Título original: Divisadero
Traductor: José Luis López Muñoz
Páginas: 312
Publicación: 2007 (2008)
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9788420473444
Sinopsis: En la más íntima y hermosa de sus historias, Michael Ondaatje narra la vida de Anna, quien tras un brutal suceso acontecido en su hogar, tendrá que dejar atrás la vida en la granja de California y empezar un nuevo camino en el sur de Francia. Lejos de su padre, de su gemela Claire y de Coop —un misterioso muchacho acogido por la familia— encontrará en la literatura y en la reconstrucción de la biografía de un importante escritor la manera de conciliarse con su pasado. Una novela de vidas cruzadas que se extiende por dos continentes y a lo largo de un siglo.
Hace tiempo leí El paciente inglés, un libro (y una película) que me dejó buenas sensaciones. Así que decido buscar algo más de Ondaatje. Y sin referencia alguna, salvo el autor, llego a Divisadero.
A vueltas con las sinopsis: Anna y Claire no son gemelas. Claire, al igual que Coop, son adoptados, si bien Claire, con apenas unos días, lo es en el momento en que nace Anna. En las sinopsis originales no he encontrado ninguna alusión a que fueran gemelas, así que no tengo claro de dónde surge esta “gemelaridad”. Cierto que en algunos momentos parecen intercambiables (de tan unidas), especialmente a ojos de los demás, pero ¿gemelas? Pues va a ser que no.
Y sobre el título, Divisadero, que se menciona en un determinado momento por Anna:
No voy a escatimar los inconvenientes que esta lectura puede provocar en algunos lectores: no es una estructura lineal; la prosa es exquisita pero puede ser tachada de rebuscada. Digamos que es poética, no en vano Ondaatje es también poeta. Y, por último, si esperas ver, como si de una radiografía se tratara, cómo Anna encontrará en la literatura y en la biografía de Lucien Segura (el escritor) la manera de conciliarse con su pasado, entonces pasa de largo. La sutileza de Ondaatje es de tal calibre que hay que hilar muy fino para llegar a esa reconciliación. Que llegas, sí. Pero lo haces por la experiencia personal que te lleva a percibir y vivir la literatura como un arte que puede conciliarte con la vida. O todo lo contrario. La literatura sana, y también clarifica.
Dicho todo esto, he disfrutado de esta lectura en cada página y en cada una de las historias de las muchas que contiene el libro. Porque no es la historia de Anna, es también la de Claire, la de Coop, la de Lucien Segura, la de Rafael, la de Aria, la de Marie-Neige…
Vidas cruzadas, vidas que se cruzan sin cruzarse, el entramado que une vidas separadas, que en algún momento han estado juntas, quizás durante un tiempo, corto o duradero, o que se entrelazan por detalles. Divisadero es un libro generoso, un libro que contiene varios libros, varias historias, varias vidas. Historias que se ramifican, historias inconclusas, lo que no a todo el mundo satisfará, deseosos de que los círculos se cierren y las historias sean redondas. Pero como en la vida, no todas las historias terminan, ni se cierran, ni se resuelven. Así es el pasado, a veces sin solventar, que muchos arrastramos.
Todos los personajes que aparecen tienen profundidad, una profundidad que va más allá de su clase social, hasta el analfabeto Roman, trabajador y poco hablador, tiene un calado que en cierta forma lo ilumina. Esa luz que aporta Ondaatje a sus personajes tiene mucho que ver con la naturaleza, los paisajes en los que se desenvuelven y viven, que dan forma a esas personalidades, les dan ese matiz luminoso. Todos tienen identidad propia, aunque algunos la estén buscando en los demás, en sí mismos, en su pasado...
Las primeras páginas de este libro servirán de filtro, quien continúe con la lectura se sumergirá en todas y cada uno de los paisajes y personajes sobre los que Ondaatje nos contará y quedará satisfecho del camino, deseando que no se termine. Quien no se encuentre lo suficientemente cómodo y no divise lo que contiene esta lectura, cerrará el libro y lo dejará aparcado.
