miércoles, 30 de octubre de 2013

Reseñas express (4)







Viejos amores (Juan Madrid)
Páginas: 232
Publicación: 1993 (2011)
Editorial: Flamma
Categoría: Policíaca y espionaje
ISBN: 9788492872053
Sinopsis: Sus padres se negaron a tenerlo bajo su techo por su presunta crueldad y lo mandaron con la abuela. La mujer, siendo una Hermana de la Luz (¿bruja o santa?), predijo que José Fernando acabaría mal, pero no que violaría y mataría a más de dieciséis ancianas. Una vez en la cárcel, el hombre invita a un periodista para que relate su biografía, dejándole para el final una malvada sorpresa. La novela, inspirada en una historia real y sobrecogedora que hace tiempo estuvo en los titulares de prensa española, no deja de sorprendernos por su profundidad y perverso erotismo.




Una novela bastante sórdida que me costó lo suyo terminar de leer, pero Juan Madrid es lo suficientemente hábil para mantenerte en la lectura a pesar de la tentación de abandonar. Bien detallados los procesos policiales, alterna la primera y la tercera persona, de forma que conocemos distintos puntos de vista y Juan Madrid consigue que tan pronto pienses que el protagonista es inocente como que es culpable, algo que tiene su mérito. El final no me convenció y eso hizo que perdiera puntos. Está basada en hechos reales.



El monje y el venerable (Christian Jacq)
Título original: Le Moine et le Vénérable
Traductora: Beatriz Iglesias
Páginas: 248
Publicación: 2004 (2006)
Editorial: Styria
Categoría: Policíaca y espionaje
ISBN: 9788496626201
Sinopsis: A principios de 1944 dos hombres excepcionales son arrestados por la Gestapo y confinados en una misteriosa fortaleza alemana. Uno es François Branier, miembro de la resistencia, médico y venerable maestro de una logia masónica heredera de los constructores de catedrales. El otro fray Benoit, monje Benedictino y radiestesista, miembro también de la Resistencia. Frente a frente, como dos gladiadores en la arena de las crueldades, se juegan la supervivencia al horror nazi sometidos a un cuerpo especial creado por Himmler, cuya misión es sonsacar información confidencial de las órdenes religiosas, de los videntes, de los astrólogos y de las sociedades secretas con el fin de arrancarles sus poderes, sus ritos y sus técnicas y verificar su eficacia. El monje y el venerable, dos personajes que existieron en la realidad, se enfrentan entre sí porque su fe parece irreconciliable. Ante la barbarie, ¿no deberían escucharse primero y, después, entenderse? Para sojuzgarlos y obtener sus confesiones, los torturadores están dispuestos a emplear los métodos más bárbaros y acabar con la esperanza de ambos hombres. Una intriga a puerta cerrada… bajo la atenta mirada de Dios y del Gran Arquitecto del Universo.


Qué sinopsis más larga… Mi comentario va a ser más breve: Basada en hechos reales parece que es una novela que decepciona a los seguidores de Christian Jacq. Como yo no soy seguidora de este autor tal vez por eso no me decepcionó. Más bien al contrario, porque esperaba un truño de libro, y sin embargo sin ser un novelón me enganchó. El venerable maestro masón y el monje benedictino están bastante bien retratados psicológicamente. Es una novela irregular, con tramos muy buenos y otros de los que desconectas de la historia con facilidad. Parece que contiene alguna imprecisión sobre el tema masón, pero no es algo que me preocupara especialmente. Se deja leer y de hecho aún tengo un recuerdo bastante vívido de bastantes tramos de la lectura.




Sé que estás allí (Laura Brodie)
Título original: The widow's season
Traductora: Magdalena Palmer
Páginas: 336
Publicación: 2009 (2011)
Editorial: Ediciones B
Categoría: Misterio y suspense
ISBN: 9788466647595
Sinopsis: Ésta es la historia de Sarah, una mujer de treinta y nueve años que pierde a su marido en las aguas de un río cercano a la ciudad, en Estados Unidos. Unas semanas después de su desaparición, empieza a verlo en todas partes: en el supermercado, en el jardín de su casa, en la calle… Y, desde luego, piensa que se ha vuelto loca. Sus amigas le dicen que es normal, que forma parte del duelo… pero ¿y si hubiera otra explicación? Al fin y al cabo, no encontraron su cadáver… ¿Y si no es un fantasma y sigue vivo? ¿Y si ha planeado volver a su vida?




