Título original: Bord de mer
Traductor: José Luis Sánchez-Silva
Páginas: 112
Publicación: 2001 (2002)
Editorial: Lengua de Trapo
ISBN: 9788489618978
Sinopsis: Ella vive sola con sus dos hijos de 9 y 5 años y por primera vez los lleva de vacaciones. Van a ver el mar en lo que debería ser una escapada festiva. Nada más normal. Sólo que no están de vacaciones y no tienen ni un céntimo. Sólo que es invierno y llueve continuamente. Sólo que los niños están desconcertados y quieren volver a casa. ¿Qué hacen pues en el hotel más miserable de una ciudad inhóspita? ¿Qué esperan de ese mar ingrato? ¿Por qué acechan los sueños de los demás? Todo se va resquebrajando mientras aparece el caos interior de una madre incapaz de enfrentarse a la realidad. De cualquier modo, mañana ya nada tendrá importancia.
A veces la felicidad depende de bien poco, algo de calor después de la lluvia y parece que la vida te sonríe
Me cuesta leer últimamente porque todo lo que leo parece decirme algo a mí, a Ana. No a la lectora, sino a la persona. Como siempre, en definitiva. Pero ahora más. Y esto es lo que me ha dicho este libro y esto es lo que os cuento.
Esa soy yo, cuando me siento sola creo que la gente desaparece.
Brutal.
No me voy a andar con rodeos: Una lectura tan cruel como bella.
Por dios, qué libro más angustioso, qué desazón, qué tristeza, qué bien descrito y qué bien escrito todo. Cálmate Ana, serénate un poco. Intenta explicar por qué con este libro te desangras y, sin embargo, es necesario leerlo.
Si además está claro. Lees la sinopsis y ya sabes qué te va a contar. No hay engaños. No esperas otra cosa que lo que lees. Lo que no esperas es el cómo. Cómo vas leyendo cada página, una, otra, una detrás de otra, se te encogen las tripas, gimes leyendo y, sin embargo, no paras. Te desangras en cada página, una sangre blanca, la sangre del alma, que se va extendiendo a tus pies y que al finalizar la lectura está toda fuera de tu cuerpo. Negro por dentro, blanco por fuera. Sin sangre en el cuerpo. Sin la sangre del alma.
El pensamiento es un mal bicho, a veces preferiría ser un perro. Seguro que los perros nunca se preguntan cuál es su sitio ni a quién tienen que seguir.
Véronique Olmi ha escrito este libro con una sensibilidad tan precisa como sobrecogedora, una ternura intensa y cruel. Como es la vida. Como es la verdad. Intensa. Cruel. La vida y sus caras. Y Olmi nos muestra una de ellas, una cara que nos cuesta ver, que nos duele ver. Y lo cuenta de una forma fascinante. No es que te de una bofetada, es que te da una hostia en toda la cara y encima le das las gracias. Por abrirte los ojos, por crecerte la mirada. Porque nunca me había pasado que terminara de leer un libro y la lluvia me empapara de esta manera, calada hasta los huesos, todas mis entrañas sumergidas en lluvia, el pelo empapado, el frío húmedo en los dedos, lluvia en los ojos. Arrasada (que parece un estado natural en mí últimamente).
Así es como hubiera debido pasar el resto de mis días, en la cama con mis hijos, mirando el mundo como se mira la tele: de lejos, sin ensuciarse, con el mando a distancia en la mano, lo hubiéramos apagado a la primera putada.
Véronique Olmi apunta directamente al centro de la verdad. Quita capas de una cebolla que nos mantiene fuera, cómodamente fuera, y nos mete en el centro del alma de una madre. Y nos cuenta su verdad. Esa verdad que nos angustia y no queremos mirar. Y nos removemos inquietos durante la lectura, viendo venir la dentellada y a la vez sin resistirse a ella.
