Publicación: 2017
Editorial: Libros del Asteroide
ISBN: 9788416213993
Sinopsis: Lucas Pereyra, un escritor recién entrado en la cuarentena, viaja de Buenos Aires a Montevideo para recoger un dinero que le han mandado desde el extranjero y que no puede recibir en su país debido a las restricciones cambiarias. Casado y con un hijo, no atraviesa su mejor momento, pero la perspectiva de pasar un día en otro país en compañía de una joven amiga es suficiente para animarle un poco. Una vez en Uruguay, las cosas no terminan de salir tal como las había planeado, así que a Lucas no le quedará más remedio que afrontar la realidad.
Puedes empezar a leer las primeras páginas AQUÍ.
Estaba enamorado de una mujer y enamorado de la ciudad donde ella vivía. Y todo me lo inventé, o casi todo.
(No me inventé nada,
sólo… confié y creí)
En un lateral del blog (versión web) hay un aviso a navegantes en el que explico que soy una lectora subjetiva. Mi opinión no convierte un libro en buen o mal libro, únicamente en un libro que me ha gustado o no. Sirva esto como declaración de intenciones respecto a mi comentario de esta lectura que, he de decir, y aunque no lo vaya a parecer, no ha sido mala lectura.
Cuando terminé de leer La vegetariana sabía que no iba a ser fácil elegir el siguiente libro. Cogía uno. Lo volvía a dejar en la estantería. Cogía otro, lo empezaba. Vuelta a la estantería. Así unas cinco o seis veces. Y en esas estaba cuando alguien me pregunta ¿siempre lees libros escritos por mujeres? Zasca. Es real, soy consciente, leo mayormente libros escritos por mujeres. Miro mis estanterías y ellas arrasan. Y mis ganas de leerlas son infinitas. Miro mis lecturas en los últimos años y percibo ese intento, forzado, de equilibrar. Ahora ellas. Ahora un poquito de ellos. Tengo una conciencia clara de que los libros que más me han marcado y revolucionado están escritos por… ellas. Con podio de honor también para Tom Spanbauer, hay que decirlo. Esas lecturas que me salvan la vida.
Me tranquilizaba sentir que había una parte de mi cerebro que no compartía con vos. Necesitaba mi cono de sombra, mi traba en la puerta, mi intimidad, aunque solo fuera para estar en silencio.
(Tú te quitaste la ropa,
un gesto repetido y hecho rutina.
Yo, me desnudé,
sin trabas y con fe)
Así las cosas, decido coger a un autor. Y un libro cuyo protagonista es un hombre que, aparentemente, está pasando por la crisis de la mediana edad (siempre me he preguntado qué carajo de crisis es esa). Que no se diga.
Si no podés con la vida, probá con la vidita.
(Si no puedes con la vida,
no te la inventes)
Sin duda, la frase más citada y laureada de este libro. Y hete aquí que voy y yo y no estoy de acuerdo con ella. Porque me suena a conformismo. A rendición. Y claro que te puedes rendir. Todos los días. Es una opción y a cada instante elegimos. Pero también todos los días puedes seguir aspirando a la vida, y no a la vidita. VIDA. La palabra más repetida en este blog.
Mi sensación es que a Lucas ya le quedaba grande la vidita, y que lo que en realidad necesita es estrenar una vida, una vida de verdad y no su vidita de fantasía. Su vidita egoísta. No empaticé con Lucas, qué le voy a hacer. Bueno, miento, lo hice a ratos, con ciertas reflexiones. Pero tenía la sensación de que lo que Lucas hacía no era coherente con lo que Lucas pensaba en algunas ocasiones.
Hace falta esa ignorancia para que continúe la especie, generaciones de ingenuos que se meten en un baile del que no tienen ni idea.
(La honestidad es bastante ingenua e inocente. Siendo así, que entonces no se terminen nunca las generaciones de ingenuos. Que pueblen el mundo de norte a sur y de este a oeste)
Una de las razones por las que no conseguí entender a Lucas es porque no me parece un ingenuo precisamente. Porque hay comportamientos que puedes comprender mejor si no se hiciera tanto esfuerzo por justificarlos, porque no consigo verlo como víctima ni como alguien inocente, porque me parece que en ocasiones había mucha autocompasión y poca compasión por los damnificados por su propio comportamiento.
