Traductora: Ana Bustelo
Páginas: 181
Publicación: 1978 (2010)
Editorial: Impedimenta
Sinopsis: Florence Green vive en un minúsculo pueblo costero de Suffolk que en 1959 está literalmente apartado del mundo, y que se caracteriza justamente por «lo que no tiene». Florence decide abrir una pequeña librería, que será la primera del pueblo. Adquiere así un edificio que lleva años abandonado, comido por la humedad y que incluso tiene su propio y caprichoso poltergeist. Pero pronto se topará con la resistencia muda de las fuerzas vivas del pueblo que, de un modo cortés pero implacable, empezarán a acorralarla. Florence se verá obligada entonces a contratar como ayudante a una niña de diez años, de hecho la única que no sueña con sabotear su negocio. Cuando alguien le sugiere que ponga a la venta la polémica edición de Olympia Press de Lolita de Nabokov, se desencadena en el pueblo un terremoto sutil pero devastador.
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Quería empezar de nuevo –dijo Florence-. Creí que podría hacerlo.
Con la versión cinematográfica, de manos de Isabel Coixet, ya en la gran pantalla, me pareció buen momento para leer previamente el libro. ¿He dicho leer? Pues no: resulta que es relectura. Nada más abrir el libro me encuentro con una anotación (Leído/Septiembre-2010). ¿He leído el libro? ¿No me acuerdo de haber leído el libro? Pues no, no lo recuerdo, no recuerdo la historia, no recuerdo si en su momento me gustó o no. Y este detalle es parte del problema del libro: que es fácilmente olvidable. En cualquier caso, volví a leerlo, quería saber la razón por la que no me dejó ninguna huella y, sin embargo, había conservado el libro.
Un buen libro es la preciosa savia del alma de un maestro, embalsamada y atesorada intencionadamente para una vida más allá de la vida y, como tal, no hay duda de que debe ser un artículo de primera necesidad.
La librería es un libro engañoso porque con ese título y sabiendo que se trata del proyecto de una mujer para abrir una librería en un pueblo en el que no existía ninguna, lo que una espera encontrar es, cuanto menos, amor por los libros, pasión por los libros. Pero no es exactamente eso con lo que nos encontramos.
La pequeña, delgada, insignificante y viuda Florence quiere reivindicarse, quiere ser visible, empezar de nuevo (y pocas cosas hay más motivadoras e ilusionantes que empezar algo: una vida, una relación, un aprendizaje…) Para ello decide abrir una librería en el inhóspito, húmedo y cínico pueblo de Hardborought. ¿Por qué una librería? Pues no por amor a los libros, aunque querer los quiere, pero de una forma desapasionada (desde mi punto de vista): abre una librería porque hace tiempo trabajó en una y tiene esa experiencia previa. También, es verdad, porque en Hardborought no hay ninguna librería. Y todos los sitios necesitan tener una librería por lo menos.
La valentía de ella, al fin y al cabo, no era otra cosa que su determinación por sobrevivir.
Quizás me excedo en decir que Florence no tenía amor por los libros. Sí lo tiene, y quiere que las personas tengan acceso a los libros. De hecho, aunque eso no beneficia a su negocio, abre una biblioteca e incluso regala libros a los niños de primaria. Así que sí, me excedo y rectifico: ama los libros. Pero no siente pasión por los libros. O Penelope Fitzgerald no me transmite esa pasión.
Y esa es la razón por la que olvidé el libro, y posiblemente la razón por la que vuelva a olvidarlo: que le falta fuerza emocional. Pese a la correcta, elegante y precisa prosa de Penelope, los personajes me son ajenos, su comportamiento me resulta distante e incluso incomprensible en muchos casos.
Antes decía que La librería es un libro engañoso. No sólo por el tema de la débil presencia de la pasión por los libros (apenas se mencionan algunos y el hecho de que decida vender la primera edición de la controvertida Lolita, de Nabokov, resulta ser un acontecimiento poco explotado dentro de la historia, a mi modo de ver), sino porque en realidad la librería es una excusa (no casual, es cierto, pero tampoco tan central) para poner sobre el tapete el comportamiento cínico, chismoso y clasista de la pequeña sociedad de un pueblo donde las apariencias, los convencionalismos y los espacios de poder son muy importantes.
