Título original: Anexo
Páginas: 72
Publicación: 2013
Edición: Toni Segarra
Sinopsis: Un hombre pasa unos días en un pueblo. Tiene que hacer un informe sobre las características de un terreno. La empresa para la que trabaja quiere levantar un hotel. De este informe no leemos ni una palabra. El libro empieza en el anexo, que cuenta algunas cosas extrañas del pueblo. Por ejemplo, que todos los días muere alguien. Que algunos días después reaparece, pero para volver a morir, y a reaparecer. En el anexo el hombre explica que las muertes van a espantar a los turistas, pero que por pocos que sean los que se animen, luego no podrán salir, y van a necesitar un hotel donde dormir. Que podrían pedir lo que les diera la gana por una noche de sábanas limpias y un buen desayuno por la mañana. En un momento el hombre quiere volver a casa, pero está enredado en unos cuantos asuntos con el alcalde. Y tampoco sabe muy bien cómo salir de ahí. En esta historia todos pelean por lo suyo, pero algunos pelean con más fuerza que otros.
Me gusta leer a ciegas, sin saber qué me voy a encontrar. ¿Qué me encontré en Anexo? Al principio en mi cabeza aparecían, como puestas en sordina, las imágenes de una película que me fascina y que tengo por película fetiche, de lo mejor de nuestra cinematografía: Amanece que no es poco. Esa mezcla de humor y situaciones absurdas, el surrealismo, las situaciones disparatadas, el esperpento… Y todo ello con el semblante serio. Vamos, lo más normal del mundo, que nazcan hombres en los bancales, que llueva arroz, que se den clases de ciencias a ritmo de espiritual negro, que se mantenga un monólogo con una calabaza (impagable: «Calabaza, se acaba un nuevo día y, como todas las tardes, quiero despedirme de ti. Quiero despedirme y darte las gracias una vez más por seguir con nosotros. Tú, que podías estar en la mesa de los ricos y de los poderosos, has elegido el humilde bancal de un pobre viejo para dar ejemplo al mundo. Yo no puedo olvidar que en los momentos más difíciles de mi vida, cuando mi hermana se quedó preñada del negro o cuando me caparon el hurón a mala leche, sólo tú prestabas oídos a mis quejas e iluminabas mi camino. Calabaza, yo te llevo en el corazón…»)
Y así, no menos disparatado, en Anexo todos los días muere alguien, pero resucitan y vuelven a morir, cada vez con edades distintas; un personaje que parece imprescindible (Grossman) resulta totalmente inaccesible; un fiscal resuelve los casos con la imaginación… Se enlazan unas situaciones con otras, todas ellas disparatadas, pero bien amalgamadas, como si Nelson Galtero modelara con cerámica una figura elaborada a partir de materiales inverosímiles.
Mientras que en Amanece que no es poco los forasteros que llegan al pueblo pueden irse, en este pueblo recreado por Nelson Galtero no. Hay puerta de entrada, pero no de salida. Y eso ya dice mucho, un pequeño enigma a resolver ¿cómo salir? Inteligente y sutil Nelson…
La lectura me atrapó, y creo que lo hizo por algo de lo que el propio Nelson es muy consciente (pese a lo que diga en el Prólogo): su magnetismo. Tiene ese don. Es un hechizador hipnótico con las palabras, el ritmo que les imprime, las frases que deja caer, por aquí, por allá. Como si leyeras en dos planos: 1) las palabras que estás leyendo, su significado más inmediato. 2) Lo que subyace entre líneas. Lo invisible. Lo que sugiere sin decir, diciendo. Incluso podríamos encontrar otro tercer plano, el de la alegoría. O tal vez todos los planos sean el mismo, porque están amasados con sutileza e inteligencia.
Y, claro, así, lees del tirón. Y ves que, en un corto espacio, un relato breve, aparecen destellos (no por breves menos intensos) de muchos temas, esos que están ahí latiendo en una sociedad que prefiere las adaptaciones de la verdad antes que la propia verdad. Una mirada irónica la de Nelson, que me hizo recordar a Paul Auster. No me preguntéis porqué, que una no es experta en nada, sólo me muevo a nivel de sensaciones, no siempre racionales y explicables en mi caso.
