Por circunstancias que no vienen al caso he tenido que ir al centro de la ciudad… en chándal. Una prenda muy cómoda, pero con la que no me gusta ir por la calle. Menos aún un viernes a media mañana en plena Capital Tal, que aquí son muy señoritos e itas y les gusta ir como un pincel hasta para bajar la basura.
Así que ahí iba yo, lo más discretita posible, intentando pasar desapercibida, minúscula en el tránsito capitalino, cuando de repente oí unos pasos detrás de mi: toc-toc-toc-toc-toc…. “Unos señores tacones que lleva la moza” (pensé para mí). Instintivamente, aceleré el paso, entrando mentalmente en esa competición de carreras peatonales en las que todos caemos de cuando en cuando.
Tuve que acelerar el paso a base de bien, todo hay que decirlo. Los tacones iban a un ritmo de Fórmula 1… toctoctoctoctoooooc… Durante casi cinco minutos conseguí mantener la distancia, a duras penas y con mucho esfuerzo porque los tacones apretaban su ritmo constantemente y sentía su aliento en el cogote. Estaba claro que los tacones también estaban compitiendo.
De repente, delante de un escaparate no pude evitar girarme para echar un vistazo. Fue un nanosegundo, lo prometo, y apenas detuve el paso. Semejante descuido supuso lo inevitable: los tacones me adelantaron cual sputnik callejero. La mujer no sólo llevaba tacones… llevaba un maletín “¡Mierda! –pensé- para encima ejecutiva…” E iba impecablemente vestida. En una escandalosa comparativa con mi atuendo choni también llevaba todas las de perder. ¡¡Y no medía más de metro y medio!! Casi eran más altos sus tacones que ella misma… Con mi autoestima peatonal vencida y descalabrada intenté recuperarme del golpe acelerando nuevamente el paso, pero ya no hubo forma de adelantarla y, al poco, nuestros caminos se separaron.
Esta derrota me afectó. Para qué negarlo. Ya no sabía ni a dónde iba. Así que volví sobre mis pasos al escaparate causante de mi capitulación con la intención de comprar lo que había causado semejante hecatombe personal y peatonal. Mientras regresaba sobre mis pasos (aún me parecía oír, burlones, el toc toc toc de los tacones) adelanté triunfante a un par de ancianitas de unos 80 años. O más. ¡¡¡Vamos, vamos!! … perder tiene un pase, pero ser la última ¡ni de coña!. Antes muerta que la última.
Jajajajaja por que no podremos resistirnos a esas carreras, aun cuando nos sabemos derrotadas. Y es que es imposible ganarle el paso a las jovencitas de ahora que corren con tacones del numero 10, mientras uno con un 7 ya va con la lengua de fuera y los juanetes aniquilandote. Creo que mas bien se vuelve una prueba de resistencia fisica personal. Pero siempre nos quedará el consuelo de sabernos vencedoras de las viejitas de 80 años ;-)
ResponderEliminarAca en México esta ultimamente muy de moda que las empresas realicen carreras anuales donde participe toda su plantilla de empleados y una muy famosa es de mujeres corriendo con zapatillas, yo ni loca participaria por que es seguro que terminas partiendote la cara y rompiendo el tacón de tus zapatillas. Eso si bien te va jajaja
Saludos!
Fíjate que no me gusta competir, pero es verdad que no puedo resistirme a estas carreras peatonales, y además con la sensación de que es una competición por parte de la otra persona también .) Buscando las imágenes he visto que en México hay esa tradición de las carreras en tacones ;)
EliminarBesos Ginger (te voy viendo animada y eso me gusta) ;)
Jajajajaja.
ResponderEliminarA mí tampoco me gusta salir en chándal, pero no soy de carreras con tacones.
Un beso
Uf, yo lo odio, en mi descargo no era exactamente chándal, aunque sí ropa digamos deportiva. Y no, yo no correría con tacones, vamos es que ni los uso ;)
EliminarBesos
Pues no te preocupes, seguro que pasaste desapercibida. Al menos, comprenderían muy bien que llevaras chándal con esa marcha atlética que te marcaste. :P
ResponderEliminarAy, las carreras peatonales... yo también tengo esa manía de adelantar, no me gusta ir detrás, tener un obstáculo delante me "agobia".jaja
Un beso!
jajajaj, la marcha la tenía la de los tacones, madre mia que ritmo ¡¡y yo ando deprisa!!. Si yo sé que estas carreras peatonales encubiertas se dan más a menudo de lo que pensamos ;)
EliminarBesos
¡Qué rato más divertido me has hecho pasar, Ana! De todas formas, como dice alguien que conozco, no es importante llegar la primera, sino correr más rápido que la última de las gacelas a las que persigue el león (bueno lo dice bastante más claro y mejor, pero vaya, en esencia es eso...;)).