Florence tenía buen corazón, aunque eso sirve de bien poco cuando de lo que se trata es de sobrevivir.
Florence, ciertamente, es una persona bondadosa, posee esa heroicidad innata de las buenas personas que se resisten a dejar de serlo y no conciben otra forma de ser y actuar. En ese sentido, la conclusión no es precisamente optimista: no basta con ser buena persona, no basta con las buenas intenciones. Parece que los rencores, las envidias y las luchas de poder tienen más adeptos que la bondad.
Es verdad que La librería carece de sentimentalismo, pero lo hace hasta el exceso, poniendo demasiada distancia entre los personajes y el lector. No es menos cierto que en literatura la sutileza es un activo a tener muy en cuenta y yo suelo valorarla mucho. Pero el equilibrio entre la sutileza y la implicación del lector no lo es menos. La complicidad. En este caso el trecho entre los protagonistas, la historia y la que aquí cuenta lo que lee ha sido demasiado amplio como para que me tocara la fibra, alguna fibra, aun reconociendo que se lee con fluidez y facilidad, que no carece del típico (y casi tópico) humor inglés, que es un fiel retrato de la sociedad de un pequeño pueblo inglés de aquella época, que es una lectura sencilla y agradable, que refleja hábilmente esa contención tan inglesa y las convenciones de la época, que Penelope Fitzgerald es tan aguda observadora como hábil y sutil describiendo los pequeños y decisivos detalles del comportamiento humano. Pero.
Pero aún y con todo eso, será una buena lectura que, pasado un tiempo, habré vuelto a olvidar.
La fuerza de voluntad es inútil si no se va a algún lado.
Estoy convencida de que Coixet, en su adaptación cinematográfica habrá incorporado esas emociones más a flor de piel y me aproximará más a Florence y a otros personajes de lo que ha hecho el libro. O eso espero/deseo.
¿Por qué conservé el libro?: Porque las ediciones de Impedimenta son una preciosidad.
Pues yo sabía del libro por la pel·lícula de Isabel Coixet, que tengo anotada para verla... Creo que el interès de la historia està en resisitir, en defender la libertad individual, a pesar de no ser entendida ni aceptada por el entorno... Y eso enlaza por el momento que se esta pasando en Catalunya, del que Coixet ha sido víctima. No me lo llevo anotado, pero sí tengo interés en la peli, después de la maravilla que fue "Nadie quiere la noche".
ResponderEliminarMe alegra leerte por aquí (he sido la prime... ;)
Bueno, sí que se trata de resistir, no ceder, con la honestidad y la bondad como armas de construcción masiva. Y de hipocresías y la fortaleza del poder. Es verdad que refleja bien ese contexto de una pequeña ciudad. Pero como que sin sangre en las venas.
EliminarNo creo que cuando Coixet decidió versionar el libro pensara que habría un paralelismo como el que planteas. No sabía lo que estaba por venir. La peli también quiero verla, creo que me va a gustar más que el libro.
Has sido primera, abrazo especial de premio 🤗
Lo leí hace tiempo, y fue tema en clase dentro del comportamiento social, así que si, tienes razón, la Librería es una excusa para sacar los trapos sucios de la sociedad, las debilidades humanas. Si te olvidas que vas a leer un libro sobre libros y te centras en esos comportamientos, el libro es una maravilla.
ResponderEliminarUn besito.
Sí, si en ese sentido Penelope es muy aguda y elegante. Inteligente. Pero igualmente me dejó que ni fu ni fa 😐
EliminarAbrazo
A punto de iniciar mi reseña, prefiero no leerte para no dejarme influir, pero volveré.
ResponderEliminarUn beso y bienvenida. Se te echaba de menos.
La buscaré, a ver si coincidimos.
EliminarGracias. Un abrazo
Tuve conocimiento de La librería por la promoción que está haciendo Isabel Coixet de la peli homónima, y claro, un título así capta ipso facto la atención del lector.