¿Encontraréis la puerta de salida?
Páginas: 72
Publicación: 2013
Edición: Toni Segarra
Sinopsis: Un hombre pasa unos días en un pueblo. Tiene que hacer un informe sobre las características de un terreno. La empresa para la que trabaja quiere levantar un hotel. De este informe no leemos ni una palabra. El libro empieza en el anexo, que cuenta algunas cosas extrañas del pueblo. Por ejemplo, que todos los días muere alguien. Que algunos días después reaparece, pero para volver a morir, y a reaparecer. En el anexo el hombre explica que las muertes van a espantar a los turistas, pero que por pocos que sean los que se animen, luego no podrán salir, y van a necesitar un hotel donde dormir. Que podrían pedir lo que les diera la gana por una noche de sábanas limpias y un buen desayuno por la mañana. En un momento el hombre quiere volver a casa, pero está enredado en unos cuantos asuntos con el alcalde. Y tampoco sabe muy bien cómo salir de ahí. En esta historia todos pelean por lo suyo, pero algunos pelean con más fuerza que otros.
A mí el sarcasmo me parece un trasto victoriano. Pierdes el tiempo decodificando un adorno envenenado, dulce por fuera, lleno de mierda por dentro.Este libro llegó a mí porque Nelson Galtero supo entender que yo leía lo que me daba la gana y cuando me daba la gana. O cuando le da la gana a los libros. Y el libro se armó de paciencia en la estantería. Pequeño. Negro. Casi escondido. Me atrae lo invisible, lo que no se ve tiene más verdad que lo que se ofrece descaradamente a la mirada. Así que lo rescaté pronto de la estantería. Nelson, su Anexo, supo tentarme sutilmente.
Me gusta leer a ciegas, sin saber qué me voy a encontrar. ¿Qué me encontré en Anexo? Al principio en mi cabeza aparecían, como puestas en sordina, las imágenes de una película que me fascina y que tengo por película fetiche, de lo mejor de nuestra cinematografía: Amanece que no es poco. Esa mezcla de humor y situaciones absurdas, el surrealismo, las situaciones disparatadas, el esperpento… Y todo ello con el semblante serio. Vamos, lo más normal del mundo, que nazcan hombres en los bancales, que llueva arroz, que se den clases de ciencias a ritmo de espiritual negro, que se mantenga un monólogo con una calabaza (impagable: «Calabaza, se acaba un nuevo día y, como todas las tardes, quiero despedirme de ti. Quiero despedirme y darte las gracias una vez más por seguir con nosotros. Tú, que podías estar en la mesa de los ricos y de los poderosos, has elegido el humilde bancal de un pobre viejo para dar ejemplo al mundo. Yo no puedo olvidar que en los momentos más difíciles de mi vida, cuando mi hermana se quedó preñada del negro o cuando me caparon el hurón a mala leche, sólo tú prestabas oídos a mis quejas e iluminabas mi camino. Calabaza, yo te llevo en el corazón…»)
Y así, no menos disparatado, en Anexo todos los días muere alguien, pero resucitan y vuelven a morir, cada vez con edades distintas; un personaje que parece imprescindible (Grossman) resulta totalmente inaccesible; un fiscal resuelve los casos con la imaginación… Se enlazan unas situaciones con otras, todas ellas disparatadas, pero bien amalgamadas, como si Nelson Galtero modelara con cerámica una figura elaborada a partir de materiales inverosímiles.
