Traductora: Rosa Pérez Pérez
Páginas: 328
Publicación: 2008 (2010)
Editorial: El Aleph
ISBN: 9788476699317
Sinopsis: Olive Kitteridge es una maestra retirada que vive en un pequeño lugar de Maine, en Nueva Inglaterra. A veces dura, otras paciente, a veces lúcida, otras abnegadamente ciega, Olive Kitteridge lamenta las transformaciones que han agitado el pequeño pueblo de Crosby y la deriva catastrófica que va tomando el mundo entero, pero no siempre se da cuenta de los cambios menos perceptibles que afectan a las personas más cercanas: la desesperación de un alumno que ha perdido las ganas de vivir; la soledad de su propio hijo, que se siente tiranizado por los caprichos irracionales de Olive; y la presencia de su marido, Henry, que vive su fidelidad conyugal como una maldita bendición. Mientras la gente del lugar va afrontando sus problemas, sean leves o graves, Olive Kitteridge va tomando su conciencia de sí misma y de las personas que la rodean, muchas veces dolorosamente, pero siempre con una honestidad entrañable.
No tenía mucha referencia de este libro, salvo que había ganado el Pulitzer en 2009 y que lo tenían en mi biblioteca. Y la sinopsis de contraportada, que es la que he puesto. Me pareció que sería una lectura de personaje, que me suelen gustar, y tenía interés en esa toma de conciencia de sí misma de Olive.
Lo que no me esperaba es que en realidad Olive fuera no tanto la protagonista como el hilo conductor para tejer distintas historias, el punto en común de distintos personajes que iremos conociendo a lo largo de las páginas. Eso me despistó al principio, al ver que no sería la historia de Olive la única que conoceríamos, sino que en realidad son 13 retratos hilvanados con sutileza y que serán varias las historias y personajes a los que conoceremos, todos de Maine, todos con algún lazo de unión con Olive (amigos, exalumnos, conocidos, vecinos…).
En ese sentido el título del libro yerra y no juega a su favor, porque esperas encontrarte a Olive y sin embargo a veces aparece de forma muy secundaria en distintos relatos, casi de forma innecesaria, y más protagonista en otros. Eso hizo que me costara unas cuantas páginas hacerme con el ritmo y el pulso de este libro, mientras iba percibiendo destellos, luces y sombras, nostalgias… Claramente de menos a más, pero con ese lastre inicial del título y la sinopsis de contraportada. Me costó cogerle ritmo y he tenido la sensación de que no todos los personajes me interesaban por igual, algunas situaciones me han mantenido a distancia mientras que otras hubiera querido que duraran más, que esos personajes no fueran abandonados y sustituidos por otros, que esa historia y esa sensación me siguiera acogiendo. Pero no era así, Strout los deja en actores secundarios y eso finalmente ha pesado bastante.
Me ha gustado el estilo de Strout, mundano, detallista, fácil, certero, realista… En ese tablero que nos presenta, quizás lo que más me ha llamado la atención ha sido ese acento en lo cotidiano, en lo normal e íntimo, esas preguntas y cuestiones que nos planteamos, a veces de refilón, sobre la vida, el sentido de la misma, el lugar que ocupamos en ella, los afectos, las relaciones, las luchas del día a día, las rutinas que sostienen y a la vez golpean despiadadamente, la dichosa incomunicación (o comunicación cortocircuitada)…
Todo ello en un ambiente que quizás no me ha persuadido mucho, ligeramente desesperanzador, melancólico… Conmovedor en ciertos momentos, especialmente en esos pequeños gestos que engrandecen lo pequeño, es fácil reconocer esos elementos que en forma de interrogante a veces nos asaltan: quiénes somos, cómo nos vemos, cómo nos ven los demás, lo que quisimos ser y lo que somos. Las contradicciones con las que convivimos y asumimos con naturalidad pasmosa. Y por encima de todo, la “mala comunicación”. Cuánto callamos, cuánto decimos, cuánto damos por hecho que los demás debieran de saber. Y como no lo saben al final el reproche termina por aflorar. La vida compleja, la vida enmarañada del día a día, sin prestarle atención y sin embargo tejiendo su tela de araña, meticulosa y metódica, a base de silencios, gestos, detalles, miradas, esperanzas… Una elipsis de lo cotidiano en la que breves pinceladas son suficientes para que infieras la complejidad que subyace en lo aparentemente simple (por habitual)
No he podido evitar acordarme de La balada de Iza. Entre Iza y Olive hay muchas similitudes, especialmente la incomunicación, la frialdad, el no mostrarse, los recelos, la contención, la distancia permeabilizada… Aunque si bien a Szabó se le iba un poco la mano con Iza, sin embargo Olive es tratada con mucha condescendencia por parte de Strout, o al menos yo no conseguí ponerme de su lado salvo en contadas ocasiones y con poco compromiso por mi parte. Olive me ha parecido una persona coherente, de esas personas que creen que el mundo les debe algo y además sin necesidad de pedirlo, pero no especialmente honesta, salvo que confundamos honestidad con coherencia.
