lunes, 2 de noviembre de 2020

El mar alrededor (Keri Hulme)


Por otra parte, mi virtud cardinal es la esperanza. La desesperada esperanza, la esperanza crítica. No la esperanza cristiana, sino una rebelión innata contra las inevitables maldiciones del sufrimiento, la muerte y la desesperación. Una esperanza insensata…

Hace no mucho este libro me habría destrozado. Ahora, también. Pero ya no soy la misma. Ahora tengo una esperanza insensata, de cristal y acero, temible y sin olvido. Conozco lo imprevisible, no me lamento del mundo soñado, sino del real. Mi única extrañeza es la realidad. Y, por eso, entiendo este libro y dejo que me cobije.

Porque habla de todo, de la tierra, lo humano, lo místico, las tradiciones, las heridas y el amor. De aferrarse unos a otros, lo palpable y lo etéreo. De elegir entre confianza o herida. De la tierra, las personas, la familia… como CASA. De cuando solo tenemos sentido estando juntos. De lo inevitable de la soledad pero también de la reunión de almas.

Casi 700 páginas en las que Keri Hulme exige al lector tanto como da, un compendio de estilos y recursos literarios (más o menos afortunados), una envoltura muy espiritual (y espirituosa), una ficción mágica que es una realidad, una fe sólida en una cultura, una tierra, una forma de ser como sociedad que tiene raíces que confrontan con culturas más “terrenales”.

Como lectora, tengo dos opciones con este libro: caer en la extrañeza o pelar las capas de la cebolla, dando más importancia a unas que a otras, porque al fin y al cabo estoy muy por la labor de historias que conlleven una especie de reconquista y catarsis, por el poso de esperanza que implican y que tanto necesito.

Hace mucho que comparto mis lecturas en redes, siempre con un afán no tanto de compartir sino de dejar constancia de una autobiografía literaria y personal a la que pueda acudir siempre que quiera para saber de mí misma. Algunas veces lo hago porque necesito “soltar” una lectura que se prende en mis dedos y en mi corazón de una forma que es muy íntima. Y necesito desprenderme de esa lectura, escribiendo sobre ella, para pasar a la siguiente. Este es uno de esos libros. De esos libros que, más allá o más acá de su valor literario, te rasgan algo que te pertenece.

©AnaBlasfuemia

1 comentario:

  1. No necesitamos escribirnos para mantenernos conectados. Aunque siempre pienso en que te place caminar por esa cornisa endeble -que yo no transitaría-.
    Entraron dos ejemplares de este libro a esta republiqueta; uno, está aquí, durmiendo una siesta.
    Tomo nota de lo que nos señalas; no caerá en saco roto.
    Un abrazo, Maestra.

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En este blog NO se hacen críticas literarias ni mucho menos reseñas. Cuento y me cuento a partir de lo que leo. Soy una lectora subjetiva. Mi opinión no convierte un libro en buen o mal libro, únicamente en un libro que me ha gustado o no. Gracias por comentar o, simplemente, leer