jueves, 25 de octubre de 2018

Nostalgia (Mircea Cărtărescu)

Título original: Nostalgia
Traductor: Marian Ochoa de Eribe
Páginas: 384
Publicación: 1993 (2012)
Editorial: Impedimenta
Sinopsis: Nostalgia, la obra que consagró a Mircea Cărtărescu como la voz más potente de las actuales letras rumanas, constituye una auténtica revolución literaria. El volumen, de una calidad prodigiosa, se abre con «El Ruletista», que narra la improbable historia de un hombre al que nunca le ha sonreído la suerte, pero que, sorprendentemente, hace fortuna participando en letales sesiones de ruleta rusa. En «El Mendébil», un mesías impúber de aires proustianos pierde sus poderes mágicos con el advenimiento de su propia sexualidad, y se ve perseguido por una legión de jóvenes acólitos. En «Los gemelos», Cărtărescu se entrega a la bizarra exploración de la ira juvenil, hasta desembocar en la pieza central del libro, «REM», que narra la historia de Nana, una mujer de mediana edad, enamorada de un estudiante de instituto en una Bucarest pesadillesca, enciclopédica, que se eleva a la categoría de ciudad universal.
Puedes empezar a leer las primeras páginas AQUÍ
La última vez me dijiste que tú no vives, sino que existes; sé que, cuando avanzas de espaldas por el pasillo de tu memoria, te tropiezas, te arañas, te golpeas, pero no puedes evitar encontrar algunos sitios transparentes en los que tú eres verdaderamente tú y no una pobre mujer madura, una funcionaria solitaria sin futuro alguno que vive bajo la tierra, a millones de kilómetros de profundidad bajo los cimientos de la ciudad, en este cubo luminoso de tu apartamento.
No existe un manual de instrucciones para leer a Cărtărescu. Leí El ruletista hace cinco años. Me quedé impresionada con aquella lectura, sabiendo que no se trataba tanto del Ruletista como del personaje del Escritor (con el pálpito de que detrás del Escritor estaba el propio Cărtărescu). Fui comprando (que no leyendo) todos sus libros hasta fecha de hoy, incluyendo el último, El ala izquierda (primera parte de la trilogía Cegador). Mientras, fui leyendo todas las entrevistas que se publicaban por internet, el primer encuentro con Cărtărescu en la librería Albertí, su discurso inaugural de la Feria del Libro de Madrid de este año. Y finalmente, en el mes de octubre, pude acudir en persona a la presentación del libro El ala izquierda en la librería Alberti, con la asistencia del propio Cărtărescu, recién recogido el Premio Formentor. 

Verle, escucharle, darle la mano, empaparme del universo Cărtărescu directamente, a escasos metros de distancia. En un espacio atiborrado de personas, sentí que no había nadie a mí alrededor y que sólo estábamos Cărtărescu y yo, rodeados ambos de un radiante nimbo que nos mantenía aislados del resto del mundo, pero conectados con el universo.

Estaba lista ya para seguir leyendo a Cărtărescu. Parecería que debería de hacerlo con el El ala izquierda, o con el deslumbrante Solenoide. Pero no. El primer libro de Cărtărescu publicado por Impedimenta fue El Ruletista, que es uno de los relatos (concretamente el primero) que aparece en este libro que os traigo, Nostalgia. Un libro de relatos que puede leerse como un todo, paisajes interconectados del vasto universo de Cărtărescu. 
Los hombres no son todos del mismo tipo. Los hay de cuatro tipos: los que no han nacido, los que viven, los que no han muerto y los que ni han nacido, ni viven, ni han muerto.
¿Por qué decide Impedimenta publicar en primer lugar El Ruletista, y no por ejemplo El arquitecto -el último de los relatos que compone Nostalgia y que podría (aparentemente) considerarse el relato menos cohesionado con el resto- o cualquiera de los otros libros que Mircea ya había publicado en Rumanía? Porque el editor de Impedimenta, Enrique Redel, es muy inteligente y conocía de primera mano la obra de Cărtărescu. Sabía cómo el lector debería ir ascendiendo este Everest literario que es la obra de Cărtărescu y El Ruletista era el mejor anticipo posible de la complejidad y la magnificencia de este autor. Era el anzuelo ideal, el primer paso posible para avanzar por este universo personal, único y fantástico que nos ofrece Cărtărescu y hacerlo desde la comprensión de la totalidad de su obra. Si quería seguir progresando en la escalada, la siguiente etapa tenía que ser Nostalgia.
En mi cabeza, bajo la bóveda craneal, vive un hombrecillo idéntico a mí […] Porque él es mi marionetista. Pero la bóveda celeste no es sino el cráneo de un niño gigante, que también es idéntico a mí […] Porque yo soy su marionetista.
Con todo ese recorrido previo que os he contado, empezar a leer Nostalgia (incluyendo la relectura de El Ruletista) fue fluir a través de su lectura como si llevara leyendo a Cărtărescu toda la vida, como si hubiera leído todos sus libros, como si fuera mi amigo del alma, la amígdala de mi sistema límbico… o quizás él fuera mi marionetista y yo el suyo.