A pesar de ser emocionalmente profunda y sensible en muchas ocasiones, me quedo con la impresión de que este libro no me ha ofrecido todo lo que hubiera querido, quizás demasiado desigual, contrastes confrontándose en los dos extremos de la balanza sin encontrar un punto intermedio que equilibrara la lectura para darle ese toque que hubiera sido perfecto. Demasiada desesperanza y pesimismo, la sensación de ser el gris el tono general del libro, y quizás eso me ha impedido disfrutarlo lo suficiente. Me gustan las historias realistas, pero la realidad, pese a su complejidad, sus azotes, su lucha, sus idas y venidas, también es esperanza, reconciliaciones, encuentros, abrazos y tonos alegres. Pero también es verdad que refleja muchos aspectos terrenales y reconocibles con habilidad y acierto. Ahí, sí, me gustó y mucho.
Me han recomendado muchísimo este libro, así que tu valoración me ha sorprendido. Supongo que esa estructura en forma de relatos hilvanados con un personaje en común puede resultar extraña, aunque a la vez tengo curiosidad por comprobar cómo lo resuelve la autora. El hecho de que sea pesimista no me importa; estoy acostumbrada a leer este tipo de historias. En fin, ya te contaré :).
ResponderEliminarBesos.
A ver, Rusta... es de esos libros de los que soy consciente de que el que a mí no me llegara o me diera lo que esperaba no significa que pueda gustar, y mucho, a mucha gente. No es por la estructura, he leído más libros de este tipo y no ha sido ese el problema, ni que pueda incluso considerarse relatos. Y ya ves, el tono pesimista, o tristón, no es precisamente lo que más me asusta a mí (fíjate, entre mis libros preferidos están Stoner, En tierras bajas, Primavera sombría..., que no son precisamente la alegría de la huerta). Algo falló. Quizás esa sensación de que algunas historias (y personajes) hubiera preferido que tuvieran más continuidad, y otras pues me sobraron. Y que en sí, el personaje de Olive, ains... no sé, lo entiendo, me llega, pero... pero. Que sea el personaje principal, o cómo resuelve ese hilvanar los relatos... es que en principio no hay mucho elaborado ahí. Es gente del mismo pueblo, y ahí está ella, una vecina más, la antigua profesora, la esposa, vecina... A veces con más peso y relación y otras pues bueno... más encorsetado el "incrustarla" en la historia, pero claro, en un pueblo ¿quién no se conoce?. Pues eso, ya contarás y hablamos.
EliminarBesos!
Pues me ha llamado la atención esa estructura de relatos hilvanados por la persona de Olive, así que intentaré conseguirlo. Creo que me puede gustar.
ResponderEliminarGracias por tu reseña y un beso.
Pues ya nos contarás Mustis, a mí me dejó un sabor agridulce, pero me alegrará que otras personas lo disfruten más.
EliminarGracias a ti por comentar. ¡Besos!
Yo he leído otro libro de esta autora y sí que me gustó. Quizá me anime también con este a pesar de que no es del todo "redondo".
ResponderEliminarBesos!
Pues lo que sí es verdad es que me he quedado con ganas de leer más de Strout, tengo que investigar...
EliminarBesos!
La verdad es que no me llama nada...
ResponderEliminarUn beso :D
Pues con tanto libro que te estará llamando, la elección está clara :)
EliminarBeso!
Qué original, el que Olive sea el hilo conductor entre todos esos relatos. Y qué pena, que no vea más allá, que no se de cuenta de lo que siente ese alumno abatido, de la resignación del marido, del calvario de su propio hijo... De ¡cuánto la necesitan! Por suerte, la honestidad es el fin del principio.
ResponderEliminarMuy interesante, complejo y audaz. No me extraña que le dieran el Pulitzer. Gracias, Ana. Un beso.
No, no ve más allá. Pero oye, eso es terriblemente normal y cotidiano, no te creas. Más frecuente de lo que nos pensamos. Es más, a mí me pasa a veces, que no me entero :( Más que honesta a mí Olive me pareció coherente, que no viene siendo lo mismo ;)
EliminarGracias a ti, Mere. ¡Beso!
En la familia no se puede hacer oídos sordos a los problemas. Hay que volcarse, no queda otra. Podemos esquivar las preocupaciones en todas partes menos en casa porque si no los atajamos se harán más grandes y nos estallarán en la cara. A largo plazo, la familia es lo único que importa. Un beso
EliminarCierto, la familia es una caja de resonancia para todo: lo bueno, los problemas... No hay escapatoria. Y estoy absolutamente contigo: a la larga, la familia es lo que importa y lo que hay. Esto es así.
