, no puedo evitar sentirme atraída por las causas que la mueven, tratando de entender el leitmotiv que hay detrás del daño gratuito, las fuentes de las que bebe la maldad. ¿Es enfermedad? ¿Es vacío? ¿Irresponsabilidad? ¿Inconsciencia? ¿Ausencia de empatía? ¿Qué lleva a una persona a pasar de pensar en una maldad a hacerla? ¿Es consciente una persona que hace mal de que lo está haciendo o simplemente le es indiferente? ¿Puede estar la verdad en una maldad? Preguntas y más preguntas.
Por eso leo. A veces para acercarme. A veces para alejarme (de lo que me asusta). A veces para encontrar motivos para la comprensión. A veces para aceptar que no hay comprensión posible. A veces para olvidar. A veces para recordar. A veces para nunca. A veces para siempre.
Los ojos vendados es la primera novela que Hustvedt escribió y quizás por eso le falte un paso más para ser una novela redonda, hay cierta complacencia en algunos (breves) momentos, pero es tan tremendamente sugerente y vertiginosa su forma de escribir, de contar, las luces y las sombras en las que pone la mirada, que ha dejado temblando mi admiración por Auster. Las inquietudes de Siri Hustvedt pasan a formar parte de las mías, y sus libros piezas a cazar a corto plazo.
Compruebo al finalizar la lectura que Iris, la protagonista de Los ojos vendados, es una tenue versión de la propia Siri y eso aumenta mi interés por seguir leyendo más de esta sugestiva, sorprendente, transgresora y punzante narradora. Y tirando más de los hilos sutiles con los que se construye una novela, me encuentro con que Auster hace aparecer a su mujer como personaje en las novelas Ciudad de cristal y Leviatán… con el nombre de Iris.
¡Cuántas historias hay detrás de la historia que nos cuenta un libro! Cada vez me apasiona más ver qué hay detrás de aquello que leo, ir más allá del libro. Y encontrar mis propias historias, también, detrás de aquellas que me cuentan.
(©AnaBlasfuemia)
Traductor: Claudio López de Lamadrid
Páginas: 240
Publicación: 1992 (1994)
Editorial: Circe
ISBN: 9788477650775
Sinopsis: En Los ojos vendados, Iris Vegan, una estudiante de literatura de la Universidad de Columbia, relata sus inquietantes encuentros, con personajes neoyorquinos que el azar y la coincidencia han puesto en su camino. La relación de estos singulares momentos, en los que las fuerzas oscuras pueden cambiar el curso de una vida, permite al lector abordar esta obra como la suma de cuatro episodios independientes pero complementarios a la vez. La presencia constante de Iris, su modo de relacionarse con los demás y el ritmo casi cinematográfico de la narración, confieren a este libro una indudable y fascinante unidad.
No voy a decir que llegué a este libro con los ojos vendados, pero sí un poco a ciegas. Muchas ganas de estrenarme con Siri Hustvedt pero ni idea de con qué me iba a encontrar. Además de saber que Siri es una mujer muy atractiva, que está casada con Paul Auster, que ha escrito varios ensayos y novelas, poca más era la referencia. Si acaso, un pálpito inexplicable de que iba a ser una escritora que me gustaría, quizás por compartir vida con Auster, quizás porque también coincidimos en la atracción por la pintura… No lo sé. Pero a partir de ahí lo que me iba a encontrar con esta autora era todo un misterio.
Ahora me pregunto si no será peligroso asignar un significado a aquello que está esencialmente vacío, pero parecemos incapaces de evitar.Misterio resuelto. Me encanta Siri Hustvedt. En esta su primera novela he encontrado muchos de los temas que ahora me preocupan y me ocupan: la ficción dentro de la realidad, la delgada línea entre ficción y realidad, las mentiras y sus causas, las máscaras, lo subterráneo de las personas, impostores e imposturas, identidad, el deseo, vidas fragmentadas, mundos torcidos y retorcidos... Me ha dado claves, no voy a decir un entendimiento, pero sí piezas, piezas de este inmenso y complejo puzle que somos las personas.