ResponderEliminarBesos
Me alegro de que te hayas pasado un rato divertido, yo me lo pasé divertido en la competición ;) Oye, me gusta ese dicho que pones!
EliminarBesos
Jejeje si me juntas en un mismo texto las palabras "chándal" y "tacones" inmediatamente se me viene a la cabeza aquella sevillana que canta Martirio y que yo siempre entono cuando me pongo la sudodicha prenda deportiva. Dice así: {Con mi chandal y mis tacones, arreglá pero informal, domingo por la mañana él me saca a pasear. Mientras va lavando el coche dejo la casa arreglá para luego, cuando venga, no tener que hacer más ná}. Besitosssssss
ResponderEliminarBueno, que conste que en este caso chándal y tacones iban por separado, yo chándal y la otra tacones. Juntos en la misma persona sería mortal, Divertida la sevillana, jajajaj, que me la he puesto a cantar y todo ;)
EliminarBeso!
Yo el chándal me lo pongo sólo para el gimnasio o hacer algo de ejercicio, así que te entiendo. No llevo tacones ( buenos, tengo unos botines con un poco de tacón porque una no es muy alta que digamos) porque siempre voy corriendo. Incluso cuando salgo el fin de semana a lo más que aspiro es a dichos botines. Además, tengo los pies muy delicados y en seguida me salen ampollas. En fin... un buen zapato cómodo ( a ser posible plano) mejor que mejor.
ResponderEliminarMenos mal que has ganado a las viejecitas, si no, me preocuparía ;-).
Besotes.
Es que normalmente yo trabajo en chándal... es lo que tiene mi trabajo. Tampoco soy muy de tacón, pero es que mi máxima es: comodidad ante todo. Y los tacones para mí nunca han sido cómodos, no nos hemos conseguido acoplar... Yo sí que me hubiera preocupado si no hubiera ganado a las ancianitas!! ;)
EliminarBesos
Jajajajaja pues me ha hecho gracia el relatillo. Y yo odio ir en Chándal y la gente no suele entenderme cuando les digo que voy más cómoda en vaqueros jajajaja.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado el relato, real como la vida misma. A mi no me gusta ir por la calle en chándal, aunque en casa lo suelo usar. En la calle no hay nada más cómodo y trotero que unos buenos vaqueros, cierto.
EliminarBesos
Jejeje, llevabas el atuendo de la Belen Esteban, el chandalín.
ResponderEliminarEn mi armario brilla por su ausencia, pues no practico deporte ninguno (bueno si, el asalto al sofá, pero eso lo hago en pijama).
Besis
eeeehhhh! que todavía hay clases: mi chándal, o ropa deportiva más bien, es mucho más elegante y discreto que el atuendo de la Esteba.. ¡dónde va a parar!!. Yo en casa suelo estar en chándal, y como salgo a andar y correr por el campo pues sí uso prendas deportivas.
EliminarBesos
Jajaja, qué buen rato me has hecho pasar! Y desde luego envidia me da que alguien pueda coger ese ritmo con tacones. Yo no soy capaz de dar ni un paso... Donde se ponga un zapato más o menos planito...
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo con tacones consigo mantenerme parada, lo de dar pasos ya ni te cuento... Y oye Margari, que qué pequeñita era la condenada, a lo mejor por eso se le daba mejor llevar ese ritmo tan infernal, que es que tenía el centro de gravedad mas bajo de lo normal ;)
EliminarBesos
Lo que me he reído, Ana, y no de ti, ojo, sino contigo, porque ¿quién no se ha visto en este trance alguna vez? No lo de salir con chándal, digo, porque eso lo hago con demasiada frecuencia para mi bien, me lo dicen todo el tiempo, aunque creo que ya tiraron la toalla conmigo, sino por lo de la competición peatonal. Y pierdo, seguro que sí, porque me distraigo con facilidad y en un momento de nada me olvido de en qué ando y ya está, el paso perdido...
ResponderEliminarBesos.