Mientras que en Amanece que no es poco los forasteros que llegan al pueblo pueden irse, en este pueblo recreado por Nelson Galtero no. Hay puerta de entrada, pero no de salida. Y eso ya dice mucho, un pequeño enigma a resolver ¿cómo salir? Inteligente y sutil Nelson…
La lectura me atrapó, y creo que lo hizo por algo de lo que el propio Nelson es muy consciente (pese a lo que diga en el Prólogo): su magnetismo. Tiene ese don. Es un hechizador hipnótico con las palabras, el ritmo que les imprime, las frases que deja caer, por aquí, por allá. Como si leyeras en dos planos: 1) las palabras que estás leyendo, su significado más inmediato. 2) Lo que subyace entre líneas. Lo invisible. Lo que sugiere sin decir, diciendo. Incluso podríamos encontrar otro tercer plano, el de la alegoría. O tal vez todos los planos sean el mismo, porque están amasados con sutileza e inteligencia.
Y, claro, así, lees del tirón. Y ves que, en un corto espacio, un relato breve, aparecen destellos (no por breves menos intensos) de muchos temas, esos que están ahí latiendo en una sociedad que prefiere las adaptaciones de la verdad antes que la propia verdad. Una mirada irónica la de Nelson, que me hizo recordar a Paul Auster. No me preguntéis porqué, que una no es experta en nada, sólo me muevo a nivel de sensaciones, no siempre racionales y explicables en mi caso.
¿Encontraréis la puerta de salida?
Yo aquí sólo veo gente que quiere irse y no puede.Anexo termina con un intrigante epílogo que aumenta mi fascinación por este libro, pequeño en tamaño y generoso en contenido.
No sé ir despacio, tengo que correr. Quizás odio a la gente.(@AnaBlasfuemia)
Claustrofobia me da leerlo, pero entre la definición de "sarcasmo" y tu reseña... ¡Tengo que hacerme con él! Si desaparezco por algún tiempo, ya sabéis dónde buscarme.
ResponderEliminarUn abrazo, Ana.
Ups, pues la verdad es que no tuve sensación de claustrofobia con la ambientación de la lectura. Creo que la sensación que predominó sobre todas es la de... curiosidad.
EliminarDesaparecer ahora en estas fiestas navideñas es algo que firmaría ahora mismo :)
Un abrazo
Qué desconcertante y qué interesante parece esta novela que nos traes. A mí también me parece una delicia Amanece que no es poco, el absurdo nos rodea, nosotros somos absurdos, cada vez estoy más convencida que la vida no tiene ningún propósito trascendente, sino que hemos entrado en esta vida (como parece que les pasa a los personajes de esta novela) y algo habrá que hacer para no aburrirse, digo yo. Y en ese empeño por no aburrirnos, se dan miles y miles de situaciones absurdas, muchas veces creadas por nuestro propio sentido transcendente de nuestra vida (la nuestra, sí, la de los demás, pues depende).
ResponderEliminarMe la apunto. Ahora estoy con la primera novela de JK Rolling despues de Harry Potter, y aunque es prolija en la descripcion de personajes y escenas, me parece que puede gustarme.
Abrazo.
Poco sabía de lo que contenía, sólo tenía el libro en las manos y la "sinopsis" del libro no dice mucho de lo que te vas a encontrar en él. Eso era un reto también. Yo creo que el único propósito de la vida es vivirla y vivirse. Que no es poco. Y, desde luego, si algo tiene la vida es que aburrida no es, no no no... Puede ser muchas cosas, algunas de ellas desgarradoras, pero ¿aburrida?
EliminarNo me tienta a mí mucho (más bien nada) Rowling. No tengo ninguna razón, únicamente ¿mucho libro y mucho autor? No me llega la vida :)
Un abrazo
Me olvidé.. Sobre la cita de Frida Khalo, quería decir que la libertad de uno mismo es sagrada, pero no menos que la de los demás. Defender la propia libertad puede ser duro (la soledad, la intolerancia..) pero defender la libertad de los demás aun cuando no estés de acuerdo con su comportamiento me parece algo heroico.
ResponderEliminarBON NADAL!
La libertad es algo sagrado, sin duda. La de todos. Pero vivir libre, libre, libre, siendo tú misma, cien por cien, es tremendamente arduo y doloroso.
