Páginas: 112
Publicación: 2004
Editorial: Mondadori
Categoría: Narrativa
ISBN: 9788439711650
Sinopsis: Al igual que con María dos
Prazeres en Doce cuentos peregrinos, el
protagonista, un hombre viejo, encuentra el amor en el final de su vida, cuando
la única aventura que le quedaba era la muerte. Esta es la historia de una
relación de amor y sexo entre un anciano periodista y de una niña de clase
obrera, que vende su virginidad para ayudar a su familia. La acción de la
historia comienza a partir del 90º cumpleaños del narrador en la ciudad de
Barranquilla.
Para
hablar de García Márquez, Gabo, hay que ponerse de pie. Hasta su peor novela es
una buena novela. No sé si esta en concreto es la peor porque creo que no me he
leído todos sus libros, pero desde luego no es de las mejores.
Pero
Gabo es un grande, siempre es aconsejable su lectura aunque sólo sea por la
experiencia acumulada, el manejo del lenguaje, porque hace literatura. Y no hay
tantos escritores que hagan literatura (y buena) tanto tiempo seguido.
Sin
ser su mejor obra, es un relato de lectura fácil y amena. Gabo teje con su
maestría habitual el mundo interno de un nonagenario que mentalmente posee aún
mucha juventud, pero que, inevitablemente, tiene que enfrentarse a la realidad
de su edad. Más alejado del realismo mágico, aunque tal vez no tanto como he
leído.. (¿o sí?). Solo Gabriel García Márquez
puede hablarnos de las vivencias amorosas, del amor, de un señor de 90 años. ¿Y
cómo no aconsejar leer a Gabriel García Márquez? Sabe como nadie seducir al lector,
siempre es un placer leerle.
Se ha
estrenado ya la película basada en el libro, que mantiene el título, Memoria de mis putas tristes. Y como era esperable, pasará con más pena que gloria. Hay
escritores que son únicamente para disfrutar leyendo, y que difícilmente se puede trasladar
a la gran pantalla todo su talento literario.
Este
es el tráiler oficial de la película
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En este blog NO se hacen críticas literarias ni mucho menos reseñas. Cuento y me cuento a partir de lo que leo. Soy una lectora subjetiva. Mi opinión no convierte un libro en buen o mal libro, únicamente en un libro que me ha gustado o no. Gracias por comentar o, simplemente, leer