lunes, 22 de octubre de 2018

Llega el rey cuando quiere (Pierre Michon)

Título original: Le roi vient quand il veut. Propos sur la littérature
Traductor: María Teresa Gallego Urrutia
Páginas: 160
Publicación: 2017 (2018)
Editorial: WunderKammer
Sinopsis: El primer texto de Pierre Michon publicado en castellano desde El origen del mundo (2012) recoge trece entrevistas publicadas en medios especializados franceses durante los últimos treinta años. Michon, uno de los más grandes autores de las letras francesas y europeas de hoy, reflexiona acerca de su escritura, sus obras más notables y su concepto de literatura. Una lección magistral sobre el hecho de escribir y sobre las fuentes de la creación. Un libro para leer con el lápiz en la mano.

¿Qué es la literatura sino eso que convierte el cuerpo vacío en corpus de palabras, en cuerpo glorioso?
El rey llega cuando quiere y yo, republicana y bananera, le espero, le recibo incluso de rodillas y venero al rey Michon. Que llegue cuando quiera, pero que no deje de llegar y darme estas reflexiones sublimes de un autor cuya literatura (gloriosa), sabiduría, erudición y espiritualidad me emocionan y hacen levitar en el asiento.

Michon es un MAESTRO, de esos que lees embobada, hechizada hasta la extenuación por su comprensión de la vida, del arte y la literatura, por su humanidad. Ante una magnanimidad de tal calibre, una no puede hacer otra cosa que sentirse agradecida porque personas así se dediquen a la literatura o a cualquier otra expresión artística. Agradecida porque se compartan, no ellos, sino su mente y su espíritu interpretando la vida y la historia.
Me gusta que el sentido tiemble y temblar yo por temor a perderlo. El titubeo es mucho más evocador que la afirmación.
Trece entrevistas como trece piedras preciosas que nos ayudan a comprender la magnitud de la obra (y la persona) de Michon. El autor que reinventa un género literario, relatos (retratos) a partir de la vida (lo más compartido universalmente) de otros. La vida, una estrella fugaz en la inmensidad de lo eterno. Todas las vidas son breves pero de duración prolongada.

Esos retratos, esas vidas vividas sobre las que escribe Michon con su escritura extraterrenal, culta y pulida persigue hablar de lo común que tiene lo humano en todos los siglos. ¿Y qué es lo común?: el fracaso a la hora de reconciliarse con el mundo, puesto que dicha reconciliación implica una práctica de retiro y de ruptura a los que muy pocos están dispuestos.
Escribimos sin saber del todo de qué estamos hablando, pero sabedores de que decirlo así nos causa una grandísima emoción. Y que quien lo lea, ya que usa la misma lengua, vibrará de la misma forma y sin saber tampoco por qué. Todos los grandes textos que leo me causan esa impresión.
Poco amigo de echarle caldo al agua, Michon busca en su escritura la esencia de la brevedad, la pureza despojada de la exageración innecesaria y ornamentística. Arriesga porque busca una prolongada resonancia, el eco que persista e insista después de la lectura.

No escatima lo trágico Michon en su literatura, evitando así caer en una literatura más fácil, lúdica y quizás más accesible pero también más frívola y que, de imponerse, se correría el riesgo de la cháchara de una única voz.

Michon es un escritor exigente, muy exigente, nuestras neuronas tienen que estremecerse, realizar rápidas y complejas sinapsis, transmitir impulsos que te electrizan la piel, crear una red de circuitos neuronales, emocionales, intelectuales... Esa exigencia al leerle no es vana, al contrario: nutre el alma y el cerebro, desvela misterios. Leer es vivir.
De lo que se trata al nombrar a Rimbaud no es de poesía, sino de la complicidad y del conflicto entre lo que somos en la cumbre de nuestro ser y de lo que no podríamos ser sin aborrecernos.
En estas 13 entrevistas, auténticas pepitas de oro, Michon, no solo habla de su trabajo, sus proyectos, la literatura (el rey que llega cuando quiere), el lenguaje… también habla de lecturas, de los libros y autores que le gustan: Flaubert, Faulkner, Proust, Víctor Hugo y, por supuesto, Rimbaud. También de esas personas sobre las que construye sus relatos, los míseros, sobre los que escribe con la lengua de los ángeles para dejar constancia de sus vidas echadas a perder, para salvarlas, pero cuando habla de las vidas de los grandes, lo hace rompiendo el mito para volver a construirlos mejor.

La vida interior de Michon está rebosante de sabiduría, indagación, preguntas y muchas, muchas lecturas. Si la eternidad es energía, el escritor no debe escatimar esa energía, debe dilapidarla, escribir para conseguir la eternidad, duración que se complace en la duración. Escribir es vivir. Vivir la vida es la inmortalidad.
Pero ¿qué significa la idea de resurrección? En lo que pienso […] no es en el paraíso […] Eso es la resurrección, algo así como un  postulado: que no hay nada más allá del hecho de vivir, ni escapatoria, y que, por lo tanto, somos inmortales […] Esa es la eternidad. No busquemos en ella un enigma. Es energía en estado puro.
Michon escribe, entre otras cosas, para cambiar el dolor y enaltecerlo hasta transformarlo en júbilo. En estas trece entrevistas recorremos su vida emocional, intelectual y espiritual, y aunque algunas entrevistas se superponen, cayendo en repeticiones que Michon sortea con inteligencia y mucha coherencia, quieres más, no te cansas de su discurso, formulado o reformulado, de su fascinación por la pintura, sus indagaciones, su forma de entender y hacer literatura.