Hay que leer este libro porque nos señala con el dedo. Precisamente por eso. Te señala con el dedo justo cuando corres presta a mirar a otro lado, alegremente, después de que tú hayas señalado con el dedo y soltado sentencia. Entonces viene Véronique Olmi, retuerce tu dedo y mete el suyo en tu ojo. Te lo abre y dice ¡mira!.
No juzgar, JAMÁS, a una madre.
Hay frases mágicas.
A mí me gustan los libros que dan hostias en la cara. Suena horrible pero...
ResponderEliminarBesos
Últimamente cada vez que te asomas eres tú las que nos tiras "cosas intensas" por la ventana. Qué puedo decir, una lectura más de las muchas en las que me encantaría embarcarme. Ay, cada vez me siento más ahogada en una piscina de historias por descubrir. No te dejes arrasar mucho... Un beso!
ResponderEliminarUf, con qué ganas me has dejado... Apuntadísimo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Joer Ana, sí que es intensa tu reseña! No puedo pasar por alto esa recomendación, pero que lo catalogues de angustioso y triste hace que salten mis alarmas... a pesar de lo bien escrito que esté. Prometo que lo tendré en cuenta en otro momento, que se ve que es una lectura que deja huella. Que tengas un estupendo año nuevo, 1beso!
ResponderEliminar¡Qué reseña! Tremenda manera de empezar el año :) No conocía el libro, pero me dejas con muchas ganas de hacerlo, así que lo llevo para la lista interminable, y lo voy a ubicar muy arriba; gracias por la recomendación.
ResponderEliminarUn besazo.
Soy consciente de que es una lectura bastante angustiosa, este año he caído en alguna similar y es verdad que se sufren pero la sensación final arrasada me compensa, debería hacérmelo mirar... en mi caso es proporcional con el recuerdo lector, cómo olvidar a esta madre y el desenlace, las últimas frases me dejaron colgando. La empatía, los juicios juegan un papel decisivo en esta lectura (intentar encajarlo en ese caso particular) y si la cosa va de implicarse más de la cuenta, quizá te hay servido un poquito. en cualquier cosa, me alegro mucho de que te hay "gustado". La reseña me ha resultado tan intensa como la lectura, genial. Ánimo con las rachas, mi lema en estos casos es: nunca llueve eternamente.
ResponderEliminarUn beso :)
¡Uf! Cualquiera se resiste con una reseña así...Me la apunto ahora mismo, aunque sea un libro devastador.
ResponderEliminarAbrazo!
Tremendos comentarios sobre esta lectura. Me doy cuenta de que tengo que leerla sí o sí. Ya la llevo apuntada desde que leí la reseña de nuestra Marilú, pero no me dio la sensación de que fuese tan desgarradora. Esa es la magia, cada lector lee un libro diferente. Incluso depende del momento en la vida del lector. "Una ternura intensa y cruel", me desazonas...
ResponderEliminarMe atrae el argumento, pero si es brutal y triste lo dejaré para otro momento. Gracias por la reseña. Feliz año. Besos.
ResponderEliminarHola Ana, ya había visto alguna reseña de este libro, pero no recuerdo que fuera tan angustiosa. Prefiero empezar el año un poquito más alegre :)
ResponderEliminarBesos!
Parece intenso y duro...no lo descarto pero más adelante.
ResponderEliminarUn beso y feliz año!
Ostras Ana! Si ya la sinopsis duele. Es tremendo el argumento. Me resulta muy interesante ver a esa madre a la que no siempre se las entiende bien pero si te digo la verdad, es demasiado pronto para zambullirme en una lectura así. Quiero decir, que no me apetece comenzar el año con algo tan duro pero desde luego, lo anoto bien anotado para más adelante. Besos.
ResponderEliminar¿Sabes lo malo? Que encima lo vas a volver a leer y lo bueno es que cada vez que lo hagas encontrarás algo distinto. Yo creo que cuando lo reseñé era la tercera vez y llegué a la conclusión de que es necesariamente corto, ¿te imaginas cuatrocientas páginas así? La pena es que no econtré más libros de esta mujer.