EliminarAbrazo!
Llegué a esta novela de carambola. Salía en otro libro o la recomendaba algún autor, no me acuerdo bien. El caso es que con los Pulitzer me pasa como con los Nobel, rara vez me entiendo con ellos. Y coincido contigo en que cuesta mucho meterse en la autoría y en la dinámica del libro que empieza de todo y no acaba de nada así que lo dejé incluso antes de la mitad. A ver si me acuerdo de dónde saqué la idea.
ResponderEliminarBesos
Por cierto, terminé de ver Once upon a time, la tercera temporada es un poco pesada hasta que salen de Nunca Jamás pero luego mola mucho y ahora estoy con la nueva que es la cuarta.
Yo con los Pulitzer y los Nobel tengo de todo un poco, como en botica. A ver, a mí ganas de dejarlo no me entraron, pero quería encontrarme más en el libro, meterme más y como que no, aunque había cosas (y bastantes) que me gustaban eran como destellos, no conseguía pillar continuidad.
EliminarEstoy viendo que con Once upon a time he abandonado antes de tiempo, pero es que no soy muy paciente con las series, y mira que con esta creo que hasta lo fui...
¡Besos!
Al igual que tú, alguna vez lo comencé pensando que trataría de Olive y me descolocó que no era así, y lo dejé por ahí y no lo he vuelto a tomar. Si te ha parecido desigual, creo que seguiré sin retomarlo ;)
ResponderEliminarBesos!
Vaya, veo que no estoy sola en el desierto :) Me pregunto ahora si no hubiera sido que esperaba otra cosa (inducida por el título y la sinopsis) me habría llegado de forma distinta. Creo que me voy a quedar sin saber la respuesta :) Si lo retomas (ahora ya tienes más claro de qué va) ya nos contarás.
EliminarBesos!
Pues yo no lo conocía y no se si llegaría a disfrutarlo después de leerte.
ResponderEliminarQuién sabe albanta, muchas veces el mismo libro es diferente dependiendo del lector...
EliminarSaludos!
Pues no sé si a mí este libro me convencería entonces por su estructura, creo que con todo lo que tengo pendiente lo dejaré pasar
ResponderEliminarBesos
La estructura en sí no es problema, digo así en abstracto, concretamente en este libro no conseguí leerlo como algo engarzado que me hiciera llevadera la lectura que, por otro lado, tiene cosas que me han gustado mucho.
EliminarBesos!
No conocía este Premio Pulitzer, pero entiendo bien lo que explicas sobre el flaco favor que le hace el título. A veces, las editoriales se empeñan en cambiar títulos (o los autores en mantenerlos, a saber...) y el lector sufre las consecuencias. Hubiese sido más honesto apuntar que es un libro de relatos con el enlace común de Olive (a mí me ha engañado la reseña, también pensaba que serían las memorias de una profe especial). Bss
ResponderEliminarClaro, es que imagina que Stoner nos hablara de todos los profesores de la universidad donde daba clases Stoner... pues no ¡no! :) Yo que sé, el mundo de las editoriales es ... curioso cuanto menos. Si es que no te puedes fiar del título, ni de la sinopsis, ni de las portadas, ya me dirás qué referencias tienes para comprarte un libro del que no has oído hablar... En fin...
EliminarBesos!
Me gusta lo que cuentas de esta novela, no la conocía, y aunque siento que este no es un buen momento para embarcarme en su lectura, me gustaría hacerlo en un futuro no muy lejano, así que se irá a la lista interminable ;) Muchas gracias por la reseña.
ResponderEliminarBesos.
Los libros siempre encuentran su momento. No todos los libros, claro (más quisiéramos). El día que le veamos fin a la lista creo que nos va a dar hasta vértigo :D
EliminarGracias a ti por comentar. ¡Besos!
Me pasa con los premios Nobel, Planeta y Pulitzer: nunca son lo que espero. A lo mejor en este libro encuentro algo diferente, pero de primeras no me lo voy a llevar. Un beso.
ResponderEliminarBueno, los Planeta a mí me sirven para descartar lecturas sobre todo jajajaj. Con los Nobel y Pulitzer ya es otra cosa, ahí lo mismo me arriesgo, aunque luego pffff
EliminarBeso!
Me dejas con la sensación de que, aunque tiene sus puntos fuertes, no termina de "cuajar", como si abarcara mucho (personaje) y apretara poco. Así que de esta reseña el que me llevo re-apuntado es La balada de Iza, que además está en mi biblioteca, así que perfecto =)
ResponderEliminarBesos!
