ISBN: 9788420645353
Sinopsis: Julia y Rose viven con su padre, el austero Henry Drayton, en una casa aislada y solitaria, un lugar en el que antes sólo había arena. Para escapar del opresivo ambiente, las hermanas se someten al recuerdo constante de una madre ausente, Sabina, en busca de refugio y sosiego. En esta relación triangular incide Ismail, un atractivo seductor, inquietante y angelical a la vez, hipotético fruto de una relación paterna extraconyugal. La morada familiar, azotada sin cesar por los vientos africanos, sólo tiene por horizonte una ciudad caótica y sucia. Un laberinto por cuyas angostas callejuelas, Julia, la menor de las hijas y eje de la narración, intentará escapar de la presencia subyugante de su padre y de una monotonía existencial que transcurre sin visos de cambio.
Hace años leí El mes más cruel (2010), de Pilar Adón, y tiempo después aún recuerdo las sensaciones de la lectura: desconcierto, confusión. Terminé la lectura inquieta, con la sensación de no poder encontrar la salida en un bosque lleno de niebla. Creo que aún sigo en ese bosque. Me interesó el universo de Pilar Adón, así que quise leer más porque presentía que la columna vertebral que unificaba los relatos de El mes más cruel no era casual (miedos, huidas, soledad, dependencia, dudas…). Y me puse a buscar Las hijas de Sara; no fue tarea fácil pero quisieron los astros que coincidiera no una, sino dos veces con la propia Pilar Adón, que me facilitó el libro (¡Gracias!. Y por el otro, y el otro).
Lo he leído. Y aquí estoy para contarlo, como siempre. Y vaya, no es tarea fácil hablar de los libros de Pilar Adón. Y no lo es porque Pilar es una escritora valiente, podría escribir lo que quisiera, pero no le gusta lo fácil, no. Es alguien consecuente, coherente con su propio interior, y aunque como a cualquier escritor le gustaría vender miles, millones de libros, no va a caer en recursos fáciles para alguien que tiene calidad de sobra como escritora. Porque eso no es lo que quiere contar. O así no lo quiere contar. Y lo que quiere contar, y cómo, no es para cualquier lector. Pilar es exigente con el lector, fruto (probablemente) de su propia autoexigencia e inquietudes. No son lectores pasivos los que se van a sentir cómodos entre sus historias. Tienes que poner de tu parte, y no poco. Si partes de esa premisa, y la aceptas, entonces bienvenido/a al universo Adón.
Una vez que sabes que hay que estar alerta y con la atención a tope, te dejas llevar. Pero no es un dejarse llevar cómodo, hay que estar con los ojos bien abiertos. Hay que observar. Pilar Adón, más que contar historias, crea atmósferas. Y una vez que estás dentro, tienes que mirarlo todo, aguzar los sentidos, no perder de vista nada. Y entonces, sí, ya estás dentro. Encerrada. Como los personajes de Pilar, prisioneros de espacios exteriores e interiores, hasta los paisajes abiertos te encierran con el viento, la arena, el polvo. Pero la mayor prisión no serán las paredes, los espacios (grandes o pequeños) que te rodean, sino el propio interior. ¿Y qué hay dentro? Miedo.
Julia estaba segura de que el miedo era el sentimiento fundamental del hombre. El más frecuente. El que hacía que el mundo se moviera en una dirección o en otra. El miedo y no el dinero ni el amor ni el odio. El miedo…
No es un miedo “a lo Stephen King”. No, son miedos personales, íntimos y privados, esos que se mueven dentro de nosotros hasta condicionar nuestros movimientos, nuestras acciones. Nuestra vida. Los que produce el afecto, el desafecto, los vínculos, reales o imaginados, las relaciones, la soledad… ¿Y qué ocurre cuando sientes miedo? Te paralizas. O huyes. O sueñas. O actúas. O eliges pasión. O te resignas. O… o… o…
Hay mucha diferencia entre querer tener un hijo y querer ser padre.
