44 días sin leer un libro, paralizada por la preocupación, el miedo, la incertidumbre, el pánico. 44 días haciendo lo que mejor se me da: ver (mirar), oír (escuchar)… y callar. Pero sin leer. Y eso es nuevo para mí. Aunque ¿qué no es nuevo ahora? si estamos de estreno cada día, estrenando circunstancias, situaciones, emociones, decisiones, temores…
Arrebatadas las certidumbres que creíamos tener, inconcebible el futuro, la única luz que ilumina y también limpia es la certeza del aquí y ahora que vivimos con la primicia de lo inconcebible, la improvisación como herramienta de supervivencia, la imaginación como una rutina a la que asirnos.
Hoy es Sant Jordi, día internacional del libro. Me he despertado y me he dicho “Ana, lee. Devuelve al libro lo que siempre te ha dado: refugio”. Consciente de que soy un grano de arena en una inmensa playa o en un desierto, sé también que ni playa ni desierto serían posible si renunciamos a ser grano de arena. El mío es volver a leer, compartir lo leído.
Los libros sobrevivirán pero las pequeñas librerías, las editoriales independientes y la buena literatura están en peligro. No habrá novedades de momento, pero un libro es novedad si no lo has leído. Los libros publicados siguen estando ahí. Regalemos y compremos libros en las pequeñas librerías, en las editoriales independientes. Ya nos los enviarán o ya los recogeremos.
¿Por qué “Solaris” de Lem? No lo sé, ¿dónde van a morir los pájaros? ¿por qué sonríen los delfines? ¿cuánto pesa la alegría?... No lo sé, no lo he elegido, me ha elegido él, quizás porque los protagonistas de “Solaris” están en un espacio en el que no existe tierra firme y ahora todos sentimos que bajo nuestros pies hay aire y aprendemos a dar pasos aferrándonos a aquello que puede salvarnos: amor, compasión, solidaridad, empatía, generosidad, bondad y verdad.
Y con esta fotografía hecha desde la ventana de mi casa a la que cada día me asomo a llorar y a reír, con el libro que me ha elegido, con ese cielo con nubes blancas como almohadas voladoras pero también con un azul nítido y con esa rosa de pacotilla porque la improvisación es lo que me sustenta, retomo.
Cuidaros y cuidad a quien os cuida.
Ay Ana! es que creo que todos estamos pasando por rachas y temporadas, estamos en una montaña rusa de emociones. Yo sí que estoy leyendo mucho porque necesito que mi cabeza esté ocupada en algo que no sea la realidad, sobre todo en estos últimos 10 días en que la desgracia nos ha tocado directamente y es brutal.
ResponderEliminarLibros y balcones, no tenemos mucho más.
Besos 💋💋💋
Mi estado de ánimo es como un acordeón... Retomo el leer despacio, para qué las prisas, pero me siento más capaz. Ya veremos.
EliminarSiento que os haya tocado directamente. Es difícil escaparse, parece. Mucho ánimo y un abrazo.
Los pequeños negocios están en el abismo. Hace unos días contacté con mi librera para que me preparara un pedido, me sentí casi un contrabandista. En mi caso, la lectura es más refugio que nunca y me mantiene lejos de bulos, fakes, enterados y veletas. Ese ejemplar de Lem contra el cielo primaveral es como un brindis a la lectura.
ResponderEliminarCuídate.
Totalmente, creo que hay poca conciencia (así, generalizando) sobre las repercusiones de todo esto en muchos frentes: sanitarios, económicos,sociales, psicológicos...
EliminarYo también me he confinado dentro del confinamiento para evitar tanto bullicio y enfrentamiento porque se me hace muy doloroso y desesperanzador. Brindemos al sol y al cielo con libros.
Cuídate tu también
Hola Ana! Cuánto tiempo!!! me alegra constatar que sigues por aquí. Leo desde que tengo memoria, pero de la misma manera que se ha convertido en mi refugio, he ido construyendo otros. Soy curiosa y me gusta conocer otros campos. Lo considero enriquecedor. El letargo es tan necesario como estar activos..
ResponderEliminarUn fortísimo abrazo
Hola, andaba yo de retirada y cuando pensaba en volver caí en este bloqueo lector tremendo, con una incapacidad absoluta para concentrarme en nada. Aprendí a convivir con la inacción pero quiero retomar los libros. Ahí andamos.
EliminarUn gran abrazo
Cuánto me alegro de verte por aquí de nuevo, Ana.
ResponderEliminarYo sí que leo mucho en estos días. Es la mejor forma de pasar el tiempo sin darle vueltas siempre a lo mismo. Ni siquiera necesito lecturas ligeras. Es más, casi me apetecen más historias duras, un poco acorde con lo que estamos viviendo, aunque eso puede cambiar en cualquier momento, como los ánimos.
Un beso.