En la novela Ondaatje menciona una frase de Lucien Freud: "Todo es biográfico, todo es collage". Y no creo que haya una frase que describa mejor este libro. Una composición hecha de distintos materiales (personajes, paisajes, libros, referencias, poesía, épocas…) que si bien no consiguen del todo mantener un tono unificado sí que deja en mí una lectura muy satisfactoria. Mucho.
Traductor: José Luis López Muñoz
Páginas: 312
Publicación: 2007 (2008)
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9788420473444
Sinopsis: En la más íntima y hermosa de sus historias, Michael Ondaatje narra la vida de Anna, quien tras un brutal suceso acontecido en su hogar, tendrá que dejar atrás la vida en la granja de California y empezar un nuevo camino en el sur de Francia. Lejos de su padre, de su gemela Claire y de Coop —un misterioso muchacho acogido por la familia— encontrará en la literatura y en la reconstrucción de la biografía de un importante escritor la manera de conciliarse con su pasado. Una novela de vidas cruzadas que se extiende por dos continentes y a lo largo de un siglo.
Hace tiempo leí El paciente inglés, un libro (y una película) que me dejó buenas sensaciones. Así que decido buscar algo más de Ondaatje. Y sin referencia alguna, salvo el autor, llego a Divisadero.
A vueltas con las sinopsis: Anna y Claire no son gemelas. Claire, al igual que Coop, son adoptados, si bien Claire, con apenas unos días, lo es en el momento en que nace Anna. En las sinopsis originales no he encontrado ninguna alusión a que fueran gemelas, así que no tengo claro de dónde surge esta “gemelaridad”. Cierto que en algunos momentos parecen intercambiables (de tan unidas), especialmente a ojos de los demás, pero ¿gemelas? Pues va a ser que no.
Y sobre el título, Divisadero, que se menciona en un determinado momento por Anna:
Procedo de Divisadero Street, relacionada con la palabra española “división”, la calle que en otro tiempo era la línea divisoria entre San Francisco y los campos del Presidio. O quizá venga de la palabra “divisar”, ver desde lejos.A falta de más explicaciones, me quedo con ambas (división y divisar), si bien en castellano la palabra “divisadero” tiene más relación con observar, mirar a lo lejos, que con división. Pero en el fondo nos vamos a encontrar con vidas divididas, observándolas desde cierta distancia, quizás desde un mirador que nos permita atisbar un amplio paisaje y un no menos amplio espacio temporal.
No voy a escatimar los inconvenientes que esta lectura puede provocar en algunos lectores: no es una estructura lineal; la prosa es exquisita pero puede ser tachada de rebuscada. Digamos que es poética, no en vano Ondaatje es también poeta. Y, por último, si esperas ver, como si de una radiografía se tratara, cómo Anna encontrará en la literatura y en la biografía de Lucien Segura (el escritor) la manera de conciliarse con su pasado, entonces pasa de largo. La sutileza de Ondaatje es de tal calibre que hay que hilar muy fino para llegar a esa reconciliación. Que llegas, sí. Pero lo haces por la experiencia personal que te lleva a percibir y vivir la literatura como un arte que puede conciliarte con la vida. O todo lo contrario. La literatura sana, y también clarifica.
Dicho todo esto, he disfrutado de esta lectura en cada página y en cada una de las historias de las muchas que contiene el libro. Porque no es la historia de Anna, es también la de Claire, la de Coop, la de Lucien Segura, la de Rafael, la de Aria, la de Marie-Neige…
Porque si no saqueas el pasado, esa ausencia se alimenta de ti.
Vidas cruzadas, vidas que se cruzan sin cruzarse, el entramado que une vidas separadas, que en algún momento han estado juntas, quizás durante un tiempo, corto o duradero, o que se entrelazan por detalles. Divisadero es un libro generoso, un libro que contiene varios libros, varias historias, varias vidas. Historias que se ramifican, historias inconclusas, lo que no a todo el mundo satisfará, deseosos de que los círculos se cierren y las historias sean redondas. Pero como en la vida, no todas las historias terminan, ni se cierran, ni se resuelven. Así es el pasado, a veces sin solventar, que muchos arrastramos.