Un padre brutal, déspota y cruel que queriendo que sus hijas aprendan a no tener miedo, se lo inyecta directamente en vena. Un vampiro emocional. Microclimas familiares asfixiantes en los que el silencio es una agresión y una forma de convivir. Como si lo que si no se pronunciara en voz alta no existiera. Será Julia la voz que más conozcamos, su voz interna, sus sentimientos, pensamientos, emociones… Julia será la correa de transmisión que nos haga llegar sus miedos. Julia, la extrema, la intensa. Rose, la segura, la racional. Ambas encarceladas varias veces: físicamente, emocionalmente, personalmente… Como una muñeca matrioska, encierros dentro de encierros, prisiones dentro de prisiones. Y ahí, en ese último espacio, cerrado, opresivo, el último de todos, nos va a encerrar Pilar Adón de la mano de Julia.
No, no es fácil leer a Pilar Adón. Escribe muy bien. Y no hace concesiones ni da tregua, casi agradeces los puntos y aparte y poder respirar. Hay capas y más capas en cada página, y en las más profundas encuentras tu propia profundidad. Hay, quizás, un exceso de palabras, algo que no he apreciado en El mes más cruel, no sé si porque en los relatos hay una mayor contención o si porque Pilar ha ido aprendiendo a decir más con menos adornos. En cualquier caso Las hijas de Sara me ha permitido, además de empaparme del universo Adón, entender mejor El mes más cruel.
He dicho que más que contar historias, crea atmósferas. Pero mientras, aunque estaba alerta, atenta, todos mis sentidos puestos en la lectura, con el polvo de la arena que levanta el aire cálido metido en la boca, en los ojos y en los pulmones, entregada a la atmósfera creada… contó la historia de Rose. Chapeau.
El dilema de la fugacidad de la vida podía aparecer, pero sólo porque ésta se empleaba en realizar actividades que no tenían nada que ver con su medición, con su cuidado, con su evidencia, con la constatación de que transcurren las horas y los días y los meses y los años y que, de pronto, ha transcurrido todo el tiempo del que uno dispone y uno dice: “¡Ah! Qué fugaz es la vida…”
¡Tempus fugit!
A ver qué tienes tú en contra de los miedos que provoca el señor King, que yo sé de una que se tiró toda la infancia aterrorizada por culpa de un payaso... :P
ResponderEliminarYo tengo mis épocas. En cuanto a los miedos, me refiero. Si estoy bien, si mi ánimo es apropiado, no me importa enfrentarme a esos miedos más íntimos y personales. Si estoy más miedosa, si no me encuentro tan bien anímicamente, prefiero a King. Ahora estoy en una fase de las malas, malas. No me veo enfrentándome a algo así. Pero todo llegará.
Besos.
Eh! Que no tengo nada contra el señor King! A mí también el payaso en cuestión me las hizo pasar canutas :) Sólo quería dejar claro que al hablar de "miedos" no hablaba de un libro de terror ni un thriller ni nada semejante.
EliminarA mí me sucede que cuando no estoy bien voy y meto el dedo en la llaga, ya sabes :P Intento entender(me), supongo.
Un abrazo
Me gustan las historias de miedo psicológico si el miedo lo provoca el entorno más cercano y del que en principio no desconfías, también es la situación para mí más amenazante y que más miedo me da… que no sé si es el que se plantea en el libro de Pilar Adón. Leí hace muy poco “Vestido de novia” de Pierre Lamaître, que me gustó, aunque es muy absorbente y trepidante, pero está muy bien, hasta me hice la composición cinematográfica de la novela. Y uno de los libros que recomiendo en cuanto a la esencia del miedo es “El país del miedo” de Isaac Rosa, de la interpretación o lectura que hacemos de las situaciones y que nos lleva a sentir miedo.