Mejor reírse conmigo que de mi, sí ;) ¡Pues claro!! ya digo que estas carreras peatonales son muy habituales, que cuando entro en una competición de estas sé que la otra parte de manera tácita también decide participar. Pero yo me mantengo concentrada, no suelo despistarme, eso sí (menos ese día).
EliminarBesos
Ah, qué bueno, me has hecho reír esta mañana de sábado. Qué bien empezar el día así. Pero niña, en chandal a la calle ni loca!!! jajajajaja!!
ResponderEliminarMe alegro Mónica, reir es lo más sano que conozco (bueno, y otra cosa también) ;) Oye, que no me quedó más, que es que trabajo en chándal y aunque me suelo cambiar al salir pues tuve que ir a la calle así con prisas y... buahh..
EliminarYo soy la reina de las carreras peatonales, nadie quiere caminar conmigo pq voy a toda leche... sin tacones, eso sí! Y otra ley de Murphy del chandal: basta q te lo pongas un día tonto para q te encuentres con tu exnovio o la tia más pija de tu antiguo instituto! Jajaja
ResponderEliminarmmmmm voy a tener que echar una competición contigo ;) Yo suelo caminar bastante rápido también, aunque alguna vez hasta sé ir a ritmo de paseo, pero es raro. jajajaj esa ley de Murphy! ;)
EliminarBesos
Muy buena y divertida entrada. Confieso que tampoco soy de chandal (ni siquiera tengo) y adem´´as alguna vez me he picado de la misma manera con un peatón.
ResponderEliminarYa digo, yo es que en casa suelo estar en chándal, y en mi trabajo es mi vestuario (no me queda otro, y no es que sea profesora de gimnasia ni mucho menos). Y claro, todos nos picamos ¿verdad? Si te fijas bien, verás que hay muchas competiciones de estas por la calle ;)
EliminarQué divertida anécdota. Me ha recordado mucho a una película muy divertida de una ejecutiva que de pronto se ve convertida en madre y como le cambia "el ritmo". La de los tacones sería ella antes y con el chandal después. Es una escena muy divertida del principio de la película. Baby Boom con Diane Keaton.
ResponderEliminarUn saludo.
Ah, pues no he visto esa película de Keaton y mira que me gusta, voy a aprovechar para anotarla ;)
EliminarBesos
Puff yo voy corriendo a todas partes, mi madre no consiguió acortarme el paso y que caminase despacito como ella quería. Ni siquiera me paro a mirar escaparates.
ResponderEliminarCompetimos? :-P
Besos
Así entre tú y yo: cuando oí el taconeo (toc toc toc tooooc) me dije "ajá... mientras leo me está retando" ;) Así que no pude resistirme a competir. Lo que no sabía es que fueras inmune a los escaparates, ahí mi fallo.
EliminarBesos
jajajaj qué divertida la entrada. A mí me encanta ir de sport y en cambio en tacones voy con mucho más cuidado, así que como para ponerme a competir....
ResponderEliminarUn beso!
A mi me gusta ir cómoda, pero la ropa deportiva la uso sólo en el trabajo o cuando voy al campo a correr o a andar. Con tacones hace tiempo que desistí, ya si me diera por competir con tacones no veas la que se liaría
EliminarBeso
La verdad es que pasamos nuestra vida corriendo de un lado a otro y al final creo que no llegamos a ninguna parte. Me ha encantado tu entrada. Besos.
ResponderEliminarYo camino rápido la verdad, aunque a veces me embobo, o si ando con algo de lumbago entonces bajo el ritmo (a la fuerza ahoracan). Lo que no me gusta es caminar por caminar, me gusta ir a algún sitio ;)
EliminarGracias Briseida. Besos
¿Para cuando la carrera con tacones como especialidad olímpica?
ResponderEliminareso digo yo!! De momento parece que las mujeres tenemos otros retos que afrontar ;)
EliminarJajajaja muy bueno pero Ana, yo no habría salido a la calle en chándal ni muerta y admito que soy de las de taconazos y como un pincel hasta para comprar el pan. A decir verdad es que ni tengo esa prenda en mi armario, ropa deportiva para el gimnasio sí, chándal no.
ResponderEliminarBesos.
No me quedó otra Manuela!! que no es que sea yo presumida ni mucho menos pero vaya, tampoco me gusta ir de chándal por la calle. Era ropa deportiva, eh más que chándal, pero aún así...