A través de estas entrevistas se nos revela un Michon con una humanidad y una inteligencia cautivadoras e impresionantes. No puedo menos que traer a nivel de conciencia que leer a Michon es siempre un regalo, un regalo de vida que hay que agradecer porque detrás de esos libros que escribe, breves pero plenos de emoción y temblor, hay un gran trabajo que luego él transforma en libros concisos, densos y generosos que convierten la lectura en un éxtasis. 
El milagro era sencillamente […] que mi desastre íntimo se resolviera convertido en proeza; mi incapacidad, en competencia; mi melancolía, en júbilo; en resumen, todo en su contrario.

14 comentarios:

  1. Me encanta cuando los escritores comparten con nosotros su concepción de la literatura y sus ideas acerca del proceso creativo. Cada vez disfruto más de la lectura de libros que en su totalidad o en parte abundan en esas reflexiones. Me vuelvo a fijar además otra vez en Michon después de tu reseña y de la de Rosa sobre Vidas minúsculas. A ver si yo también me dejo regalar pronto por él.
    Un abrazo

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    1. La verdad es que ahora estoy buscando mucho ese tipo de libros, que reflexionan sobre la literatura y ese proceso creador y, por ende, de la vida. Buscar al pensador detrás del autor... Michon te llegará, seguro ;)

      Un abrazo.

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  2. Tomo nota de estas entrevistas porque tras leer "Vidas minúsculas", animada por tu reseña, me ha parecido un autor para no perderse. O para sí perderse; para perderse en sus textos y dejarse arrastrar hasta donde él quiera.
    Solo en Proust y en Faulkner he encontrado reflexiones y descripciones del alma humana tan profundas.
    Desde luego, son lecturas para alternar con cosas más ligeras, pero nunca se debe dejar de volver a ellas. En ellas se condensa la verdadera naturaleza humana.
    Un beso.

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    1. Haces bien en tomar nota porque te va a gustar sí o sí. Vas a encontrar mucho de lo que ya viste en "Vidas minúsculas", una gran profundidad.

      Un abrazo

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  3. Tengo todos los libros de Michon. He leído cuatro, no los leo todos, porque como me pasa con Lobo Antunes, debes dejar tiempo y espacio entre sus obras, que son absorbentes y te deján como por un viaje por la montaña: extasiado, lleno y con necesidad de dar descanso. Michon es uno de mis autores favoritos por todo eso que cuentas y porque no hay lugar para malos libros en su escritos, Michon no podría.
    un abrazo
    gracias

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    1. Sí es verdad que hay autores (afortunadamente muchos -y muchas-) con los que hay que dosificar porque es como un festival de sensaciones y emociones que luego conviene asentar. Y también tienes razón que Michon no podría dar lugar para los malos libros (suyos o de otros).

      Un abrazo agradecido.

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  4. No me hagas esto 😥 no puedo seguir llevándome todo lo que reseñas, no puedo...te pido pongas mi foto y un aviso: prohibida la entrada de esta tipeja a este blog ¡Por favor! 😅😅😅

    Besitos 💋💋💋

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  5. Que fragmentos tan magníficos. Me encantan sus (y tus) reflexiones alrededor de algo que me gusta tanto como la escritura y la literatura. Y sobre todo me gustan los autores que escriben bien y piensan bien.

    Un abrazo.

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    1. Como comento por ahí arriba, últimamente busco mucho esa especie de metaliteratura: de autores hablando sobre la literatura, su concepción de la misma, de cuál es el germen desde el que escriben... Michon escribe muy (pero que muy muy muy) bien y piensa aún mejor.

      Un abrazo.

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  6. De Pierre Michon tenía apuntados un par de títulos (no éste) gracias al blog de Wineruda y también al de Marcelo, de ambos salí ojiplático por lo que contaban de sus impresiones, lo mismo que me sucede ahora contigo. Ese entusiasmo que desprenden tus palabras es realmente motivador, Ana, la sensación de haber sentido la plenitud lectora con un libro es... acojonante.

    Me fascina "buscarme" en libros así, por que están escritos con esa rara inteligencia que surge de la simbiosis entre erudición y espiritualidad, tal es el caso de Michon.
    Apuntadísimo.

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    1. Para mí leer Vidas minúsculas fue como un regalazo, inevitable volcarme con este autor y todo lo que pille porque son lujos que la literatura nos da.

      Esos libros busco. Iba a decir que los busco últimamente. Pero en realidad hace mucho que estoy buscando eso en los libros....

      Un abrazo.

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  7. Sinceramente, hubiera dejado pasar sin más este libro. Pero ahora me dejas con tantas ganas de descubrir y de disfrutar de Michon... Cuesta resistirse.
    Besotes!!

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  8. El fanático de Wineruda me ha mandado el conjunto de las obras de Michon, y yo, sabedor de mi devoción por buenos libros, los he dejado para deleitarme con ellos de a poco, como con los buenos vinos.
    Tus líneas mantienen la emoción que te conocemos y enfatizan la lectura de este título. Yo sólo disfruté 'El origen del mundo' pero sus letras merecen ser leídas dada las múltiples reflexiones que provienen de alguien que ama tanto la literatura como a la vida misma.
    Gracias por traernos este libro, Ana.
    Un abrazo fuerte.

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En este blog NO se hacen críticas literarias ni mucho menos reseñas. Cuento y me cuento a partir de lo que leo. Soy una lectora subjetiva. Mi opinión no convierte un libro en buen o mal libro, únicamente en un libro que me ha gustado o no. Gracias por comentar o, simplemente, leer