Traductor: Enrique de Hériz
Páginas: 96
Publicación: 1975 (2014)
Editorial: Navona
ISBN: 9788416259007
Sinopsis: Tras diez años de matrimonio, Laski y Diane están a punto de tener un hijo. La noche en que ella rompe aguas marca el inicio de un período de extrañeza, donde acciones tan comunes como calentar el motor de la camioneta o recorrer la carretera entre su cabaña y la ciudad, cobran una resonancia especial, fruto de la urgencia pero también por integrarse en una experiencia que cambiará sus vidas. Ya en el hospital, descubren que el bebé llega de nalgas...
Qué razón tiene Galeano. Galeano y sus frases (envolviendo caballitos de mar, historias mágicas y sorprendentes). Yo no seré historia, no haré historia, pero estoy hecha de historias. Muchas. Y este libro tiene, también, la suya. Y es por eso que una lectura que normalmente hubiera finalizado de una sentada, la hice en dos. La vida a veces es una metáfora de sí misma: ha sido como cruzar un precipicio en dos saltos. Algo que define muy bien mi momento personal. Un precipicio. Dos saltos. El batacazo es inevitable. Pero ¿cómo evitar la caída? Con la verdad del corazón. Y con tiempo.
Ella también ve dentro de mí; quizá vea la inquietud de mis días, como veo yo la suya. Sintió que estaban juntos, entonces, en un nivel nuevo, más viejo, más sabio, con el dolor como nexo de unión.
Hoy, bastantes días después, me levanté decidida a terminar el libro. Página 49. Hasta ahí la sensación lectora era “qué vacío”. Eso pensé y escribí cuando dejé la lectura en ese punto. Yo qué sabía... Pero la historia continuó. Y como dice mi niña del faro, “tuvo un final (siempre lo hay), pero la historia fue más allá de su propio final (siempre es así)”.
Y lo terminé. Joaquín Sabina dixit: “Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido”. La vida no se detiene. Nunca. Aunque la tuya lo haga. Comentaba en La orilla del mar que me costaba leer últimamente porque lo que leía siempre me decía algo a mí, a la persona, no solo a la lectora (aunque somos la misma). Y El nadador en el mar secreto también tenía algo que contarme. Dos historias. La que contenía en el interior y la que transcurría en el exterior.
Crujido.
Él sólo reconocía las olas que volvían a llevárselos a un lugar en el que estaban solos en un amor y una tristeza que nadie más podía compartir, solos y cada uno aferrado al otro en aquella realidad…
Historias… Kotzwinkle nos cuenta una historia en 96 páginas. En menos, pero quién necesita más... La escribió después de enterrar a su hijo, con lágrimas en los ojos desde la primera hasta la última página. Una historia triste. Un momento de su vida. Lo hace de forma sencilla y bella a la vez, quizás como es un poco el dolor, ese que transcurre por dentro, en el regazo de la intimidad. ¿Acabo de decir que el dolor es bello? Lo es, en cierta forma, cuando es puro, personal, profundo y honesto, cuando surge de la pérdida de aquello que se ama. Y digo que es bello porque el amor está ahí. El amor al hijo. El amor. Las lágrimas de Kotzwinkle se deslizan entre mis dedos y humedecen la lectura. Cuando el alma duele las lágrimas dignifican y limpian. Purifican.
Dolor y mar. El mar como umbral entre inicio y fin. Un fin sin final. Utilizar el mar como metáfora del amor, de la esperanza, los sueños, la alegría y el dolor parece un recurso fácil. Lo es. El mar da tanto juego… Pero que sea fácil no supone necesariamente que se haga bien. Kotzwinkle lo hace bien. Su lenguaje es evocador y sugerente. Sin tretas. La verdad de los sentimientos no las necesita. De alguna forma frases sencillas, escuetas, que te encuentras en muchas lecturas (“Todo irá bien”. “¿Quieres algo? –No, sólo a ti”. “Yo sólo quería estar contigo, Diane, los dos viviendo juntos sin problemas”) consiguen removerme. Eso enlentece mi lectura, así que tomo asiento en mi propio mar interior y secreto, mientras que con una mano acaricio las paredes de mi faro imaginario. Y leo.
El viento te hace libre. Los vientos y el sol te hacen grande.
