domingo, 24 de noviembre de 2019

Escalada (Ludwig Hohl)


Cuando cualquier perspectiva y posibilidad de acción ulterior fallan, la obligación de dedicarse a cuestiones inmediatas y corrientes, tan banales y cercanas que hasta ese momento casi siempre se han pasado por alto, propicia descubrimientos inusitados

Hay libros que son como gotas. No una gota cualquiera, sino como una gota de oxígeno en la profundidad del mar o una gota de agua en la inmensidad del desierto. Se mantienen en un improbable escenario para su existencia esperando que alguien les dé su sentido primigenio. La editorial Minúscula es especialista en este tipo de goteo. Libros de tamaño pequeño pero de calidad imperecedera.

“Escalada” admite una doble lectura: como un texto sobre la aventura de dos escaladores (con personalidades muy diferentes) que afrontan el ascenso a una dura cima, o dotar a la narración de un simbolismo que Hohl no utiliza de forma explícita pero que nos conduce inevitablemente a toda la simbología de la montaña y al símil con la vida a través de las poéticas y precisas descripciones de la escalada del glaciar: sacrificar una cuerda, descender para intentar ascender por un tramo más favorable, repartir la fuerza en innumerables lugares, descartar la fuerza bruta para elegir el movimiento preciso, no correr riesgos en solitario, afrontar dificultades no enfrentándose a ellas sino esquivándolas, rodear o retroceder para evitar los abismos, ser sensato y tenaz, abandonar o insistir, decidir…

Las interpretaciones son más profundas de lo que la apariencia del texto nos da. Un escalador decidido, temerario y flexible, otro indeciso, pusilánime y melancólico. Ambos han de afrontar la cima, el miedo. La parábola es inevitable. El escenario de la montaña alpina provoca que, pese al lenguaje realista y diáfano de Hohl, la narración se interprete no sólo como un drama en la montaña, sino como un dilema existencial que Hohl dilucida optando por la inevitabilidad del destino.

Hay una respuesta muy certera a la pregunta sobre qué impele a las personas a escalar montañas. La respuesta a la pregunta esencial (“¿Por qué escaláis montañas?”) es de una clarividencia que redondea esta lectura hasta convertirla en una de esas delicadas joyas condensadas en pocas páginas.

3 comentarios:

  1. Qué grata sorpresa encontrar Escalada de Ludwig Hohl en tu blog, Ana.
    Yo lo leí nada menos que en Los Andes, hace un año (por el blog anda), y me sedujo por completo esta narración, entre filosófica y poética. Al final siempre queda la presencia imperturbable de la montaña... al margen de nuestras insignificantes existencias.
    Me alegro revivirlo con tu mirada.

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    1. Es un gran autor, y ya sabes que admiro la belleza y la soledad de la naturaleza... No sabía que lo habías leído, aunque tampoco me resulta extraño, te pega :) Ahora voy a leerte. Me gusto mucho el juego que da, entre lo simbólico y lo real, lo existencial y lo descriptivo.

      Un abrazo

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  2. Una de las cosas que nunca entenderé junto con el el afán de adentrarse en cuevas subterráneas, la escalada...🙄💋

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En este blog NO se hacen críticas literarias ni mucho menos reseñas. Cuento y me cuento a partir de lo que leo. Soy una lectora subjetiva. Mi opinión no convierte un libro en buen o mal libro, únicamente en un libro que me ha gustado o no. Gracias por comentar o, simplemente, leer