Título original: My Soul in China
Páginas: 128
Publicación: 1975 (2004)
Editorial: El Nadir
ISBN: 9788493176181
Sinopsis: Kay, Martin y el australiano bien pudieran formar parte de un triángulo amoroso convencional. Kay abandona el hospital tras una grave crisis para enfrentarse a la ruptura con Martin, su marido, del que sigue prendida. Cuenta para ello con la ayuda del australiano que ha conocido casualmente a la salida de la clínica. Ante el desvalimiento y desequilibrio de Kay para afrontar las consecuencias de esta ruptura, el australiano promete prestar ayuda a la joven: ésta le acompañará a California, donde alquilarán una casa junto a la playa hasta que ella se reponga, momento en el que él volverá junto a su esposa e hijos en Nueva Zelanda. Pero tanto el cinismo del ex marido como la ingenuidad del australiano propician el caos. Anna Kavan traza una novela de amor que se transforma en lo contrario, la radiografía de un tormento incruento que lleva a la soledad más absoluta.
Este libro lo descubrí en una de esas catas sabrosonas de Zazou. No contaba mucho, pero lo transmitía todo, así que lo puse en “búsqueda y captura”. No parecía un libro fácil de encontrar, indagué un poco y al final miré en la biblioteca… y no lo tenían. Hice una desiderata, por si acaso, y cuál no será mi sorpresa cuando me dicen que la rechazan porque el libro está en el catálogo de la biblioteca. Con las cejas en alto y los ojos muy abiertos hago una búsqueda y, oye, ahí está, salido de la nada. En la sección de “Romántica” para más inri, algo que no me cuadraba mucho, pero como confío en Zazou, allá que voy a visitar esas estanterías de la biblioteca a las que no les limpio el polvo precisamente (y eso que hay mucho, entiéndase la ironía). He de decir que después de leerlo he sugerido a la biblioteca que lo cambien de sección…
Vale, tengo el libro y tengo las ganas y aunque tiempo tengo menos se saca de donde haga falta. Pero como seguía sin saber muy bien qué era lo que tenía entre manos y que tanto había agitado a Zazou acudí a San Google y puse Anna Kavan. Y ahí estaba. Un perfil de Escritora Única. Una vida marcada por la adicción a la heroína, haciendo de Anna Kavan una persona errática y mentirosa pero también una escritora de gran productividad y profundidad. Una vez más, escribir para escapar e intentar entender un mundo que se percibe como hostil. Estás (te sientes) fuera y escribir te adentra.
Lo primero que pensé es que al conocer la historia de Anna Kavan seguro que mucha gente ya de entrada iba a rechazar esta lectura. Pero lo cierto es se me antoja casi imprescindible conocer algo de la vida de la autora para valorar la esencia de este libro, porque vas a encontrar a Anna Kavan entre sus páginas, vas a encontrar sus demonios, sus fantasmas, su visión de lo que le rodea, de lo que hace que su alma esté en China mientras la mía se queda con la boca abierta, reconociendo el paisaje desde fuera.
En un extremo, la seguridad, lo familiar, la anestesia de la rutina, de los días consagrados a tareas aprobadas; una vida protegida y vegetal, sin riesgos ni emociones, que bien mirado no es vida en absoluto; mientras que el otro extremo se desvanece en lo peligroso y desconocido: nubes amenazadoras se acumulan ahí, fríamente. Presa del pánico, intento conservar el equilibrio, sin moverme; pero si es inevitable resbalar, por lo menos que sea hacia el infierno conocido: una vida vegetal, sin excitación ni emociones, no quiero ningún cambio, el aburrimiento es lo más seguro, lo mejor. No puedo soportar ningún nuevo peligro.
Por si fuera poco estamos ante seis relatos, así que, venga, otro grupo de potenciales lectores que descartarán la lectura. ¿He dicho relatos? No lo tengo yo tan claro, más bien diría que son distintas miradas al alma de Anna Kavan. El relato principal y más extenso (los otros cinco son muy muy cortos) es el que da título al libro, y cuya lectura provocó que resonara constantemente en mi cabeza otra que todavía tengo muy presente: Hace cuarenta años de Maria Van Rysselberghe (y no es un truco para retener a potenciales lectores: sé que quienes disfrutaron del libro de Van Rysselberghe no se asustan de vidas erráticas ni de lecturas de relatos)
Serás feliz si eres razonable: los infelices, además de no tener felicidad, no tienen razón.
