“Pero la realidad nunca se aleja mucho de ti, nunca consigues huir de ella más que un momento, vivos y muertos están sometidos a ella y por eso es una cuestión de salud del alma, de cielo o infierno, convertir la realidad en un lugar mejor”
Entre cielo y tierra, el mar. Entre cielo y tierra, quienes la habitan. Entre cielo y tierra, la naturaleza. Entre cielo y tierra, la realidad. La realidad con su hielo y su lava, su blanco y su negro, su frío y su calor, sus múltiples versiones de ella misma. La realidad es una miscelánea poliédrica. Y desconcertante. Pero es el lugar que habitamos. Lo que hay entre cielo y tierra es el espacio en el que nuestro destino se cumple mientras intentamos comprender lo inabarcable: la vida.
Stefansson nos habla de una época y un mundo perdido en el que el sufrimiento, una vez más, ejerce de poderosa metáfora sobre la vida, la muerte y la existencia. Con una prosa robusta y revestida hábilmente de un potente y atractivo tono poético, no esconde la luz ni el consuelo, pero tampoco la oscuridad, las tormentas, el olvido y los silencios.
La búsqueda espiritual requiere de una energía que es absorbida por la necesidad que requiere una realidad más tangible y menos mística: hay que trabajar, comer, tener un techo. No podemos abarcar toda la vida y muchos aspectos ineludibles de la misma pueden ser un doloroso aprendizaje. Doloroso y necesario.
Con una voz coral, colectiva, la voz de quienes ya no están y con una memoria frágil que deambula entre lo olvidado y lo recordado, “Entre cielo y tierra” tiene espacio también para la belleza, la amistad y la compasión, como una flor obstinada que nace en el asfalto y no escatima un ápice de su majestuosidad, rebelde y atractiva en medio de un entorno hostil gritando al mundo con su presencia que “es estupendo existir”.
Por fin, mi reconciliación con la literatura islandesa.
“El infierno es tener brazos y nadie a quien abrazar”
Libro de una insufrible cursilería y pretenciosidad, nada más.
ResponderEliminarBueno, prefiero dar opiniones que sentencias, entre otras cosas porque hay tantas opiniones como culos, y el mío es bien gordo.
EliminarSaludos.
Me alegro de que te haya gustado. Un beso.
ResponderEliminarEntre el cielo y la tierra en Islandia hay hielo y una naturaleza dura e implacable. Esa dureza ha hecho que no me sienta a gusto en este literatura. No hay confort en el frío, la lluvia, las largas noches invernales y todo lo que esas condiciones le contagian a sus gentes... pero estoy terminando de leer "Illska, La maldad" y también me estoy reconciliando con Islandia y su literatura.
ResponderEliminarUn beso.
Lo que le encuentro a la literatura nórdica (aunque tengo también a veces esa dificultad para conectar con ese frío invernal y el carácter consecuente) es que es una literatura muy oral, como para escuchar más que para leer... El de Illska lo tengo pendiente :)
EliminarUn abrazo
🎶Entre el cielo y el suelo hay algo, con tendencia a quedarse calvo...🎶 Hay tantas cosas entre uno y otro ¿Y si el cielo es tan solo el reflejo del mar, y no hay nada más que el infinito sobre nuestras cabezas? O un croma en una cúpula de cemento 🤔 Ni me hagas mucho caso, no es ni divagación, es una tontería tras otra nada más, resultado de un domingo de exceso de series Netflix, perdona.
ResponderEliminarNo conozco el libro, pero en cualquier momento me puede apetecer leerlo, vaya.
Besos.
No hay nada que perdonar :) Me gusta que pasarte por aquí te provoque divagaciones, reflexiones o lo que sea. Las series de Netflix hacen lo suyo también, sin duda :D
EliminarUn abrazo
Hoy lo empiezo, tu maravilla de reseña me ha animado con él. ¡Gracias!
ResponderEliminar