“Una sola mirada basta para narrar una historia entera”
A quienes no sois amantes de los libros de relatos, tengo algo que deciros: un buen relato basta para narrar una historia entera. Y si son seis, como es el caso, tendremos seis historias enteras de gran solidez y una hondura impresionante.
Cada uno de los relatos funciona como una arena movediza: el suelo cede y te absorbe. No hay nada sólido que te sostenga, será la serenidad y la calma, el reparto del peso del cuerpo y el impulso inteligente lo que te permitirá salir de cada arena movediza. No es una sensación desagradable, no deja de ser agua y arena, una especie de barro que te empapa y te empieza a pesar. Si entras en pánico, te tragará. Si mantienes la calma, saldrás de la arena movediza. No del todo indemne, nadie sale ileso de un aprendizaje, y menos aún de los relatos de Adam Johnson.
El agua y la arena de estas seis arenas movedizas están hechas de los dilemas y la moralidad de sus protagonistas, de la soledad en la que se encuentran en la encrucijada de sus decisiones, de cómo se aferran a aquello que eligen, de los que nacen, de los que se hacen y de los que eligen, de los finales como una forma de la libertad ante la imposición de acontecimientos no siempre elegidos.
Gracias a la habilidad, fiabilidad y credibilidad con la que Johnson dota a sus personajes, cada uno de ellos ha supuesto un desafío para mi propia conciencia: a alguno de ellos no quisiera cruzármelo en la calle, pero Johnson me mete dentro y lo más fascinante: los entiendo, porque Johnson proporciona a cada uno de su parcela de humanidad. Y eso me inquieta.
“Las cosas más importantes nos las ocultamos a nosotros mismos”, dice la protagonista de “Datos interesantes” uno de los relatos que me noqueó hasta el llanto (más aún al saber que Johnson escribe desde la perspectiva de su propia mujer, que sufrió un cáncer del que se recuperó). Johnson nos muestra en cada relato lo que cada personaje oculta y lo hace con inteligencia y elegancia. Inquietud, perturbación, asombro, desgarro… cada historia deja su huella. Ninguna de ellas será la indiferencia y todas confluyen en el deslumbramiento.
La frase de las arenas movedizas me encanta, ahora no puedo dejar de pensar en otra cosa.
ResponderEliminarRelatos, me encantan.
Besos.
Ya te veo en modo inmersión en arenas movedizas :D
EliminarUn abrazo
Me parece de lo más acertado lo de las arenas movedizas. Es una buena forma de describir un libro que te atrapa y del que sales herida y con dificultad, pero a base de inteligencia.
ResponderEliminarMe deja mucha curiosidad el título. ¿Qué pinta George Orwell en todo esto?
Un beso.
La verdad que la sensación de arena movediza era bastante real en cada imagen. Se trataba también de saber cómo salir de ellas... Venga, a descubrir qué pinta George Orwell en todo esto ;)
EliminarUn abrazo