ResponderEliminarBesos y bienvenida de vuelta.
No lo conocía pero después de leerte me quedo con muchas ganas de descubrirlo, aunque también he de reconocer que tengo que buscar el momento adecuado para enfrentarme a una lectura así
ResponderEliminarBesos
Con tu reseña me has dejado helado, y con muchas ganas de saber más de esta historia desgarradora. Sin duda, una lectura que tendré en cuenta.
ResponderEliminarPues me ha picado muchísimo la curiosidad así que voy a buscarlo a ver si hay suerte.
ResponderEliminarUn beso y feliz año!
Ana, parece que el mes de diciembre ha sido "extraño" para las dos, yo he desaparecido a rachas y parece que tú también. Y así nos hemos perdido de vista. Yo no tenía tiempo para visitar blogs pero era consciente de tu ausencia, sin embargo no pude, o no supe, acercarme por aquí e intentar averiguar qué pasaba contigo. Ahora descansada y recuperando un ritmo humano, voy visitando a quienes sigo con con gusto como es tu caso. He leído que has estado alejada y que algo te ha arrastrado-arrasado. Siempre es fácil decir palabras de consuelo desde afuera, así que me limitaré a decir cuánta energía repartes siempre en tus magníficas reseñas, cuánta pasión en la lectura y cuánta espontaneidad en tus palabras. Eso me enganchó a tu blog y eso me sigue uniendo a ti.
ResponderEliminarComo madre espero no ser juzgada, siempre he intentado hacer las cosas lo mejor posible, lo que no quiere decir que las haya hecho bien. Lo único que no toleraría de una madre es la agresión física contra sus hijos/as.
Una lectura intensa por lo que te leo. No es bueno involucrarse tanto en las lecturas aunque no soy quién para decirlo y siempre encuentro retazos de mi en cada obra.
Muchos abrazos.............y ánimos!!
Pues parece que empiezo el 2015 con otra de tus recomendaciones, Ana :)
ResponderEliminarGracias por tus excepcionales reseñas, y que este año te traiga lo mejor.
Un beso!
Ana:
ResponderEliminarTe las arreglas para hacer una reseña desde la emoción sin dejar de lado las virtudes literarias del libro.
Gracias,
Sonia
Uf, dura también tu reseña... o más bien debería decir sincera ¿? Estoy a veces muy acostumbrada a los edulcorantes que los que reseñamos (yo, en ocasiones, la primera) ponemos a nuestros posts. Esta novela parece un poco masoquista, ¿no? No sé si la leería.
ResponderEliminarBesos.
Este tipo de libros que te sueltan una hostia en toda la cara me suelen gustar mucho, así que voy a apuntármelo pero ya.
ResponderEliminarBesos y feliz año :)
Parece un libro interesante aunque doloroso, Ana. Quizás no sea para leer en este momento de mi vida, pero lo apunto. Leyendo a Utopía, diciembre ha sido un mes que nos ha alejado de las líneas de los blogs amigos, pues no nos ha dejado tiempo -y tal vez ánimos- para escribirnos. Espero que de aquí en adelante podamos visitarnos con más frecuencia.
ResponderEliminarUn beso grande desde el Río de la Plata.
¡Madre mía! Ana, qué pasión la tuya, que sufrir más bien llevado. Si a pesar de todos los pesares de dureza y sinsabores, te has quedado satisfecha, no hay nada más que discutir. Pero no creo que yo fuera tan capaz como tú, de sacar esa belleza tras la angustia. Un abrazo.
ResponderEliminarHa sido una de mis mejores lecturas de este 2014, me impactó y me enamoró. Es genial =)
ResponderEliminarBesotes
Me alegra volver a leerte. Pues me lo apunto, aunque la intensidad de tu reseña abruma un poco...
ResponderEliminarFeliz año!
Un beso!