Cuando empecé a leer el libro no sabía de qué iba. Órdenes son órdenes y yo (a veces) soy obediente. Una vez que lo tuve en mis manos (...) las pistas no eran muchas, salvo las del corazón. Nada más empezar ya sabes qué te va a contar. Así que la curiosidad se desplaza del qué al cómo. Por ahí me tenía que ganar. Y es fácil ahora ganarme, que hasta las comas y los acentos me sugieren y evocan… todo.
Me gusta contar historias, me fascina que me las cuenten. Kotzwinkle me cuenta la suya. Una de las muchas que tendrá y le harán, como todas las personas. Podría ser un cuento sin hadas, brujas ni titiriteras. Aunque sí con un lobo feroz: la muerte. Contar la muerte no es tarea fácil. Contar la de un hijo que se va cuando apenas ha llegado es… tremendo y desgarrador. Contarlo con la dulzura con que lo hace Kotzwinkle es un arte. Quizá la clave está en que cuenta la historia desnudando su alma. Y eso me gana. Siempre.
Ha sido una sensación muy fuerte y estoy intentando fluir con ella.
No es un libro que al terminar deje una sensación agradable. Pero sí una sensación humana. Quizás esté sobrevalorado. Puede ser. Pero la fuerza de una lectura está en lo que sugiere y provoca a cada lector. Yo soy carnaza ahora mismo. Termino pensativa, movida, tocada, frágil… O quizás es que así empecé la lectura. En cualquier caso, por la historia interior del libro, o bien por la exterior, ha sido una lectura especial.
Al terminar la lectura acudí a un artículo sobre este libro de Rosa Regás que en su momento no leí para llegar a la primera página sin nada previo. Qué cosas. Leo: "Mientras leía este extraordinario libro, pensé que nada ha de ser más reconfortante, nada más emocionante que conocer un episodio fundamental de nuestra vida si nos lo narra la persona que amamos, la que puede decir igualmente que es su propia historia la que está en juego". Amén, Rosa, amén. Cuéntame una historia y no me sentiré sola.
Sólo hemos de seguir adelante, con los ojos abiertos, contemplando con atención lo que hacemos, sin pensar en nada ajeno a la tarea. Entonces, fluimos con la noche.
Sabré hacerlo. Gracias por el libro. Y por esto, por aquello, por lo otro y por todo.
****************
¿Vuelvo? Nunca me he ido, no del todo, como casi siempre que me voy algo (poco o mucho o todo) de mí se queda. Los libros siempre me han dado, vuelvo a ellos para encontrarme. Y contarlo. Y contarme. Quiero dar las gracias a todas y cada una de las personas que habéis dejado cariñosos mensajes de apoyo y ánimo hacia mí en el blog o en mi correo. Todo suma. Gracias de corazón.
Ana ha vuelto, bienvenida Ana!!! Has vuelto más tú que nunca, distinta, pero multiplicada. Dios, Ana, has vuelto a emocionarme desde la primera línea, escribiendo como tú escribes, de la única manera que sabes hacerlo, honesta, real, destilando vida en cada palabra, desde las tripas. He sentido la necesidad imperiosa de escribirte, sin ni siquiera terminar de leer la entrada, que ahora ya paladearé con calma. Bienvenida, Ana, catadora de libros!!
ResponderEliminarAna no sé si ha vuelto, pero espero que la actividad en el blog sí. Es cierto, distinta, así tiene que ser, quiera o no. Qué fácilmente emocionable eres ;) Pero es cierto que escribo de la única forma que sé hacerlo, que no sé si será como tú dices, pero es la única que sé. Cómo me gusta lo de catadora de libros :)
EliminarUn abrazo
Has visto? He sido la primera ;), pero se me olvidó agradecerte el enlace, gracias!!
ResponderEliminarInformación privilegiada... así es fácil ser la primera ;) Nada que agradecer, más bien al contrario.
EliminarOtro abrazo
Este libro me lo encontré el otro día y recordé que alguien lo había recomendado. Aunque no me seduce muchísimo, sí que me atrae y supongo que algo tiene que tener.
ResponderEliminarPor cierto, sea cual sea la causa de que seas carnaza, y, aunque supongo que una palabra sirve de poco: ¡ánimo!