Todos los personajes que aparecen tienen profundidad, una profundidad que va más allá de su clase social, hasta el analfabeto Roman, trabajador y poco hablador, tiene un calado que en cierta forma lo ilumina. Esa luz que aporta Ondaatje a sus personajes tiene mucho que ver con la naturaleza, los paisajes en los que se desenvuelven y viven, que dan forma a esas personalidades, les dan ese matiz luminoso. Todos tienen identidad propia, aunque algunos la estén buscando en los demás, en sí mismos, en su pasado...
Las primeras páginas de este libro servirán de filtro, quien continúe con la lectura se sumergirá en todas y cada uno de los paisajes y personajes sobre los que Ondaatje nos contará y quedará satisfecho del camino, deseando que no se termine. Quien no se encuentre lo suficientemente cómodo y no divise lo que contiene esta lectura, cerrará el libro y lo dejará aparcado.
En la novela Ondaatje menciona una frase de Lucien Freud: "Todo es biográfico, todo es collage". Y no creo que haya una frase que describa mejor este libro. Una composición hecha de distintos materiales (personajes, paisajes, libros, referencias, poesía, épocas…) que si bien no consiguen del todo mantener un tono unificado sí que deja en mí una lectura muy satisfactoria. Mucho.
Está la presencia escondida de otros en nosotros, incluso de aquellos a los que hemos conocido muy poco tiempo. Los contenemos para el resto de nuestras vidas, sin que importen las muchas fronteras que crucemos.(©AnaBlasfuemia)
Pues no sé yo si me gustaría.
ResponderEliminarDe entrada ni me suena este hombre. Sé que existe una película que se titula "El paciente inglés" pero no la he visto, y no sabía que era una adaptación de una novela. Ya ves si voy perdida con este autor. De entrada siento curiosidad por el él. Estoy mirando por encima en google y veo que tiene varias novelas más. No sé si acabaré leyendo algo suyo pero has despertado mi curiosidad.
bsos!
Creo que hay más gente que ha visto la película de "El paciente inglés" que leído el libro. Hay tantos autores que es normal perderse. Si ha despertado tu curiosidad ya es algo :)
EliminarUn abrazo
Prefiero una historia inconlusa si es buena y está bien contada a otra con un final redondo pero que no termine de convencerme. Además, como bien dices, en la vida no todas las historias tienen un final, así que por esa parte me parece que le da un toque de realismo.
ResponderEliminarLeí "El paciente inglés" hace años o más bien debería decir que pasé por él sin detenerme porque no era mi momento para leer ese libro. Vamos, como si no lo hubiese leído. Apenas recuerdo además el estilo de este autor que por lo que comentas es de esos que o lo odias o lo amas. Mira que a mí me cuesta dejar abandonado un libro una vez que lo empiezo aunque no me esté gustando (mal hecho por mi parte pues pocas veces el esfuerzo recibe recompensa). De momento lo dejo aparcado, el tiempo y el propio libro decidirán por mí.
Besos!!
Lo de los finales es que tiene mucha tela que cortar. A mí un libro que me ha gustado mucho puede cabrearme un mal final. Pero finales abiertos, inconclusos, pueden producirme distintas reacciones. Algunos libros piden que los finales sean así, otros sin embargo no. En este, me encajó. No sé qué decirte, si "El paciente inglés" dejó esa débil huella en ti quizás este libro tampoco sea para ti. O tal vez fue el momento, quién sabe. Como tú dices, y sabes que pienso lo mismo, el libro decidirá por ti.
EliminarUn abrazo
No he leído nada de Ondaatje, en parte por prejuicios personales (y nada racionales) que me predisponen en contra de la literatura de origen anglosajón. Pero todo eso que comentas, que no sea una historia lineal ni conclusa y que se termine dispersando en otras muchas me lleva a pensar que puede muy bien valer la pena leerle, porque si algo tengo claro es que las historias lineales con un principio y un final (que no sean el nacimiento y la muerte) son falsas, y la literatura es ficción, pero no invención. Es muy capaz de verdad y se le debe exigir esa verdad.
ResponderEliminarUn abrazo, Ana.