EliminarBon Nadal i un feliç Any Nou :)
Qué manera de ponerme los dientes largos, creo que este relato se merece una oportunidad, desde luego.
ResponderEliminarPor cierto, ¿has hecho alguna vez la ruta de "Amanece que no es poco"? Invitada quedas, cuando quieras, que yo estoy aquí al lado. Te llevo a ver coliflores y lugares, y de paso a probar la gastronomía del lugar, que es estupenda.
Abrazos.
Calla, que yo los dientes, por lo que a libros se refiere, los tengo que me arañan los pies :)
EliminarNoooo, no he hecho la ruta. Y quiero ver un amanecer como el de la peli. La gastronomía manchega es contundente, eh. Cuidado, Mara, que yo me lo tomo todo al pie de la letra, y esa invitación que me haces es muy tentadora (y yo no vivo taaaan lejos) ;)
Un abrazo
Frida Khalo?? NOoooo, Chavela Vargas, quise decir Chavela Vargas, la cita es de Chavela (hay que repasar antes de enviar...) Estaba leyendo precisamente frases de Frida Khalo y me lié... Perdona la torpeza y los comments de más.
ResponderEliminarRepasar antes que enviar... Oye, pues no, que a veces lo que sale así, pumba, está bien sin darle más vueltas :)
EliminarYa te había entendido, me centré más en el comentario que en el nombre. Y es que además Kahlo tiene tantas frases para darle vueltas...
Un abrazo (otro) :D
Pues me has tentado muchísimo con lo del pequeño libro negro. Además la sinopsis me ha encantado.
ResponderEliminarBesos!
A mí desde luego supo tentarme, y yo que me dejo tentar. Las tentaciones son la salsa de la vida :)
EliminarUn abrazo
Amanece que no es poco es una película estupenda...la vida a veces es muy disparatada y absurda o un puro teatro como la canción ...me lo apunto..esa atmósfera surrealista e hipnótica que, segun cuentas tiene, me parece muy interesante�� Gracias por contarlo. Un abrazo
ResponderEliminarEs una película maravillosa. Y además se deja ver una, dos, tres, cuatro... veces, más, y me sigue pareciendo asombrosa. La atmósfera es surrealista, el hipnótico es el autor.
EliminarUn abrazo
Esa cita sobre el sarcasmo que compartes me ha dejado nerviosa, lo confieso, pero con todo y eso, o precisamente por eso, quizá, tengo curiosidad, y esa es una excelente excusa para llevarme este libro a la lista, muchas gracias.
ResponderEliminarBesos.
¿Nerviosa? ¿y eso? El sarcasmo es, en verdad, un regalo envenenado, tiene intención de hacer pupa, si no fuera así no sería sarcasmo...
EliminarUn abrazo
Uf. Me lo pones muy difícil porque soy una fan del sarcasmo así que este hombre con ese comentario ya como que no.
ResponderEliminarPor lo demás es todo demasiado extraño para mí.
Por cierto, puedes salur por donde mismo entraste ¿no?
Un abrazo.
La sutil diferencia entre ironía y sarcasmo. El sarcasmo tiene intención de herir, de hacer daño. La ironía no. El sarcasmo como arma arrojadiza contra alguien que se lo merece suele tener la consecuencia de que ni lo aprecia, jajajjaja
EliminarNo sé, Norah, prueba a ver qué te encuentras saliendo por la puerta de entrada :P
Un abrazo
Guau, pero qué interesante!!!!!!!!!
ResponderEliminarA echarle un vistazo, pues. O no, que tú también lees lo que te da la gana y cuando te da la gana ;)
EliminarUn abrazo
Muy curioso este libro. Podría gustarme. Me lo llevo a la lista. Pero por favor, no me preguntes cuándo lo voy a leer...
ResponderEliminarBesotes!!!
Cuándo, cuándo, cuándo... :) Cuando te de la gana y si te da la gana. Va a ser por libros ;)
EliminarUn abrazo
Parece arriesgado, ¿no? Qué lectura más extraña traes, por fuera y por dentro. A mí no me queda claro si me gustaría, siempre me seducen este tipo de originalidades pero luego a veces me llevo un chasco.