Eso es lo que le dice su amante australiano a la protagonista (y alter ego de Anna Kavan) de Mi alma en China, un hombre aparentemente tan equilibrado, razonable y sensible como egoísta y dañino. Un vampiro emocional que deja sin sangre el alma de quien le desestabilice mínimamente. Aleja el sufrimiento infligiéndolo a los demás con demagogias y soterrados chantajes emocionales y huye del sentimiento de culpa depositándolo en el otro. La culpa siempre es de los demás. Y la razón suya, claro.
En realidad este libro es un prisma. En el sentido óptico de la palabra un prisma es un objeto capaz de refractar, reflejar y descomponer la luz en los colores del arco iris. Y yo fui la luz que al leer cambié de dirección, desperdigándome en múltiples cajas de resonancia, percibí reflejos de mi alma y algo se descompuso en mi interior. Descomponer en sentido positivo, como si la luz se multiplicara en racimos de destellos brillantes. Y no porque sea una lectura alegre, para qué nos vamos a engañar, sino porque es una lectura que enriquece y extiende la mirada, la intensifica.
Las personas estamos llenas de contrastes y contradicciones que a veces nos cuesta reconocer y aceptar, y Anna Kavan nos muestra su alma confusa con una mezcla de fina lucidez y pesadilla fantasmagórica, que refleja tanto su inseguridad como su inteligente y a la vez exigente percepción de ella misma y lo que le rodea.
Una lectura impactante, extraña e inquietante, demoledora especialmente en el último relato, Julia y el bazooka. La soledad de fondo, el rechazo y la marginación, la sensibilidad excesiva, la droga como herramienta para hacer el mundo habitable, el reinventarse de forma constante una y otra vez, vida reclamando vida, los detalles (o ausencia de ellos) capaces de salvar o hundir, los silencios llenos de emociones calladas, gestos que se interpretan o malinterpretan, gritos mudos… Eso y más nos vamos a encontrar en este libro, un espejo aparentemente distorsionado, pero muy agudo, del alma de Anna Kavan.
Intuyo, ya digo, que este libro va a ser descartado por mucha gente: un libro de ¿relatos? y una vida tortuosa reflejada entre sus páginas. Pero no es mi pretensión que cuando comento una lectura sintáis la obligación de leerlo, sólo pretendo compartir las sensaciones que me ha provocado. Cuando se abre un libro estamos haciendo un gesto absolutamente personal e íntimo. Se abre un espacio en el que esas páginas te van a contar algo a ti y a nadie más, porque a otra persona le contarán otra cosa, parecida, distinta… ¿quién sabe?. Leer siempre es algo personal. Decidir qué leer, también.
Jamás descarto una lectura, nunca digo, ésta no la apunto, aunque es cierto que tengo diversas maneras de reaccionar: apuntar en urgente, apuntar, dejarla en la nube de referencias, etc
ResponderEliminarLo que explicas me interesa, comparto que vivir la "anestesia de la rutina" no es vivir y que vivir plenamente es arriesgado. Prefiero mantenerme alejada de los dramas pero no siempre es posible y jamás juzgaré a quien inmerso en ellos recurre a cualquier salida.
Interesante lectura e interesante reseña.
Besos!!
... Y aunque descartemos alguna lectura como el libro nos elija no podremos eludirlo. Yo anoto, la prioridad queda en mi mente, y la elección de la lectura ya es imprevisible.
EliminarEncontrar el equilibrio entre la rutina y la vida plena (con la idiota dando saltitos de alegría) no es algo fácil, siempre tendemos al balanceo: ora un extremo, ora el otro. Los dramas, en todo caso, prefiero leerlos que vivirlos. De alguna manera conocer esas situaciones tortuosas y difíciles me hace fuerte para enfrentarme a los momentos difíciles (si llegan, o cuando lleguen). Yo tampoco juzgaré, no puedo, no debo.
Interesante libro e interesante autora ;)
¡Abrazo!