ResponderEliminarSi una gran exploradora de emociones literarias como tú, las ha echado en falta, creo que de momento lo dejaré pasar.
El otro día leí una frase de un escritor francés (contemporáneo), llamado Sébastien Raizer acerca de su oficio:
“Hay que buscar la distorsión, la disonancia, el caos, la belleza y los sentimientos brutos. Algo que arranque al escritor y al lector de su zona de confort”
Pues eso, Ana, por ahí me encontrarás :)
Resalto una frase tuya, porque me encanta:
“Y todos los sitios necesitan tener una librería por lo menos.”
¡Y que lo digas!
Un abrazo, Ana, es una alegría tenerte por aquí.
Para mí este libro va más al intelecto que a las emociones. A mí me engancha más esto último y ya no te digo cuando se dan ambas cosas. Como hace Lispector, por ejemplo, que viene muy al pelo por eso de la disonancia y el extrraradio de las zonas de confort.
EliminarAhí nos encontramos, Paco.
La alegría es "verte" por aquí o por donde sea 😘
Un abrazo.
Pues, leído lo leído, me apetece la película y poco la novela (y ese poco probablemente sea por el mismo motivo que te hizo conservarla).
ResponderEliminarUn beso.
Pues vamos por la peli, a ver si nos toca más la fibra 😉
EliminarUn abrazo
Pues sí, el título es engañoso, porque el tema central no son los libros. Es una historia de resistencia y por eso me interesa. Conozco hasta que punto el provincianismo asfixia la individualidad y le tengo muchas ganas a la película de Coixet. Seguro que por su sensibilidad y experiencia es capaz de dotar a la película de ese lado emocional del que carece el libro.
ResponderEliminarLlevaba mucho sin leerte.
Un abrazo.
Sí, sí... yo también sé bien de esa asfixia. Pero tal vez yo sea menos estoica que la protagonista...
EliminarTambién confío en que Coixet le pondrá ese plus que me faltó en la lectura.
Es que llevaba mucho tiempo sin escribir ;)
Un abrazo
Pues me da la sensación de que si en vez de librería pone una alpargatería no pasas de la página 20. Vamos que creo que la historia no tiene encanto ninguno y por eso
ResponderEliminarse olvida fácil. Y mira, para eso no pierdo el tiempo. Lo que sí que puede que haga es ver la peli porque la Coixet me gusta.
Un abrazo
Tampoco es eso exactamente porque el que sea una librería le da la connotación necesaria a la historia. Si fuera una alpargatería no hubiera producido los movimientos que se provocan en cierto sector conservador de la sociedad del pequeño pueblo...
EliminarA mí también me gusta Coixet 😊
Un abrazo
Algo parecido me pasó cuando leí que estrenaban la película. Lo he leído? Sí, pero no lo recuerdo... Hay otra Librería, la Ambulante, de Christhoper Morley que sí la tengo en mente; me gustó mucho. Se te echaba de menos. Mil gracias
ResponderEliminarPero... ¿lo has leído o no? 😂 Yo es que daba por hecho que no lo había leído. Me quedé boquiabierta... Pero bueno, ya sé porqué no lo recordaba.
EliminarGracias, Paquita. Un abrazo.
Esa falta de emoción me echa para atrás. Y era un libro que me llamaba, pero esperaba eso, amor por los libros. Y si no lo hay... O no lo hay como yo espero... En fin, si se cruza el libro, me animo, pero si no...
ResponderEliminarBesotes!!!
Hay opiniones para todos los gustos y la mía solo es una más. Si se cruza, será por algo ;)
EliminarUn abrazo
También lo leí hace muchas lunas...casi a la vez que tú (https://librosyte.blogspot.com.es/2010/06/la-libreria-penelope-fitzgerald.html), y me gustó, pero quizá le faltaba algo que siempre quiero encontrar en los libros; ESPERANZA. Sin embargo, me cautivó Florence, su entereza, su manera de dar una continuidad a la vida, a través de los libros...y de algún modo, convertir en el corazón del pueblo, durante al menos, un tiempo...la luz y el faro que a veces nos falta. Como ella, quizá sin utilizar sus mismas palabras, creo que los libros sanan. Isabel Coixet ha hecho un trabajo formidable. La película es bastante fiel al libro...aunque se permita alguna sutileza de esperanza...un rayo de luz que brilla hoy en día...