EliminarBesos
Jajaja, menos mal que no te pusiste tacones y chandal, eso hubiera sido mortal. La verdad es que la prenda deportiva es para lo que es pero no sienta bien a nadie aunque una cosa te digo, tampoco es delito y la tía esa tendrá juanetes.
ResponderEliminarBesos
Uf, me duele imaginarme de tacones y chándal, retorcijones y todo me dan. La tía esa si tenía juanetes los disimulaba muy bien la condenada ;)
EliminarBesos
¡Qué risa! Mientras leía me imaginé la carrera y todo pero en tacones debe ser un calvario. Estaría corriendo para llegar a su casa, sacarse los zapatos y así poder estirar los pies prensados, todo mientras iba pensando en sus pantuflas de dormir y en las ganas de arrojar los tacones por la ventana del décimo piso y dejar ese trabajo que la obliga a estar parada sobre dos agujas que taladran el cemento. Besos. Gaby
ResponderEliminarNo, qué va, esa corría porque me vió por delante y dijo ¡a por ella!. Vamos, que fuí su objetivo para competir desde que me vió por delante. Pero fácil no se lo puse, lo mismo luego sí que tuvo que quitarse los tacones en cuanto pudo ;)
EliminarBesos
jajaja, ¡qué habría sido de mi sin la comodidad de un chándal! La de los tacones probablemente entrena a diario, asi que no te sientas mal por ello, jaja.
ResponderEliminarBesitos
Eso seguro, la de los tacones tenía mucha experiencia, y oye, con lo pequeñita que era cómo le daba y el pedazo tacones que llevaba ;)
EliminarBesos
¡Te echo una carrera! Si te ha ganado una tía pequeñita con tacones, cuando tu tenías que ir con deportivas (no me cabe en la cabeza que fueras con chandal y tacones) te gano seguro, jajajaja.
ResponderEliminarTe has topado con alguien que va trazando diagonales y calculando la deriva de los que van por delante para anticipar si debe rebasarlos por la derecha o la izquierda, siempre a velocidad de crucero. Con tacones la cosa se complica un poco, pero con zapato cómodo no tengo rival. Eso sí, te aseguro que no me pico nunca, si un competidor me supera con suficiencia le dejo marchar sin un mal pensamiento. Siempre he caminado muy rápido y tengo la fea costumbre de ir más veces de la cuenta, apurada de tiempo. Jajajaja.
Besos
Oye que si perdí fue por el despiste del escaparate!! Si hubiera mantenido la concentración seguro que hubiera ganado de calle ¡¡faltaría más!!. Eso sí, la ejecutiva es competitiva, no podría ser de otra forma. No me suelo picar en estas competiciones (suelo ganarlas,jejejej), y alguna vez hasta juraría que me he cruzado alguna sonrisa con algun rival cuando nuestros caminos se han separado ;)
EliminarBesos
Me he reído, en la primera y en la segunda (tranqui, he salido del bucle de relectura). Me imagino la situación y más gracia me hace. Los tacones muy bien pero lo de sentir ese ruidito en el cogote, no, odio esa sensación. Aunque una cosa te digo, lo del metro y medio me ha llegado, jajajaja. En fin, el final de Antes muerta ¡Muy bueno! aunque ya sabes que a mi eso de competir, me mola poco pero ir en chándal del otro lado acompañando, no me importaría, por cierto que finolis son en tu capi :P
ResponderEliminarUn besote express
Marilú, no te va a traer cuenta pasar por aquí, con tanta relectura vas a perder un tiempo valioso (que barrunto te va a hacer falta :P) El cogote es que es zona sensible, a todos nos gusta tenerlo despejado ¿verdad? (bueno, vamos a hacer una obvia excepción). En mi capi (que no es mía) son muy finolis, pero de un hortera que no veas.
EliminarBeso de bebo leche mientras masco tabaco
Jajajaja me ha encantado esta entrada, fuera bromas es algo en lo que todas terminamos cayendo, esa carrera y ver que te adelantan ¬¬ ff...
ResponderEliminarUn besiño
Que sí, que te digo yo que si te paras un rato a observar verás a más de uno y una compitiendo en estas carreras imaginarias que hacemos los peatones ;9
EliminarBesiño!
Jajajajaja, vaya carrerón! Menos mal que las abuelas perdieron como era debido ;o)
ResponderEliminarBesotes en chandal.
si, jajajaj, pero oye no te vayas a pensar que las abuelas iban despacito, eh, que eran de las vigorosas ;)
EliminarBeso!
