Ufff.. Charlotte Brontë. Hasta ahora al reto he traído a autoras (Margueritte Yourcenar, Herta Müller, Sylvia Plath) que podían ser conocidas para algunas personas, pero para otras muchas no. Pero Charlotte Brontë ya es otra liga. ¿Quién no la conoce o ha leído u oído hablar de Jane Eyre?. Y ¿qué puedo contar yo que no se haya contado ya mil veces o que no se pueda encontrar en un clic?
Charlotte Bronte falleció un 31 de marzo de 1855, de tuberculosis al igual que dos de sus hermanas y un hermano (aunque las causas de su muerte aún parecen no estar muy claras hoy en día) . Con 39 años y nueve meses de casada (con el cuarto hombre que le propuso matrimonio). Su fallecimiento supuso una gran pérdida para su padre, el indómito, austero y excéntrico Patrick, y para su marido el reverendo Arthur Bell Nicholls. Entre ambos no había precisamente un gran afecto, pero el sentido del deber de Arthur le obligó a ocuparse del anciano Patrick hasta el final de su vida.
Patrick Brontë fue a vivir con su familia a la parroquia de Haworth, en Yorkshire. A los pocos años su mujer, la madre de Charlotte fallece de cáncer, quedando Patrick a cargo de sus seis hijos (cinco hijas y un hijo), con la ayuda de su cuñada Elizabeth Branwell. Unos años más tarde, fallecerían las dos hermanas mayores de Charlotte, María y Elizabett, de tuberculosis y después de pasar por una escuela para hijos de clérigos en Lancanshire, donde había unas condiciones insalubres y una alimentación insuficiente. Algo muy habitual en aquella época. Lo que no fue tan habitual es que las hermanas Brontë, muy unidas y todas muy creativas, quisieran escribir y así lo hicieran, algo totalmente atípico para aquella época. Emily y Anne no pudieron disfrutar mucho de sus obras: en septiembre de 1848 fallece el hermano de Charlotte, Brawell, tres meses después lo hace Emily y en mayo de 1849 Anne. Todos ellos de tuberculosis y todos ellos en brazos de Charlotte. ¿Es necesario que añada algo más?
Charlotte Brontë fue una mujer que protegió mucho su vida privada, pues tenía un afán casi paranoico en pasar inadvertida. Ni siquiera le gustaba recibir visitas ni mucho menos hacerlas e incluso tenía cierta antipatía innata por los niños. Al quedarse sola y al cuidado de su padre, se aferra a la literatura, que traerá consigo una fama que no quería. Cuando falleció, y debido a la escasa información que se tenía sobre ella, las especulaciones no tardaron en caer.
Fruto de ese deseo de pasar desapercibida Jane Eyre se publicó bajo el seudónimo de Currer Bell. Lo tenía claro: Currer Bell la autora, Charlotte Brontë, la mujer. Jane Eyre fue una obra que sus contemporáneos consideraron como inquietante. La sensibilidad emocional y la inestabilidad psicológica de Charlotte hallaban salida en sus novelas (cuántas veces estamos viendo esto en las autoras del Reto de Escritoras Únicas). Evidentemente, en la sociedad de aquel momento, el desprecio por el éxito social, lo impredecible de sus juicios políticos, literarios y religiosos perturbaban ligeramente. Y, claro, esas pasiones tan directas que se reflejan en Jane Eyre, la crítica a la sociedad, eran carne de cultivo para el escándalo. Y hoy en día, Jane Eyre es considerada una obra maestra de la literatura y el inicio de un feminismo no político, pero sí liberador.
Charlotte Brontë, y por eso es una Escritora (y una Mujer) Única, tuvo la responsabilidad de cuidar a un padre viudo y problemático, y no precisamente en unas circunstancias fáciles; además tuvo que afrontar la enfermedad y muerte de los miembros de su familia, pero pese a todo ello, mantuvo su integridad moral y su fortaleza.
En una época en la que escribir era cosa de hombres, Charlotte tomó la decisión de escribir y que fuera como autora que se la juzgara y no como mujer. Y además, va y escribe, por ejemplo, Jane Eyre, con una protagonista independiente, decidida e indómita ¿hacen falta más motivos para que Charlotte Brontë esté incluida en el Reto de Escritoras Únicas?
Brocklehurst: ¿Sabes dónde van los malos después de morir?
Jane: Al infierno
Brocklehurst: ¿Y sabes qué es el infierno?
Jane: Un abismo lleno de fuego
Brocklehurst: ¿Te gustaría caer en ese abismo y arder en él eternamente?
