jueves, 12 de julio de 2018

La hija del comunista (Aroa Moreno Durán)


Páginas: 188
Publicación: 2017
Editorial: Caballo de Troya
Sinopsis: Una novela íntima y política que narra la vida de una familia de emigrantes españoles en la Alemania del Este y dibuja el Berlín oriental, una ciudad permanentemente alerta desde los ojos de una niña que crece. Novela ganadora del premio El Ojo Crítico de RNE de Narrativa 2017.
Puedes leer las primeras páginas AQUÍ

A papá lo sacaron de España en 1938; a mamá, en 1946. Yo les abandoné en 1971.
Es osada Aroa. Su primera novela y mete en la misma cesta a emigrantes españoles de la guerra civil, muro de Berlín, la Alemania dividida, el desarraigo de la tierra, el desarraigo familiar, las decisiones personales, los apegos familiares…

A mí ya me da vértigo pensar en cualquiera de esos mimbres, en uno solo de ellos, así que no puedo menos que aplaudir el riesgo que asume Aroa al querer novelar esta historia tan llena de posibles vericuetos y ramificaciones que lo más probable es que se le fuera de las manos. 
La nieve no hace ruido al caer.
Qué obviedad ¿no? ¿Quién oye nevar? Si la nieve no hace ruido. Por eso olvidamos esa obviedad. Por eso olvidamos tantas cosas: porque no hacen ruido. Para mí lo que transcurre de forma callada tiene una importancia capital, así que cojo esa frase del libro de Aroa para centrarnos precisamente en eso: en lo que se calla, o lo que transcurre sin ruido, en sordina. Porque de eso habla este libro, pese a todo el bullicio que parece haber detrás del contexto histórico, social y geográfico en el que nos sitúa Aroa.
La emoción es el filtro y es la marea. Es la revolución.
Antes de seguir desarrollando la idea anterior, sobre lo que sucede calladamente en la vida de las personas, quiero también poner la mirada en la voz narrativa de Aroa, a caballo entre lo introspectivo y lo periodístico. No paso por alto que La hija del comunista se publica en la editorial Caballo de Troya, editorial que cada año cuenta con un editor invitado con el fin de dar a conocer a jóvenes autores españoles. Y que ese año la editora era Lara Moreno, de quien en su momento comenté que me había fascinado su voz, su lenguaje, su forma de contar (y ahora que la conozco también me fascina, y aprecio, su persona). No me parece casualidad. Voces que se reconocen. Escritoras. Lectoras feroces. Salvajes. Inevitable el encuentro y el entendimiento.
Y fue en ese par de minutos de estupor y letargo en que yo supe que iba a seguirle. Y que donde alguien se jugó la vida por una idea, por otra vida mejor o peor que la nuestra y por conocer la luz que asomaba por encima de nuestro muro, yo iba a correr también el riesgo, pero por el instinto más indeliberado.
Katia, hija de un comunista español huido al Berlín Oriental en 1938 y al que seguiría su mujer años después. Katia, una alemana hija de exiliados, que crece bajo el régimen de la RDA pero también con costumbres españolas, salpicada por la guerra fría y el levantamiento del muro de Berlín que dividió de un tajo a una ciudad y encerró a sus habitante en uno u otro lado. Como si fuera una moneda lanzada al aire, si salía cara y estabas en el lado “bueno”, habría posibilidades, prosperarías, pero si salía cruz... “había dos cosas que cuidábamos como si estuvieran vivas: la radio y la estufa”.