Había cierta lealtad en mi deslealtad.
(Infiel para algunos,
leal hasta el último aliento)
Concepto erróneo: puedes ser infiel sin caer en la deslealtad. Infiel pero leal. Perogrullada: si eres desleal, no hay lealtad. Este tipo de cosas me rechinaban, aunque hubo otras muchas que me han encantado. Es verdad que hay reflexiones y fragmentos con los que he gozado. Tampoco era tan difícil en medio de una verborrea que se me hizo excesiva porque a veces sentía que caminaba por una selva en la que tenía que ir desbrozando la paja, las ramas innecesarias, para llegar al meollo de la cuestión. Pero en medio de ese torrente verbal, ese divertido desbordamiento de palabras, terminaba por encontrar semillas prometedoras, manjares refrescantes, víveres satisfactorios.
Con vos necesito un tatuaje que me ayude a olvidarte, no a recordarte, un antitatuaje.
(Revertir cada tatuaje…)
Pero esas pequeñas ráfagas de luz, esos destellos vibrantes, eran como gotas de lluvia que no se mezclaban, no hacían charco, no sumaban al rio. No hacían trama suficiente.
Y dicho todo esto, lo sorprendente es que me ha gustado La uruguaya. Porque era justo lo que necesitaba después de La vegetariana: un libro que me sacara de la conmoción, algo ligero e incluso predecible, pero con cierta consistencia, una lectura entretenida, festiva y fácil, en la que se entremezcla lo superficial y lo subterráneo; una charlatanería que tan solo rozara lo intenso levemente, con pretensiones pero sin conseguirlo del todo, que se deslizara más por la vía del humor. Y ya.
Nadie es solamente una persona, cada uno es un nudo de personas, y el nudo de Guerra era de los complicados.
[Amén.
Amen.
De verdad.
Que el nudo de personas nos haga cre(c)er
y no lo contrario]
y no lo contrario]
No sé, no lo tengo claro. Eso de que sea predecible no termina de convencerme.
ResponderEliminarBesotes
No siempre que un libro sea predecible es un obstáculo, y en este caso no fue mi mayor dificultad. El libro gusta mucho, así que mejor no hacerme caso :)
EliminarUn abrazo
No se no se, he ido cambiando de opinion según leía... Aún no se si animarme o no.
ResponderEliminarLe doy una vuelta!
Besos 💋💋💋
Ya sabes, lo mejor es coger el libro en las manos y escucharle ;)
EliminarUn abrazo
Esa misma falta de conexión es la que percibí en mi lectura. Coincido contigo en que hay frases de interés -algunas de ellas nos las regalas tú, Ana-, o conceptos interesantes que podrían haber sido desarrollados con más extensión. Pero la historia se me ha vuelto bastante previsible hacia el final y esto le ha quitado mérito al conjunto. Y a veces incurre en palabrería hueca, que no aporta nada relevante a lo que se intenta narrar, salvo volumen al libro.
ResponderEliminarPara pasar el rato, Ok; sin mayores aspiraciones. Por las valoraciones que ha tenido en los medios, ¿no será otro caso de negocio editorial?
Un beso grande.
Ya he visto por ahí que a gente que ha leído más libros de Mairal este no es el que más les ha entusiasmado, parece que no ha sido buena opción para conocer al autor. Pero bueno, leído está, tampoco se me ha hecho largo. Misión cumplida y a otra cosa, mariposa :)
EliminarNo creo que sea un boom editorial, sino más bien de las redes, al menos en las que yo me muevo (Instagram) ha sido un libro muy bien acogido y por ahí es por donde veo que está más inflado...
Un abrazo grande
Esto no me lo llevo. Es que ya me cae fatal el protagonista, solo por la historia en sí. Encima lo de que no sea coherente lo que hace con lo que piensa, ya para acabar de arreglarlo.