No me cuajó a mí, pero no es de los libros que asegure que le va a pasar a todo el mundo. Bueno, en realidad nunca recomiendo ni desaconsejo con contundencia porque los libros son seres vivos, cambiantes en las manos y ojos de quien lee, así que... Menos mal, aunque te llevas reapuntado uno ya no me echas bronca, jajajaj.
EliminarBesos!
Mira que me interesan los Pulitzer, pero ni conocía el libro (a pesar de ser reciente) ni me llama mucho su trama... Cuando he visto tu falta de entusiasmo he comprendido que este libro no es para mí: si a ti no te ha dicho demasiado, seguro que a mí me sucedería lo mismo y no estoy ahora para decepciones literarias... Qué pena porque a primera vista parece un libro de esos que se prestan a varias relecturas. 1beso!
ResponderEliminarMás que falta de entusiasmo es desilusión. Y mira que tiene cosas que me han llegado, sensaciones muy cercanas, pero todo deshilachado, le ha faltado darle puntada para que fuera un (muy) buen libro para mí. En este caso si se presta a relectura es por si lo leo mejor y me llega más, quién sabe...
EliminarBesos!
Para ser sincera, no había leído nunca nada acerca de la autora, ni había escuchado sobre el libro. Me ha llamado la atención, pero lo que más quiero agradecerte es que hayas puesto el nombre de la traductora en la ficha del libro. Creo que a veces están infravalorados, y me parece genial que hayas tenido el detalle de guardarle un huequecito en tu reseña ^^
ResponderEliminar¡Un saludo! ♥
Es el primer libro que leo de Strout, pero no va a ser el último, eso es verdad porque lo que me ha gustado me ha gustado mucho, aunque no haya conseguido ser una lectura "redonda". Siempre pongo el nombre de los traductores de los libros que comento ¿cómo no hacerlo? ¡si no fuera por ellos habría una inmensidad de libros que no habría podido leer!. Yo ante un traductor, casi que me pongo de rodillas y le beso los pies. También pienso que están infravalorados, y mucho.
EliminarSaludos!
¿Desarrollar el personaje de Olive a través de los demás personajes? Me ha parecido entender eso. Un objetivo que no suele ser fácil de lograr y quizás por eso no es todo lo "redonda" que podría ser ¿no?
ResponderEliminarDe todas formas, mira que despista o desvela sin necesidad las contraportadas. Los títulos siempre me intrigan y sé lo difícil que es encontrar uno que guste.
Abrazos!!
Pues ... sí y no... Con algunos personajes sí que son como antagonistas que sirven para darnos un perfil de Olive. Pero con otros, pues no, simplemente pasaba por allí, o ni siquiera. No sé si fue eso, o que yo no lo leí bien, ya sabes que a veces los libros no son lo que esperas y que, quién sabe, tiempo después como que se te enciende la bombillita y ahí lo tienes: claro y meridiano :)
EliminarSinopsis, contraportadas... A veces pienso que las editoriales tendrían que escuchar un poco a los lectores sobre este tema. Pero claro ¿les importamos? (a alguna editorial pequeña me consta que sí).
Abrazo!
A mí no me gustó, Ana, y fue ahí donde empezó mi eterna pelea con los Pulitzer que eso es otro tema pero Jennifer Egan.... ¿en serio? De hecho, son libros parecidos, así hilvanados en los que la esencia de muchos personajes se pierde. Comparo a las dos autoras porque ambas parten de situaciones desesperanzadas, algo banales en caso, ambas llegan a algún destello pero entran en una monotonía de negatividad algo forzada que no me gustó, la verdad. El presi y los Pulitzer ultimamente no.....
ResponderEliminarBesos.
Estamos muy empáticos últimamente Yossi, ajjajaja. Yo que sé, es un libro que gusta mucho, pero a mí me dejó así, con ese sabor agridulce un tanto decepcionante. De todas formas no descarto leer algo más de Strout, tampoco la voy a tirar a la hoguera, necesito al menos otro libro que sea un "no" para descartarla así en general. De Jennifer Egan no he leído El tiempo es un canalla pero es que tampoco me llamaba mucho, pese al Pulitzer. Con Olive sí me dio mejores sensaciones previas...
EliminarBesos presi!
A mi me costó mucho leerlo y terminarlo. Realmente no puedo creer lo del Pulitzer. Me pareció poco, me quedé con ganas de una buena historia.
EliminarLo tengo fichado, pero normalmente no soy muy "amiga" de los premios en general porque suelen dejarme a medias...
ResponderEliminarBesotes
Tampoco soy muy amiga de premios, pero bueno, la curiosidad me puede en muchos casos. La mayoría de las veces suelen decepcionarme...
EliminarBesos!
