Título original: Des éclairs
Traductor: Javier Albiñana
Páginas: 160
Publicación: 2010 (2011)
Editorial: Anagrama
Categoría: Narrativa
ISBN: 9788433978264
Sinopsis: Gregor ha inventado y descubierto
todo lo que va a ser útil durante los próximos siglos: la transferencia
inalámbrica de energía eléctrica mediante ondas electromagnéticas, la corriente
alterna, la bombilla sin filamento y la radio, entre otras cosas. Pero, ¡ay!,
tiene dificultades con sus asuntos personales, quizá porque la ciencia le
interesa mucho más que el beneficio. Aprovechándose de este rasgo de su
carácter, otros científicos acabarán robándoselo todo. Y a Gregor, como única
distracción, y ocupación, sólo le quedará la compañía de los relámpagos y el
teatro de los pájaros.
Nos encontramos en realidad ante una biografía
novelada de Nikola Tesla. Me gustan los libros con los que aprendo cosas, y
este libro me ha permitido profundizar tanto en el personaje de Tesla como en
todo lo que le rodeaba. Además cuando empecé a leerlo no sabía de qué iba, con
lo que me ha agradado doblemente.
Nikola Tesla es de esos personajes históricos a los
que la historia les mira de lado: un gran inventor, con numerosas (numerosísimas)
patentes, que ideó muchísimas cosas que a día de hoy son tremendamente útiles y
del que se han aprovechado otros inventores, como Edison o Marconi. Pocos saben
que en realidad el inventor de la radio no fue Marconi (que en realidad utilizó
una patente de Tesla), porque varias personas, por decirlo de alguna manera, “estaban
inventando” la radio a la vez, Tesla entre ellos. De hecho En 1943, la Corte
Suprema de los EEUU lo acreditó como el inventor de la radio.
Pocos saben también que Thomas Alva Edison envidiaba profundamente a Tesla y que una consecuencia de la rivalidad entre
ambos (más de Edison hacia Tesla que al revés) fue el (desastroso) nacimiento
de la silla eléctrica. Todo surgió por la conocida como Guerra de las corrientes, un auténtico duelo entre la corriente alterna
(desarrollada por Tesla) y la corriente continua (promovida por Edison). Para
desacreditar la corriente alterna, Edison comenzó a electrocutar animales (llegó
a “ejecutar” a un elefante, Topsy) utilizando para ello la corriente alterna. Cuando en
Nueva York andaban buscando nuevos métodos de ejecución (por entonces se
utilizaba la horca), Edison ideó la silla eléctrica que utilizaba la corriente
alterna (de forma que los consumidores optaran por la corriente continua,
porque se supone que no desearían tener en sus casas una corriente capaz de
matar a un ser humano). En realidad la silla eléctrica la ideó un empleado de
Edison, pero este la promovió para desacreditar a Tesla y su corriente alterna. ¡Y a mi que me caía simpático Edison! (no recuerdo porqué, creo que por alguna película sobre su vida que vi cuando era una cría)
Estas y otras anécdotas aparecen en el libro de
Jean Echenoz. Pese a lo curioso y llamativo de muchos hechos que narra y novela Echenoz no cabe duda que uno de los
aspectos más atractivos y sugerentes del libro es la propia personalidad de
Nikola Tesla (en la novela, Gregor). Hoy en día se piensa que Nikola Tesla tenía el Síndrome de Asperger, y
eso explicaría tanto su tipo de pensamiento (rígido, analítico, visual) como su
comportamiento (carecía de habilidades sociales, incapaz de darse cuenta de las
normas sociales no escritas, tremendamente ingenuo emocional y afectivamente, “poseído”
por numerosos tics y manías…). Su personalidad y su “presunto” Síndrome de
Asperger provocaba situaciones como que se aprovecharan de sus numerosas patentes, de los que no supo (ni quiso) sacar provecho económico, ni de sus inventos, permitiendo que otros acabaran
utilizando sus patentes para hacer negocio de ellas o aparecer como los
inventores de aquello que había ideado el propio Tesla, a quien sólo interesaba
la ciencia (y no sus beneficios –ni económicos ni sociales-). Su ingenuidad, su
falta de ambición (la ambición es algo muy vinculado a lo social)… provocará que
Tesla pase de estar en lo más alto social y económicamente a morir en la
miseria y olvidado. Talento y soledad (algo muy vinculado a las personas con
Síndrome de Asperger).
Hay que decir que Relámpagos forma parte de una
trilogía, que Echenoz empieza con “Correr” (sobre la vida del atleta Emil
Zàtopek) continúa con “Ravel” (sobre la vida del músico Maurice
Ravel) y finaliza con “Relámpagos”.
Aunque el propio Jean Echenoz dice que “Relámpagos”
no es una biografía, sino una ficción basada en Nikola Tesla, también es verdad
que menciona muchos hechos y anécdotas reales junto con otras partes pertenecientes
a la ficción, pero basadas en datos reales. Nikola Tesla es un personaje
interesante de conocer, pero además Jean Echenoz nos habla de su vida (de la de
Gregor) de una forma ágil, asequible, divertida, irónica y entrañable. No cabe
duda de que el autor está bien documentado, pero además creo que se aproxima de
una forma muy realista y respetuosa hacia el personaje de Nikola Tesla. Es una
novela corta que recomiendo. Es el primer libro que leo de Jean Echenoz y ya
tengo en reserva los otros dos que componen esta trilogía.
Tesla y Edison |
La elefanta Topsy electocutada (razón por la cual Edison pasará a formar parte de mis personajes más odiados) |
Tesla anciano y arruinado |
Museo de Nikola Tesla en Belgrado |
Me ha desilusionado mucho el libro. Jean Echenoz no se ha documentado bien sobre Tesla, le desmitifica reduciendole a un pobre chiflado. Hasta la Wikipedia es mas interesante que su narración, porque solo los hechos objetivos de la vida de Tesla son mejores que esa narración de Echenoz. Dedica la mitad del libro con el rollo respecto a las palomas. Primero le dedica numerosas paginas a describirnos los asquerosas que son... Pero no hace ni siquiera algún comentario respecto que su fascinación con las palomas tenía que ver con las habilidades magnéticas, de orientación, que tiene el cerebro de estos animalitos. Es fascinante que Tesla lo intuyó hace mas de 100 años cuando nada sabía de ello. Se le nota la antipatía hacia el protagonista. Tambien narra de sus patentes en tono descalificador pero sin dar argumentos científicos para ello, solo argumentando que el tipo tenía síndrome de diógenes. Hasta le pinta de prepotente y mal educado y nada iene que ver con Tesla.
ResponderEliminarMe gusta la critica de Robero Bartual sobre dicho libro "Los alegatos de Tesla en su autobiografía son tan increíbles como el western de ciencia-ficción que Thomas Pynchon construye en torno a él en su novela Contraluz, pero por lo menos ponen de manifiesto lo que Echenoz no ha sabido ver: que de nada sirve escribir sobre Tesla si no se cree en él. Reducir a Tesla al nivel de un simple chiflado con síndrome de Diógenes, como hace Echenoz, es destruir la esperanza –quizá vana, pero al fin y al cabo esperanza– de que al menos una persona, a lo largo de aquel terrible siglo XX, deseó algo bueno para la humanidad e incluso quizá pudo llegar a conseguirlo".