Traductora: Gabriela Bustelo
Páginas: 203
Publicación: 1937 (2006)
Editorial: Libros del Asteroide
Sinopsis: Para el niño de ocho años Bunny Morison su madre es una presencia angelical sin la cual nada parece tener vida; para su hermano mayor, Robert, su madre es alguien a quien debe proteger, especialmente desde que la gripe ha comenzado a asolar su pequeña ciudad del Medio Oeste norteamericano; para su padre, James Morison, su mujer Elizabeth es el centro de una vida que se desmoronaría sin ella. A través de los ojos de estos tres personajes, Maxwell retrata a una familia y a la mujer sobre la que ésta se sostiene.
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Cada uno vivimos metidos en nuestra propia pesadilla.
Partiendo de una experiencia personal que le marcó profundamente (su madre falleció por la gripe española a principios del siglo XX) Maxwell (que entonces tenía diez años) escribe Vinieron como golondrinas, en donde se describe un período concreto en la vida de una familia. Para ello, conoceremos los puntos de vista de tres personajes: los dos hijos de Elizabeth y su marido. No sabremos el punto de vista de la propia Elizabeth (que es un pilar emocional para todos aquellos que la rodean), pero el alcance de su figura (y de su hermana Irene) se nos hará patente a través de esas tres voces narrativas.
Maxwell habla de lo cotidiano y doméstico cuando lo cotidiano se vuelve extraordinario, en este caso por el impacto de la gripe española en la familia (todos ellos enfermaron, aunque todos sobreviven excepto la madre).
Sobre la incomprensión y el vacío que se te queda clavado dentro cuando fallece alguien que supone para ti un eje importante en tu vida es sobre lo que escribe Maxwell, si bien para ello no necesita acudir al drama ni al sentimentalismo. La sencillez aparente de su narrativa es su propia grandeza. La construcción de los personajes es impecable, así como su armazón emocional, y la importancia de Elizabeth en sus vidas queda claramente expuesta sin necesidad de ser explícito ni desarrollar un discurso extenso ni grandilocuente. Basta con los detalles, el perfil invisible de los pequeños gestos y los grandes silencios.
Lo tenía delante, pero no conseguía alcanzarlo, porque se hallaba dentro de las palabras.
He agradecido la forma de narrar de Maxwell, esa extraña y compleja simplicidad con la que nos presenta escenas complicadas, conjurando toda la carga emocional y los excesos sentimentales para presentárnosla sin estruendos y con una cadencia tan perfecta como eficaz. La economía del lenguaje utilizado no supone ningún obstáculo para percibir la intensidad de lo que cuenta, y ahí radica su elegancia.
Vinieron como golondrinas es un libro tranquilo, calmo, amable, profundo pese a su aparente sencillez. Con una capacidad para describir la frágil naturaleza humana de forma sutil y reconocible, para relatar la aceptación de la pérdida con una facilidad pasmosa, Maxwell construye un libro perdurable e imperecedero.
El perfil psicológico y emocional de los personajes, el clima familiar tan hábilmente reflejado, el fiel retrato de una época y una sociedad, la tensión sostenida en el punto adecuado (ni excesiva ni frívola), la prosa precisa, respetuosa y sensible, todo ello configura una lectura de apariencia discreta pero de mimbres convincentes y sólidos.
Además, lo que importaba era la intención de las personas, no los resultados de sus actos.
Pues me encanta lo que nos cuentas y sé que me gustaría este libro.Me lo llevo.
ResponderEliminarUn beso
En general es un autor que gusta a la gente, es mi primer libro y la verdad que me ha encantado.
EliminarUn abrazo
Totalmente de acuerdo. Lo leí hace unos diez años pero me acuerdo lo suficiente para suscribir cien por cien lo que dices. Saludos
ResponderEliminarTantos años en mi casa no llevaba este libro, pero unos cuantos sí. Son tan pacientes los libros...
EliminarUn abrazo
Un libro del que guardo muy buenos recuerdos, fue una lectura que me acompañó durante años después de leerla pues siempre había algo que me la recordaba, y cuando eso pasa es que el libro es bueno...
ResponderEliminarGracias por traerla.
Besitos.
Tenía buenas referencias de este autor, además cuando Libros del Asteroide repite con un autor es por algo. Leeré más de Maxwell :)
EliminarUn abrazo
Qué propuesta más interesante. Me encantan las novelas multiperspectivistas, que ofrecen diferentes puntos de vista según sea el observador. Y que nos recuerdan que todo punto de vista, toda interpretación es relativo...
ResponderEliminarMe la llevo anotada. Ahora estoy disfrutando con una novela de Martínez de Pisón, “Derecho natural”, personajes entrañables, con vidas mediocres queriendo escapar de la grisura de la época, en el momento histórico del tardofranquismo y la transición.
Abrazo.
A mí también me gustan las multiperspectivas, sobre todo cuando hablan de alguien que, justamente, es de quien no conocemos su perspectiva, sino que lo conocemos a través de la mirada de quienes le rodean. Y todo es relativo. A veces incluso demasiado relativo...
Eliminar¡Martínez de Pisón! Anda que no he leído a ese hombre hace tiempo, tengo que buscar pero creo que algún libro suyo tengo por ahí (o lo mismo está por Asturias).