ResponderEliminarUn beso :)
Es cortito, con lo que el riesgo era mínimo y la recompensa fue, cuanto menos, curiosa. El libro es extraño, cierto. Quizás por eso me tentó, porque lo extraño y diferente suele atraerme.
EliminarUn abrazo
Me he quedado como medio fascinada de lo que nos cuentas de este libro. Parece muy raro, eso me atrae. Me lo apunto, sin dudarlo. Tal vez también se quede un tiempo esperando el momento adecuado, pero le llegará.
ResponderEliminarBesos!
Eso comentaba ahora. Que a mí lo raro me atrae :) Lo diferente. Así, como sin hacer ruído además... Los libros que saben esperar siempre te devuelven la espera con alguna sorpresa ;)
EliminarUn abrazo
Esperpento no es lo mío, ni siquiera en pequeñas dosis...
ResponderEliminarbesos
El esperpento tiene límites confusos. Yo miro alrededor, fuera de los libros y no veas cuánto esperpento veo ;)
EliminarUn abrazo
Me encanta esa teoría, Ana, los libros se leen cuando nos lo pide el cuerpo y no antes. El pueblo que describes resulta de lo más siniestro, Galtero nos invita a un escenario plagado de secretismo a mi parecer idóneo para un misterio de semejante calibre. Y si encima el autor escribe con tanto arte, prendada quedo. Un beso.
ResponderEliminarAsí leo, con tanto libro en la estantería esperando no hay otra que dejar que los libros se te caigan en las manos cuando les apetece. No es siniestro el pueblo, no, yo no lo definiría como siniestro. Es como un teatrillo. Misterioso, eso sí. Nelson tiene una forma de escribir que me atrajo bastante, yo creo que conectarías con su estilo.
EliminarUn abrazo
No voy a tener mas remedio que leerlo para saber como se sale.
ResponderEliminarSi, lo reconozco, el que sea pequeño suma. Que uno anda rodeado de letras y ya no da para tanto (los ratos de no hacer nada son intocables y empequeñecen mis tiempos de lectura, vale si, mejor reducen).
Ando yo últimamente con libros pequeños. Y el único más largo que recién acabo de terminar me ha salido un poco rana, ya ves. Los días pasan rápido, y hay tanto qué hacer...
EliminarUn abrazo
Ciertamente, los libros te buscan y a cada uno le llega su momento. El estilo narrativo es lo que más me ha llamado la atención. Lo buscaré.
ResponderEliminarAprovecho para desearte unas felices fiestas.
Un fuerte abrazo Ana
Desde luego que no hay mejor amante que los libros. Pacientes y fieles. El estilo narrativo de Nelson es el que a mí me atrapó.
EliminarFelices fiestas para ti también, Marybel. Felices días y feliz vida.
Un abrazo
¡Caray Ana! Doy fé que en el universo de los libros te mueves como un espíritu libre “Me gusta leer a ciegas, sin saber qué me voy a encontrar” .
ResponderEliminarMuchas veces el cuerpo (y la mente, claro) me pide entregarme así a la lectura, y me fascina que las palabras me lleven hacia un lugar, una historia, donde se ha revertido la lógica, donde se ha desautomatizado el pensamiento lineal de los personajes que transitan por el libro, y cuando pareces estar desorientado y atrapado en toda esa incoherencia, de repente se despeja el camino y el puzzle ha quedado perfectamente construido en tu cabeza cuando llegas a la última página… Porque al final, ciertamente, todo tenía sentido, incluso hasta el punto de ordenar el sinsentido que es esta realidad que contemplamos cada día.
Siempre digo que lo irracional mueve los hilos de nuestra existencia de una forma más determinante de lo que cabría pensar. Me reconforta que no haya explicaciones para todo… ¡¡Qué sería de la imaginación, de los sueños!!