ResponderEliminarEste que nos traes no me acaba de atraer del todo, quizás soy más de cosas tangibles (hechos situaciones, actos…) las atmósferas
Vaya! se ha cortado..
EliminarEste que nos traes no me acaba de atraer del todo, quizás soy más de cosas tangibles (hechos situaciones, actos…) las atmósferas se me escapan.
Abrazo.
No es miedo psicológico en cuanto a tipo thriller o así. Es un miedo... personal, intimo. Es un miedo complejo el que aborda Adón, que además aquí está llevado al extremo, porque la situación familiar es... atípica. Y claustrofóbica.
EliminarEl libro de Lamaître lo busqué hoy en la biblioteca, pero estaba pillado (cachis), aunque vine bien surtida igualmente. Me anoto el de Isaac Rosa, que creo que va más en la línea de estos miedos de los que hablamos.
Las atmósferas crean acciones tangibles :) De todas formas Pilar Adón sacará pronto un libro nuevo, quizás por ahí te puedas animar...
Un abrazo
Yo creo que depende de cómo me pille un libro, soy más activa o más pasiva en la lectura. Últimamente, será el calor, estoy más vaga. Lo dejo pasar por el momento.
ResponderEliminarBesos.
Este es de los exigentes, a mí es que me ha pillado con el aire acondicionado :) Pero como sigan estos días calurosos mucho tiempo tendré que cambiar las lecturas, lo sé.
EliminarUn abrazo
En esta novela los miedos son paralizantes y desoladores. No salvan de nada ni conducen a nada. Lo único que se puede hacer es huir de ellos y dejarlos atrás. El problema está en que ninguna de las dos hermanas protagonistas sabe cómo hacerlo. Viven las dos en una casa aislada en el norte de África que está azotada por el viento y la arena a todas horas, y bajo el dominio peculiar de su padre.
ResponderEliminarEl miedo no es físico. Se trata más bien de un temor al cambio, aunque sea eso justamente lo que las dos necesitan.
Muchas gracias, Ana, por cómo lo has contado. Es un lujazo todo lo que has escrito. ¡Gracias!
Abrazos.
Muy desoladores y muy paralizantes, sí. Pero ¿el miedo salva o es la reacción al miedo lo que puede salvar? Los cambios no son fáciles, casi nunca, pero como tú comentas los cambios en sí mismo dan también bastante miedín. Aunque sean necesarios.
EliminarGracias a ti, el lujazo es mío :) (quiero decir, conocerte y leerte)
Un abrazo (y gracias también por comentar aquí)
Siento mucha curiosidad por esta autora. Hace poco me hice con El mes más cruel. Voy a empezar por ahí a ver qué tal.
ResponderEliminarBesos
El mes más cruel es también una lectura exigente (para el lector), y ahí hay una Pilar Adón más hecha como escritora.
EliminarUn abrazo
Señalas aspectos que me hacen aventurar un encuentro interesante con este libro de Pilar Adón. Comentas que es una escritora valiente y que no le gusta lo fácil. Ya hemos dado el primer paso porque, como ya sabes, me motiva mucho que los libros me exijan lo mejor como lector, concibo la lectura como una relación bidireccional, un buen libro sabe interpelarme, y lo hace revelándome en su lectura algo que está en mi y no he sido capaz de visualizarlo y apresarlo… hasta que lo ves reflejado en una de esas frases profundas, esas mismas que “van sobre el tiempo flotando como un velero” aludiendo al poema de Lorca cantado por Camarón. :)
ResponderEliminarTodo o que sea susceptible de llevarse el viento me incita a buscarlo. Seguiré la estela del viento africano.
Cuídate Ana, gran reseña, como es habitual en ti.