Las historias que cuenta Siri en Los ojos vendados son historias turbulentas, perversas, inquietantes, y a la vez son sumamente atractivas. Atrapantes. Te remueves en el asiento pero no puedes dejar de leer. Turbadora y a la vez convincente. Es una mirada la de Siri profunda, incisiva, llena de reflexiones sobre la maldad, la responsabilidad, los comportamientos, los vacíos… Sombras de la naturaleza humana a las que no llega la luz, frágiles líneas que separan el bien y el mal, la crueldad latente, máscaras que esconden y a la vez revelan…
Tal vez lo haya amado por eso, por sus arranques de inusitada frialdad cuando detectaba signos de debilidad en los otros.Me gusta la lucha de Iris, la protagonista, me gusta tanto que aplaudo por dentro. Desde su fragilidad, desde su aparente desequilibrio, no cesa de batallar por construir su propia identidad, por mantenerla firme, por mantenerse conectada consigo misma y con los demás. Me gusta que no deje de mirar más allá, de mirar personas, objetos, a sí misma. Mirar no siempre es ver. Pero si quieres ver, hay que observar. Fuera vendas.
La maldad sobrevuela constantemente la lectura, es por eso que resulta tan desasosegante. Porque la palpas no como ficción, sino como realidad. Como no soy capaz de comprender la maldad, pero está ahí fuera y algún zarpazo me ha dado, no puedo evitar sentirme atraída por las causas que la mueven, tratando de entender el leitmotiv que hay detrás del daño gratuito, las fuentes de las que bebe la maldad. ¿Es enfermedad? ¿Es vacío? ¿Irresponsabilidad? ¿Inconsciencia? ¿Ausencia de empatía? ¿Qué lleva a una persona a pasar de pensar en una maldad a hacerla? ¿Es consciente una persona que hace mal de que lo está haciendo o simplemente le es indiferente? ¿Puede estar la verdad en una maldad? Preguntas y más preguntas.
- La maldad era un vacío, una falta de algo, más que una presencia.Leo en una entrevista que Siri Husdvedt dice sobre este libro: “¿Por qué he elegido el mal? Pues porque me interesa escribir sobre aquello que no acabo de entender. Y, además, escribir me ayuda a mantener a distancia las cosas que me asustan”.
- Eso es el deseo, ¿no es cierto? La falta de algo.
Por eso leo. A veces para acercarme. A veces para alejarme (de lo que me asusta). A veces para encontrar motivos para la comprensión. A veces para aceptar que no hay comprensión posible. A veces para olvidar. A veces para recordar. A veces para nunca. A veces para siempre.
Los ojos vendados es la primera novela que Hustvedt escribió y quizás por eso le falte un paso más para ser una novela redonda, hay cierta complacencia en algunos (breves) momentos, pero es tan tremendamente sugerente y vertiginosa su forma de escribir, de contar, las luces y las sombras en las que pone la mirada, que ha dejado temblando mi admiración por Auster. Las inquietudes de Siri Hustvedt pasan a formar parte de las mías, y sus libros piezas a cazar a corto plazo.
Compruebo al finalizar la lectura que Iris, la protagonista de Los ojos vendados, es una tenue versión de la propia Siri y eso aumenta mi interés por seguir leyendo más de esta sugestiva, sorprendente, transgresora y punzante narradora. Y tirando más de los hilos sutiles con los que se construye una novela, me encuentro con que Auster hace aparecer a su mujer como personaje en las novelas Ciudad de cristal y Leviatán… con el nombre de Iris.
¡Cuántas historias hay detrás de la historia que nos cuenta un libro! Cada vez me apasiona más ver qué hay detrás de aquello que leo, ir más allá del libro. Y encontrar mis propias historias, también, detrás de aquellas que me cuentan.