Los prejuicios personales no suelen ser muy racionales, aunque decidan tanto por nosotras... Me encanta, y firmo, lo de que la literatura es ficción, pero no invención. No sé si verdad, pero al menos yo sí espero coherencia en lo que se me cuenta. Que me lo crea aunque me hable de buhos que leen o dragones que viven en el sofá de mi casa.
EliminarUn abrazo
Hola Ana:
ResponderEliminarÚltimamente estoy leyendo a escritores canadienses que me han atrapado el alma (me han maniatado) :Anne Michaels, Alistair Macleod y Alice Munro: Así que con ello y apoyándome en que te ha gustado Michael Ondaatje le daré otra oportunidad, ya que cometí un error de principiante al ver la película de " el paciente inglés" antes que el libro y no me gustó nada de nada. Así que en tu nombre le daré una nueva oportunidad.
gracias
un saludo
Excepto a Munro no conocía las otras dos autoras que mencionas (creo), tomo nota e investigo. No sé, si no te gustó la película, si te gustará el libro, el del paciente o este. No sé si una oportunidad, pero al menos un vistazo bien se merece ;)
EliminarUn abrazo
Entiendo a qué te refieres cuando nos avisas de que esta lectura tiene sus capas poéticas, sus filigranas y ese hilar tan fino porque recuerdo perfectamente la lectura de"El paciente inglés" (que como a ti, también me gustó) y ya estaba presente ese trasfondo, por no mencionar la excéntrica (por ponerle un adjetivo) relación amorosa del cepador. Y también había algo de "collage", ¿a que sí? Pues nada, me llevo esta lectura bien anotadita que creo que ya va siendo hora de volver a disfrutar de Ondaatje. Bss
ResponderEliminarPues me alegro que me entiendas :) Porque a veces soy difícil de entender ;) Es cierto, el trasfondo, el estilo es el mismo, o parecido, en ambos libros. Por eso aunque a mí me guste, no puedo menos que advertir que quizás a todo el mundo no lo hará. Aunque eso pasa con todos los libros, claro. Leer es algo tan personal... Pero veo que en tu caso, por lo que cuentas, disfrutarás de esta lectura. Ojalá. No porque yo te lo diga o te lo desee, sino porque me encanta que los lectores disfruten de sus lecturas, sean las que sean.
EliminarUn abrazo
No he leído nada de este autor, sí que vi en su momento “El paciente inglés” y me gustó bastante, por cierto el guión lo firmó el propio Ondaatje y como curiosidad comentar que el personaje que interpretaba mi admirada Juliette Binoche se llamaba Hana mientras que veo que la protagonista de este “Divisadero” se llama Anna, aquella era canadiense y esta norteamericana, aquí se acaban los puntos de conexión por lo que veo ya que los argumentos de las dos novelas no tienen nada que ver… por lo que leo.
ResponderEliminarHum! “Divisadero Street”, tiene una sonoridad muy chula, sería un buen nombre para un Blog donde poder asomarse a divisar cosillas, ¿no?, también tiene buena pinta el libro, sí. Salut!
¡Binoche! La adoro, y creo que fue en esa película donde la descubrí. No me había dado cuenta del detalle de Hana/Anna, tiene su gracia, siendo mi nombre Ana... Los argumentos no tienen nada que ver, pero el estilo de Ondaatje ahí esta.
EliminarAnota "Divisadero Street" por si abres otro blog ;)
Un abrazo, caballero Krust
No me importaría leerla. De vez en cuando una necesita un algo más aunque venga con inconvenientes.
ResponderEliminarEn realidad para mí no fueron inconvenientes, por eso lo disfruté. Para quien lo sea no sé si disfrutará de la lectura.
EliminarUn abrazo
Leí este libro y aunque tira de mucha filigrana, hay cierto dramatismo excesivo que perturba.
ResponderEliminarAbrazos
Fiigrana, es una forma de decirlo, hay quien puede verlo como exceso. No sé si el dramatismo es excesivo, en comparación con otras lecturas no me pareció tanto, aunque sí hay ese transfondo perturbador.