Lo es. Es valiente, porque habiendo tanto escritor y sabiendo que es lo que "vende" y teniendo los recursos que ella tiene podría haberle dado por escribir libros para mayorías. Pero no es el caso. No digo que escriba para minorías, pero lo cierto es que hay un tipo de libros que no van a ser best-seller, manque nos pese. Es todo un debate ese, la lectura como entretenimiento ¿tiene que ser necesariamente una lectura que no te lleve a pensar, a indagar, a participar en la propia lectura? Que conste que en ocasiones yo también busco libros así, de esos que lees, no piensas mucho o nada, entretetienen a base de bien, lo acabas y lo olvidas. Pero no estoy ahora mismo en ese momento lector, la verdad. Creo que coincidimos en la forma de leer, bidireccional, que te interrogue el libro, incluso que me descubra a mí misma, que me aclare, o incluso lo contrario, que me confunda, pero que no me deje indiferente. No son los libros, no sólo son los libros, es también cómo leemos.
EliminarGracias, Paco. Un abrazo.
Ni que decir tiene que la trama me atrae ya de sobra, la verdad es que nunca había oído hablar de la escritora, ya sabes de esas lagunas selectivas. La verdad es que eso de no venderse al mejor postor en el arte acaba dándole al autor un respeto que vale más que el dinero que puedan llegar a ganar. Esos artistas que hacen lo que quieren sin importarles demasiado la repercusión mediática o el éxito me parecen admirables porque no, no vale todo, no vale la fórmula fácil siempre. Me lo llevo. El presi descubriendo.
ResponderEliminarPresi, si es que lagunas tenemos todos, yo tengo incluso océanos enteros... No venderse al mejor postor para mí tiene un nombre claro: honestidad. Mira, podía haberlo dicho también (lo digo ahora): Pilar Adón es una escritora valiente y honesta.
EliminarUn abrazo
Pues yo de esta autora no he leído nada aún, pero por el momento creo que no me voy a animar porque ahora mismo no creo que sea el tipo de lectora que disfrute de sus libros
ResponderEliminarBesos
Soy de las que cree que los lectores pasamos fases, etapas. Y cada cual va ajustando sus lecturas, avanzando en ellas. Y lo importante es saber en qué momento estás y qué te gusta leer, con lo que disfrutas.
EliminarUn abrazo
Seguí la misma ruta que tú: primero "El mes más cruel" y luego "Las hijas de Sara" (y en algún momento continuaré con "Viajes inocentes" y "El hombre de espaldas", que tuve la suerte de encontrar en una librería online). La concepción del miedo, el padre tirano, la "prisión" de las hermanas... Es una novela que da mucho de sí, aunque en mi opinión Pilar Adón es mejor con los relatos. En cualquier caso, es una excelente escritora y espero que algún día (pronto, a poder ser) consiga todo el reconocimiento que se merece.
ResponderEliminarSí, mismo trayecto :) Yo leeré más, claro. Pero sé que tiene uno en el horno y seguro que cuando salga me lo querré llevar calentito, así que esa será mi siguiente escala :) Es cierto que da mucho de sí, lo he subrayado mucho, a veces no sólo por la frase en sí, sino por lo que (me) sugería. Ahora entiendo mejor los relatos de "El mes más cruel", eso es verdad, y posiblemente me los vuelva a releer en algún momento. Escribir escribe muy bien, sobre todo hablando de lo que ella habla, que no es tan fácil de poner en palabras.
EliminarUn abrazo
Ana, me atrae poderosamente lo que cuentas sobre este libro y esta escritura hasta ahora totalmente desconocidos para mí. Que requiera exigencia por parte del lector es un estímulo más para esa atracción. Ahora bien, tendrá que ser en otro momento porque ahora mismo no estoy para enfrentarme a esos miedos de los que hablas, más bien para huir de ellos y esconder la cabeza todo lo que pueda, tanto que incluso preferiría leer a ese sr. King con el que no he tenido buena experiencia ;)
ResponderEliminarGracias por esta magnífica reseña. Besos.
Mucha exigencia, Manuela. Del miedo se huye, es lo suyo, así que te entiendo, yo soy más de terapia de choque ;) Aunque mira, seguramente este verano le haga un hueco a King (un habitual de mis veranos).