Pues con tu reseña, me he quedado como que necesito leer este libro. No conocía la autora, pero también he leído el enlace que hablaba de su vida, y tienes razón, tiene el perfil de escritora única. De todas formas, lo dejo para más adelante que el verano (y casi sin vacaciones) lo tengo ya completito.
ResponderEliminarBesos!
No conocía tampoco a Anna Kavan. La culpa es enterita de Zazou. Cuando investigué un poco tuve claro que de haberla conocido antes entraría de lleno en el reto. Tú te programas bien y eres firme en tus decisiones, mi verano y el resto de las estaciones del año, e incluso el resto de mi vida, está completito en cuanto lecturas, aún así seguiré añadiendo a la lista y esta seguirá meneándose cada dos por tres :)
EliminarBesos
Pues viniendo recomendado primero por Zazou y ahora por ti no lo dudo. Lo leeré seguro :) Además, me gustan los libros de relatos.
ResponderEliminarBesos
Hay libros de relatos que me cuesta considerarlos tales, por la composición (Mi alma en China es más bien una novela corta, y el resto son relatos muy breves) y por el hilo conductor, que en este caso no es que sean los personajes, aparentemente no son los mismos, pero todos están unidos por el alma de Anna Kavan.
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No soy lectora de relatos pero en este caso no lo voy a descartar porque tiene bastantes elementos que me han resultado llamativos, tendré que superar mi pereza y darle una oportunidad
ResponderEliminarBesos
Le acabo de comentar a Ginger aquí arriba que me cuesta considerarlo un libro de relatos. Si no te fijas en los protagonistas (el nombre, que sean hombre o mujer) podrían ser distintos momentos de la propia Anna Kavan, en cualquier caso, creo que la reflejan bien.
EliminarBesos!
Te prometo que no es porque sea de relatos, pero creo que no es para mí... Y no sabría decir por qué, llámalo intuición.
ResponderEliminarAy, qué envidia me dan tus viajes. :)
¡Un beso!
Confía en tu intuición, aunque a mí me ha resultado más que interesante leerlo, pero cada uno decide. Si lo tienes que leer, llegarás a este libro seguro, si no ahora, más adelante.
EliminarDe este último viaje hasta yo misma tengo envidia :P (repetiré).
Besos!
No me veo con este libro. Ocasionalmente leo relatos pero en general no creo que llegará a disfrutarlo.
ResponderEliminarLo dicho, hay que fiarse de la intuición de cada una, si la tuya te dice que no lo disfrutarás hay que hacerle caso ;)
EliminarMe tientas mucho: yo sí soy "relatera" y últimamente me he paseado mucho por el género, teniendo grandes experiencias... Este libro parece destilar intimidad, y quizás por eso prefiera leerlo más adelante: el invierno me parece perfecto para la introspección humana. 1beso!
ResponderEliminarTú es que eres muy tentable, Tizire, por mucho que te hagas las dura con tus púas ;) Es un libro intimista, de los de mirada al interior, cierto. Mi vena "introspectora" no tiene estaciones (en ningún sentido) a lo que parece ;)
EliminarBesos!
Me gustan los relatos pero más me gustan esas distintas miradas al alma de Anna Kavan... Imposible que deje a un lado este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Son más miradas que relatos, o al menos el concepto que tengo yo de relatos. Este libro es un lienzo, distintas pinceladas (algo así).
EliminarBesos!
No le digo "no" a nada, bueno, a casi nada. Me gusta leer relatos, en especial si llegan recomendados y por lo general no tengo quejas al respecto; he encontrado verdaderas joyas gracias a los buenos consejos y me parece que esta es una de ellas. A ver si tengo suerte y doy con ella :)
ResponderEliminarBesos.
Menos mal que has matizado con el "casi", porque a decir "no" también hay que aprender a veces. A mí los relatos me gustan (o no) como cualquier otro libro. Me gusta que me cuenten historias, me da igual que sea una historia larga o varias cortitas, si lo que me cuentan me atrae el formato no me importa tanto. Y en un libro de relatos tal vez no todos mantengan el nivel, pero muchas veces encuentras al menos alguno que te llegue.
EliminarBesos!
Tu reflexión final no puede ser más cierta, la aplaudo desde YA. Tanto es así que has despertado el gusanillo de saber lo que me dirían a mí estos relatos y que experimentaría yo. Abrazos.