Leí esta novela porque la sinopsis despertaba mi curiosidad, como un libro fácil de leer para momentos que quieres una lectura ligera, superficial, pero de cierta calidad o al menos que enganche. No cumplió las expectativas, mantiene una ligera curiosidad durante un tiempo pero acaba haciéndose aburrida, aunque al final vuelva a coger un poco de ritmo. El argumento está bien, la idea también, pero transmitirla ya es otra cosa y ahí creo que falla la autora. Un libro prescindible.




Dame tus ojos (Torsten Pettersson)
Serie: Harald Lindmark 01
Título original: Ge mig dina ögon
Traductora: Justina Sánchez Prieto
Páginas: 352
Publicación: 2008 (2011)
Editorial: Grijalbo
Categoría: Policíaca y espionaje
ISBN: 9788425345746
Sinopsis: El comisario Harald se enfrenta al caso más difícil de su carrera: en un apacible paraje de la ciudad de Forshälla, en Finlandia, ha sido hallado el cadáver de una mujer joven, sin ojos y con una «A» grabada en el estómago. A este cadáver le siguen otros dos que presentan mutilaciones similares.El veterano policía, famoso por meterse en la piel del asesino más allá de los límites de lo razonable, solo cuenta con una pista: unas cartas halladas en casa de las víctimas donde estasconfiesan sus secretos más íntimos, sus culpas y sus pecados. Cuando él también recibe una carta, la trama da un giro inesperado que conducirá al desconcertado lector a descubrir al asesino, antes que el propio comisario Harald, en un sorprendente final.


La novela policíaca nórdica está de moda, e invaden las secciones de novedades de nuestras librerías... Es difícil que todas mantengan un nivel alto. Leí esta novela hace no mucho y sin embargo tuve que leer la reseña para acordarme de qué iba. Creo que eso lo dice todo: es fácilmente olvidable. Me entretuvo, la forma de narrar la historia es original, pero todo lo demás es superficial. Un argumento lioso, extraño y con el que cuesta conectar. Hay situaciones que terminé por no saber a cuento de qué venían. Entretiene sin pretensiones pero con superficialidad, te saltas bastantes trozos de la lectura para avanzar.






viernes, 25 de octubre de 2013

El ruletista (Mircea Cărtărescu)



Título original: Ruletistul
Traductora: Marian Ochoa de Eribe
Páginas: 64
Publicación: 1993 (2010)
Editorial: Impedimenta
Categoría: Narrativa Contemporánea
ISBN: 9788415130048
Sinopsis: Esta pieza, tan breve como intensa, narra la improbable historia de un hombre al que nunca le ha sonreído la suerte, un desarraigado que sorprendentemente hace fortuna participando en letales sesiones de ruleta rusa. Multitudes enfervorecidas, presas del morbo, guardan cola para participar en las ceremonias de muerte y redención en que se convierten sus apariciones, y que dan paso a la histeria colectiva. Un escritor moribundo que conoció al Ruletista en su juventud intenta explicar cómo ese hombre insulso termina convirtiéndose en alguien inmortal y aparentemente inexpugnable, cuando en realidad en él solo anida el más desesperado espíritu de la autodestrucción. Mircea Cărtărescu hace de una historia breve una parábola universal.
Podéis leer el primer capítulo AQUÍ



Hace tiempo que le había echado el ojo a este libro. Los buenos comentarios que había visto, la editorial (Impedimenta), la brevedad del libro… todo me llevaba a esta lectura de forma ineludible. Solo tenía que esperar a que se cayera de la estantería, lo cogiera de la alfombra (verde como un hermoso prado asturiano) y me pusiera a leer.

Después de las últimas lecturas, tan profundas e intensas, necesitaba un tipo de lectura más superficial. O bien una lectura breve, de esas que lees de una sentada en una tarde. Así que  El ruletista, con sus apenas 60 páginas parecía una buena opción.

¡Error!.

Sabía que no iba a ser una lectura ligera, pero si esperaba una lectura rápida. Me equivoqué. No en lo primero, pero sí en lo segundo: he tardado bastante más de una tarde en leerlo. ¿Por qué?. Porque los buenos libros, los libros escritos con belleza, hay que leerlos despacio. Lees, te paras, vuelves a leer un párrafo, saboreas plácidamente cada palabra, cada frase, cada párrafo. Buscas alguna que otra palabra desconocida (clepsidra, por ejemplo), te paras ante una reflexión, una metáfora, una imagen literaria… No, no es un libro de lectura fácil (en cuanto a lectura rápida), está tan bien escrito que desde la primera palabra hasta la última es todo un discurrir por un texto delicioso, en el que no sobra ni falta ni una palabra, ni una coma, ni una frase… Un lenguaje muy rico, incluso onírico en algunos momentos, del que me he beneficiado y que me ha hecho pensar en lo desafortunada que es la tendencia actual de utilizar un vocabulario cada vez más empobrecido y reducido.

