Traductor: Jordi Terré
Páginas: 112
Publicación: 2006 (2011)
Editorial: Paidós Ibérica
Categoría: Biografías y Memorias
ISBN: 9788449324789
Sinopsis: Acabas de cumplir ochenta y dos años. Has encogido seis centímetros, sólo pesas cuarenta y cinco kilos y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace cincuenta y ocho años que vivimos juntos y te amo más que nunca. Te escribo para comprender lo que he vivido, lo que hemos vivido juntos. Este es el comienzo del carta a D., una larga carta de amor que el filósofo y periodista vienés escribió a su esposa poco después de descubrir que estaba enferma. Un testimonio conmovedor por su sensibilidad, ternura y lucidez, por su coherencia y honestidad. Gorz y su esposa se suicidaron en Francia en 2007.
A caballo entre la autobiografía y el ensayo, estamos ante una conmovedora carta que el filósofo y ecologista André Gorz escribe a su esposa. Un año después de escribirla, un suicidio acaba con la vida de ambos (un 22 de septiembre de 2007).
En la carta André se extraña, y nosotros con él, de la escasa presencia que su mujer, Dorine Keir, tiene en su obra, a pesar de ser su pareja durante 60 años y ser alguien de gran peso en el legado que André Gorz nos ha dejado. André y Dorine hicieron del amor su patria, el faro que es referencia para no perderse y encontrarse en el otro. Siendo así, conciben el suicidio como una forma de hacer eterno su amor.
El comienzo y el final del libro es impactante y espectacular:
Recién acabas de cumplir 82 años. Y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace 58 años que vivimos juntos y te amo más que nunca. Hace poco volví a enamorarme de ti una vez más y llevo de nuevo en mí un vacío devorador que sólo sacia tu cuerpo apretado contra el míoSolamente por esto ya debiera de ser un libro de lectura obligatoria. Pero la carta contiene también referencias al ideario de Gorz (al que conviene releer en los tiempos que corren) y tal vez eso se le atragante al ingenuo lector que acuda a este libro esperando encontrar una novelita romántica.
Es una carta inmensamente tierna, pero Gorz y Dorine eran personas comprometidas con la sociedad que vivieron y con unas ideas sociopolíticas, marxistas, económicas y ecologistas muy definidas. Y también eran personas honestas y coherentes. Y eso también se refleja en esta carta. Para mí ha sido un placer dulce, emotivo y conmovedor, leer esta novela epistolar.