Un libro que me espera en algún lugar del camino, nos encontraremos.
Ahí lo dejo Ana… Sigue a tus sensaciones, no dejes de hacerlo.
Un abrazo amiga :)
Es que en el universo de los libros es donde más libre puedo ser. En el otro universo me cuesta más. Aunque lo intento a muerte (casi literalmente). También me gusta vivir a ciegas, sin pensar en consecuencias. Bien es verdad que la realidad suele ser pelín cruel. Pero hasta donde sé, sólo hay una vida. No quiero desperdiciarla (más).
EliminarLo mismo que me fascinó "Amanece que no es poco", tan absurda y sin embargo tan atrapante, esa forma de romper la realidad y, sin embargo, entusiasmarte hasta el aplauso. Y un poco me pasó con este libro, sorprendida al inicio, y sin dejar de leer, de un tirón. En lo absurdo encuentras muchas veces el sentido de las cosas. Y es verdad, Paco, no todo es racional. Yo no quiero racionalizarlo todo, encontrar explicaciones de manual. Quizás porque prefiero sentir y no pensar.
Un abrazo, Paco
Ufff...no sé, no es mi tipo de libro, demasiado extraño y en este momento me apetecen lecturas más simples. Besos.
ResponderEliminarLos libros saben esperar, incluso sabiendo que nunca serán leídos. Siempre llega lo que tiene que llegar y lo que no, pues ahí seguirá.
EliminarUn abrazo
Coincidimos en el fetichismo por la película que mencionas y el libro no creas que estoy muy convencida, pero me lo voy a apuntar en la lista de los por si acaso...
ResponderEliminarBesos.
Yo no me canso de ver y rever "Amanece que no es poco". Y el libro, existe, si os habéis de cruzar, os encontraréis ;)
EliminarUn abrazo
Me encantan esas historias que parecen absurdamente mágicas pero me las creo, vamos que entro en su lógica y me dejo llevar a donde me conduzcan. Mi voto por salir a través de la imaginación, o de los sueños, o hipnotizada :))
ResponderEliminarNo me gusta recurrir al sarcasmo, aunque confieso que alguna vez lo he hecho, procuro convertir ese recurso en un trasto viejo y arrinconado, pero una última posibilidad cuando todo lo demás ha fracasado. Pero siempre es una derrota.
Me gusta ir por libre en las lecturas y me gusta seguir recomendaciones de lectores/as en las que confío, esa es la razón por la que sigo con el blog y con mis visitas a otros.
Abrazos!!
Yo siempre digo que no me molesta que las historias que me cuentan sean como absurdas o imposibles. Si son coherentes, si me las cuentan bien, me dicen mucho siempre. Es lo que tú dices, me meto en su lógica, y si está bien trenzada me encanta. Por eso, por ejemplo, hasta ahora me gusta Murakami...
EliminarYo las veces que he recurrido al sarcasmo es porque estaba dolida y quise doler. Para qué decir otra cosa si esto es así... :( Es una derrota, tienes (una vez más) razón.
Espero que no dejes de tener razones para seguir con tu blog...
Un abrazo
Entre la sinopsis y tu reseña me habéis dejado con una intriga... Y ya si me dices que es de esos libros que dicen sin decir... pues a ver qué hago, me va a reventar la lista.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un libro curioso, me sorprendió. Posiblemente no hubiera llegado a su lectura si a veces el destino, la vida, o lo que sea, no hubiera jugado sus bazas. Pero hay cosas que son como inevitables :)
EliminarYo la lista la tengo reventada hace tiempo...
Un abrazo
Tu reseña es muy, muy tentadora. Y el hecho de que te "recuerde a Paul Auster", por irracional e inexplicable que sea, me provoca aún más curiosidad por leerlo...