Estoy contigo en eso de que el dia a dia nos "come" y se impone la incomunicación aunque intentemis que no sea asi. También coincido contigo en que la vida son varias de cal y alguna de arena asi que este libro, por pesimista, lo dejaré pasar (asi le doy un pequeño respiro a la infinita...).
ResponderEliminarUn millón de besos
Totalmente, las rutinas del día a día son como vampiros que nos chupan la energia y la vida. Todo rápido, todo sin tiempo, ni siquiera para sentarte a mirar la luna, yo que sé... Que la vida sea varias de cal y otras de arena, pues bueno, también le da juego, no me importa tanto (salvo cuando toca la de arena, claro).
EliminarPues nada, un boca a boca a tu infinita ;)
Dos millones de besos (anda que vas a quedarte por encima!) :P
Ahora mismo estoy con lecturas más alegres, el ambiente que describes no me acaba de convencer ... lo dejaré pasar :)
ResponderEliminarBesos!
Alegría para el cuerpo y la mirada, Laura, cada cual elige qué libros se acoplan mejor al momento ;)
EliminarBesos!
Hola. Lo leí hace unos años, también de la biblioteca, y la verdad es que me gustó, me gustó más que a ti. Le dediqué una entrada en el blog (http://bartleby-elcuadernorojo.blogspot.com.es/2012/05/olive-kitteridge.html). Anoto la referencia a "La balada de Iza". Miraré tu antigua entrada, a ver qué te pareció. Un saludo.
ResponderEliminarSí, he visto luego tu reseña. Ya digo que es de esos libros de los que soy consciente de que a mucha gente le puede gustar más que a mí. Que tampoco es que me disgustara, pero no fue una lectura redonda, de esas que me deja definitivamente buen sabor de boca, algún condimento me impedió paladearlo adecuadamente. Creo que le falta un paso o dos para que hubiera sido un libro de los que yo llevara a mi sección de prefes.
EliminarSaludos, Jesús!
Lo tengo en la estantería muerto de risa que parece no provocar en sus lectores... Creo que la estructura es original, no tanto el tema. La vida es dura pero, como bien dices, también tiene sus puntos de resplandor. Si todo es negro, me voy. Le daré una oportunidad.
ResponderEliminarSaludos
Me encanta el poema de Szymborska que tienes como la cita del día.
Eliminarjajajaja, no, muchas risas no te vas a encontrar en el libro. Tiene momentos tiernos, eso sí. El tema es muy del día a día, muy de mirarse en el libro y encontrarse. La estructura no sé si es original, la he encontrado en más libros, pero sí arriesgada. Negro no sé, gris, pues sí, o al menos a mí me lo pareció. Si le das una oportunidad ya lo contarás y lo comentamos.
EliminarSzymborska es una de mis debilidades ;)
Saludos!
Pues le llevo siguiendo la pista desde hace un tiempo. Me interesa, pero leyéndote, creo que ahora no estoy en el mejor momento para leerlo. Demasiado pesimista parece. De todas formas, me lo guardo para más adelante.
ResponderEliminarUn beso.
A lo mejor es pesimista por ser muy realista, jejeje... Haces bien en guardarlo, más aun si le seguías la pista, es posible que a ti te llegue más y mejor que a mí, ya nos contarás.
EliminarBeso!
A pesar de tus sensaciones contrapuestas, creo que ahí va a quedarse, en la parte alta de la lista de lecturas deseables, porque aunque sea imperfecta sé que tiene elementos que me van a gustar. Y porque me gusta descubrir por mí misma lo que hay, lo que no, lo que tengo por aprender.
ResponderEliminarBesucos.
Haces bien Zazou, porque mis sensaciones son mías y no tienen porqué coincidir con las tuyas, posiblemente en otro momento me hubiera llegado más. De hecho ya digo que hay partes que me han gustado mucho, pero el conjunto se me desdibujó. Puedo haber sido yo, últimamente estoy muy exigente con lo que leo ;) Ya nos contarás, que me gustará saber cómo te llega.
EliminarBesucos!
No me sonaba de nada este libro. Y por lo que cuentas, no sé, no sé... Me dejas con dudas esta vez.
ResponderEliminarBesotes!!!
Creo que cuando vayas viendo por ahí otros comentarios en otros blogs seguro que te inclinas a leerlo, ni lo dudo, ya verás ;)
EliminarBesos!
Este no va a engrosar mi tan vapuleada lista. Demasiadas dudas ha sembrado tu reseña, un podría ser, pero creo que no, que no es suficiente.
ResponderEliminarBesos
La lista, la pobre, la mía está a punto de ponerse en huelga, ahí ando negociando con ella... De todas formas cuidadín, que si encuentras un par de reseñas positivas de este libro (y hay varias) serás carne de cañón para acabar añadiéndolo a tu vapuleada lista...
EliminarBesos!
Pues viendo todo lo que comentas, lo dejo pasar. Un beso!