Hay en Nostalgia una amalgama de realismo, fantasía, espacios oscuros, onirismo, bichos varios, surrealismo, descripciones detalladas, escenarios extraños, arquitecturas dalinianas, pesadillas... característicos de este autor, todo ello envuelto en un lirismo y una prosa elegante, corrosiva y privilegiada a la que dota de una musicalidad excelsa.  
Sueño muchísimo, en colores dementes, tengo en los sueños sensaciones que no busco nunca en la realidad. 
He de decir que leí Nostalgia dos veces, de dos formas. En un estado de ensoñación por la noche, y releyendo de día con lucidez y atención lo leído por la noche en ese estado de embriaguez de la modorra previa al sueño. Que además a la vez estaba leyendo las entrevistas de Pierre Michon recogidas en Llega el rey cuando quiere, con lo cual establecí conexiones entre ambos autores (y alguno más), sus pensamientos y su espiritualidad, mi momento vital, que son irreproducibles para mi limitado léxico. Sensaciones con las que me quedo y me guardo como una experiencia mística, personal e íntima.

Cărtărescu es inabarcable. No es solo su literatura, su universo, es también lo que araña en lo más esencial de una misma, esa demanda que hace a tu propia alma. No es solo un escritor, es un pensador, y como tal al leerle te interpela, te expande, provoca marejadas de reflexiones, agita cada célula, cada poro, todas las fisuras de tu físico y tu ser temblando como un cachorro.
Me despertaba muchas veces llorando de soledad.
¿Qué es Nostalgia? Un laberinto. Un laberinto con todas sus encrucijadas y su complejidad que, sin embargo, no pretende confundirte sino ofrecerte varias salidas posibles sin renunciar a recorridos alternativos, multiviarios, senderos en los que puedes tanto perderte como encontrarte. El lector de Cărtărescu es un Teseo enfrentándose a las adversidades del ser humano, derribando una a una todas las barreras y compartimentos de nuestra propia naturaleza.

El universo de Cărtărescu es un universo matrioshka con contenedores y contenidos infinitos, desde el centro del cerebro hasta la estructura universal más grande conocida: un supervacío a millones de años luz. Desde el espacio más pequeño de nuestra sesera hasta ese gigantesco supervacío hay múltiples barreras y compartimentos, como islas conectadas entre sí, que hay que atravesar, destrozar incluso, poseerlas con humildad y conocimiento si quieres conseguir la inmortalidad (morir sin morirse del todo) y tocar con la punta de los dedos el infinito. 
Que el yo, puesto que existe, debe encontrar una forma de asegurar su permanencia. Que me convertiré en otra cosa infinitamente más compleja. De lo contrario es absurdo, y no encuentro espacio para lo absurdo en el proyecto del mundo. Miles de millones de galaxias, campos imperceptibles, en fin, este universo que rodea mi cabeza como un aura no podría existir si yo no tuviera que conocerlo en su totalidad, poseerlo, ser él.
En una entrevista dice Cărtărescu: “cuando no escribo intento no suicidarme”. Yo hago lo mismo cuando no leo. Por eso leo.

Nos vemos en los libros. O no.

Modo Guadiana ON. 

