Título original: SPrako tranbia
Traductor: Unai Elorriaga
Páginas: 160
Publicación: 2001 (2003)
Editorial: Alfaguara
Categoría: Narrativa
ISBN: 9788466319140
Sinopsis: Lucas, el anciano viajero que
sueña con alcanzar las cumbres más altas del Himalaya a pesar de la fragilidad
de su mente. Marcos, un músico que busca su lugar en el mundo y encuentra el
amor de Roma. Y María, la hermana de Lucas, escritora anónima en busca del
instante feliz que da sentido a la vida.
Tengo emociones encontradas con este libro. Hay
cosas que me han despertado una gran ternura, y he sonreído y reído más con su
lectura que con la de “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”. Pero por
otra parte me ha parecido una novela irregular y extraña, y no tanto por la
sintaxis y estructura narrativa como por el contraste en la intensidad de los
distintos pasajes de la novela.
Un estilo muy directo, plagado de frases cortas e
incluso inacabadas
(quizá como una forma de contagiarnos de la poderosa fortaleza de lo imperfecto), pero a la vez muy visuales e impactantes hacen que haya párrafos
de gran fuerza (emocional, más que literaria). Los personajes de Lucas y María
son absolutamente entrañables y la forma de describir sus pensamientos y
recuerdos hacen que, pese a su dramática situación, acabes por querer
adoptarles. De hecho es lo que acaba haciendo Marcos (el okupa al que Lucas y
María acaban aceptando en su casa), pese a que inicialmente sean los hermanos
quienes parecen adoptar a Marcos. Los personajes de los “jóvenes” Marcos y Roma
no tienen la misma fuerza y esa es una de las razones por las que la historia
pierde peso y la convierte en irregular.
Una hermosa, casi poética, forma de acercarse a la
vejez, la enfermedad, la muerte.. todo ello mucho más llevadero por la compañía
que se hacen unos a otros, por la capacidad de escucha, por la empatía entre
las personas.
Una novela desigual, pero que merece la pena leer
por los ratos de ternura y humor que te hace pasar. E incluso conviene releer
para volver a saborear aquellas partes del relato cargadas de emoción, ternura,
intensidad y verdad.
Nota: las iniciales SP hacen referencia la montaña Shisha Pangma. La versión cinematográfica tiene el título de “Un poco de chocolate”
(con Héctor Alterio en el papel de Lucas, lo cual siempre es una garantía)
Hace mucho que tengo ganas de leer algo de Unai Elorriaga, después de leerte éstas se han acrecentado.
ResponderEliminarYo desde luego me he quedado con ganas de leer más, pero no es un autor que encuentre fácilmente, hay que ir a buscarlo.
EliminarPUTA MIERDA DE LIBRO!!! ME HA DESTROZADO LA VIDA
ResponderEliminarPor favor, no se entiende nada de este libro, es ilegible. No se como te ha podido parecer interesante o incluso emocionante.
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