martes, 12 de noviembre de 2019

Historia del silencio (Alain Corbin)


Convendría reflexionar sobre este terror al silencio en sí mismo, que determina, hoy en día, la huida fuera del no-ruido y de la interioridad

A veces el silencio me habla con claridad y precisión, con una pureza de manantial. A veces el silencio es una capa protectora y aislante, pero también un filtro que me ayuda a escuchar. El silencio como un escondite, un hogar, una sinfonía y también un amplificador, un eco que me devuelve la voz propia pero también la ajena, una voz límpida y transparente que me ayuda a comprender.

Necesito silencio para escucharte. Y para escucharme. Necesito silencio para comprenderte. Y para comprenderme.

“Historia del silencio” es exactamente lo que dice su título: la historia del silencio desde el renacimiento a nuestros días, a través de aquellos que han buscado, practicado o explorado el silencio (escritores, místicos, poetas, músicos, pintores…) Un recorrido erudito y culto, lleno de delicadeza, profundidad y sabiduría que nos recuerda cómo el silencio está siendo asfixiado por un exceso de ruido que nos aleja de nosotros mismos y lo que implica para la humanidad su pérdida y su vasta gradación (desde amenazador a calmo, pasando por sagrado, hostil, intimo, beneficioso, agónico, revelador, dialogante y una amplia gama emocional que convierten al silencio en una profunda y necesaria experiencia humana).

Estamos olvidando que el silencio no es sólo ausencia de ruido y Alain Corbin nos recuerda cuál es su textura a través de numerosísimas citas hiladas por una refinada sensibilidad e inteligencia enciclopédica.

Con silencio escucho mejor.

1 comentario:

  1. Cuando voy al pueblo -vivo en las afueras en una casa de piedra- las primeras noches en la cama no puedo conciliar el sueño debido al ruido del silencio, es atronador, invade tus oídos y tu cerebro, escuchas los latidos del corazón y durante las primeras horas me pongo muy nerviosa. Luego,si un grillo o un gato no lo rompen, ese silencio se hace tan envolvente que puedes soñar sin dormirte. Me encanta.
    Cuando regreso a la ciudad, pleno centro, no pego ojo en días porque no me escucho mis pensamientos, hasta que con el paso de la días soy capaz de dormirme en plena mascletà 😉
    Resumen: sin ruido, no se aprecia el silencio. Ea 😂

    Besitos 💋💋💋

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