El mundo es más bonito de lo que recuerdas.Nota para mí misma: Conexión La campana de cristal - Los ojos vendados
(©AnaBlasfuemia)
No termina de llamarme la atención.
ResponderEliminarBesotes.
Pues nada, seguro que sin lecturas no te quedas ;)
EliminarUn abrazo
No conocía a la autora, pero me parece que es el tipo de libro que me apetece en este momento.
ResponderEliminarBesos:)
Es una autora muy a tener en cuenta, tiene varios títulos que ya tengo en fosforito para seguir descubriéndola.
EliminarUn abrazo
Hace tiempo que quiero leer algo de esta escritora, y este libro puede ser una buena opción para empezar, por lo que leo en tu reseña.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Seguramente no sea el mejor de sus libros, pero a mí me ha bastado para querer más. Mucho más Siri!
EliminarUn abrazo.
Me has abierto mucho el apetito, pero el apunte de tu nota mental me recuerda mi deuda con Plath (estamos acabando); comparto contigo la atracción por las intrahistorias de cada historia, a veces éstas no son más que lo que la propia historia deja en nosotros, nuestra version de los hechos...un besazo!
ResponderEliminarYa sabes lo que pasa, que a veces nos entra el hambre y creemos que podemos comer más de lo que luego realmente nos cabe en el estómago :) Salda tus deudas y no te embarques en más. O sí...
EliminarSí, siempre historias dentro de las historias, o alrededor de ellas. Las ramificaciones que hay en todo. Más nuestra manera de verlas y vivirlas. Es como una especie de tela de araña. Y yo dejándome atrapar ;)
Un abrazo
Me atrae esta lectura, pero es un tema que me causa desasosiego. Aspira uno a transformar el mundo o al menos domar esa fracción de mundo en la que flota, aspiración ridícula, lo sé. Estos libros me abruman, pero no puedo decir que no me gusten: ¿quizá como la autora, leer sobre el mal me ayuda a mantenerlo a distancia? Por cierto, además de las referencias que mencionas, ¿influye en su estilo el hecho de ser pareja de Auster?
ResponderEliminarBuenas Semana Santa. Un abrazo!
La maldad siempre desasosiega. O tal vez estemos comidos por el miedo, no sé. Quizás yo ahora busque libros así, que me abrumen, que me produzcan desazón. Como una forma de contrarrestar la desazón que me causa la vida.
EliminarNo, Siri tiene su estilo propio. Y eso me ha gustado. Fíjate lo que te digo: ojito no vaya a ser Auster más fácilmente influenciable por el estilo de Siri ;)
Un abrazo
Me encanta lo que nos cuentas, y cómo lo cuentas, claro :) Y me gustaría mucho conocer a esta protagonista que me parece muy especial.
ResponderEliminarBesos.
Ha sido una sorpresa agradable conocer a esta autora. Bien es verdad que tenía buenas referencias, no muchas, pero suficientes para intuir que me gustaría, sin saber previamente muy bien el porqué. Ahora ya lo sé y habrá más Siri ;)
EliminarUn abrazo.
No sé, estoy en duda. Me gusta lo que explicas de la novela pero no tengo claro si me gustaría a mi. Mmm... me la rumio un poco.
ResponderEliminarBesotes
Lo mejor siempre es echarle un vistazo al libro. Lo que las sensaciones te transmitan. A veces patinas, es verdad, pero otras también son certezas.
EliminarUn abrazo
Hola Ana
ResponderEliminarAcabo de terminar un libro donde la maldad, esa sensación de permanente peligro y amenaza sobrevuela sobre tu cabeza en todos los cuentos que la componen. Como dices es un tema que repele tanto como atrae en el intento de comprensión del propio hecho maligno. Pero no creo que necesitemos comprenderlo, el mal existe por razones que se nos escapan y escaparán de nuestros intentos de darles un sentido lógico, a veces porque está lejano a veces porque es algo irracional. Y por definición nada tiene sentido si no está sujeto por la razón. La curiosidad a veces, esas pocas veces, es tan escalofriante como la maldad.