18 comentarios:

  1. Yo le tengo miedo a este autor. Cada vez que veo reseñado un libro suyo me llama la atención pero luego no termino de animarme incluso he ido a la librería con libris suyos en mi lista de la compra y al final nada. Algún día...
    Un beso

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  2. Ya hace tiempo que quiero leer a este autor y que por tu instagram me das ganas y mas ganas... ahora que hay libro de relatos, ya no tengo excusa para seguir evitandolo! Deseame suerte...

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  3. Ayyy madre!! Me has dejado con unas ganas locas de leer a este autor y empezar por "El ruletista"
    Besos

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  4. ¡Ana, ya veo que has puesto velocidad de crucero!

    Algunas veces me he dejado caer por la Librería Alberti, nada raro siendo madrileño (aunque vivo en los alrededores, mirando a la Sierra) y amante de la lectura. Tiene un olor a libros (como todas las librerías) de los que más me gustan… cosas mías.

    Admito mi envidia al leerte sobre tu encuentro con Cărtărescu, tiene una personalidad, esa presencia siempre como huidiza, que me resulta muy atractiva. Me enteré tarde de su presencia en la Librería Alberti, otra vez será.

    Tengo aparcado Solenoide, esperando a que llegue el frío… parece que ya viene.

    Quedan pocos “marionetistas” (bellísima palabra) como Cărtărescu. Por cierto, me encantan esas aes ( ă – ă) de su nombre, parecen cigüeñas sobre el nido (he visto muchas el pasado verano).

    Ahora ya lo sé (lo de mail)
    Un fuerte abrazo.

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  5. Yo empecé mal. A lo burro, con Solenoide, y aunque coincido contigo en lo que dices de su prosa, que suena perfecta, tenía la sensación de que la mayor parte del tiempo no contaba nada. Antes de descartarlo por completo intentaré Nostalgia, empezando por El ruletista, a ver si así puede ser.
    Abrazos

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  6. DENtro de la maravilla de este libro, yo me quedo con REM, me dejó impresionado.
    Gracias
    tengo cochina envidia de ti :)
    cuídate

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  7. Qué envidia ese encuentro con Cărtărescu.
    Cuando leí El ruletista me quedé con esa misma impresión, que el Escritor no era sino el propio Cărtărescu, lo cual ya da una ligera idea de por donde va este autor. Como dices, el rumano es un gran pensador y en sus libros está su ideario. Mezcla lo real con lo onírico, lo poético, lo reflexivo, y lo mezcla porque tiene la facultad de hacerlo y consigue con ello un cóctel explosivo. El lector se pierde, se abandona, se encuentra, se maravilla y o no entra en el universo del autor o hace como nosotras dos y como tantos otros, que quiere seguirle por todo sus sistema de galerías de astuto zorro que es (una expresión del propio autor respecto a otros grandes autores con la que yo me he quedado para aplicarle a él). Creo que ya te he comentado que Nostalgia es lo próximo suyo que quiero leer, si no, comentado queda.
    Nos vemos en los libros. Cuando nos tengamos que ver.
    Un abrazo, 'guadianera'.

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  8. Lo lei hace años y me pareció de una genialidad absoluta, creo que ahora que han pasado veinte años debería releerlo, seguro que descubro sensaciones nuevas 😍

    Muy buena reseña.
    Besitos 💋💋💋

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  9. Leí el Ruletista gracias a ti, por tu estupendo comentario sobre él. Ahora tampoco me puedo resistir. Gran placer leerte Ana. Mil gracias.

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  10. Todavía no me he acercado a este autor y después de lo que cuentas me gustaría leer El ruletista, besos

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  11. Precisamente en la Feria del Libro de Madrid, esta primavera, me decidí a leer a esta escritor, por las buenas críticas del vendedor que estaba en la caseta de Impedimenta y por la necesidad de conocer otras literaturas europeas. Me compré "El ojo castaño de nuestro amor", una especie de recorrido por su historia personal. Confieso que, aunque me sorprendió su forma de escribir, sus cambios de registro en el lenguaje y sus reflexiones, me pareció algo triste e inquietante. Pero muy muy interesante. Abrazos.