Un abrazo
Hola Ana
ResponderEliminarMe gustó mucho este libro cuando lo leí; Maxvell, es un escritor no demasiado conocido, pero del que lees sus novelas con una especie de ternura y sorpresa, incluso en su libros más famoso "Adios, hasta mañana" su tema, en principio duro, va tiñendose no solo de pena, sino de nostalgia de la amistad y la vida. Sí, supongo, ahora que escribo lo percibo claramente, que Maxvell habla de la vida, con
todas sus contradicciones y sus tristezas o sus alegrias y su simpleza, la vida como es, sin grandes afeites o aliños.
un abrazo
cuídate
Creo que el cien por cien de la gente que me ha comentado que lo ha leído, ha salido encantado de esta lectura. Tengo dos libros más suyos, de los que también me han dado muy buena referencia, así que supongo que mi intuición no iba mal encaminada cuando compré tres libros de Maxwell así como a ciegas... Creo que es la sencillez de su escritura, pero a la vez la profundidad de lo que habla, lo que me cautivó.
EliminarUn abrazo fuerte.
Últimamente cada vez que entro en uno de vuestros blogs me voy con un libro apuntado, este, que no conocía me ha llamado mucho la atención, y tú reseña tiene mucho que ver con ello. Gracias. Besinos.
ResponderEliminarUf, sí... a veces prefiero no andar por redes sociales en las que recomienden libros porque no quiero añadir más a lo que tengo ¡si tengo un porrón de libros en casa sin leer! :)
EliminarUn abrazo
Cuánto me gustan las historias que ponen el foco sobre esas mujeres que sostienen familias con su sola presencia. Yo he tenido la suerte de conocer un par de ésas, seguro que me llegaría esta historia.
ResponderEliminarBesos.
Y han sido tantas mujeres que han hecho familia, que las han sostenido y sacado adelante. En lo humano.
EliminarUn abrazo
Esta editorial tiene títulos tan tan buenos... además no muy conocidos, me gusta mucho =)
ResponderEliminarBesotes
Cierto, es una editorial bastante fiable, a veces no me sacuden profundamente algunos de sus libros, pero en general los que he leído me han dejado más que satisfecha.
EliminarUn abrazo
El planteamiento me ha hecho recordsr H de Halcón. Hablar de ños sentimientos sin magnificarlos hasta el punto de convertirlos en casi parodia estridente. Es un libro que no me importaría leer en su momento.
ResponderEliminarAbrazos
Pero no, no tiene nada en absoluto que ver con H de halcón, te lo aseguro. En cuanto a la historia, sí quizá en no extremar los sentimientos, pero incluso en este libro lo hace mucho más sencillo todo, sin restarle profundidad. Hay dos libros más en esta misma editorial que me han comentado que son aún mejores que este...
EliminarUn abrazo
Lo tengo en esa misma edición, Asteroide. Y es curioso porque no es el título de Maxwell que buscaba como primera opción, sino el que cita Wineruda, "Adios, hasta mañana", pero se me adelantaron en un sitio ( una librería) donde lo tenia fichado,y me enseñaron éste, así que me lo llevé.
ResponderEliminarEsa carga de profundidad que consigue Maxwell, a través de una prosa nítida, sin artificios, redunda en un equilibrio estilístico que solo alcanzan los grandes escritores.
Alabo tu gusto lector. Cuídate, Ana :)
Tengo tres libros de Maxwell, los tres de LIbros del Asteroide. No sé, me dio por ahí, esa intuición rara, puesto que del autor no tenía mucha referencia. Pero ahí están desde hace tiempo y ahora sé que no me equivoqué.
EliminarA mí aunque me gusta mucho el lenguaje metafórico, en verdad cuando encuentro este tipo de prosa, tremendamente sencilla, pero profundamente comunicativa y transmisora, también me llega, también.
Un abrazo grande.
Pues creo que disfrutaría mucho con esta historia. Me gusta mucho lo que cuentas, me gusta mucho como lo cuentas. Imposible resistirse.
ResponderEliminarBesotes!!!
Maxwell lo cuenta rebien :) Seguiré leyendo más de él, que por lo visto ni siquiera es este su mejor libro :)
EliminarUn abrazo
Parece mentira que un tema así pueda abordarse con discreción y sencillez. Como dice Paco, es un ejemplo claro de depuración de estilo. Lo anoto, todavía no he leído nada de este autor.
ResponderEliminarFeliz domingo.
Pues sí, y lo hace Maxwell, que hay que ser artista para eso. Me encantó su sencillez y la forma de contar. Sin dramas, pero sin quitar emociones. Un equilibrio no fácil de encontrar.
EliminarUn abrazo
Los tengo por casa (los 2 que se comentan) Muchas veces me digo... ¿por qué he tardado tanto en coger determinado libro? Lo acabo de empezar, y gracias a tu reseña. Bueno, ahora te tengo a ti para ir sacando los libros que tenía olvidados.Tus comentarios siempre me convencen. Me está gustando la manera de narrar de Maxwell.
ResponderEliminarMil gracias Ana.
Yo tengo los tres que ha sacado esta editorial, porque soy así de abundante para todo :) Y eso que apenas tenía referencia del autor, pero casi sin querer fueron cayendo uno y otro y otro. Y hasta ahora no me había estrenado. Repetiré con él. Mucha gente me ha hablado aún mejor de los otros dos libros. Gente de la que me fío y confío ;)
EliminarUn abrazo
Me parece una auténtica genialidad conseguir que lo cotidiano resulte extraordinario y hacerlo con esa sencillez, como si fuera fácil.
ResponderEliminarY me has hecho pensar en la muerte y en ese vacío precisamente, cuando se va alguien querido, cuando desaparece y la vida continua como si no hubiera pasado.
Una muy buena propuesta.
Un abrazo