Y Katia va creciendo en medio de todas esas circunstancias, heredando la memoria de sus padres, su familia, mientras va construyendo su propia memoria. La hija del comunista es una novela sobre sueños rotos, sobre esas heroicidades silenciosas, proezas que pasan desapercibidas y no se valoran: la hazaña de tomar decisiones que cambiarán tu vida, y cual efecto mariposa, la de aquellos que te rodean

Es también una novela de nostalgias: la madre de Katia tiene nostalgia del pasado, el padre nostalgia del presente y Katia nostalgia del futuro. Y lo político como un intruso al que nadie ha invitado pero se introduce hasta las entrañas en la cotidianidad de nuestras vidas. Pero… todo es política.
Y tú haces como que ya no te importa. Porque tomaste una decisión sin calcular.
Y también es una novela sobre decisiones, porque siempre se toman decisiones (no tomarlas ya es una decisión), intentas calibrar las posibles consecuencias pero nadie nos puede chivar el futuro, así que es complejo calcular con exactitud matemática los efectos de tus decisiones. No puedes hacer otra cosa, a posteriori, que asumir todas las ramificaciones que surgen a partir de lo que decides. Incluso de lo que no decides.

Es cierto que Katia como personaje a veces se nos esconde, quizás sea deliberado por parte de Aroa, que nos presenta a Katia de la misma forma que conocemos a las personas: sin saberlo todo de ellas. A veces tenía la sensación de que necesitaba comprenderla mejor, pero al final rellenas esos escondites, añades tu propia intuición al personaje para entenderla. Al fin y al cabo, somos las decisiones que tomamos…

20 comentarios:

  1. Esta tengo que leerla. Exiliados comunistas, la Alemania dividida, el muro… todo ello se me hace tan atrayente que no me puedo sustraer a la magia que me engancha y me arrastra hacia el libro.
    Esa frase tan rotunda de que “la nieve no hace ruido al caer”; esa obviedad merece, como todo lo obvio, que alguien piense en ella. Puede que sea por eso por lo que la nieve y los paisajes nevados transmiten esa paz y lo envuelven todo de un silencio muelle y envolvente. Me han gustado mucho las citas que destacas.
    Un beso.

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    1. Es cierto que pasamos de perfil sobre las cosas obvias, y que sin embargo... tienen mucho que decirnos. Las citas son cortesía de "La hija del comunista" :)

      Un abrazo

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  2. Un tema que me apasiona y mi época histórica favorita ¿Cómo no lo he leído ya? 😅 Ni me lo pienso, me lo llevo directamente.

    Besitos 💋💋💋

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    1. La época histórica es un contexto, protagonista en cuanto que afecta a las decisiones del personaje principa.

      Un abrazo

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  3. En este caso y aunque me ha gustado mucho eso de no tomar decisiones es tomar una decisión, el libro en sí no me llama. El contexto histórico ya de por sí me asusta y huyo así que pese a tus buenas impresiones, lo dejo pasar.
    Un abrazo

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    1. El contexto histórico es un personaje más, porque queramos o no, también somos ese contexto en el que vivimos.

      Un abrazo

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  4. Hola Ana, interesante comentario, equilibrado dentro de lo subjetivo, sin quitar ni poner, pero interpretando ¿qué otra cosa podemos hacer los que leemos?
    Después de los meses, la sensación que me deja el libro es la historia de alguien que encontró un cepo dentro de una trampa en la que cayó tras una emboscada. Las insatisfacciones pueden llevarnos a mejorar o a estrellarnos, sobre todo si el origen del problema residía fundamentalmente en nosotros.
    No da excesiva información histórica la novela, la imprescindible para que nos hagamos a la idea de por lo que pasan los personajes, pero la expresión de sentimientos y emociones es muy poderosa y muy personal de esta autora, que tanto promete, que ya ha cumplido una promesa.
    A seguir exprimiendo libros, Ana.
    Besos
    Adela

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    1. ¡Hola, Adela! Este blog es muy subjetivo, como lo son mis lecturas y mis comentarios de ellas, esto es así :) Como tú dices ¿qué otra cosa podemos hacer?
      Lo cierto es que cada vez tengo más claro que el problema siempre somos nosotras mismas. Aunque haya un problema real, siempre la forma de vivirlo es nuestra.
      Ahí sigo, exprimiendo libros ¿qué otra cosa puedo hacer, también? ;)