EliminarUn abrazo
Me lo llevo apuntado por si me cruzo con él. De vez en cuando apetecen lecturas con más fundamento. jejeje
ResponderEliminarBesotes.
Los libros deciden, Tabuyo, y los momentos también.
EliminarUn abrazo
Ay! No sé... Es que he empezado a leer El paciente inglés como cuatro veces en años diferentes, y soy incapaz de llegar ni siquera a un cuarto de libro. Me aburro demasiado...
ResponderEliminarBesos!
Pues entonces creo que este libro no es para ti, si tantos intentos te ha costado "El paciente inglés" y te aburre. Posiblemente con este te pase lo mismo.
EliminarUn abrazo
Pues no me importaría pasar ese filtro. Parece que hay algo interesante ahí escondido. Un beso.
ResponderEliminarEl filtro decidirá, si te dejas llevar llegarás a disfrutarlo.
EliminarUn abrazo
No me acaba de atraer el argumento, si además "los inconvenientes que esta lectura puede provocar en algunos lectores: no es una estructura lineal; la prosa es exquisita pero puede ser tachada de rebuscada", ya me doy cuenta que no es una lectura para mí.
ResponderEliminarAbrazo.
Sí, intuía que este libro no te iba a tentar. Pues eso, intuiciones, aunque coincidamos en algunas lecturas empiezo a perfilar cuáles no te encajarán.
EliminarUn abrazo
Divisadero como metáfora de la gente que nos acompaña una época de nuestra vida y luego se aleja... pero solo geográficamente, porque su roce deja algo calado en nuestra forma de ser.
ResponderEliminarMe cuesta sumergirme en los escritores difíciles. Cada vez soy mas vago para leer.
Me gustan las historias que tienen ramificaciones. Es como la vida.
No sé si Ondaatje es un autor difícil. Yo creo que todo depende del momento lector en el que está cada cual. Serás vago para leer pero te gustan las historias con ramificaciones. Contradicciones, como la vida.
EliminarUn abrazo
No, a mí tampoco termina de convencerme, a pesar de tu reseña. Me ha parecido curioso el detalle de las "gemelas".
ResponderEliminarUn saludo,
Laura
Hay tanto por leer, que lo que no convence hay que dejarlo pasar.
EliminarUn abrazo
Lo leí hace tiempo, mucho, justo por el mismo motivo que tú, lo encontré al lado del Paciente Inglés en la biblioteca y dije "para mí". Me gustó mucho, precisamente ese lenguaje que puede parecer rebuscado y las historias que no se cierran del todo era lo que buscaba entonces. No he vuelto a repetir con el autor, tengo pendiente El viaje de Mina. No recordaba lo de las gemelas.
ResponderEliminarBesos
Hace tiempo, cuando andabas libre por las bibliotecas :) A mí me gustó, historias dentro de historias, y la forma en que lo cuenta. Haré ese viaje con Mina también. Algún día.
EliminarUn abrazo
Ya decía yo que ese nombre me sonaba... intenté leer El paciente inglés hace años y fracasé. No lo vuelvo a intentar con el autor...
ResponderEliminarBesos.
No deberías, quiero decir que es Ondaatje y si no te gustó El paciente inglés no creo que este te guste.
EliminarUn abrazo
Pues sí, no todas las historias se terminan, se resuelven... Pinta muy bien este libro pero me acabas de recordar que El paciente inglés lleva ya unos cuantos años esperando en mi estantería.
ResponderEliminarBesotes!!!
Vamos, que te llevas un dos por uno, ambos de Ondaatje :) Hay libros que llevan taaaanto tiempo pendientes ¿verdad?
EliminarUn abrazo
Pues me lo llevo apuntado aunque eso de lenguaje poético me asusta y me atrae al mismo tiempo. Besos.
ResponderEliminarEs que lo que asusta también nos provoca curiosidad :) Échale un vistazo y que el libro decida
EliminarUn abrazo
Creo que nunca leí El paciente inglés, es de esas cosas que tienes como un poco borradas, un recuerdo muy vago.