Hola, Rosa. Es una suerte que hayas podido seguir leyendo. No me esperaba que me pasara esto, la dificultad para concentrarme con los libros. Pero bueno, ya voy retomando poco a poco y sin autopresionarme. Siempre he tenido una capacidad muy lenta para reaccionar a las circunstancias... 🤷🏼♀️
EliminarUn abrqzo
Sí, yo voy por rachas, a veces no sé si soy yo o es que los libros que leo no me gustan o qué. Son días raros, la incertidumbre, el miedo a lo que ocurre o puede ocurrir. Tenemos que ir viviendo cada día, intentando pensar sólo en el presente. Un abrazo, y me alegra mucho volverte a ver por aquí.
ResponderEliminarCon Solaris voy avanzando, despacio para mi ritmo habitual, pero es que hasta ahora era imposible leer más de una página de cualquier libro que cogiera. Así que voy lenta pero segura, espero ser capaz de ir recuperando las lecturas porque lo necesito. Mi filosofía ahora más que nunca es el aquí y el ahora, nada más.
EliminarUn abrazo grande.
A mi me está costando concentrarme en la lectura, mi mente se dispersa enseguida con lo que estamos viviendo. Sobre todo la incertidumbre. Pero espero reencontrarme pronto con el placer por leer que he sentido siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Le está pasando a mucha gente, y yo que además no soy nada disciplinada he llegado a no ser capaz de concentrarme en nada e ir dejando de hacer todo lo que antes hacía. Por salud mental intento retomar al menos la capacidad de leer, a mi ritmo. Volverás a leer, no fuerce.
EliminarUn abrazo
¡Feliz día del libro! (con un poco de retraso) Yo estuve igual que tú las primeras semanas de confinamiento. Tuve a mi padre malito y yo misma estuve con fiebre batantes días, con lo que no me apetecía mucho leer. Avanzaba una página al día, si llegaba. Poco a poco la cosa mejoró y apunté a libros más ligeros y poco a poco retomé el ritmo de lectura.
ResponderEliminarSeguro que tú saldrás del bache lector estos días. Un libro no te elige si no es con ese motivo. ;)
¡Besos!
Ya todos los días son el día del libro 😊 Me alegro de que tú y tu padre estéis mejor 👏🏻
EliminarNo me obligo ni me fuerzo a leer porque sé que es peor, además me conozco muy bien, de momento con Solaris avanzo aunque sea despacito y ya eso me suma.
Un abraxo
Yo me obligo. Tal cual. Jamás me he acercado a un libro por obligación, salvo en época escolar, pero ahora, es que todo se me hace muy cuesta arriba. Entiendo que no te apetezca. A mí tampoco me apetece nada. Duermo, como, leo, hablo,... por inercia. Es tan triste todo esto. Es tan doloroso. Y tan tremendo como para que la lectura ya no sea ese refugio que siempre fue. Ánimo y confiemos en que ya quede poco. Besos
ResponderEliminarSoy incapaz de leer obligándome a mí misma. Juego con mi voluntad pero también con mis emociones actuales, que la verdad son bastante optimistas. Soy consciente de que esto es una carrera de fondo y no me preocupa tanto lo que dure como a dónde lleguemos. A veces pienso que llegaremos a un mundo mejor y otras a un mundo bastante más catastrófico que el que teníamos. Así van mis emociones ahira: de un lado a su contrario todo el tiempo.
EliminarUn abrazo grande
Es una situación sin precedentes. Tampoco yo tengo la cabeza en su sitio, pero sí es verdad que estoy leyendo más. Todo eso a cambio de no estudiar absolutamente nada. No tengo la cabeza para ello. Ánimo, que pronto pasará. Besos.
ResponderEliminarNos hemos quedado sin certidumbres, que no eran tales. Aprender a vivir de nuevo con todos los cambios que está situación provoca y provocará es lo que nos queda. Las prioridades cambian, para mi lo importante es lo inmediato, el aquí y ahora.
EliminarUn abrazo
Ana, qué alegría leerte!
ResponderEliminarAntes estas cosas las veíamos desde lejos, en nuestro confortable mundo asistíamos resignados a que estas cosas pasaban, lejos de aquí, las mirábamos por la tele... y ahora nos tocó a nosotros, a los reyes del mambo. Leo, veo pelis, teletrabajo y hablo con mis afectos, a distancia, of course. Humildad y paciencia.
Una abraçada
También me alegra "verte" 😊
EliminarQué puñetero infierno todo esto... A mi me ha desencajado, y mira que llevaba tiempo trabajando con herramientas que ahora me son muy útiles para mantener cierta salud mental. Pero el dolor por lo que está pasando no se puede (ni quiero) esquivar.
Yo al principio veía pelis y series y también hablar con unos y otras y otros y unas pero poco a poco he ido hasta dejando de hacer lo que hacía. Hora de reaccionar.
Una abrazada mola fort
Ha pasado un mes de haber leído esta entrada. Me alegra sobremanera que hayas decidido confiarnos tus experiencias lectoras como antaño. Veo que has agarrado 'ritmo lector' y eso me resulta magnífico.
ResponderEliminarConfinado como tú, me hace bien saber que has vuelto.
Recibe un fuerte abrazo.