Es un libro que está de moda, sí. Tiene honestidad sobre todo, honestidad y verdad de sentimientos. Es cortito, sencillo, realista, íntimo..
EliminarUna palabra sirve de mucho Caminante, cuando sale del corazón ;) Gracias
Un abrazo
Siempre es bueno leerte, Ana, qué gusto me da, y además vienes hoy con una recomendación muy especial, una que me encantaría leer, aunque voy a darle un tiempo más porque creo que no es buen momento para ir por ella. Te envío mucho ánimo para que superes también ese batacazo, de corazón a corazón te deseo lo mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Aglaia. La recomendación es especial, el libro lo es para mí. Gracias por tus deseos, no me hace falta lo mejor, me conformo con... seguir adelante.
EliminarUn abrazo.
Me he emocionado, de verdad. Solo tú sabes escribir así. Besos
ResponderEliminarAgnieszka!! Creo que es la primera vez que te "veo" emocionada... Gracias.
EliminarUn abrazo.
Después de leerte no sé que decir, me has dejado sin palabras. Besos.
ResponderEliminarEs difícil dejar a alguien sin palabras, espero que sea algo bueno ;)
EliminarUn abrazo
Te echábamos de menos. La verdad es que el libro me llama la atención. Ya lo tengo en la lista de pendientes. Bienvenida de nuevo y te ha quedado genial el blog. Un beso.
ResponderEliminarGracias Lady. Lo cierto es que hasta yo misma me echo de menos... Tu lista de pendientes será antológica, seguro, pero ya verás que le encuentras hueco a este nadador. Gracias.
EliminarUn abrazo.
Muchas gracias por la recomendación...desde luego, que leyéndote, entran ganas de ir tras el libro en poco tiempo. De momento, esperaré...las estanterías están a rebosar y el cuaderno de libros en espera también...pero ahí va...bien apuntado, para cuando llegue el momento.
ResponderEliminarUn placer leerte, me alegra saber que estas de vuelta, a pesar de que nunca te has ido
Un beso y que tengas una buena noche/día...
El libro te lo vas a encontrar mucho, ya verás. Mis estanterías también están a rebosar y tristonas de lo abandonadas que las tengo. Nunca me voy del todo, lo que no sé si es necesariamente algo bueno, más bien no, pero es lo que hay :)
EliminarUn abrazo
Vengo demorado, como el tren del chiste. Hace ya tiempo que leí en tu blog un artículo que animaba (mucho) a leer "La orilla del mar", así que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, ya que en este artículo citas ese libro, dejo un par de apuntes y lo haré al hilo de otro titulado "Mi amor desgraciado", de Lola López Mondéjar, que me da la impresión de que se basa en el mismo hecho real. Es también un libro interesante, pero con un tratamiento del asunto muy distinto. El de Olmi, como decíais tú y algunos otros comentaristas, es impresionante, porque el tratamiento es muy íntimo y bastante crudo. A la protagonista dan ganas de estrangularla desde la primera página, deberían hacer libros interactivos de verdad, pero es que, fuera de bromas, el horror de este libro está en ir viendo cómo ese ser monstruoso va a descargar toda su frustración, su inutilidad y su fracaso en los pobres niños. Los personajes de estos son otro logro del libro, porque están muy bien dibujados, cosa con mucho mérito en un libro tan breve. ¿Qué me dices de ese Stan, que está claro que lo ve venir todo? Grandioso y trágico. Es un libro que hay que leer más de una vez, porque importan en él más las numerosas reflexiones que los hechos. Por cierto, con una temática parecida y también muy bueno: "Los enemigos", de Tomeo. Perdonadme tú y el resto de lectores el desbarre.
ResponderEliminarAnoto el libro de Mondéjar y el de Tomeo, que no conocía. La verdad es que yo no tuve esas ganas de estrangular a la protagonista, fueron otras las sensaciones, aunque me quedo con la idea de libro interactivo, que es verdad que muchas veces dan ganas de intervenir en lo que ocurre dentro de la historias que lees. Los personajes del libro de Olmi son... impresionantes. Pero yo no juzgo a la madre. Es un libro crudo, mucho, que me impactó una barbaridad.
EliminarNada que perdonar, nunca, ni desbarre ni demora, siempre eres bienvenido.