Siri Hustvedtm ¡maldición! me da vergüenza admitirlo pero por estúpido que parezca, a veces lo hago, discrimino a un autor por su pareja, a Anais Nin por Henry Miller,a Silvina Ocampo por Bioy Casares...A Ella por Paul Auster, los englobo en un mismo paquete y cuando voy a comprarlos los invisibilizo, porque...¿por qué? ni idea...será que soy un tipo raro...Irracional.
un abrazo
Supongo que te refieres al libro de Tavares. Leyéndote ya me ha golpeado esa sensación de... ¿miedo?. No sé si es comprender el mal lo que busco, y sé que no es en la lógica (en mi lógica al menos) en donde encontraré respuestas. Tal vez busque ampliar mi racionalidad, o darle sentido a mi desbordante imaginación, que ambas confluyan en ese punto que puedan convivir sin poner limites. Bueno, yo me entiendo.
EliminarFíjate que me gusta Auster, pero me quedo con Siri (en estos momentos). Entre Nin y Miller no elijo, me atraen ambos, juntos y por separado, están en lo alto de mi podio. Entre Casares y Ocampo he ido del uno al otro, pero creo que soy más de Casares.
Un abrazo
Magnífica taxidermia literaria, creo que lo arrincono hasta momentos más propicios. Convivo con la maldad a diario y cuando se muestra en todo su esplendor , desnuda (como la bondad) siempre me deja sin argumentos. Gracias , siempre gracias
ResponderEliminarbbbbrrrr... me da frío la taxidermia :) Porque convivo con la maldad (¿quién no?), es por lo que busco argumentos. Gracias a ti, siempre.
EliminarUn abrazo
Lo había intentado con otra novela y me perdí en las primeras páginas, demasiado densas y enrevesadas para mí.
ResponderEliminarMe intriga lo que cuentas pero me ha dado pena de Iris. A mí también me llama lo que hay más allá del libro pero solo en casos especiales, muy concretos.
Me gusta lo que te ha inspirado esta lectura.
Tal vez lo vuelva a intentar.
Un abrazo
¿Con cuál lo intentaste? Mira que te gusta dejarme incógnitas. Posiblemente este libro te parezca también enrevesado. Denso no. La pobre Iris lucha. Podría dar pena, pero a mí me da ternura.
EliminarUn abrazo.
Cada uno de nosotros tiene tres posibilidades: ser un miserable, convertirse en un héroe o ser pasivo y no actuar. Claro que el concepto de maldad variará según el contexto (bélico, éxodos..)
ResponderEliminarUn abrazo
Seguro que hay alguna posibilidad más... Al menos siempre considero que hay otra posibilidad, y suelo moverme más por esas que están al margen, invisibles. La maldad probablemente no cambie, sino nuestro concepto de ella. El mal es mal siempre.
EliminarUn abrazo.
Yo ando con ganas de estrenarme con Siri Hustvedt y me recomendaron para ello Todo cuanto amé, pero tomo nota también de este título.
ResponderEliminarBesos.
"Todo cuanto amé" es de sus novelas más elogiadas. Llegaré a ella. Aunque tengo varias en el punto de mira. En su momento.
EliminarUn abrazo
Prefiero no imaginarme su vida o su casa con Auster. Voy a buscar algo suyo, a ver qué se contagia si vives con alguien. Espero que no sea demasiado.
ResponderEliminarbesos
Te aseguro que después de leerla no sé muy bien quién contagia a quién. Siri tiene su propio estilo, suyo, personal e intransferible. Convive con el de Auster, pero no se contaminan.
EliminarUn abrazo.