EliminarGracias a ti por comentar. Un abrazo
Ya me haces dudar con eso de que hay que poner mucho de tu parte para entender lo que quiere contar. Por una parte me parece positivo, pero a lo mejor ahora no tengo yo la cabeza como para exprimirla más. Tampoco sé si soy muy buena en eso. Y depende muchas veces de la afinidad de pensamiento escritor-lector, ¿no? Bueno, al menos me quedo con ganas de probar con esta escritora, que me gustan los atrevidos.
ResponderEliminarAbrazo!
No se trata de ser buena en poner de tu parte, es... formas de contar, y también formas de leer. Claro, la afinidad con lo que se cuenta es importante, la predisposición, lo que inquieta a cada lector, lo que busca en los libros. Son tantas cosas. Dentro de poco sacará un libro nuevo, tal vez sea buena ocasión para que "pruebes" a Pilar Adón.
EliminarUn abrazo
Vamos que se trata una muy buena novela de esas que nos mantienen los dedos aferrados al libro durante horas y de esas que azuzan nuestras paranoias jejeje.
ResponderEliminarMuy buena reseña Ana. Lo anoto también.
Un fuerte abrazo
Sobre todo es de las que azuza las paranoias :) No te creas que me aferraba durante horas al libro porque necesitaba desconectar de cuando en cuando, digerir y eso...
EliminarUn abrazo
Si me encontrara en otro momento quizá me lo llevaría, pero el caso es que no estoy para muchas exigencias no para enfrentarme a una lectura así
ResponderEliminarBesos
Uf, parece que somos unas cuantas que estamos "así así". El momento lo elige cada lector, y también el libro. Si uno y otro están destinados a encontrarse será así sí o sí.
EliminarUn abrazo
Pues mira, ésta es probable que me la lleve. Besos.
ResponderEliminarPues muy bien Lady :)
EliminarUn abrazo
Pues a priori la sinopsis no me llamaba mucho la atención pero a medida que he ido leyendo tu reseña he ido cambiando de opinión. Esos miedos, esa atmósfera... Me apunto el nombre de Pilar Andón para tenerla en cuenta.
ResponderEliminarBesos!!
Prueba con "El mes más cruel" o espera a su nuevo libro, que aunque no sé de qué va sospecho que será un libro "muy Adón". Apúntatela ;)
EliminarUn abrazo
No conozco a la autora, y aunque no creo mque sea el momento para esta novela, a pesar de que creo que puede gustarme pero después de exámenes necesito lecturas que hagas en trabajo por mí, me apunto su nombre. Besos!
ResponderEliminar¡Espero que los exámenes te hayan ido bien! Y sí, después de exámenes toca algo ligero, como dices tú que hagan el trabajo por ti. Además el calor aprieta y eso no ayuda mucho, no.
EliminarUn abrazo
Lo leería si se pusiera a tiro pero no voy corriendo a buscarla. No me he estrenado con la autora aun.
ResponderEliminarA mí no me fue fácil hacerme con él, si no fuera por la casualidad del encuentro con la propia Adón... No es de los libros que se ponen a tiro, pero seguramente el nuevo lo vayas a tener más al alcance.
EliminarUn abrazo
Creo que siento intriga y rechazo a la vez, intriga por lo que cuentas y como lo cuentas, anda que no sabes como picarnos también la curiosidad... pero a la vez no buscaba lecturas "complicadas" ahora mismo, sino cositas más ligeras que conjunten bien con el calor, un refresco y una terracita de verano... aix, en fin, lo pondré en mi lista de pendientes aunque igual tampoco se me hace fácil de encontrar y ya llega otoño...!
ResponderEliminarQue conste que no lo hago queriendo, no trato de picar a nadie, sino de compartir mi forma de leer un libro y lo que este me provoca. Ligero no es, para nada, más aun con esa atmósfera de viento y arena y polvo... No acompaña con refresco y terracita. Pero anota el nombre de Pilar Adón.