Un abrazo
Te echaba ya de menos. Y encima vuelves con una reseña fantástica, que ha llegado hasta a emocionarme. El libro ya lo tenía apuntado, pero me parece que no va a llegarme tanto como tu reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias Margari, ya digo que hasta yo me echo de menos... Pues mira que andáis emocionables por aquí. Apañados vamos, tal y como estoy yo :)
EliminarUn abrazo
Es una novela muy dura que he leído esta semana. Tienes razón quizás el libro llegue porque es una lectura directa en la que vemos sinceridad.
ResponderEliminarEs dura, porque es duro lo que cuenta y porque ver un alma desnuda siempre es duro. Pero así es la vida.
EliminarUn abrazo
Me alegro mucho de volver a leerte. La reseña me ha parecido preciosa, y no sé si ha sido por lo que cuentas o la manera de contarlo que creo que el libro me va a gustar.
ResponderEliminarUn beso grande
Gracias Abril, ando leyéndote también :) La manera de contar lo que leo es la que es, no sé hacerlo de otra forma. Y creo que tampoco quiero hacerlo de otra forma, la verdad. Soy yo, soy yo, soy yo (como decía Sylvia Plath).
EliminarUn abrazo
Es un libro que tengo muchas ganas de leer, siento curiosidad aunque también por las opiniones que he leído pienso que quizás ahora no sea el momento adecuado para acercarme a su historia. Me alegra mucho tenerte de nuevo por aquí
ResponderEliminarBesos
Cada libro tiene su momento, siempre eligen ellos aunque pensemos que lo hacemos nosotras. Gracias Tatty, intento retomar(me).
EliminarAbrazo
Una grandísima reseña.Me han entrado ganas de leer el libro.Gracias por contarlo de una manera tan genial.Me lo apunto
ResponderEliminarGracias! Es bueno que te entren ganas de leer el libro, pero como acabo de decir, será él quien te elija a ti ;)
EliminarUn abrazo
Es estupendo que estés de vuelta de nuevo. Echaba mucho de menos estas entradas tan emotivas e intensas.
ResponderEliminarEs casi imposibie no salir corriendo a buscar el libro. Sin embargo, contendré el impulso y dejaré que repose un poco para luego tomarlo con una optica un poco más objetiva.
Besos
En ello estoy Jara, intentando sumergirme de nuevo en la lectura. No me está siendo fácil, la verdad, pero... tiempo es lo que tengo. Tú sabes leerme, conteniendo el impulso y dejando reposar es como hay que hacerlo. Soy muy visceral y hay que "filtrarme" ;) O no...
EliminarUn abrazo
Marga ya nos puso los dientes largos con este libro. Tengo la sensación de que es uno de esos libros que hay que leer independientemente de que te atraiga o no. A mí sí me llama la atención y espero tener suerte en el sorteo de Marga. Besos.
ResponderEliminarEspero que tengas suerte en el sorteo. Es un libro que está "pegando" fuerte, así que la lectura parece casi obligatoria, pero cada libro es un mundo y cada lector... muchos más :)
EliminarUn abrazo
Preciosa la reseña. No puedo resistirme a los libros que hacen bello el dolor ni a los autores que desnudan su alma. El título ya lo tenía apuntado porque últimamente lo veo mucho por ahí pero no he podido evitar pasarme a conocer tu opinión porque me encanta leerte.
ResponderEliminarBesos!!
Gracias... Me alegra que tú también sepas ver ese lado bello en el dolor, que no es fácil de entender. Un alma desnuda sí que es realmente bello y poderoso. Siempre. Se ven pocas a lo largo de la vida, no creas. A mí me encanta que te pases por aquí.
EliminarUn abrazo
Esta historia me da muchísima pena incluso cuando la contáis en las reseñas. No es para mí aunque entiendo el tipo de dolor al que te refieres sigue siendo dolor y ahora mismo no me viene bien. Pero la mención de La niña del faro me ha traído un buen recuerdo.
ResponderEliminarBesitos
Es una lectura triste, lo que cuenta lo es, Norah, no te voy a decir lo contrario. Pero también es verdad que a mí ahora todo me da mucha pena... De alguna manera hay que enfrentarse a todo.
EliminarMe encanta que la mención a La niña del faro te traiga un buen recuerdo. Ha sido un libro clave en mi vida. Lo es.