Aunque me ha encantado tu reseña (una de las mejores que he leído en mucho tiempo) creo que voy a dejar pasar este libro, me parece muy angustioso y ahora mismo estoy en una etapa en la que busco otras sensaciones. Tal vez más adelante...
ResponderEliminarBesos!
A mí también me has despertado la curiosidad. ¿Cuál será la verdad cruda que nos enseña de nosotros mismos? Lo cierto es que me has intrigado demasiado. La verdad sin aderezos, aunque no sea muy recomendable, apetece. Luego ya podemos volver a "los poetas", que si lo que aquí dices que se cuenta es la crudeza real, se entinde que estos (me refiero a "los poetas") sean tan necesarios.
ResponderEliminarEste año como cada año, nuestro tren parara en alguna estación, depende de cada uno de nosotros dejar ir a la tristezas, miedos, frustraciones, malos momentos, desamor. Agradece a cada uno de ellos.. su compañía y sus enseñanzas, aunque hayan sido dolorosas, déjalos ir, déjalos bajar de este tren. Deseo que en esta parada, a tu tren suban miles de bendiciones, sueños alcanzables, amor, abundancia, fuerza y determinación para seguir tu viaje.
ResponderEliminarHoy en mi vagón quedaran puestos desocupados y espero te sientes a mi lado para compartir junt@s este nuevo viaje. FELIZ NUEVO COMIENZO EN ESTE AÑO 2015!!!
Si en una librería me hubiera dado de bruces con este libro, jamás me habría llamado la atención. Ni por su sinopsis, y mucho menos por la portada. Peeeeeeero, despues de esta reseña tan escalofriante y sentida, me lo apunto, aunque buscaré el momento mas idoneo para leerlo.
ResponderEliminarGracias, guapa
Besos
Tiene pinta de ser una maravilla. La verdad es que este tipo de lectura me gusta: porque es dura, como la vida misma. Apuntado queda. No creo que me defraude para nada.
ResponderEliminarBuena pinta, umh...
ResponderEliminarBuffff Ana, menuda reseña! Tiene pinta de ser una maravilla pero pasopalabra. No me apetece leer cosas que sé que me van a hacer sufrir y sobre todo temas de madres y niños... qué va, ni de coña. Feliz año aunque ya esté un poco entradito y mil besotes!
ResponderEliminarHola preciosa. Impactante reseña de un libro que ya tengo apuntado pero pendiente para leer en otro momento más adecuado. También yo tengo la sensibilidad a flor de piel y me parece que oos libros últimamente me hablan dr tú a tú. Pero aun no estoy preparada. Por eso he vuelto a mi zona de confort, a las novelas negras...
ResponderEliminarUn besico muy fuerte, rubia.
¡Joer! (por no poner el taco con todas sus letras) La sinopsis ya me dejó atrapada, clavada al asiento, con el aliento contenido a la espera de lo que me iba a encontrar. La primera cita con la que inicias la reseña ya me reconfirma en mis expectativas. Pero es que tu reseña... me deja sin palabras, ojiplática, sin pestañear, a punto de empezar yo también a perder esa sangre blanca del alma de la que hablas. Cómo echaba de menos tus reseñas y pasarme por aquí.
ResponderEliminarBesos!!
¡¡Qué interesante!! Desde luego lo apunto, ni si quiera lo he visto cuando visito las librerías.
ResponderEliminarEn cuanto a que los libros nos hablan directamente a la persona que los leemos, creía que les pasaba a todo el mundo. Al igual que cuando tienes que leer un libro porque te está llamando y no otro...eso también me pasa...¿tendrá que decirme algo? En fin...todas las lecturas nos hablan. Unas más que otras. Incluso las relecturas...porque a veces no vemos lo que nos llamó la atención entonces, pero prestamos atención a otros personajes, o palabras...¡¡qué curioso es leer!! ¡¡Todo lo que aporta, verdad!!
Un beso grande
Yo lo tengo apuntado desde que lo recomendó Marilú, pero ya se me había olvidado. Ea, otra vez para la lista, jeje. Un besote!
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