ResponderEliminarUn abrazo grande.
La esperanza es muy traidora, María, aunque siempre necesitemos una buena inyeccion en vena de la misma. Creo que Coixet comparte tu punto de vista y le ha puesto esa esperanza que tú has echado de menos. Me gusta Florence y su bondad. Pero la bondad también necesita sangre en las venas y eso si lo eché de menos.
EliminarOtro abrazo grande
Quería leer este libro antes de ver la película, pero el que no transmita emociones, y que el título de a entender otra cosa. Yo también creía que el tema principal era el amor por los libros. En fin, si se cruza por mi camino lo leeré, pero si se cruza antes la película se quedará eternamente en la lista de lecturas pendientes.
ResponderEliminarUn abrazo
Son puntos de vista, quizás tu lectura sea distinta. Yo voy a por la peli ;)
EliminarUn abrazo
Interesante ver que una película puede dar más de sí que un libro. Yo estoy contigo en lo de Impedimenta.
ResponderEliminarTodavía no la he visto, espero más pero ya veremos.
EliminarUn abrazo
Qué bien te explicas y transmites lo que te ha producido la lectura, la verdad. Esa falta de emoción que dices me echa un poco para atrás, pero no descarto del todo leerla en algún futuro. No me he estrenado con la autora... y tampoco con el cine de Isabel Coixet, y por ésta última tengo más curiosidad.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Gracias, letraherido (me encanta tu nick, no sé si te lo he dicho). No descartes nunca nada, es buena decisión ;)
EliminarA Coixet le debo una de las pelis con las que más he llorado. En compañía, además. Solo por eso ya soy fan suya de por vida :)
Un abrazo
¿De verdad? Para mí fue todo lo contrario; me sentí muy cercana a Florence, los personajes se me hicieron muy reales y sentí todo tipo de sensaciones: envidia, odio, amor, desubicación... Esto es lo bueno de comparar sensaciones: aprender de las apreciaciones de los demás. Abrazos.
ResponderEliminarLa magia de los libros: que todos encuentran su lector. Yo no he sido buena lectora de este libro...
EliminarUn abrazo
Justo hace unos días me hablaron de la película, de la sensibilidad que la impregna y aunque no me gusta demasiado Coixet sí que iré a ver la película. Con esta directora tengo sensaciones encontradas entre la persona y la artista.
ResponderEliminarMe ha sorprendido esa falta de pasión que has encontrado en el libro, imaginaba un libro lleno de sensibilidad y amor por todas las oportunidades que dan los libros, que de manera desinteresada nos ayudan a orientarnos en medio de las peores tempestades que, a veces y de repente, llegan.
Besos Ana
La película tiene algo más de pasión, pero es bastante fiel al libro, aunque le añade un poco de optimismo ;)
EliminarUn abrazo
Hace poco me pasó lo mismo con otro libro. Leí "Chocolate" para una lectura conjunta y según iba leyendo me iba dando cuenta de que ya sabía lo que iba a pasar. No recuerdo cuándo, pero estoy segura de que lo leí. Y, como te pasó a ti, tampoco recordaba el final.
ResponderEliminarEl libro que traes hoy no me llama mucho; ya he visto varias reseñas similares a la tuya.
Besos!
Pues es curioso que menciones "Chocolate" porque en verdad tienen ciertas cosas en común. Aunque también hay versión cinematográfica de ese libro ¿no será que habías visto la película? 😁
EliminarUn abrazo
Hola,
ResponderEliminarSupe del libro a raíz de un anuncio que vi en Twitter de su adaptación, la misma que, me temo, tardará en llegar por aquí; pero fue un descubrimiento maravilloso y ya lo tengo conmigo, espero empezarlo pronto.
Besos.