ResponderEliminarSi en verdad da igual dejarlo pasar o no, si un libro se empeña acabarás leyéndolo aunque hayas pasado de largo por su lado cuarenta veces :)
EliminarBeso!
Hola, yo también tengo problemas con este tipo de estructuras a base de historias hilvanadas, no suelo enganchar bien, me pasa un poco como con los libros de relatos, para cuando entro en la historia se acaba. Aunque de vez en cuando me encuentro con alguna sorpresa y disfruto como una enana. Un beso.
ResponderEliminarEn realidad no tengo problemas con la estructura... si está bien engarzada, claro. No es tanto la estructura en sí, sino que no se me tambalee por algún lado. Los relatos me gustan, para mí son buenos si me meten dentro de la historia pronto, supongo que ahí está el truco :)
EliminarBeso!
La verdad es que si a ti no te ha convencido del todo...si además le sumas que a mi las historias en forma de relatos aunque estén conectados...no es lo que más me gusta.
ResponderEliminarUn beso!
Bueno, que a mí no me haya convencido de todo no hace ley, desde luego. Pero si no te gustan los relatos ya es otro cantar, aunque no es exactamente un libro de relatos... (y hay libros de relatos muy buenos, espero que te termine de gustar alguna vez ese género).
EliminarBesos!
Iba leyendo la reseña y tenía sensaciones muy dispares, pero finalmente pesan más las pegas y no, no me lo llevo.
ResponderEliminarBesos.
Pues esa disparidad de sensaciones las tuve yo leyendo el libro, así que no lo he contado mal, jajajaj. Creo que lo que pesa, más que las pegas, es la lista de pendientes ¿no? ;)
EliminarBesos!
Pues yo sí me lo apunto...
ResponderEliminarPues ya nos contarás David, me interesan otras opiniones...
EliminarSaludos!
Como garantía el premio Pulitzer no está nada mal. Lo que le falta es tu recomendación que también me parece importante saber las sensaciones que produce en el lector.
ResponderEliminarUn beso.
No te creas, Enzo, los premios no dan mucha garantía de nada, al menos a mí no me la dan. Y mi recomendación no es tal, aunque en realidad no me gusta ni recomendar ni desaconsejar, sólo exponer lo que me pareció la lectura y que cada cual decida...
EliminarBeso!
Me temo que, por lo que cuentas del libro, no irá a la lista de pendientes aunque no sé si temer o hacer una fiesta. El otoño está siendo realmente duro en cuestión de libros apetecibles. Besos
ResponderEliminarPues con esa duda te quedarás, Marisa ¿acierto, error?.... Pero veo que estás rodeada de tentaciones así que déjate tentar por alguna de ellas ;)
EliminarBesos!
En principio, este libro no me atrae mucho, por lo que explicas... Así que sigo con mi Manolita.
ResponderEliminarLo comparas con La balada de Iza, en la que me impregné del esfuerzo que tienen que hacer los personajes para comunicarse, sin ni siquiera lograrlo, ese esfuerzo en no defraudar, en no molestar contrariando los propios deseos, esa actividad por estar siempre a la altura de lo que esperan los demás, supone un esfuerzo que a mi, como lectora, me acabó agotando.
Y tu cita: qué dura es la mirada de esta escritora sobre los demás o sobre ciertas personas, al menos. Me lleva a la reflexión siguiente: muchas veces de los demás sólo nos queda el juicio que emitimos sobre ellos.
Abrazo!
Con Manolita tienes para una temporada, que desde luego no es un libro corto, no... Más que comparar ambos libros, que no tienen nada que ver, comparo a los dos personajes, Olive e Iza, y si Iza te agotó Olive no lo va a hacer menos, te aseguro.
EliminarSobre la cita, la he estado releyendo, porque no entendía que te pareciera dura, pero bueno, al releerlo me he dado cuenta que según cómo lo leas sí puede producir esa sensación. Yo creo que en cualquier caso habla de que ella prefiere ser imperfecta, equivocarse, dejar margen a la espontaneidad, dejarse llevar alguna vez por la intuición, tener dudas... Así lo he entendido yo. Aunque también comparto tu reflexión sobre el juicio que emitimos sobre los demás, pero también estoy de acuerdo con mi querida Szymborska :)
¡Te he echado en falta! ;)
Abrazo!
Sí, la Manolita tiene tela... aunque lo voy a alternar con uno que reseñaste hace poco, "Aromas", me gustó mucho tu reseña (eso no es novedad) sobre todo porque me parece que puede ser un libro muy evocador... me dejó con ganas de oler esos aromas, además es de Claudel. Te contaré.
EliminarAunque no escriba, te leo :)
Besos!
