miércoles, 27 de marzo de 2013

Las cosas que llevaban los hombres que lucharon (Tim O'Brien)


Título original: The things they carried 
Traductor: Elvio E. Gandolfo 
Páginas: 224 
Publicación: 1990 (1993) 
Editorial: Anagrama 
Categoría: Biografías y Memorias 
ISBN: 9788433906380 
Sinopsis: La supervivencia de un soldado depende de lo que lleva. En la guerra, la línea que separa la vida de la muerte es más tenue que nunca y, a menudo, las provisiones, las armas, el equipo de un soldado son lo único que puede hacer que la línea no se borre. Pero un soldado también lleva su memoria, recuerdos, amuletos, fantasmas del pasado, objetos triviales que no le dejan olvidar que hay otra vida –la vida– más allá de la guerra. Los soldados de la compañía Alfa, que combatió en Vietnam, llevaban todo lo que podían. Y esos hombres y esas cosas van haciendo su aparición en las historias que nos cuenta Tim O’Brien –que también combatió en Vietnam. Así, en Viaje al campo, el autor, en compañía de su hija, una niña de nueve años, vuelve a Vietnam a buscar el lugar donde murió Kiowa, su mejor amigo y En el río Rainy nos cuenta cómo, tras haber huido a Canadá, decidió regresar a su pueblo y aceptó ir a la guerra por vergüenza, porque sintió que, de no hacerlo, no podría soportar las miradas de la gente de su comunidad, para quienes un desertor era para siempre un marginado, un traidor, un excéntrico. Pero este Timmy O’Brien es también un personaje ficticio, tan ficticio como el Norman Bowker del espléndido Hablando de coraje, que cuando vuelve a su pueblo descubre que solo puede callar porque él sabe hablar únicamente de la guerra y nadie quiere hablar ya de eso.


Un libro excelente. En realidad son pequeños relatos que conforman una novela. Tim O'Brien a través de estos relatos no sólo construye una historia, sino que también se reconstruye (incluso se re-reconstruye) a sí mismo. Escribir sobre la experiencia que vivió en la guerra de Vietnam le sirve como catalizador, canalizando emociones para las que el ser humano está escasamente preparado. Escribir le sirve para (sobre)vivir después de la guerra, cuando la vida "normal" carece de referencia auténtica después de haber vivido una guerra cruel (como absolutamente todas las guerras). 

Efectivamente, tal y como se dice en la sinopsis: "..la supervivencia de un soldado depende de lo que lleva..". Pero un soldado no lleva consigo únicamente cosas materiales. Y esas otras cosas son las que plasma Tim O'Brien con exquisita delicadeza y con una precisión de cirujano. Son sus vivencias y la de aquellos hombres con los que combatió en Vietnam. Posiblemente muchas de las historias que comparte con el lector sean ficción, pero basadas en sucesos reales que él mismo ha vivido o conocido por otros. Realidad o ficción.. no importa, porque las emociones reflejadas en el libro sí son reales: el miedo, la vergüenza, la cobardía, la crueldad, el amor, la ternura, la camaradería, la traición… Tal vez Tim O’Brien envuelva todo eso de historias imaginadas, de ficción, o tal vez absolutamente todas sean reales o parcialmente verdaderas. Pero al lector nos va importar poco, porque lo que realmente importará al final serán “las cosas que llevaban los hombres que lucharon”.

No sé muy bien la razón por la que me decidí a leer este libro, porque la literatura bélica me atrae sólo puntualmente. Pero la literatura tiene muchos fines y objetivos y Tim O’Brien es conocedor de para qué se hace literatura. No me arrepiento, he descubierto un libro sobresaliente, original, honesto, intenso y muy (pero muy) recomendable. 
(©AnaBlasfuemia)

Tim O’Brien en Vietnam

jueves, 21 de marzo de 2013

Paradero desconocido (Kressmann Taylor)



Título original: Address Unknown
Traductor: Carmen Aguilar
Páginas: 80
Idioma: Español
Publicación: 1939 (2000)
Editorial: RBA Libros
Categoría: Narrativa
ISBN: 9788479016845
Sinopsis: 1932. El alemán Martin Schulse y el judío norteamericano Max Eisenstein se quieren como hermanos, y juntos han abierto una galería de arte en California. Pero Martin decide regresar a casa, así que Max se quedará a ocuparse del negocio. Desde el primer día se escriben cartas, como habían prometido, pero cuando Hitler ascienda al poder en 1933, la tierna complicidad de la primera correspondencia empezará a bascular hacia el horror. Con admirable economía de medios, este epistolario retrata el horror ideológico de la Alemania nazi y, al mismo tiempo, la mecánica intemporal que separa a víctimas y verdugos. Aunque se trata de un relato relacionado con el Holocausto, Paradero desconocido es, entre otras cosas, un thriller impredecible.