ResponderEliminarGracias por tu reseña. Besos
Irracional e inexplicable, sí. No sé argumentar las conexiones que a veces me produce una lectura. Es un libro cortito y merece la pena echarle un vistazo
EliminarGracias a ti por comentar. Un abrazo
Ana consigues siempre despertar esas ansias por leer el libro, es tanto lo que pones en tus reseñas que fascinas y te quedas apuntando un nuevo libro, en mi caso para engrosar esa larguísima lista que nunca se me acaba.
ResponderEliminarUn abrazo
jajjaja, bueno, ya sabes que leo así como muy intenso. Como intento vivir, vaya. Y si un libro me gusta, por la razón que sea, así lo voy a contar. Luego cada lector es un mundo y lee a su manera, no todos los libros gustan a todos ni por igual. No me hables de listas...
EliminarUn abrazo
¡Vaya! Por lo que dices parece un libro muy original. Habrá que echarle un vistazo.
ResponderEliminarAbrazo!
Es una lectura diferente. Y eso me gusta en autores que están peleando por hacerse un hueco...
EliminarUn abrazo
Pues habrá que tenerlo en cuenta!
ResponderEliminarAnotado!
Besotes
Muy bien!
EliminarUn abrazo
Me intrigaste en Insta, lo reconozco. Estaba deseando saber un poquito más
ResponderEliminarCreo que me lo llevo como lectura navideña. me da que este año voy a tener mucho tiempo por delante
Besos
Lo de tener mucho tiempo por delante no sé si suena muy bien, peeeeero... podrás leer (¡más!)
EliminarUn abrazo
Me ha intrigado bastante. Creo que nunca he leído un libro de estas características, supongo que por eso me atrae, además de la trama. Estoy falta de lectura para estas navidades, así que le echaré un vistazo.
ResponderEliminarUn abrazo!
A mí me gustan las propuestas diferentes, arriesgadas, especialmente en autores que luchan por hacerse un hueco. Porque lo fácil es ir a lo que vende, pero a mí como lectora me aporta poco. Este libro es muy cortito, así que tendrás que buscar más lecturas :)
EliminarUn abrazo
Lo apunto, Ana, porque parece una interesante y novedosa propuesta. Algo escrito de manera inteligente, con algo de sorna y surrealismo, siempre resulta interesante.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Creo que has descrito tú el libro mejor que yo, jajajaja: inteligente, con sorna y surrealisma. Interesante.
EliminarUn abrazo
Tu reseña por un lado y la presencia de personajes y situaciones extravagantes por otro son dos ingredientes que me "obligarán" a leer el libro.
ResponderEliminarHace muchos años había una serie de TV que me encantaba, se llamaba Doctor en Alaska, los habitantes del pueblo en el que se desarrollaba la acción eran de lo más peculiar. No sé por qué pero lo que cuentas del libro me ha hecho pensar en esa pequeña ciudad de Alaska.
Si El anexo se muestra así de interesante el informe inicial tiene que ser....
Un abrazo, Ana.
Ah! Yo me exculpo de la obligación :) Que esas se las pone una a una misma.
EliminarMe acuerdo de esa serie, me gustaba un montón. Y es un poco esa idea, algo que parece improbable, pero se hace creíble y a través de situaciones imposibles, te cuentan realidades más que posibles...
Un abrazo
Temo que si me atrevo a penetrar en el libro termine tambien desapareciendo... No se, no se...
ResponderEliminarInquietante reseña, amiga... Y muy buena...
Saludos y el deseo de unos días felices
Siempre hay puertas de salida, Idelfonso. Salvo que no quieras, realmente, salir.
EliminarGracias. Te deseo días felices a ti también.
Un abrazo
mira que has picado mi curiosidad...gente que muere y vuelve a morir con edades diferentes cada vez...¡lo llevo anotado en mi libreta!
ResponderEliminaraprovecho para desearte una feliz navidad y un extraordinario 2017 ;)
un beso,
Ale
Hola Ana, ¡pero qué reseña más interesante! Me has dejado con un come-come que...no me queda más remedio que apuntarlo y buscarlo en cuanto pueda. Feliz 2016 (a ver si consigo ponerme al día)
ResponderEliminarBesotes reguapetona.