Jane: No, señor
Brocklehurst: ¿Y qué debes hacer para evitarlo?
Jane: Estar sana y no morir, señor. (Charlotte Brontë, Jane Eyre)
(©AnaBlasfuemia)
Charlotte Bronte falleció un 31 de marzo de 1855, de tuberculosis al igual que dos de sus hermanas y un hermano (aunque las causas de su muerte aún parecen no estar muy claras hoy en día) . Con 39 años y nueve meses de casada (con el cuarto hombre que le propuso matrimonio). Su fallecimiento supuso una gran pérdida para su padre, el indómito, austero y excéntrico Patrick, y para su marido el reverendo Arthur Bell Nicholls. Entre ambos no había precisamente un gran afecto, pero el sentido del deber de Arthur le obligó a ocuparse del anciano Patrick hasta el final de su vida.
Patrick Brontë fue a vivir con su familia a la parroquia de Haworth, en Yorkshire. A los pocos años su mujer, la madre de Charlotte fallece de cáncer, quedando Patrick a cargo de sus seis hijos (cinco hijas y un hijo), con la ayuda de su cuñada Elizabeth Branwell. Unos años más tarde, fallecerían las dos hermanas mayores de Charlotte, María y Elizabett, de tuberculosis y después de pasar por una escuela para hijos de clérigos en Lancanshire, donde había unas condiciones insalubres y una alimentación insuficiente. Algo muy habitual en aquella época. Lo que no fue tan habitual es que las hermanas Brontë, muy unidas y todas muy creativas, quisieran escribir y así lo hicieran, algo totalmente atípico para aquella época. Emily y Anne no pudieron disfrutar mucho de sus obras: en septiembre de 1848 fallece el hermano de Charlotte, Brawell, tres meses después lo hace Emily y en mayo de 1849 Anne. Todos ellos de tuberculosis y todos ellos en brazos de Charlotte. ¿Es necesario que añada algo más?
Charlotte Brontë fue una mujer que protegió mucho su vida privada, pues tenía un afán casi paranoico en pasar inadvertida. Ni siquiera le gustaba recibir visitas ni mucho menos hacerlas e incluso tenía cierta antipatía innata por los niños. Al quedarse sola y al cuidado de su padre, se aferra a la literatura, que traerá consigo una fama que no quería. Cuando falleció, y debido a la escasa información que se tenía sobre ella, las especulaciones no tardaron en caer.
Fruto de ese deseo de pasar desapercibida Jane Eyre se publicó bajo el seudónimo de Currer Bell. Lo tenía claro: Currer Bell la autora, Charlotte Brontë, la mujer. Jane Eyre fue una obra que sus contemporáneos consideraron como inquietante. La sensibilidad emocional y la inestabilidad psicológica de Charlotte hallaban salida en sus novelas (cuántas veces estamos viendo esto en las autoras del Reto de Escritoras Únicas). Evidentemente, en la sociedad de aquel momento, el desprecio por el éxito social, lo impredecible de sus juicios políticos, literarios y religiosos perturbaban ligeramente. Y, claro, esas pasiones tan directas que se reflejan en Jane Eyre, la crítica a la sociedad, eran carne de cultivo para el escándalo. Y hoy en día, Jane Eyre es considerada una obra maestra de la literatura y el inicio de un feminismo no político, pero sí liberador.
Charlotte Brontë, y por eso es una Escritora (y una Mujer) Única, tuvo la responsabilidad de cuidar a un padre viudo y problemático, y no precisamente en unas circunstancias fáciles; además tuvo que afrontar la enfermedad y muerte de los miembros de su familia, pero pese a todo ello, mantuvo su integridad moral y su fortaleza.
En una época en la que escribir era cosa de hombres, Charlotte tomó la decisión de escribir y que fuera como autora que se la juzgara y no como mujer. Y además, va y escribe, por ejemplo, Jane Eyre, con una protagonista independiente, decidida e indómita ¿hacen falta más motivos para que Charlotte Brontë esté incluida en el Reto de Escritoras Únicas?
Brocklehurst: ¿Sabes dónde van los malos después de morir?
Jane: Al infierno
Brocklehurst: ¿Y sabes qué es el infierno?
Jane: Un abismo lleno de fuego
Brocklehurst: ¿Te gustaría caer en ese abismo y arder en él eternamente?
Jane: No, señor
Brocklehurst: ¿Y qué debes hacer para evitarlo?
Jane: Estar sana y no morir, señor. (Charlotte Brontë, Jane Eyre)
(©AnaBlasfuemia)
Reto de Escritoras Únicas
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