Jajajaj, yo no me llevo bien con los tacones... claro que no suelo llevarlos, no me van mucho pero con mi tendencia a ser noctámbulo la prima de tu ejecutiva del sur me despierta todas las mañanas, parece que la oigo a quilómetros en mis sueños hasta que la oigo acercarse toc toc toc*que pierde el autobús TOC-TOC-TOC-TOC. He pensado en echar coca cola para que se quede pegada pero el truco me sirve solo para un día. Sí, estoy medio de vuelta :) Te revuelvo el blog.
ResponderEliminarYossi, jejeje... no he podido menos que imaginarte con tacones (y me dio la risa floja, claro). Yo tengo una vecina que no entiende lo que joroba que no sean los tacones lo último que se pone antes de salir de casa. Que es que se los debe poner antes de tomar el café ¡¡menos mal que voy a trabajar antes que ella!! Pero si algun día no he trabajado me ha dado la mañana sí o sí.
EliminarPor cierto (te lo comentaré en tu blog por si no pasas por aquí), necesito saber eso que los de Siruela le ha cercenado a Zürn y su Primavera sombria...
Me encanta que me revuelvas el blog y sobre todo, que vuelvas, que me gusta verte por ahí ;)
Besos
Hola!!
ResponderEliminarNo se por qué ni me salen tus entradas en el escritorio. Es por esi que hace tiempo que no paso por aquí. Lo siento!
Anda que no me he reido ni nada con tu entrada!
Yo estoy con Bego. La gente no entiende cuando les digo que con vawueros voy más cómodo. Besos
BookCyFeR!! pues yo te daba por aquí de seguidor, cosas del blogger. Tranquilo que no pongo falta ;) Y menos se vienes y te ríes.. al menos de las blasfuemiadas ;)
EliminarBesos
Ya lo he arreglado.
ResponderEliminarNo sé por qué no estaba como seguidor!
:) ¡Mira que me he reído! Pero se me ha quedado el gusanillo de saber... ¿Es que nadie tiene curiosidad sobre el escaparate que te distrajo? (^ ^) Será que soy poco amiga de las historias con final abierto y me pregunto qué tuvo la capacidad de distraerte como para hacerte perder el ritmo cuando llevabas las de ganar ;) Y sea lo que fuera... ¿Lo compraste al final?
ResponderEliminarBesote de domingo ♥
¡¡Creía que nadie me lo iba a preguntar, Tana!! Pensé en poner una foto, pero no pude en el momento de hacer la entrada... En verdad era un escaparate de una frutería, y la vista se me fue a unos fresones que tenían una pinta estupenda. Volví, los compré y nos los comimos, por supuesto ;)
EliminarBesos
Jajajaja!!! Esto es para haberlo grabado en video. Me estoy imaginando la situación y no puedo parar de reir. ¿La "tacones" te hizo algún gesto en el momento del adelantamiento? Ya sería la leche.
ResponderEliminarUn beso.
Uf, me muero si queda grabado en vídeo, sobre todo porque mi cara me delata, y verme a mí misma cuando me adelantó la tacones no sé si es algo que pudiera resistir. No le vi la cara más que de reojo, pero estoy segura que sonreía ;)
EliminarBesos
¡Menudo pique! Tengo curiosidad de saber si la chica aceleraba el paso para "ganarte" o iba a lo suyo, con prisas.
ResponderEliminarNo iba a lo suyo, competía, esas cosas se sienten ;)
EliminarBesos
jajajajaja
EliminarJajajajajajaaj! Yo jamás de los jamases salgo en chándal a la calle si puedo evitarlo. Antes muerta que sencilla jajaja Eso sí, si por alguna razón tengo que salir con él trato que nadie me vea... Aunque con la suerte que yo tengo, siempre me cruzo con alguien que conozco y con quien no me apetece demasiado cruzarme con esas pintas.
ResponderEliminarBesos
Yo no salgo tampoco en chándal, salvo si voy a correr por el campo, pero voy directamente del coche al campo. Porque suele pasar eso, que te encuentras con todas las personas con las que pagarías por no encontrarte ;)
EliminarBesos
Jajajajaja, bueno yo salgo en chandal por el barrio cuando voy a correr, o como mucho al supermercado un domingo. Así que te entiendo.
ResponderEliminarSobre los tacones es un mundo, ayer vi a una tipa con tacones de 20cm caminando muy dignamente, mientras que otras con sólo 6cm parecen patos mareados jajajaja
un beso
El mundo de los tacones es eso: un mundo. Seguro que mientrasleo podría darnos un charla al respecto. Hay que saber llevarlos, está claro, y yo jamas he sabido.