ResponderEliminarAbrazos
Jajjaja, pues oye, lo mismo te gusta, eh. Tiene partes divertidas, algunas cosas interesantes y, a mí gusto, un exceso de verborrea muchas veces innecesaria.
EliminarUn abrazo
Creo que es uno de esos libros que dan algún disfrute mientras se leen...y luego se olvidan. Pero los pensamientos que tiene el protagonista cuando va en el micro, acerca de los milagros...me hicieron llorar de risa! Sólo por eso, valió la pena leerlo.
ResponderEliminarExactamente, se disfruta sin más ni excesivos alardes. Y se olvida.
EliminarUn abrazo
Hola carinyet!!
ResponderEliminarNo se que decirte sobre esta novela, hay algo en ella que no termina de atraerme...
Le doy una vuelta a ver que hago.
Besitos!! 🌼🌸🌼
Jajajaj, prenda... ¡Si ya me habías contestado ahí arriba! :´)
EliminarUn abrazo y no te me marees :D
Pues esta vez no creo que me anime, pero cómo disfruto leyéndote!
ResponderEliminarBesotes!!!
Como sin lecturas no te quedas, me quedo tranquila.
EliminarUn abrazo
Vaya, yo estoy justo en las puertas de esa "mediana edad", así que esta novela me parece un peligro por muy banal que se ponga en ocasiones. Un peligro para mí, entiéndase. A pesar de todo, si está aderazada con buen humor lo mismo hago un intento.
ResponderEliminarVoy a por algo fresquito, porque vaya infierno de semana, jeje.
Un abrazo.
En realidad nunca sabemos cuál es nuestra mediana edad, jugamos con probabilidades estadísticas. Yo no sé si ya he llegado a ella o la he pasado hace 20 años... quién sabe. Humor hay en el libro, en ocasiones muy local, pero a mí no me fue suficiente, salvo para hacer la lectura más llevadera.
EliminarUf, sí, algo fresquito, por favor :D
Un abrazo
Es complicado hacer reseñas de estos libros que son un no pero sí o un sí pero no, un qué buenas reflexiones, un me estoy perdiendo algo porque el libro sí pero yo no consigo empatizar del todo...
ResponderEliminarLo dejo pasar esta vez, que tengo mucho pendiente y ahora mismo muy poco tiempo.
Un abrazo
Sí, y ahora mismo tengo que ponerme con un comentario sobre un libro que también me ha dejado ni fu ni fa y resulta que a todo el mundo le encanta (un Paul Auster, nada menos). En fin, a ver si retomo una racha buena, que vaya telita :D
EliminarUn abrazo
De Paul Auster sólo he leído 'Brooklyn Follies', que por lo visto a todo el mundo le encantó y a mí ni frío ni calor, con lo que no he vuelto a repetir con el autor. A ver si va a ser el mismo... Casi deseo que sí para no sentirme yo un bicho raro ;) En fin, ya lo descubriré.
EliminarOtro abrazo
jajajjaj! Me río porque ya esta tarde he dejado en el borrador del blog la entrada de Brooklyn Follies... Va a ser que somos dos bichos raros, Lorena ;)
EliminarAbrazo
Ah, no, miento... en borrador he dejado otro. Esta tarde lo que hice fue escribir el comentario de Brooklyn Follies en el ordenador (es que tengo varias lecturas acumuladas). Tendrás que esperar un poco más :)
EliminarOoootro abrazo.
Yo esperaba un poco más de este libro la verdad.
ResponderEliminarUn beso ;)
Yo también, pero va a ser que no. Tampoco ha sido un desastre, pero creo que está sobrevalorado. Eso, y mis rarezas lectoras, pues hacen este "sí pero no o no pero sí".
EliminarUn abrazo
A veces, según la historia, es importante empatizar con el protagonista y si eso no sucede, pues...Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Yo de momento, no me lo apunto, no creo que sea para mí. Un abrazo.
ResponderEliminarNo siempre, en verdad, pero en este caso sí que se me hizo cuesta arriba el hombre. De todas formas no decidas por mi opinión, que ya sabes que soy rarita :P
EliminarUn abrazo