Hace unos días Meg dejó en su blog, Cazando estrellas, la reseña de este libro. Después de leer su magnífica reseña inevitablemente Paradero desconocido pasó en un santiamén al primer puesto de mi larga lista de librosparaleerinmediatamente

En menos de una hora ya me lo había leído. Tamaña rapidez no tiene ningún mérito:

a)   Es una novela corta, de apenas 80 páginas. 
b) Pertenece al género epistolar, con lo cual la estructura narrativa facilita la rápida lectura, además de la habilidad de su autora, evidentemente.

Como digo, la novela es corta, incluso muy corta, pero el impacto de su lectura, así como la intensidad de la misma dura bastante más del tiempo que tardas en leerlo. Pocas veces he visto condensado en un texto tan breve el impacto que Hitler y el nazismo causó en los propios alemanes, la forma en como los propios alemanes ceden al fanatismo de Hitler, un “personaje” que al principio les desconcierta, luego les fascina y finalmente lo convierten en su líder, en la persona que les sacará del sufrimiento y la pobreza para llevarles al destino fastuoso que Alemania (creen) se merece. El discurso de Hitler se convierte en el discurso de millones de alemanes que no sólo creen en sus palabras, sino que las hacen suyas.

En la breve lectura acabas pasando por muchos sentimientos, habituales en las lecturas relacionadas con el Holocausto. Lo que hace grande a este libro es que lo hace en muy pocas páginas y plasma perfectamente cómo se inicia el nazismo y cómo esos ideales terminan por calar en los propios alemanes, en un momento de gran pobreza y crisis (y esto, en los tiempos que corren, aún pone más los pelos de punta: en los momentos de crisis somos caldo de cultivo para manipuladores natos que pueden acabar liderando auténticas tropas borreguiles hacia el exterminio de una sociedad).

Por otro lado los libros sobre esta temática suelen girar sobre los nazis, los judíos, los campos de exterminio… pero pocas veces se encuentran lecturas sobre los alemanes de “a pie”, no los que pasaron a formar parte del ejército alemán, sino el ciudadano que de una forma u otra tuvo que asimilar o rechazar a Hitler y sus ideas.

Y esa precisamente es una de las razones por las que me ha cautivado este libro (además de las mencionadas): que explora ese aspecto de los inicios de Hitler, cómo los alemanes se dejaron subyugar, como le creyeron y cómo se produce ese atroz lavado de cerebro. Porque siempre cabe preguntarse cómo los propios alemanes consintieron, cómo no se rebelaron a las atrocidades que se produjeron… Pues en este libro encontramos respuestas a esas preguntas.

Bien es verdad que hay otra parte poco explotada igualmente: la de los alemanes que le dijeron NO a Hitler, al nazismo, al holocausto… Hay poca literatura sobre este tema (o al menos yo he leído poca, y aquí he reseñado una de ellas: Déjame ir, madre de Helga Schneider) y eso que hay que reconocerles a los alemanes que no se esconden de sí mismos y de su propia historia: no sólo no ocultan esta vergonzante parte de su historia, sino que nos la muestran (a nosotros y a ellos mismos) para no volver a repetir tanto horror.

Al final del libro nos encontramos con unas notas de Charles Douglas Taylor, hijo de la autora, Katherine Kressmann, que adoptó el seudónimo de Kressmann Taylor porque el editor consideró que la historia que relataba era demasiado dura para ser escrita por una mujer. El libro se publicó por primera vez como libro en 1939 (un año antes se publicó en la revista Story) y aunque inicialmente en ese mismo año se llegó a publicar en Inglaterra y se tradujo a diversos idiomas, pronto la traducción holandesa desapareció y Alemania prohibió su publicación. Pese al éxito obtenido en Estados Unidos e Inglaterra, no se volvió a saber de este relato hasta que en 1995 Story Press vuelve a reeditar el libro con motivo del 50 aniversario de la liberación de los campos de concentración.