Los libros hay que saber escribirlos, pero también hay que saber leerlos... y se nota que tú tienes la paciencia para ello y encima lo disfrutas. Me ha gustado esa reflexión sobre la maldad, a veces también me pregunto yo todo eso pero casi sin darme cuenta. Me pregunto por qué, sin tener yo intenciones malignas, pueden interpretarse mal mis palabras o actos (como alguna vez me ha pasado), o cómo, sin que uno haga nada malo, puede recibir maldad. ¿La maldad puede salir de la nada? ¿Hay gente que la fabrica espontáneamente, sin estímulo alguno?
ResponderEliminarUn beso.
No suelo poner paciencia a las lecturas, salvo que no me gusten e insista en avanzar por sus páginas intentando rescatar algo... No sé leer de otra manera, y tampoco lo pienso mucho, sé que el libro me dirá lo que me tenga que decir, que saldrá por sí solo lo que me transmite y lo que luego tenga que contar.
EliminarLa maldad es interpretable, supongo que tiene mucho que ver con la intención. Tú puedes no tener intención de hacer daño, pero sin embargo, alguien se siente herido. O puedes ser totalmente transparente y sin la menor intención de hacer daño y sin embargo, alguien verá en ti caldo de cultivo para hacerte daño. No sé. Entiendo que la empatía tiene mucho que ver con todo esto. En este caso con la ausencia de la misma. Me haces preguntas para las que yo misma estoy buscando respuesta...
Un abrazo
Eran preguntas retóricas, más bien. A lo mejor sí con la esperanza secundaria de que pudieras contestar alguna :P Pero sobre todo retóricas... Un abrazo.
EliminarUna vez, no hace mucho, me preguntaron ¿de dónde crees que nace el mal? Y no lo dudé, contesté "el mal sale del mal". Quizás en el fondo pensaba que hace daño quien ha sido dañado, que la maldad sale de quien ha vivido maldad... No lo sé.
EliminarSigo sin respuestas :)
Abrazo
Su marido tiene la fama pero ella es autora de culto. A mí también me gusta como escribe.
ResponderEliminarBesos!
A mí desde luego me ha gustado más que el propio Auster... Por eso me ha sorprendido, porque su señor me gustaba (bueno, sigue gustándome), pero Siri ha pasado por encima de él como un huracán.
EliminarUn abrazo
Estaba pensando según te leía que la maldad ejerce una poderosa fascinación sobre nosotros. No la que encontramos en la vida real, claro, si no por ejemplo la que buscamos en los libros. Es como si buscáramos la forma de comprender lo que nuestra mente no concibe. Y justo tengo este pensamiento y me encuentro con la explicación de la autora sobre el porqué del tema de su libro, y luego la tuya sobre tu lectura. Miguitas de pan que me llevarán a este libro. Además no he leído a la autora así que aprovecho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre nos fascina un poco lo que no comprendemos. Una especie de reto, supongo. Es una especie de puerta entreabierta, una invitación al lado oscuro. Somos contrarios, ya sabes, y es por eso, porque dentro de nosotros convive todo y, al menos yo, no queremos renunciar ni a una cosa ni a su contraria...
EliminarUn abrazo
Es una autora a la que no conocía y al menos este libro, no me llama demasiado
ResponderEliminarBesos
Si no es con este libro, que sea con otro, pero no descartes a Siri ;)
EliminarUn abrazo
He leído dos obras de la autora y las dos me gustaron: Elegía para un americano y Todo cuanto amé. Aunque no son la que tú has leído, veo por tu reseña que los temas se mantienen y se encuentran de una manera o de otra en las dos que yo he leído. Te recomiendo, por tu interés por la pintura, el segundo que gira en torno a la creación artística y las relaciones humanas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!!