Un abrazo
Hola de nuevo. Alegría leerte aunque cuentes cosas tristes, significa que el corazón sigue latiendo, la vida tiene mucha fuerza. Yo ahora estoy en los inicios de un libro tambien sobre la muerte, un asesinato, y cómo con los datos que va recogiendo de aqui y de allá la niña protagonista recompone el relato de la muerte del padre. Se titula "Es un decir" de Jenn Diaz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola :) Cómo me gusta verte por aquí. El corazón late, qué se le va a hacer. Como dices, la vida tiene mucha fuerza. A veces hasta demasiada. Pero a veces es necesaria esa fuerza. Conozco el libro que mencionas, he visto comentarios un poco de todo, lo tengo anotado como libro para leer y decidir por mí misma :) Le llegará su momento, como todo.
EliminarUn abrazo
Lo terminé ayer, bueno en realidad, lo empecé y lo terminé ayer, mejor dicho. Y sí, sí que me parece que el dolor, cuando es de una pureza extrema como este, es hermoso, aunque parezca una barbaridad. Un pequeño libro que nadie debería dejar de leer y cuyas reseñas deberían ser todas como esta que nos traes hoy aquí: sin desvelar, poniendo marco. Bss
ResponderEliminarYo tardé días en terminarlo, aunque en dos veces. Cosas. Me alegra ver que también aprecias esa belleza del dolor, cuando es puro, honesto, verdadero, sin retorcimientos ni triquiñuelas. Es un libro para leer. Sobre las reseñas, no comento, pero (te) agradezco (creo que no suelo desvelar, aunque sí desvelarme).
EliminarUn abrazo
Lo apunto, Ana. No se cuándo llegará -si llegará!-, pero estaré atento.
ResponderEliminarUn gran beso.
Todo se andará Marcelo, es un libro nuevo, ten paciencia. Ya veré qué se puede hacer ;)
EliminarUn gran abrazo
Tu reseña invita a leerlo, pero la verdad es que el tema me asusta bastante. No estoy segura de querer enfrentarme a ese tipo de dolor, al menos por ahora.
ResponderEliminarAbrazo!
El tema es incómodo, triste. Conviene cierta distancia, justo la que yo nunca consigo tener :)
EliminarUn abrazo
Bienvenida de nuevo, aunque nunca he tenido la sensación de que estuvieras ausente porque he pasado por tu blog varias veces para leer aquello que había dejado en el tintero. Después de tu reseña, tengo la sensación de que has tenido entre las manos un libro reconfortante, sanador y, en cierto modo, puro. No sé muy bien explicar esto último, tendrás que perdonarme. Abrazos.
ResponderEliminarGracias Marisa, qué paciencia la tuya. Y qué amabilidad. El libro es reconfortante, quizás terapéutico, para el autor. Puro sí que lo es, porque puras son sus emociones. No hay nada que perdonar ¡faltaría más!
EliminarUn abrazo
Ana, querida, gracias por volver y traer libros interesantes.
ResponderEliminarEl dolor no es bello, es más bien feote. Bello es lo que los eres humanos a veces logran hacer con él.
Besos a tutiplén,
Sonia
Gracias a ti por estar por aquí, Sonia. Las emociones y los sentimientos al fin y al cabo son lo que hacemos con ellas y ellos... :)
EliminarAbrazos a tutiplén
Difícil historia, y dura, titiritera. Me acercaré a ella cuando sea el momento adecuado. Gracias por estar ahí. Por volver y por tus historias.
ResponderEliminarUn gran besazo.
Difícil y dura, sí. Gracias a ti por estar aquí, Izaskun, de corazón (y por pedirme que te cuente una historia...)
EliminarUn gran abrazo
Creo que nos traes un libro bastante especial, porque es de esos que llegan al alma. Cuando un autor escribe por su propia experiencia, eso se nota, hace las vivencias más humanas, las conversaciones más reales y si éstas son más cortas pues que lo sean, porque así es la gente real más allá de los topicazos de las novelas. Yo no acostumbro a leer novelas tan tristes porque el dolor, ese dolor bello del que hablas, se convierte en mío mientras leo y es demasiado. Así que termino tendiendo a las novelas optimistas, divertidas o sencillamente tan alejadas de la realidad que no puedan afectarme.