Por si no lo he dejado claro: recomiendo este libro, no os llevará mucho tiempo leerlo y es una auténtica joya. En el año y medio que dura el intercambio epistolar aparece reflejado el dramático germen del nazismo.
Kathrine Kressmann Taylor

miércoles, 13 de marzo de 2013

La acabadora (Michela Murgia)



Título original: Accabadora 
Traductor: Teresa Clavel Lledó 
Páginas: 192 
Publicación: 2009 (2011) 
Editorial: Salamandra 
Categoría: Narrativa 
ISBN: 9788498383775 
Sinopsis: Siguiendo una costumbre sarda cuyos orígenes se pierden en el tiempo, una anciana y una niña se unen a través del sagrado vínculo de la adopción del alma. Estamos en Soreni, un pequeño pueblo de Cerdeña, en los años cincuenta. Bonaria Urrai, la modista del lugar, mujer de antigua belleza y perenne soledad, ha adoptado a Maria, cuarta hija de una familia humilde que la descuida. Así pues, la vida de la niña, ahora fill’e anima —«hija de alma»— de la tía Bonaria, se transforma por completo, y a su fina percepción no escapa el aura de misterio que envuelve a su nueva madre: los largos silencios, las extrañas salidas nocturnas y la sombra de temor que enciende los ojos de quienes se cruzan en su camino. Y aunque Maria crece feliz y amada junto a Bonaria, en realidad ignora una verdad que todos conocen: además de coser vestidos, su madre de alma es la mujer que reconforta a quienes se acercan al final del camino. Cuando llega la hora, es a ella, la acabadora, a quien buscan para proporcionar a los moribundos una muerte piadosa, el supremo gesto de amor de la última madre. Galardonada con el Premio Campiello, el de mayor prestigio de Italia, La acabadora aborda el eterno tema del fin de nuestra existencia desde una perspectiva única: la de una comunidad que, desde tiempos ancestrales, ha sabido enfrentar ese último paso de forma colectiva y desprovista de tabúes y falsos pudores. Con la maternidad como símbolo de lo que nos da la vida y nos entrega también al más allá, esta inquietante novela recrea un universo atávico que, de alguna manera, sigue presente hasta nuestros días.

Un libro maravilloso que espero no pase desapercibido para quienes saben disfrutar de una bella historia bien contada. El universo creado por Michela Murgia es tan cercano e íntimo que parece acariciarte según vas leyendo. Además tiene la valentía de poner sobre el tapete de nuestros valores un tema espinoso, pero que aquí descubrimos como una antigua tradición sarda, asumida por los habitantes de Soreni (un pequeño pueblo de Cerdeña) con naturalidad y respeto.

La historia que Michela Murgia pone ante nuestros ojos no sólo es original, es que además es buena literatura. Envuelta en la sencillez de quienes no tienen nada que ocultar porque la propia naturalidad con que viven las tradiciones les otorga la conciencia tranquila de las cosas que se saben y ya está y que hay que hacer… y punto. Pero todo tiene su momento, aquel en el que las cosas son comprendidas con claridad, ese instante preciso en el que de repente, sin más, sabemos lo que hay que hacer y no dudamos.

La autora nos va presentando los distintos personajes con mano decidida pero delicada, mientras va desentrañando pequeñas historias, vínculos y lazos, que sirven para dar consistencia y verdad a la trama principal, de forma que no hay sobresaltos, todo va por un cauce tejido con firmeza. Nada falta ni sobra en lo que nos cuenta Murgia, porque cada detalle, cada paso del tiempo, cada situación van engranando el momento en que María Listru comprende la grandeza de Bonaira Urrai, comprende lo que hasta entonces creía saber pero no sabía: ser mujer, ser madre, ser acabadora, la vida, la muerte... Nada en este libro es casual ni está de relleno.

La trama tiene una gran intensidad, emocional sobre todo, sin que ello suponga tensión. Un libro con gran fuerza argumental porque nos enfrenta a un tema espinoso despojándolo de prejuicios, hipocresías y “capas de cebolla” que únicamente sirven para crear falsas controversias. Y así, con la franqueza que da una actuación pura, libre de falsedades, de repente todo tiene otro sentido, otra forma de ver un tema complejo, que únicamente el miedo nos impide ser sinceros sobre cómo enfrentarnos a ello.

Está claro que recomiendo su lectura, e incluso recomiendo compartir la lectura con amigos y personas con las que luego puedas opinar y debatir sobre el libro, porque aún será más enriquecedor.
 (©AnaBlasfuemia)