Esos dos libros ya estaban fichados. Y un tercero, muy relacionado también con arte (pictórico): "Los misterios del rectángulo". Es que además soy así de desmedida: cuando descubro a una autora que me gusta quiero leerlo todo, al menos todo lo que caiga en mis manos ;)
EliminarUn abrazo
Yo tengo un buen pálpito con esta autora pero aún no me he estrenado con ella! Otra más para mi lista de pecados... A ver cuando cumplo penitencia! 1beso!
ResponderEliminarA los pálpitos hay que hacerle caso, Tizire, que pocas veces se equivocan. Y hay pecados que son una redención. A penar, venga...
EliminarUn abrazo
Menudo descubrimiento, no sabía que fuera la mujer de Auster, y menos que haga acto de presencia en ese par de libros que señalas (siendo uno de mis autores favoritos, esos en concreto no los leí... todavía). Qué placer tan poco usual que el matrimonio escriba, y cada uno por separado cree sus historias, y que a sus vez, todas juntas, las de uno y las de otra, formen parte de un todo.
ResponderEliminarUn beso ;)
Sí sabía de la relación entre ella y Auster, pero no de esos guiños que hacia ella hace Auster en sus libros. A mí me parece que una pareja así, con esa pasión por escribir, es un auténtico lujo. Siento envidia, la verdad :)
EliminarUn abrazo
Pues no lo conocía!! Es más, ni sabía lo de Auster... a tener en cuenta esta lectura =)
ResponderEliminarBesotes
Como digo, hay siempre historias detrás de las historias. Por eso una vez leído un libro, si no conozco mucho del mismo o del autor/a, me gusta buscar, aprender, desenmarañar...
EliminarUn abrazo
Conocí a una fanática de sus letras que me recomendó 'Todo cuanto amé' y aún espera en algún lugar de la casa. Por cierto, ¿puede haber sido con el título de 'La venda'? Por aquí está agotado, pero puede hallarse ése, si es el mismo.
ResponderEliminarImpecables tus líneas, como habitualmente. Lo apunto.
Un gran abrazo, Ana.
Puede perfectamente que por allí hayan traducido este libro como "La venda", no recuerdo ahora mismo que tuviera otro con titulo parecido, así que probablemente es el mismo. Pero si tienes "Todo cuanto amé"... ¿a qué esperas? ;)
EliminarUn abrazo
A pasar a retiro y disponer de todo el tiempo para leer el millar de títulos que me aguardan, Ana!
EliminarUn gran abrazo a ti.
jajajja Marcelo... estás como yo... Nos exceden los libros pendientes, los autores pendientes... ;)
EliminarUn abrazo fuerte.
Quiero estrenarme con la autora, aunque creo que lo haré con Todo cuanto amé que me lo recomendaron
ResponderEliminarBesos
Tiendo a no empezar con lo más recomendado de un autor o autora. Es que me da la sensación de que todos los demás luego no estarán a la altura, y no quiero descartar nada de autores que me interesen. Pero caerá también ese recomendadísimo "Todo cuanto amé".
EliminarUn abrazo
Si es la pareja de Paul Auster ya es motivo suficiente para que resulte atractiva esta mujer. Veo que el tema de la mentira y la complejidad se sigue mostrando como preferente en tus gustos.
ResponderEliminarEl ser humano es complejo y contradictorio, por eso mismo es muy difícil plasmar tantos matices, como tiene cualquier personalidad, en un escrito.
Veo que Suri lo ha conseguido y a ti te ha hecho disfrutar. Tomo nota de la autora y de su novela.
Un abrazo.
Lo cierto es que resulta atractiva por sí misma. Mentira, maldad,... pero sobre todo la complejidad, la inquietud, la búsqueda... son muchas cosas las que están ahora mismo entre mis gustos lectores. Pero todos se entroncan, de una forma u otra. Precisamente por esa complejidad y esas contradicciones de las que estamos hechos.