Como ya sabéis, en este magnífico relato, se nos va a contar la historia de El Ruletista, así en mayúsculas, porque con el paso del tiempo y sus “hazañas” así fue conocido: El Ruletista, con esas mayúsculas mayestáticas que lo convierten en el único ruletista, El Ruletista. Cómo pasó de ser un ruletista más a ser El Ruletista, así como su destino y el morbo que provoca en una sociedad hipócrita es lo que conoceremos a través de otro personaje (para mí, El Personaje), el narrador de la historia, un viejo escritor amigo desde la infancia del ruletista (más conocido que amigo, creo).

Curiosamente, es el escritor, y no tanto el ruletista, el personaje que a mí me ha cautivado y sobre quien en realidad creo que va la historia. En mi caso el ruletista queda en un segundo plano (no tanto su historia) para dejar paso al Escritor.  Ese escritor que escribe más allá (mucho más allá) de razones crematísticas, escribe por arte, por amor a la literatura, incluso por terapia, para ahuyentar la soledad. Escribir para ahuyentar la soledad… tela, eh (voy a dejarlo aquí). Es curioso, porque en general se ha puesto la atención en el ruletista, su coqueteo con la esquiva muerte, el morbo provocado (“Piensa en las corridas de toros o en los gladiadores y entenderás por qué ese juego se me coló enseguida en la sangre y cambió mi vida”) y  sin embargo al terminar el libro mi sensación era que en realidad el ruletista es la excusa para contarnos la historia del narrador: el viejo escritor, que siente que la muerte le acecha. Y escribe. Y nos cuenta la historia de su amigo el ruletista.

Nuestro escritor es ya un anciano y, puesto que no es creyente ni nunca lo ha sido, se agarra a la única fe que le queda: la literatura. La literatura es su fe y solo cree en escribir, tal vez como redención. En un muy inteligente juego literario, nuestro narrador nos hace una confidencia, su truco metaliterario para salvarse: aunque la existencia del ruletista parece un imposible, sin embargo él lo conoció. Porque “hay un lugar en el mundo donde lo imposible es posible, se trata de la ficción, es decir, la literatura”. Si es estadísticamente improbable que pudiera existir el ruletista, entonces sólo ha podido ser un personaje. Y como nuestro narrador ha conocido al ruletista, entonces él también es un personaje, algo que le llena de alegría, porque entonces… vivirá siempre. Siempre que su mundo sea leído.

Al principio del libro leo “la literatura no es el medio adecuado para decir algo real sobre uno mismo”, y casi al final podemos encontrarnos con esta pirueta y doble salto mortal:

Espero con toda mi alma –y tengo un argumento poderoso: el Ruletista- ser el personaje de un relato y, aunque tengo ochenta años, no morir nunca porque, de hecho, no he vivido nunca. Quizá no viva dentro de una historia importante, quizá sea tan solo un personaje secundario pero, para un hombre que afronta el final de su vida, cualquier perspectiva es preferible a la de desaparecer para siempre.


Leyendo cosas así entenderéis que la lectura es pausada, deliciosamente pausada y reflexiva. Como digo, todo es un juego, una perspicaz y lúcida propuesta del narrador (¿cuánto hay de Mircea Cărtărescu en el narrador?) que construye con un fino hilo en el que cada puntada va cerrando un circulo perfecto. Un libro magistral, yo diría que un clásico actual. Un autor que escribe desde la poesía, la inteligencia, la sensibilidad, la audacia, el talento… Y del cual, desde ya mismo, soy lectora fiel de todo lo que escriba y tengan a bien traducirme, porque el rumano se me da fatal (aunque el rumano es el idioma extranjero que mejor entiendo sin conocerlo, junto al portugués y al italiano). Por cierto, magnífico trabajo de Marian Ochoa de Eribe en la traducción, que intuyo delicada y muy cuidada.

He aquí otro libro que al terminar de leer, quise volver a leer. Y un autor que acabo de descubrir pero del que ya soy fan (y del que Impedimenta acaba de publicar un libro de relatos: Las Bellas Extranjeras)

Marchando un libro más al cajón de libros que dejan huella.



martes, 22 de octubre de 2013

El halcón errante (Jamil Ahmad)



Título original: The wandering falcon
Traductor: Eugenia Vázquez-Nacarino
Páginas: 208
Publicación: 2008 (2013)
Editorial: Alianza
Categoría: Narrativa Contemporánea
ISBN: 9788420608884
Sinopsis: En la agreste y montañosa Baluchistán puede pasar el tiempo por sus hombres y sus tierras, pero nunca por sus férreas tradiciones. Si se violan, la venganza es implacable. La hija de un jefe tribal, sometida a un matrimonio no deseado, huye con el joven del que está enamorada. La pareja, escondida en un recóndito fortín, vive su amor del que nacerá un hijo, Tor Baz, el halcón negro. Pero un día dan con ellos una partida armada de su tribu. Castigado sin piedad su “pecado”, Tor Baz es abandonado en aquellos páramos inhóspitos. Sobrevive gracias a una tribu rival que lo encuentra. Crecerá entre ellos hasta que un día, como un halcón errante, emprende su vuelo.