Uf, qué difícil se me hace a mí alternar libros, y más aun esos dos, aunque Aromas es alternable, porque son capítulos cortos e independientes. ES un libro muy evocador, como evocador es el olfato. Creo que te gustará porque te hará recordar, ya me contarás.
EliminarQue no tienes obligación de escribir y comentar, pero me gusta, para qué te voy a decir otra cosa :)
Abrazo!
No será tan profundo ni sensible cuando no has superado el engaño de la sinopsis, lo dejo pasar y lo agradezco, que estoy a tope con mi lista XD
ResponderEliminarBueno, es profundo y sensible, pero tanto la sensibilidad como la profundidad me llegó a ratos, deshilvanado... Sí, oigo a tu lista darme gracias a lo lejos. Y oye, que ya sé que hay confianza, pero mándame unos besos o un abrazo o un algo antes de irte ¿no? ¡maleducada! :P
EliminarBesos! (jejejej)
Por cierto, te ha crecido la v XD
EliminarA mi tampoco me emocionó, posiblemente incluso menos que a ti. La verdad que tengo un problema con los premios últimamente. Parece que me los ponen delante para demostrarme mi mal gusto, porque no consigo... no
ResponderEliminarBesos
Me emocionó a ratos, una especie de hipo emocional, y el hipo es tan molesto... Creo que el problema no lo tenemos nosotros con los premios, sino los jurados de esos premios, que han perdido el norte... Hay libros premiados que sí que son de mal gusto, oye.
EliminarBesos!
Este argumento es un arma de doble filo, por una parte puede ser la obra del año o por otra aburrir entre penas y comentarios hasta que no te diga nada
ResponderEliminarAsí es, y así parece que está siendo para los lectores también: para unos una gran lectura y para otros ni fu ni fa...
EliminarSaludos!
Como me ponga a leer ahora mismo algo pesimista me corto las venas directamente con las hojas de los códigos!! No estoy para estos trotes yo....
ResponderEliminarBesos
Jo, pues no, Carax, tampoco es para eso. Que además los códigos están sobrevalorados ;)
EliminarBesos!
Ainsss... Que no, que no, que ahora necesito algo de positivismo, mis últimas lecturas me han robado alguna que otra lágrima y voy a cerrar el cupo por un tiempo jeje
ResponderEliminarUn besin
Las lágrimas tampoco son tan malas, pobrecillas, mejor que salgan por una lectura que por la realidad...
EliminarBesines!
No se cuál es el origen de mi desconfianza hacia los ganadores de premios. Debe ser como decía William Gaddis, que sospecho que ganan aquellos que el Consorcio Organizador dictaminó que podría ser el más redituable de todos...
ResponderEliminarRespecto del texto, nada. Por aquí, bien, gracias. Pero por tus líneas no parece muy atractivo.
Un beso grande, Ana!
Pues el origen digo yo que será que las lecturas que hayas hecho de ganadores de premios literarios ha resultado ser un chasco... Demasiados intereses detrás ¿no?. Besos, Marcelo
EliminarUf, es que yo no soy para nada de relatos, huyo de ellos como de la peste... aunque si tienen un hilo conductor, tal vez me lo piense un poco mejor.
ResponderEliminarBesos.
Que los relatos no muerde, Azalea!! :D No tiene estructura de relatos, tampoco lo son exactamente, aunque pueden considerarse así, son retratos de distintos personajes que están conectados entre sí...
EliminarBesos!
Creo que éste no me lo apunto, no me llama mucho y luego si son relatos aunque estén relacionados, no sé. No me acaba de llegar el gusanillo.
ResponderEliminarUn besote.
No me pongo nerviosa: seguro que tienes unos cuantos libros para leer sin necesidad de añadir uno más a la lista ¿verdad? ;)
EliminarBesos!
Me atrapó la sinopsis pero luego con tu reseña me he ido desinflando. Aún así apuntas cosas que me hacen pensar que podría resultar una lectura interesante, pero con tanto libros que tengo pendientes creo que de momento lo dejo pasar.
ResponderEliminarMe encanta lo que dices de la vida del día a día.
Besos!!
Á mí también me gustaba la sinopsis, de hecho creo que me gustó más que la lectura :) Tiene cosas interesantes, la verdad, detalles que me gustaron mucho, pero le falto... empastar... El día a día, que nos confunde ;)
EliminarBesos!
La verdad es que tiene buena pinta pero después de leerte no estoy muy segura... Gracias, de todas formas, por descubrírmelo.
ResponderEliminarAbrazo!
Bueno, ahí queda a tu disposición. Ya lo conoces, quién sabe si con el tiempo... ;)
EliminarAbrazo!
El problema que le encuentro yo a las historias con tantos personajes en los que ninguno adquiere el carácter de principal/es, es que es más difícil conectar con ellos porque desaparecen sin estar mucho tiempo en la historia y no hay sensación de continuidad en su evolución.