ResponderEliminarDe este Divisadero supongo que me interesa más esa prosa que puede resultar rebuscada o la estructura menos conevncional. Hacer lo del filtro me vale, algunas veces abandono pero pasado un tiempo lo vuelvo a coger y terminar encantada. Diviso lectura.
Abrazos
Usa el filtro, que con algunos libros me despistas y no tengo claro si te convencerán o no. Pero ya sabes que el mejor filtro es el libro en la mano y la sensación que te provoca.
EliminarUn abrazo
Leí hace muchos años El Paciente Inglés y sólo recuerdo que lo había disfrutado mucho, especialmente la forma en la que está escrito. Aún así, es un autor del que me olvidé por completo y nunca me molesté en buscar nada más de él. Me llama la atención eso que cuentas de que use un lenguaje poético y de que la estructura no sea convencional. Podría gustarme, así que me lo llevo apuntado :)
ResponderEliminarPues como a quienes comentan que han leído "El paciente inglés" y les ha gustado, te animo entonces con este, porque creo que también lo disfrutarás. O así lo deseo :)
EliminarUn abrazo
Un libro extraño, Ana. Y quizás por eso me resulta interesante. Además no conocía al autor. Así que gracias. Abrazos.
ResponderEliminarMarisa, que fácil de convencer eres :P
EliminarUn abrazo
Me pasó lo mismo que a ti, El paciente inglés me marcó mucho, fíjate que hasta en el lateral del blog tengo una canción de Marta Sebestyen ....y busqué más obras del autor aunque no me llegué a decidir, ahora ya que tú has ido por delante te sigo, lo veo muy, muy para mí, ya sabes que a mí los escollos no me importan, el presi batalla y es cabezota!!! Por cierto, estoy con Brodeck, ya te contaré :)
ResponderEliminarBrodeck de Claudel y Bruckner, Brucker, el del buen hijo, Besos
EliminarEl presi y su torrija.
Ya ya, me imaginaba que te referías al de Claudel. Te marcó "El paciente inglés", así que sabrás deslizarte por esta lectura y sacarle provecho y buenos momentos e historias. Sé que los escollos no te importan, que incluso los buscas. Ahí nos encontramos. Y Brucker, ya contarás. Todo: el de Claudel, Brucker y este, si te animas. Impaciente.
EliminarUn abrazo y las torrijas mejor nos las comemos
El nombre me llama la atención y tu diatriba sobre la gemelaridad de las protagonistas me ha causado curiosidad... Parece un libro infrecuente, de esos que se salen de los caminos manidos y que puede llevar a un disfrute extremo o al aburrimiento máximo dependiendo del lector y la época en la que sea leído. A mí me llama incluso más que El paciente inglés, que me causa un poquillo de pereza, la verdad. 1beso!
ResponderEliminarEs que las sinopsis a veces marean, no las entiendo de dónde las sacan. ¿Se puede hacer una sinopsis de un libro que no has leído? Porque parece que sí. Si te daba pereza "El paciente inglés" no sé yo este... Tú verás. O no ;)
EliminarUn abrazo
Y tanto que hay que hilar muy fino para captar toda la sutileza de Ondaatje. Hace muchos años leí "El paciente inglés" y al mismo tiempo que me daba cuenta de que estaba ante un escritor excepcional también tenía la sensación de que no me estaba enterando de casi nada. Una experiencia perturbadora.
ResponderEliminarLeeré este "Divisadero" que recomiendas porque Ondaatje se merece una segunda oportunidad (y yo esforzarme un poco más).
Gracias por tan completa reseña.
Un abrazo.
Bien, bien... lee Divisadero, pero el esfuerzo no debiera de ser grande, no trabajoso al menos. Que leer tiene que ser algo que fluya, que ya en su momento tuvimos que estudiar con esfuerzo libros que nos obligaban. No, leer tiene que ser fluir con lo que lees.
EliminarGracias a ti por comentar.
Un abrazo
Acabo de descubrir quién está detrás de El paciente inglés y si, como suele ser habitual en mi caso, la novela supera a la versión cinematográfica ya estoy impaciente por hacerme con ella. Y a partir de ahí todo lo que pueda entrar por esa puerta. Con más razón después de esta reseña. Me gusta las líneas que dibuja, aunque no tengo claro si la imagen final será totalmente de mi agrado. En todo caso me atraen mucho esas formas de contar la vida.