Si hubiera tenido opción posiblemente no hubiera elegido este libro para leer en este momento. No por nada, sino porque necesito una lectura ligera. Pero cuando me surgió la oportunidad de leer, el libro que llevaba (literalmente) en la mochila era este. Hace tiempo que me lo envió la editorial Alianza y no hace mucho lo metí en la mochila para no dejarlo en el olvido. Así que en la primera sala de espera que me vi, decidí ponerme con él.

Pese a que no era una lectura que quisiera en este momento tengo que decir que ha sido una lectura agradable. Y eso pese a que tengo que decir que la sinopsis es bastante engañosa. Si os pensáis que vamos a ver como Tor Baz “emprende su vuelo” estáis equivocados. En realidad nos encontramos ante un conjunto de cuentos, un ramillete de historias situadas en las tierras fronterizas entre Pakistán y Afganistán. Tor Baz será el hilo conductor de esas historias, principio y fin de las mismas, de las cuales no es necesariamente el protagonista, sino un actor secundario (incluso muy secundario) o ausente.

¿Y de qué nos habla Jamil Ahmad en estas historias? Aunque ambientada más o menos en los años 60, creo que no me equivoco mucho si digo que habla de situaciones actuales, que posiblemente estén sucediendo ahora mismo en esas mismas tierras fronterizas que menciona. ¿Por qué? Porque una de las cosas que quedan claras en la narración de Jamil es la fortaleza inamovible de las tradiciones. Los clanes, las tribus, la familia, la generosidad, la amistad, el respeto a las leyes, la lealtad, la solidaridad, la traición, las mujeres… todo ello tamizado por los contrastes de esas propias tradiciones que implican lo mejor y lo peor de los valores de esa sociedad. El tiempo no pasa por las tradiciones, férreas, arraigadas como los montes que describe Jamil. 

 

Los hombres y mujeres de esas tierras no entienden de fronteras, no entienden de asentamientos. Son nómadas, su cultura es viajar. Las fronteras son “cosas de gobiernos”, poniendo barreras aquí y allá, mientras ellos cargan con familia, animales y bártulos de un lado a otro. Supervivencia pura y dura. ¿Fronteras? Las fronteras son un reflejo de nuestras limitaciones mentales. Esa es mi conclusión.: “Las presiones eran inexorables. Un conjunto de valores, una forma de vida, debían morir. En este conflicto el estado demostró, como siempre, ser más fuerte que el individuo”. Sin comentarios.

La lectura de este libro me ha acercado a una sociedad que no conozco en profundidad, y que tampoco entiendo. Claro que es fácil no entender desde el sofá de mi casa, la lucha por la supervivencia en ambos casos está en desigualdad de condiciones. No obstante Jamil Ahmad se encarga de que la lectura sea agradable y plácida, un poco desde la distancia, lo suficiente para que ciertas cosas inquieten sin provocar rechazo. No quiere que juzguemos, quiere que conozcamos. No hay buenos ni malo, ni justos ni injustos. Y si bien hay partes, especialmente las relacionada con el trato a la mujer, en las que es imposible no removerse en el asiento, en general la prosa de Jamil es sencilla, poética, accesible, relajante incluso.

He aprendido cosas con este libro. Por ejemplo, que no es lo mismo dar amparo que dar cobijo. Que la conciencia en realidad no pesa. Que es un mal común que los periodistas prefieran hablar de las injusticas que suceden en otros países antes que hacerlo de las que se cometen en su propio país. Que vivo mucho mejor de lo que me creo. Que cuando leo, viajo, conozco, aprendo…

También debo decir que en este libro me he encontrado con una de las frases más brutales de mi vida lectora: “¿Una chiquilla? Es Sherakai, la hija de un tigre. Te aseguro que si es capaz de aceptar un dedito, no tendrá ninguna dificultad en aceptar el miembro viril

¿La edad de Sherakai?: 9 años.
Por cierto, el autor, buen conocedor de esas tierras de las que habla, debutó con esta novela… ¡a los 78 años!! (si bien es verdad que la escribió unos años antes)

Campamento nómada en Sistán y Baluchistán, foto de George Steinmetz
(©AnaBlasfuemia)