EliminarUn abrazo
Me crucé con Siri Hustvedt en una entrevista que le hacía El País Semanal en las páginas centrales, cuando yo era asiduo lector de la publicación (ya casi nada) y devoraba esos grandes reportajes que, de cuando en cuando, hacían a escritores o escritoras. De eso hará unos tres años, o poco más. Y sí, era (es) una mujer bastante atractiva, norteamericana, pero de innegable ascendencia nórdica (Noruega). Además, según reconocen sus colegas de profesión, una escritora excepcional.
ResponderEliminarLa maldad... Un primitivo resorte de aquel tiempo remoto, cuando la vida acontecía al raso, bajo las estrellas.
Un mundo hostil en donde pasábamos de depredador a presa en un siantamén.
Por supuesto, no existían la ética ni la moral para sopesar la existencia en términos del bien y del mal, entonces no eran útiles, pero si lo era una lanza o una piedra para machacar el cráneo a otro y robarle la presa, eso era una acción correcta ya que comías y verías el siguiente amanecer.
La violencia como un mecanismo de supervivencia.
Aquella piedra en la mano ha degenerado en un comportamiento perverso con el paso del tiempo. Ya no hace falta ser malo para contemplar el siguiente amanecer. Mientras haya un escritor vivo no la ignorará (la maldad), escribir sobre ella, hoy, no deja de ser también un mecanismo de supervivencia.
Por cierto, veo que los ojos de Picasso están bien abiertos, parece que han intimidado a los ojos cerrados de la portada.
Un abrazo Ana!!
Sí, que tiempos esos en los que El País se podía leer :)
EliminarNo difiere tanto aquel mundo de este, Paco, excepto que antes nada se disfrazaba ni había máscaras ni excusas. No había ética, pero tal vez fueran mucho más éticos de lo que somos ahora. Basta con mirar cinco minutos cualquier informativo... Siendo aquella violencia brutal, pura supervivencia, contenía probablemente mucha más moral que la de ahora.
Escribir casi siempre es un mecanismo de supervivencia. Para algunos supervivencia económica. Para otros, una supervivencia más íntima y profunda. Más terapéutica incluso.
Jajajaj, muy observador, colecciono marcapáginas e intento buscar siempre uno que "acompañe" a la lectura. Forma parte del proceso. Elegir el libro. Elegir su marcapáginas ;) Aunque en este caso dudé si para la foto ponerle una venda a los ojos de la portada. Pero preferí acompañarla con unos ojos bien abiertos :)
Un abrazo Paco.
Pues va a mi lista de pendientes. Después de Yoro de Marina Perezagua. Y Eso es mucho decir. ;)
ResponderEliminarAbrazos!
Priorizando que es gerundio :) Yo tengo el de Yoro también pendiente. Pero es que tengo tantísimos pendientes que siento que estoy al borde de algún desbordamiento :)
EliminarUn abrazo
La acabo de terminar de leer. Tengo algo contradictorio sobre esta novela. Por un lado la escritora me pareció excepcional. Como dibuja sobre los ambientes y sobre los personajes. Con que capacidad deja en una cortina de ambigüedad más de una situación. Lo extraño de sus personajes, todos muy fuera de lo común. O al menos de aquellos con los que yo me cruzo en mi vida privada... París, el profesor Rose, la anciana moribunda, los dos jóvenes que no se sabe bien que relación mantienen y que se relacionan con ella. El personaje inicial tan extraño e insólito. Todo bien, es algo distinto, es algo fuera de lo común como escritora. Pero...lo que me dejó un tanto insatisfecho del todo es la temática: y aquí viene: la obra me resulta en muchas parte desagradable, tanta descripción de decrepitud, de desaciego, de inestabilidad, de incertidumbre por momento me abrumó. Pensé con todos las cosas buenas de la vida... vamos a recalar en esto. De todas maneras no dejo de reconocer que la escritora por sus recursos es muy especial y significativamente trascendente. Entré justamente a esta página porque necesitaba otros comentarios sobre la novela. Gracias. Saludos
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