ResponderEliminarEres valiente por terminar una historia así y a lo mejor, si me animo, le doy una oportunidad a esas emotivas 96 páginas.
Un abrazo y bienvenida -aunque no te hayas ido del todo-.
Es especial porque es veraz, noble, real, honesto... Supongo que todos los autores ponen algo de su propia experiencia, pero cuando lo que cuenta es un momento de su vida, como es el caso, y lo hace... así, pues te llega, inevitablemente. A mí también me pasa que el dolor que leo se convierte en mío, pero al menos este dolor puedo volver a dejarlo dentro de las páginas. O no, o tal vez ayude al mío, quién sabe.
EliminarNo soy valiente... estoy loca ;)
Un abrazo Irial
Creo que este libro reúne la esencia de la vida en ese puñado de páginas, lo mejor, lo que mueve el mundo, y lo que asola a una persona. Y al igual que la propia vida, no avisa y no necesita prepararte, sucede en un instante.
ResponderEliminarMe encantó, por si no se nota
Besos
Se nota, sí (además, te leí). Este libro es tan... verdad, tan... desnudo, que te deja un poco temblando, un poco como sucede con la propia vida, sí, que sucede en un instante y no te avisa.
EliminarUn abrazo
Mare de Déu, supongo que para leer el libro hay que tener estómago y creo que en este momento no lo tengo con lo que lo dejaré para más adelante.
ResponderEliminarEn cuanto a ti, es tu casa, por tanto úsala cuando tu quieras pero no como obligación sino porque quieres.
Un beso.
Yo es que no tengo estómago, Ariel :P Este blog es mi casa, es verdad, por eso sigo aquí, refugiándome en él. Mi casa.
EliminarUn abrazo
Apuntado.
ResponderEliminarY espero que pronto leído.
EliminarSaludos
Ana, cómo me alegra volver a tenerte por aquí, aunque sea un ratito. Me ha emocionado igual tu reseña que lo hizo el libro, porque seguimos ambas el mismo proceso mental. Yo también tuve que leer en dos sentadas, también abandoné en la página 49 con las tripas incapaces de soportar la lectura. La única diferencia es que yo no conseguí llorar en todo el libro, era un malestar aún mayor que el que causa el llanto, me noqueó por completo. Coincido contigo en que Kotzwinkle aúna de alguna forma la belleza y el dolor, o el horror, o lo que sea, y de qué forma.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Mara.... Intentaré que el ratito sea más duradero... Qué casualidad lo de la página 49... En mi caso fue un acuerdo, pero en parte también porque la sensación de vacío parecía inundarlo todo. Lo raro hubiera sido que yo no llorara, qué vaya racha llevo últimamente :) Si hasta con los tickets del ahorramás se me caen los lagrimones ;) Me alegro que el libro te emocionara, qué potente ¿verdad?
EliminarUn abrazo
Hola guapa, qué triste el libro que nos traes hoy, además siempre se hace más duro cuando sabes que son experiencias del autor que no sólo ficción. Creo que me animaré aunque con algo de miedo, si casi me emociona la reseña el libro me hará llorar a mares.
ResponderEliminarUn beso!
Ay, sí, Lesincele... leo libros tristes últimamente. Bueno, no leo, pero intento volver a la lectura a través de libros... no sé si tristes, pero sí que me agiten bien fuerte... Y el miedo significa cosas distintas para cada uno. Pero te entiendo ;) (lo que pasa que también me entiendo a mí)...
EliminarUn abrazo
Últimamente veo citas de Galeano hasta en la sopa, me alegro porque tiene ese punto de ponerte en tierra firme. En cuanto al libro, pues sí, tremendo, precioso, sobrecogedor y todo se queda corto cuando acabas, esas zarandeos que literariamente merecen la pena, en su aparente sencillez y brevedad, va a lo esencial, en definitiva, a lo que de verdad importa, si tomásemos esa actitud mejor nos iría.
ResponderEliminarCuídate.
Besos
Tiene muchas frases Galeano ¿has leído algo suyo? (te lo recomiendo, como lectura para leer a trocitos: "El libro de los abrazos", por ejemplo. Lo que nos gusta que los libros nos zarandeen :) No sé, Marilú, si ir a lo esencial nos iría siempre mejor. Ahora mismo creo que te respondería que no. Mañana (no un mañana literal) no sé qué te respondería. Hoy, un hoy literal, te digo que... no sé, igual no.