ResponderEliminarNo podría decirlo de otra forma, Marisa, porque si comento lo que leo de una forma tan personal es porque leo de la misma manera. Pues si le das gusto al gusanillo espero que nos cuentes qué te dicen a tí estos relatos. A mí me han dicho más de lo que he comentado (intento ser más breve).
Eliminar¡Abrazo!
Yo ultimamente estoy en mi cruzada de encontrar un buen libro de relatos, asi que te agradezco la entrada!
ResponderEliminarBesos
Es un buen libro... para conocer el alma de Anna Kavan, más que un buen libro de relatos.
EliminarBesos!
Tentador, muy tentador. Y la vida de la autora parece otra novela. Te estás convirtiendo en mi gurú literaria, aunque a veces se me olvide darte el crédito.
ResponderEliminarun abrazo,
Sonai
Sí que es de los libros que te pueden tentar, cierto. Tiene algún momento un poco alucinado, pero tenía un interés personal en conocer esa visión de alguien como Anna Kavan. "Gurú literaria" me viene muuuuuy grande Sonia ;) (el crédito no hacía falta, ya te dije).
EliminarUn abrazo!
Este libro no me lo llevo, no me acaba de convencer y eso que Hace cuarenta años" me gustó mucho. Eso sí, me llevo tu párrafo del prisma, con tu permiso.
ResponderEliminarBesos
Pues si te gustó Hace cuarenta años (que sí, que te gustó), tendría que picarte la curiosidad ese primer relato... Hay cierto paralelismo entre ambos.
Eliminar¿Pero dónde te llevas el párrafo del prisma, eh? Por lo menos que sea a tomarse una sidra contigo ;)
Besos
No me sonaba de nada, pero si es una recomendación de Zazoú seguramente me anime. Besos.
ResponderEliminarZazou tiene buen paladar, por eso la tengo vigilada ;)
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No termina de convencerme, así que lo dejo pasar.
ResponderEliminarUn besito.
Si no convence la mejor decisión es dejarlo pasar, sin duda
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Es genial cuando descubres o te descubre un autor especial. Yo con tu entrada he descubierto el blog de Zazou y una autora Anna Kavan y un libro que no conocía y que me voy a pauntar porque me ha picado la curiosidad y contra ésta no puedo resistirme y más si se trata de libros e historias.
ResponderEliminarUn besote.
Cierto, me gusta tanto que me descubran libros como autores. Y me alegro mucho haberte descubierto el blog de Zazou porque allí vas a encontrar precisamente eso: libros y autores y una gran lectora.
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Yo no me descarto de la lectura. Los relatos cada vez me gustan más. Así que para la lista.
ResponderEliminarUn beso.
Bien, Enzo, los relatos son un género con mucha calidad
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Pues me lo voy a apuntar, porque me parece super atractivo... un beso!
ResponderEliminarMe alegro kabu, espero que no se pierda en la lista ;)
EliminarBeso
No has dicho ninguna de las palabras mágicas para que yo rechace su lectora... o sea que a priori no la descarto! es verdad que considero importante conocer un poco de la personalidad del escritor/a para entender a veces su obra y en este caso la he visto más interesante que si desconociera su pasado... busco el libro! (sigo sin tener biblioteca de referencia y el maldito ayuntamiento de mi ciudad está cerrando las que hay para hacer una macrobiblioteca que ya intuyo que no me gustará nada :S:S:S)
ResponderEliminarNo sé si quiero saber alguna de esas palabras mágicas, que no quisiera luego hacer trampa :) Siempre lo he tenido claro, pero últimamente más, especialmente con autores ya fallecidos conocerles da otra dimensión a la lectura de su obra. Este libro en concreto se lee mejor y se entiende mejor conociendo a la autora. Ojo, que a lo mejor la macrobibliioteca te sorprende, eh ;)
EliminarBesos
Los libros de relatos me gustan, he leído muchos (de mis escritores preferidos en este sentido, Quim Monzó y Sergi Pàmies) pero no estoy en el momento para leer este libro, prefiero novelas amenas, que la lectura sea fluida, ágil, que pasen cosas. Lo que comentas de la autora, tus impresiones de la lectura (ya nos avisas que el libro puede no atraer) no acaban de meterlo en mi lista de pendientes.