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  12. Probablemente hayas leído lo mejor del autor rumano, según la mayoría de lectores de su obra. Yo comencé por 'Lulu' -que me gustó bastante y me introdujo en el universo de sus letras- y seguí por éste, que me pareció aún mejor.
    Tengo 'El ojo castaño...' por recomendación y 'Solenoide', claro, aunque sospecho que es algo más complicado.
    La interpelación al lector respecto de dónde concluyen los sueños y dónde comienza la realidad tangible es un sello personal. Por eso coincido con él en que los sueños y la literatura comparten esencia; en ellos, hasta lo más inconcebible puede ocurrir.
    Un abrazo, Ana.

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  13. Un autor con el que no termino de atreverme... Pero voy a tener que buscar valor y enfrentarme a él, por lo que cuentas.
    Besotes!!!

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  14. Hola, Ana. Encantado de estar aquí de nuevo, leyéndote y comentando un poco.
    Me dijeron que quizás no me gustaría porque es un libro de relatos donde muestra sus manías y los temas que más le obsesionan. Pero también podría ver su potencial narrativo, y su gran capacidad para imaginar mundos y personajes donde los sueños y la fantasía tienen un peso importante. Se equivocaron en que no me gustaría. Te lo podría comentar todo pero me quedo con el tercero de los relatos, “Los gemelos”. Para mi es una joya, todo un reto literario, un ejercicio de escritura como, en esencia, lo son todos los textos de este volumen.
    Una pregunta: “REM” es el relato más largo de este libro y me ha recordado a Tim Burton, especialmente he pensado en la película Big Fish. A ti no te ha pasado?
    La protagonista es una chica que, mientras su madre está en el hospital, pasa una temporada en casa de su tía […]
    Animo a todos tus comentaristas que no dejen de leer “Nostalgia” A mi me llevó a mi pequeñez, me recordó que el tiempo hace siempre su trabajo y que cada ser humano es sólo una parte insignificante en un universo desconocido e inalcanzable.
    Como siempre un placer leerte.
    Un abrazo

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  15. hola Ana!! que lecturas profundas y comprometidas, cuando nos vamos nos llevamos unas maravillosas sensaciones y unas ganas tremendas de leer, leer a toda costa, leer para vivir y respirar. Te felicitamos y sigue buscando mas de estos libros , abrazosbuhos!!!

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  16. Estimada Ana, has leído a Kafka?, si la respuesta es sí, habrás notado que este autor es una (mala) copia de aquel. Kafka es único, es Kafka. El proceso (atemporal), Alá no quiera ponernos en esa situación, Carta a mi padre (atemporal), Der Schloss (atemporal) y la Metamorfosis atemporal o más bien muy muy contemporánea crisis va crisis viene, robot no robot, migrantes más calificados mal pagos. Esos Gregorios (suelen ser hombres, lo nuestro va de techo de cristal) ni tan viejos ni tan jóvenes, -la medianía nunca condice a nada bueno-, que un día, ni lunes ni viernes siquiera, se despiertan y zaz!, el mundo les dice que ya no tiene lugar para ellos. No más trabajo, seguirá no más bienes materiales, seguirá no más manzanas, no más familia, no más esperanza, se les niega hasta la esperanza que encierra la bala única en un tambor.

    Este que nos reseñas es de la nouvelle culture, aquí seguimos adorando a los verdaderos, Tolstoi, Pushkin, Dostovienski y Kafka obvio.

    Un gusto leerte, Selva

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  17. Comencé con Selenoide,me pareció una obra dentro de otras muchas. Al final su escritura parece que está bajo el efecto de un ácido...Por otra parte las similitudes que añade algún comentarista, lo de su referencia con Heidegger parece un chiste malo. "El ala izquierda" ya me dejó tocado.

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  18. Una amiga hace tiempo que me viene animando a leer a Cartarescu. Tu reseña hace que me lo plantee también. He sacado de la biblioteca El ala izquierda, a ver si conecto con este autor.

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En este blog NO se hacen críticas literarias ni mucho menos reseñas. Cuento y me cuento a partir de lo que leo. Soy una lectora subjetiva. Mi opinión no convierte un libro en buen o mal libro, únicamente en un libro que me ha gustado o no. Gracias por comentar o, simplemente, leer