EliminarLo intento (cuidarme).
Un abrazo
Este libro lo tengo entre ojo y ojo desde que leí las primeras reseñas. Y Ana si es la mitad de profundo y humano que tu reseña, ya vale la pena. El dolor no sé si es bello, sólo sé que une almas que luchan juntas y eso no hay quién logre hundirlo o separarlo.
ResponderEliminarSiempre es un placer leer tus reseñas, son mucho más que la descripción de un libro, son parte de ti y eso las hace muy especiales.
Un besote guapa.
Veo que caerá, no sé si en un ojo o en los dos... Las lecturas son muy personales. Mis circunstancias en el momento de leerlo eran, son, muy concretas y me hicieron leerlo como lo he contado. Me gusta, mucho, lo que dices del dolor, lo que une almas que luchan juntas. Me ha encantado. Ya sabes que en este rincón comento lo que leo y lo hago muy visceral, en esa difusa línea entre la persona y la lectora. Muchas gracias Lourdes.
EliminarUn abrazo
Resulta que compré el libro, hará un mes creo recordar, y lo he dejado a mano porque me gustó hasta su formato. Y pese a que hablabas de él no he dejado de leerte porque sumas interés siempre a las lecturas en las que coincidimos. No pasará mucho tiempo hasta que aterrice en sus páginas.
ResponderEliminarCuídate mucho, en la vida siempre hay momentos delicados que parece que se nos van a comer, he tenido alguno y sé lo difícil que resulta recuperarse. Darte ánimos es fácil, hacerte llegar mi empatía es difícil. Te echaba en falta y no sabía qué decir sin decir bobadas, así que tras darte esos ánimos decidí callar. Me alegra volver a leerte y perdona las bobadas, son un intento de ofrecerte la mano (y mira que bobada hacerlo vía virtual y con muchos km por medio).
Un gran abrazo!!
Sabes que no desvelo tramas cuando comento un libro. Bastante tengo con desvelarme a mí misma :) Estaré atenta a cuando comentes el libro. Tú sabes darle un toque del que yo carezco, cierta distancia. Este libro ha sido... especial, por las circunstancias. Y con lo visceral que soy, pues ya sabes.
EliminarTu empatía me llega, U-topia, de una forma más fácil de lo que crees. Cuando es mutua siempre es más fácil. Tú nunca dices bobadas, así que no hay nada que perdonar, al contrario, me llega tu interés y te lo agradezco. Por supuesto, acepto la mano (virtual o no) ;) Y el abrazo también.. :)
Un abrazo (agradecido)
Tu reseña es estupenda.Anoto el título sin duda.Gracias y un beso!
ResponderEliminarGracias kabu. Te llevas un vuen título, no lo dudes.
EliminarUn abrazo
Sigue contando. Me gusta lo que cuentas. Y además has empezado de una manera maravillosa, con esa frase de Galeano, que desde la primera vez que la leí forma un poquito de mi.
ResponderEliminar¡Ah! y este libro lo tengo anotado porque cada reseña que leo me recuerda que no debo perdérmelo.
Un abrazo
Sigo Blanca. Y decidida a no volver a dejar de contar. Se aprende mucho... Bueno, ha empezado Galeano de forma maravillosa. Adoro a Galeano desde hace años y años...
EliminarUn abrazo
Este libro me dejó... no sé ni cómo describirlo. Ha sido una de las reseñas más difíciles de hacer.
ResponderEliminarBesos.
Es un libro que quizás decepcione a mucha gente, la verdad, pero puede llegar bien dentro sin que te des cuenta...
EliminarUn abrazo
Este libro esta suponiendo un auténtico bombazo, yo lo tengo ya pendiente, a ver cuando me puedo poner con él. Bienvenida de nuevo, se te echaba de menos
ResponderEliminarbesos
Mira que al principio no me llamaba, pero le tengo ganazas!
ResponderEliminarBesotes
Hola!!! no conocia este libro, y al leer la sinopsis no me llamaba mucho la atencion, pero despues de leer tu opinion me ahs convencido. me lo apunto
ResponderEliminarGracias por al reseña
Un abrazo