ResponderEliminarAbrazo.
Desde luego no es un libro que yo hubiera escogido para mi momento de lecturas ligeras, pero sí me ha parecido muy interesante leerlo, en parte por razones personales, como digo, pero también porque todo lo que me ayuda a entender y comprender, me ayuda a crecer.
EliminarAbrazo!
Mmmm relatos, introspección, vida de escritora única. ... a buscarlo en la biblioteca pero ya! Leerlo es otro cantar... hay que arañar unas virutas al reloj. Besos guapa.
ResponderEliminarEspero que haya suerte con la biblioteca. Es cortito, pero con mucho contenido. Arañar virutas al reloj :) (me ha encantado la expresión).
EliminarBesos, pelirroja! XD
No me ha ido muy bien con los libros que tratan triángulos amorosos desde una óptica más profunda que por ejemplo la típica novela romántica. No sé si lo leeré pero gracias por presentárnoslo, no tenía ni idea de que existía este libro.
ResponderEliminarBesos.
No trata en sí el tema del triángulo amoroso, o vamos, yo no me lo he planteado como si fuera eso el tema central. El descubrimiento del libro se lo debemos a Zazou ;)
EliminarBesos
Qué te voy a decir yo que no sea un "gracias por tu entusiasmo". Ahora ya entiendes por qué me fascinó, por qué hizo aletear mi alma en Marte y trastocó las sinapsis de mis neuronas. Me transformé en Anna Kavan, por instantes.
ResponderEliminarMe ha encantado tu reseña (cómo no iba a hacerlo), pero sobre todo me ha encantado saber que no fue una recomendación baldía y que, a pesar de mi temor, no vas a tener que matarme ni un poquito.
Besazo.
¡Gracias a ti por el descubrimiento! Cuando te leí sabía que ese libro tenía que acabar en mis manos. Tiene muchísimas cosas interesantes, aunque a veces cuesta seguirle un poco en sus imágenes más alucinadas y paranóicas, pero me ha fascinado los momentos más lúcidos, de esos que te ayudan a entender qué pensamientos hay detrás de qué comportamientos, qué silencios... ¡Qué te iba a matar un poquito! Con lo pacífica que soy... ;)
EliminarPor cierto, han cambiado el libro de sección, ahora está en narrativa :)
Besos!
Y qué te digo yo, Ana....
ResponderEliminarPues supongo que la verdad. Que no lo he leído, que los temas me interesan pero me han preocupado un par de cosas que comentas y eso hace que no tenga claro si seré tan entusiasta en su lectura... y que me atraen los libros por muchos motivos: uno de ellos por las sensaciones que despiertan en los lectores. Por eso el tiempo verbal a la hora de hablar de esta lectura.
Besos
Los comentarios se agradecen, pero además que contengan la verdad ya es la repanocha ;) La verdad es que contigo me veo obligada a confesar que nunca tengo claro cómo te va a llegar un libro, no sé si depende de la "puerta" que abras a la hora de leerlo o de qué. Pero lo que sí tengo claro es que si un libro te hace dudar, dejarlo en reposo es una buena opción, el tiempo (el de reloj, no el verbal...) se encargará de volver a ponerlo en el camino, o no.
EliminarBesos
Las notas de cata de Zazou son peligrosísimas para la lista de pendientes que se descontrola. Las historias sobre vidas tortuosas me atraen como la luz a las polillas. Las historias de relatos y yo no congeniamos pero como me gusta lo que cuentas si me cruzo con él no le diré que no.
ResponderEliminarBesos!
Hay peligros que son una delicia ¿no?. Es un libro que va a ser difícil de que te cruces con él, salvo que tú vayas a la búsqueda, así que tú decides ;)
EliminarçBesos!
tus sensaciones compartidas me han enamorado. Allá vamos a por este libro! Gracias
ResponderEliminarAsí me gusta, con decisión y valentía ;)
EliminarGracias a ti. Besos!
Como aún no leí Hace cuarenta años no tengo objeto de comparación pero con vuestra recomendación me doy por informada. Grupo del sí, relatos, claro.
ResponderEliminarBesos
Más que comparables es que reverbera mientras lees el relato de Mi alma en China. Ya veo que compartimentas la lista de pendientes :)
EliminarBesos!