ResponderEliminarReconozco que la sinopsis me llamó la atención, y mucho, pero en base a ella y al título me hice una idea diferente de lo que es el libro en realidad. Como tú, también me imaginé una historia de personajes donde Olive fuera la protagonista principal y a la que seguiríamos durante toda la historia.
Besos!
No, si en verdad al final Olive es bastante prota. A mi me gustaba también su marido y otros... pero claro, no sé, tanto batiburrillo... Algunos personajes hubiera querido quedarme un rato más con ellos, otros fue un visto y no visto... Sin embargo el poso que deja al final no es malo, pero hubiera querido otra cosa para esta lectura. No es una lectura mala, sólo que no respondió a lo que me pedía el cuerpo (lector) :)
EliminarBesos!
Leyendo la sinopsis, promete mucho, pero al leer la reseña parece que te ha dejado un poco fría. No suelo guiarme mucho por las reseñas (al final acabo leyendo lo que me da la gana, lea o no las reseñas), pero a veces me hacen planteármelo :/
ResponderEliminarUn saludo,
Las sinopsis no son muy de fiar últimamente :) A ver, yo depende de quién, de la reseña, del libro, pues sí lo tengo en cuento y me lo anoto si algo me hace "tilín". Ahora sí, el cuándo lo voy a leer... eso ya es un misterio ;)
EliminarBesos!
No había podido pasar a leer tu reseña, últimamente tengo muy poco tiempo para visitar los blogs amigos y comentar. Es verdad que esta novela es nostálgica y algo pesimista. Quizás a mí me ha pillado en un momento emocional determinado (dos de mis hijos se han independizado hace poco), el caso es que me metí de lleno en la historia y en los sentimientos de los personajes, y me llegó mucho. De hecho he sacado de la biblioteca una novela anterior de la autora, Amy e Isabelle, y espero leerla enseguida. En cambio, el Premio Pulitzer de Jennifer Egan que comentabas con Yossi, no he podido acabarlo, no me transmitía nada y lo he dejado para mejor ocasión.
ResponderEliminarBesos
Cierto que tu momento emocional predispone más que el que a lo mejor tenía yo. No es una mala novela, pasado el tiempo queda una atmósfera rondando por mi cabeza, pero no sé, y mira que no reniego de libros tristes, pero el pesimismo que subyacía página a página no me acababa de cuajar. Ahora sí, hay emociones muy bien descritas e inteligentemente refeladas. Leeré más de Strout, posiblemente también Amy e Isabelle
EliminarBesos Pilar y aúpa!
¿Habéis visto la adaptación que ha hecho la HBO de la novela? Otra gran joya de la HBO. Ayer le dediqué un merecidísimo post homenaje en mi blog. Os lo dejo por si tenéis curiosidad ;)
ResponderEliminarhttp://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/11/olive-kitteridge-una-mujer-dificil.html
Saludos!
Tremendamente conmovedora y escrito de una forma impecable. Estoy de acuerdo que algunas de las historias enganchan más que otras y es cierto que en algunas como "la pianista" o "concierto de invierno" Olive se infiltra en la historia casi con calzador. Pero aún todo esto, me ha emocionado muchísimo, su forma de tratar el paso del tiempo, la incominicación entre las parejas, la resignación, los sueños olvidados es perfecta. La autora me parece que tiene una gran sensibilidad al presentar los personajes, sin decir demasiado de ellos, como si el lector fuera un vecino más de Crosby que ya conoce a sus habitantes. En ocasiones mientras estaba leyendo alguno de los relatos imaginaba que aparecía Kevin (el ex alumno), o Jane y Bob (los entrañables ancianos) o Nina (la adolescente anorexica), pero no, la historia seguía su curso y los personajes de cada relato perdían su protagonismo con el punto final de cada historia. Excepto Olive, que observa todas estas historias y evoluciona con cada una de ellas, en ocasiones nos parece odiosa y en otras empatizamos con su forma de actuar y ver la vida. En un canto a la vida, quizá no a una vida alegre, pero vida al fin.
ResponderEliminarSaludos!
He repasado mi propio comentario a raiz del tuyo, porque creía que había sido más "dura" con esta lectura, pero en realidad creo que reflejé bien lo que sentí en el momento que lo leí, sobre todo porque es la sensación que me sigue perdurando. Es verdad que valoro mucho la mirada que Strout hace sobre lo cotidiano, que en ese sentido emociona, que hay personajes que calan muy dentro. Pero no sé, quizás que Olive no supo "acogerme" como esperaba, no de una forma continua, hizo que eso fuera un lastre complicadillo para que fuera una lectura redonda.
EliminarEn realidad la vida no es alegre. Solo lo está a ratos ;)
Un abrazo.