      Un abrazo

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  5. Parece increíble que en tan pocas páginas se puedan tocar tantos temas y hacerlo bien, pero yo me lo creo porque cada vez disfruto más de estas obritas cortas que cuentan lo justo, dejando atrás lo accesorio, y por lo que cuentas parece que Aroa sabe hacerlo muy bien. Sé que este libro ha tenido muy buenas críticas y ni yo misma me explico por qué aún no me he decidido a leerlo. Mis encuentros con los libros de Caballo de Troya han sido más que satisfactorios. Cuánto se agradece ese descubrimiento de voces frescas en español. Me gusta pensar que aquí, en nuestro país, en este momento, hay gente con talento con ganas de contar cosas interesantes.
    Un abrazo

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    1. Es una habilidad, sí, abordar tantos temas en tan pocas páginas. Es una manera de mostrar, sin tener que contar con extensión.
      Yo ando leyendo mucho libro cortito porque así me da más la sensación de que estoy leyendo muchos libros y equilibrando un poco ese terrible binomio lo que leo/lo que compro :)

      Un abrazo

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  6. El Muro de Berlín fue una realidad histórica que siempre me fascinó, un muro de piedra que separaba dos mundos, mejor dicho, dos experimentos políticos.

    Si además nos traes una voz narrativa joven y de talento, pues hay que celebrarlo, y aplaudir tu "ojo de halcón" por posarse en estos libros.

    Ayy, la política, más que mejorar nuestras vidas parece empeñada en utilizarnos como cobayas de algún perverso experimento.

    Un fuerte abrazo, Ana :)

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    1. El muro de Berlín es ciertamente un acontecimiento histórico muy significativo de esta Europa nuestra. Como tú dices, experimentos políticos, cuyos conejillos de indias somos nosotros, los habitantes de este planeta llamado tierra.

      Un abrazo grande, Paco.

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  7. Es muy interesante lo que nos cuentas de este libro, pero son temas con los que no consigo simpatizar, aunque lo intento. Sin embargo, como siempre, gracias por una reseña tan honesta. Abrazos.

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    1. Marisa, cada lector tiene su momento, y para cada momento hay su libro. ¡Será por libros!

      Un abrazo.

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  8. Me interesa lo que cuentas de él. Estuve en Berlin, recorrimos el memorial del Muro y lo que se conserva de él en la East Side Gallery. Me gustó Berlin, las peticones de perdón en cantidad de memoriales... Así que me atrae que sean migrantes españoles, que sea Berlín y que hable del Muro.
    Abrazo.

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    1. Berlin es una ciudad que adoro. Es una ciudad que cada vez que he ido la he recorrido estremecida.
      Ojo... no habla del muro de Berlín. Es el contexto, uno de los varios que condicionan a la protagonista.

      Un abrazo

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    2. Excelente crònica sobre el devenir cotidiano en Berlin oriental. Toda la novela destila un aire anodino, triste, de muerte lenta. Me recordó a una peli checa que vi hace unos meses: ”La professora” sobre el impacto que sufre la vida cotidiana en un colegio de Bratislava con la llegada de una camarada-profesora. Y es la misma sensación: esos seres sin pulso vital que se dejan llevar por el miedo a un estado granhermano que todo el mundo acepta que todo lo puede, que todo lo ve.... Pero como bien dices, Katia toma decisiones, empujada por un encuentro casual, que le da la fuerza para hacerlo... No queda clara su disidencia previa con la vida berlinesa oriental que lleva, aunque esta cita es muy elocuente: “El pañuelo de pionera, el que no llevaba pero que sentía atado a mi cuello, el que siempre seguiría atado, me ahogaba.”

      Gracias por reseñarlo.

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  9. Es osada y parece que acierta Aroa con esta novela. Trata temas sobre los que me gusta leer, así que tomo buena nota, que no la conocía.
    Besotes!!!

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  10. Me encantan los temas que trata y el contexto histórico, así que apuntada.

    Besotes

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En este blog NO se hacen críticas literarias ni mucho menos reseñas. Cuento y me cuento a partir de lo que leo. Soy una lectora subjetiva. Mi opinión no convierte un libro en buen o mal libro, únicamente en un libro que me ha gustado o no. Gracias por comentar o, simplemente, leer