EliminarUn abrazo
Hola Ana!
ResponderEliminarDesconozco a la autora y a los libros que nombras, pero me has dejado el gusanillo así que me los anoto, ambos, pero no creo que los lea por el momento, me esperaré a otoño mínimo. Mientras intentaré a hacerme con ellos.
Gracias por la reseña ^^
Besos!
Pues en otoño tendrás que añadir un libro más, porque creo que es cuando saca libro nuevo ;)
EliminarGracias a ti por comentar.
Un abrazo
Hola!
ResponderEliminarNo conocía el libro pero la verdad no creo que sea el mejor para mi.
Un beso :))
Hola Carla. Por lo que he visto en tu blog la verdad que no es el tipo de libros que lees. Todo son fases ;)
EliminarUn abrazo
¡Hola!
ResponderEliminarPor un lado tengo curiosidad para saber como es el universo Adón pero por otro lado tengo miedo de no ser el tipo de lectora adecuada para esta lectura. Y es que siendo una lectura difícil se necesitan ganas para atreverse. Supongo que lo dejaré reposar y me lo pensaré y ya veré que hago :)
Un beso y gracias por la reseña.
Siempre digo lo mismo, cuando tienes un libro en la mano sabes si es un libro para ti o no, pocas cosas hay que inclinen la balanza a un lado u otro que el tener el libro en la mano, echarle un vistazo, una lectura por encima... y el libro te dice sí o no.
EliminarUn abrazo y gracias a ti por comentar
Gracias por el descubrimiento. Cuando mi yo lector se recupere del calor y de lo que estoy leyendo ahora - The Narrow Road to the Deep North- lo leeré. Creo que me va a gustar.
ResponderEliminarun abrazo
Me temo que tu yo lector va a tardar en recuperarse, el calor sólo acaba de empezar :S
EliminarUn abrazo
Pues no será fácil leer a Pilar Adón, pero parece que merece mucho la pena darle su oportunidad y disfrutar de esas atmósferas que tan bien has señalado en tu reseña. Apuntadísima
ResponderEliminarBesotes!!!!
No todo el mundo disfruta de libros en los que lo que prima es la atmósfera creada y lo que transcurre por ella, espero que tú sí lo hagas.
EliminarUn abrazo
Valoro mucho la valentía de quienes escriben ficción (y también no ficción, claro). Me refiero a quienes tardan hasta diez años en escribir el siguiente libro, a quienes no se lanzan a hacernos el cóctel típico de lo que se sabe que vende y a quienes no entran en la vorágine del escritor/a-vendedora. Parece que es el caso de esta autora para mi totalmente desconocida.
ResponderEliminarEl tema... imposible que no me tiente y más si me lo cuentas tú. Atmósferas, me encantan los escritores de atmósferas.
Abrazos!!
Yo también valoro mucho a las personas que arriesgan, que teníendolo todo para hacer algo "vendible" tiene la honestidad de ser coherentes consigo mismos. A mí el "coctel típico" no me suele gustar, ya lo sabes y menos últimamente. PIlar Adón es también traductora, poeta ... y editora de Impedimenta.
EliminarNo sé todavía cómo es que te dejas tentar por mi :)
Un abrazo
Mira por donde, en la revista Turia, en su último número (el 115), aparece un poema de Pilar Adón :))
EliminarOlé olé y olé!!
Pues yo que me he angustiado solo con la reseña ya...Me alegro de todas formas que como escritora se vaya puliendo y este tipo de novelas requieren pocas palabras pero contundentes porque si se recrea mucho en ello la cosa empieza a no tener "gracia" y el lector se aleja para no sufrir. Me ha recordado al estilo de "En la orilla" de Veronique Olmi.
ResponderEliminarAhora mismo no puedo con esto. Veremos más adelante.