La película es bastante fiel al libro. Prescinde de cosas prescindibles y le añade un poco más de emociones y de esperanza. Ojalá puedas contrastar pronto libro y película.
EliminarUn abrazo
La verdad es que sí que con ese título parece que el tema central vayan a ser los libros. De momento creo que no me animo con esta lectura.
ResponderEliminarBesos.
Los tejemanejes de una pequeña ciudad son más los protagonistas, pero ahí está la librería y los libros y las buenas intenciones de Florence...
EliminarUn abrazo
Un libro sin costado pasional no hace buenas migas con Ana, eso lo tengo claro. Yo lo apunté hace un tiempo y lo tengo por allí para leer, aunque con tus líneas sospecho que quedará algo relegado.
ResponderEliminarNada sabía de una peli en base a esta obra; cuando llegué quizás combine ambas, letras y film.
Un fuerte abrazo; siempre es bueno tenerte cerca.
Me conoces bien, Marcelo. El libro está bien, muy correcto. Pero yo necesito algo más y por ahí no me enganchó. Que eso no lo convierte en mal libro. Impedimenta sabe lo que publica y no se le cuela ninguno sin calidad literaria. Pero... 😏
EliminarUn abrazo fuerte
Nada más publicar mi reseña, vengo a leer la tuya y me quedo muy tranquila viendo que estamos de acuerdo en lo básico: falta de pasión, frialdad, recursos desaprovechados (esa "Lolita"
ResponderEliminarCon el prestigio que tiene el libro entre los críticos (al menos, lo poco que he leído sobre la obra), empecé a pensar que era fallo mío y que no había sabido entenderlo, pero viendo que tú opinas más o menos lo mismo, veo que no ando desacertada.
Yo he esperado a ver la película porque quería hacer la reseña de ambas y es que la novela por sí sola, no me daba juego para el tipo de reseñas que me gustan. Te adelanto que la película me gustó mucho más.
Un beso.
Pues qué lástima, porque la premisa de la que parte me parecía atractiva. Me decantaré entonces por la película.
ResponderEliminarUn beso ;)
Hola, recién termine el libro, escribí algo para mi sobre este, no tengo ningún blog, ni nada publico; así que busque alguna coincidencia de mis percepción de este, y pues he hallado ese espacio. Muy bien elaborada tu reseña, y las frases destacadas, de gran valor.
ResponderEliminarEl libro fue una recomendación, leí la sinopsis y el hecho de pensar en abrir una librería en un pueblo, me dijo algo. La autora casi escribe de forma prolija, el ritmo tiene una lentitud, pero al fin el tiempo pasa y en cada momento nos llena de mas datos, y nos va llenando como de una pequeña intriga de cuanto aguantara realmente. Es verdad, le falta pasion por los libros, mas no por lo que lograra con ellos. Creemos algunas veces que andar de gritos y el histrionismos demuestran el entusiasmo, pero aca veo la simple batalla en la perseverancia del día a día, de soportarse a si misma, en contra de la sociedad.
Veo a florence, como la heroína de la supervivencia, y tan solo por que creyó que al pueblo le faltaba algo como una librería para sobrellevar el ocio, o quiza para salir del mutismo posterior a los miedos de la guerra.
Para mi ha sido un buen libro, por que al fin nos expone a pensar en lo que realmente la autora quería exponernos.
Un saludo, desde Colombia
No te quito la razón, Luisa, hay tantos lectores como libros, y cada libro es una lectura diferente para distintas personas. Valoro lo que dices, no es que yo pidiera o esperara más histrionismo, más desgarro, pero me faltó más... ¿garra? No sé explicarlo, aunque entiendo la historia, el personaje, y me agrada la forma de contarlo de Fitzgerald, pero necesitaba sentir la sangre circulando por las venas, más proximidad. Pero me encanta tu punto de vista, tu lectura.
EliminarUn abrazo
Leer libera !!! pero me incluyo en los que como Christine, siendo NO biblifilo, me siento y me fascinan las bibliotecas... me dan tranquilidad y paz I MEANT , quizas compañia !!
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