EliminarBesos
Me encantan estas entradas. Yo es que soy muy coqueta, mi madre dice que a saber a quien he salido (y total que es a su madre, mi abuela) pero vamos ni muerta bajo en chandal a la capital. Lo de los tacones ya si que no, soy presumida pero no tonta y eso a pesar de que yo también mido poco más del metro y medio. Como siempre digo, los mejores perfumes se guardan en tarritos pequeños, soy de lo más manejable :)
ResponderEliminarBesos
Yo reconozco que presumida soy poco, comodidad ante todo es mi máxima. Me ha hecho gracia eso de que eres más manejable, jajajaj ;)
EliminarBesos
Jajajaja, una entrada muy divertida. Yo antes era un poco así, era imposible que saliera de casa aunque fuera a tirar la basura sin ir perfectamente vestida, peinada y maquillada... pero ahora (aunque en mi sería impensable ir a trabajar sin maquillar) reconozco que algún domingo lluvioso de esos que no te apetece nada salir a primera hora, pero tienes que sacara a Brownie quieras o no, me he plantado el chandal, las botas y el abrigo largo encima para que no sea nada y tan feliz!
ResponderEliminarBesos guapa!!
La verdad es que con el tiempo nos vamos volviendo más cómodas (y cómodos), pero aun así el recurso de ponerte un abrigo largo encima hace mucho que no lo uso porque me niego a salir en chándal. Pero pordiostelojuro que no me quedó más remedio ;)
EliminarBesos
Jajaja, me lo estoy imaginando y me parto de risa. Soy anti-chándal, si no es para ir al gimnasio, pero tampoco me gustan lo tacones. La tapa baja es lo más cómodo, sobre todo para la carreras, jajaja.
ResponderEliminarBesos,
Sí, sí, yo también me río ahora, pero cuando me adelantó la tacones quien se rió fue ella. A mandibula batiente, estoy segura. En el calzado soy muy muy práctica y cómoda
EliminarBesos
Que gracioso, me ha encantado! Te felicito por la estupenda narración. Me voy a aficionar a las entradas de los viernes!
ResponderEliminarNo te aficiones mucho a lo de las entradas de los viernes porque las blasfuemiadas no tienen periocidad fija, son como yo misma: anárquicas e imprevisibles ;)
EliminarBesos
Pues una cosa te digo: no te aficiones mucho a las entradas de los viernes porque las blasfuemiadas son como yo misma: anárquicas y sin fecha ;)
EliminarJajajaja, hace nada que me vi en una situación así. Entonces, la que medía metro y medio era yo, y aunque no llevaba traje ni iba hecha un pincel, me hizo ilusión evitar que el señor que me perseguía como si le fuera la vida en ello, no consiguiera echarme el lazo. Ays, con qué poquito nos conformamos. Abrazos.
ResponderEliminarJejeje, yo también he participado en alguna carrera por aceras y calles, no sé si los demás competían conmigo, pero yo intentaba atrapar a los que iban delante. Gracioso y relajante relato. Gracias.
ResponderEliminarUn beso.
No suelo participar en esas carreras pero porque voy siempre despistada en mi mundo, eso sí, si alguna vez bajo y me pico, soy letal. Claro que no me he encontrado con la ejecutiva agresiva que describes :))
ResponderEliminarMuy divertido tu texto.
Besos!!
Pues a mi me encanta el chándal, ande yo caliente (y cómoda) y ríase la gente.
ResponderEliminarjajajajajjaaj que bueno Ana, me parece genial que vayas como te de la gana, yo no soy fan de los chandals, pero tengo unos modelitos para bajar la basura que no tienen desperdicio. Yo creo que sino te hubieras parado al final tus cómodos zapatos hubieran adelantado a los tacones de Manhattan !!!!! Una entrada buenísima, simpática y fresca, que es justo lo que necesitamos para sonreír y pasar un buen ratito. Menos mal que dejaste a las yayas detrás !!!!!
ResponderEliminarUn beso.
Ains, leí esta entrada hace un par de días pero hasta ahora no te había podido comentar lo estupenda que te había quedado! Imaginarme a Blasfuemia en chandal picándose con una pija divina es una escena que merece un relato tan bueno como este. Por lo menos a las ancianitas les quedó claro quién manda, faltaría más! 1beso!
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