Un abrazo
jajajaja, es un libro angustioso la verdad, aunque no sé si angustia es la sensación que más se le ajusta. Claustrofobia se acerca más a lo que yo sentí. No, la verdad es que no tiene mucho que ver con el libro de Olmi en cuanto a estilo, el de Olmi es más directo, aunque también recrea un atmósfera de forma increíble.
EliminarUn abrazo
Otra autora que no conozco y que parece que debo descubrir. Anotado queda :-)
ResponderEliminarBesos!
Uf, hay tantos autores. Yo estoy encantada de haber conocido a Adón, literaria y personalmente.
EliminarUn abrazo
Pues no he leído nada de Pilar Adón, así que me apunto sus títulos. No me importa que sus libros sean para un lector algo más atento, que se me pida más, al contrario, eso hasta me motiva y hace que me llame más la atención sus libros. Sí que es verdad, entonces, que no cualquier momento me vale para leer sus libros, pero daré con él seguro ...
ResponderEliminarbsos!
Bastante que "algo más atento", al menos en mí caso mucha atención. Pero sí me gusta interactuar así con un libro, dejándose llevar pero también intuyendo, sintiendo, interpretando... No vale cualquier momento, ahora mismo con tanto calor yo no sé si hubiera podido leerlo...
EliminarUn abrazo
Ana
ResponderEliminarMuy interesante como lo cuentas, describes en tu extensa explicación como un miedo claustrofóbico que se te va instalando en tu interior conforme avanzas en la lectura, propio de relatos donde el contenido psicológico no deja indiferente y acabas la lectura sin saber si te ha gustado o no, pero casi aliviada de haberlo hecho. Muy difícil de conseguir, llevar al lector a ese punto, que sienta, que no se quede sin experimentar nada.
Entiendo por lo que explicas que es una novela donde deseas que las protagonistas se den cuenta de que han de hacer algo y ves impotente como siguen sin hacerlo.
El miedo, como bien dices paralizante o agresivo, los dos extremos de una misma reacción. Huir o luchar es lo más instintivo del ser humano y surge como consecuencia del miedo.
Bien contado como siempre.
Un abrazo
El miedo más que claustrofóbico es paralizante, incapacitando a los personajes a tomar decisiones. La huida parece una opción, lo es, no siempre la única, pero para ello debes de alejar el miedo, desatarlo de ti.
EliminarUn abrazo
Me entusiasma tu entusiasmo, pero no lo suficiente como para apuntarme el libro: aunque la autora escriba muy bien, ahora mismo huyo de los fantasmas interiores. 1beso!
ResponderEliminarYa sabes que mis entusiasmos son muy entusiastas :) Difícil huir de los fantasmas interiores, como mucho los despistas una temporada ;)
EliminarUn abrazo
Bueno bueno, este es de los míos =)
ResponderEliminarMe lo llevo de cabeza!
Besotes
Nadie mejor que tú sabe si un libro es para ti o no... :)
EliminarUn abrazo
Ese tipo de miedos son los más terroríficos, porque también son los más reales. No sé si este tipo de lecturas son las mejores para mí, pero siempre te agradezco que me descubras cosas nuevas. Abrazos.
ResponderEliminarDesde luego que son los más terroríficos, los miedos reales. Los cotidianos. Los que atenazan. Tú sabes elegir bien tus lecturas, me consta.
EliminarUn abrazo
es una escritora que parece que no hay que dejar pasar. Tomo en cuenta tu reseña, y me la anoto para cuando pueda dar más de mí como lectora (en el verano me es muy difícil, con las vacaciones y los cambios de rutinas).
ResponderEliminarUn beso,
Ale.
Es una escritora a seguir, oirás hablar de ella, ya verás. En verano, con el calor es difícil tooooodo :)
EliminarUn abrazo
Cómo no querer leer a Pilar Adón con la ejemplar reseña que le has dedicado?.
ResponderEliminarUn beso.