ResponderEliminarBesos
La verdad es que la película es más conocida que el libro (no era nada mala, a mí me gustó). El libro es diferente a la película, pero a mí me gustaron ambos. No hay finales, Jara ;)
EliminarUn abrazo
Leí 'El paciente...' hace mucho tiempo, cuando aún no volcaba mis lecturas hacia las letras. Seguramente fue después de ver la peli -cuyo DVD compré-.
ResponderEliminarDe éste sé poco; aquí no ha tenido buena acogida, particularmente por su estructura, de la que das perfecta idea. Igualmente, veré si lo localizo; por aquí los libros con cierta 'edad' desaparecen rápidamente.
Estupenda tu reseña, Ana. Tomo debida nota que te ha gustado y lo apunto.
Un beso!
Mucha gente llegó al libro a través de la película, y alguna hasta no llegó :) Si te gusto "El paciente inglés" este te gustará también. Qué pena que desaparezcan los libros con cierta "edad", ¡si los libros no envejecen! :)
EliminarUn abrazo
Me gusta que los personajes se empapen con la luz del paisaje. La lectura ayuda a entender el pasado en su complejidad pareciendo todo más simple. Ojalá Anna encaje lo que le pasó, por suerte cuenta con los libros.
ResponderEliminarUn beso
Es que es de esos libros en los que el paisaje es un protagonista más, no todo el tiempo pero sí en muchos momentos, y además los paisajes, los lugares, también nos hacen...
EliminarUn abrazo
Pues me lo quedo. Me gustó muchísimo El paciente inglés (es taaaan bonita) y no sabía que existía un libro, así que voy a apuntarme el autor en general para buscar las dos obras de él. Además, me gusta mucho lo que cuentas :)
ResponderEliminar¡Un beso!
¿Pero hablas de la película o del libro? Porque hay mucha gente a la que le puede haber gustado la película pero no tanto el libro. Tómalo con cautela, aviso ;)
EliminarUn abrazo
¡¡Qué bonito que una vida encuentre refugio en la literatura!! Un poco es eso lo que parece que se entrelazada entre tantas historias cruzadas. Anoto el libro. Y seguramente, al menos, me encontraré con su lomo en alguna librería que se preste a ofrecerlo a quienes no sabemos aún si decidir que se venga un rato largo con nosotros o esperar a ver qué sensaciones me produce cuando nos miremos cara a cara.
ResponderEliminarHe de decir que ando con "cerrojo" en cuanto a adquirir libros...sé que existen en las bibliotecas, pero el tiempo de préstamos es insultante...y ahora no tengo tiempo ni para decir que aumenten el tiempo...De manera, que leeré...sin duda alguna, pero los que ya están aquí...en las vitrinas y estanterías...y de momento ni eso...
Un besin grande...me encanta venir por aquí...
La literatura es muchas cosas ¿verdad? un refugio, entre muchas otras cosas. Los libros nos dicen si quieren ser leídos por nosotros o no. Yo siempre dejo que me elijan, aunque aún estoy aprendiendo a hilar más fino y escucharles antes de leerles.
EliminarNo me hables de cerrojos en cuanto a adquirir libros y centrarme en todo lo que tengo sin leer en casa. Me pasa como con el tabaco: en los últimos meses he dejado de fumar un montón de veces. Me ha durado más o me ha durado menos, pero siempre vuelvo a fumar :(
Un abrazo, me encanta que vengas por aquí ;)
¿Puedes creer que no he leído ni he visto el paciente ingles aún? Creo que empezaré por ahí antes de sumergirme en este que nos traes...
ResponderEliminarBesotes
Pues claro que me lo puedo creer. Anda que no hay libros y autores sin leer, y que llevan ahí tanto tiempo que parece que ya los hemos leído... :)
EliminarUn abrazo
De este hombre tengo pendiente El paciente inglés, así que lo leeré primero a ver qué tal =)
ResponderEliminarBesotes