lunes, 28 de diciembre de 2020

El parque (Marguerite Duras)


Parece que nada ha empezado y ya ha empezado. Parece que no hagamos nada y estamos haciendo algo. Creemos que avanzamos hacia una solución, nos volvemos y vemos que ya la hemos rebasado

He estado dando vueltas y vueltas a este libro como si fuera una pieza de Tetris, intentando ajustarla en algún sitio y, en ese gesto de encontrarle la posición y el lugar adecuado, todo tuviera sentido. Pero no era un sentido lo que buscaba, sino más bien encajar este libro con su autora, Marguerite Duras.

Concebida como obra teatral, toda la trama se sustenta en el diálogo entre una joven niñera y un maduro vendedor ambulante. Muchas cosas les separan: edad, sueños, esperanzas, ambiciones. Se encuentran en un banco del parque y hablan, hablan y hablan. Hablan con mucha cortesía y mucho respeto hacia lo que el otro dice.

Lo que me costaba encajar era lo que leía con que fuera un libro escrito por Marguerite Duras. Y no por la economía narrativa, porque Duras nunca necesitó de excesos para conseguir ser una gran escritora, ha sido siempre sutil para expresar con palabras emociones complejas. Llegué a pensar que era un problema de traducción, pero tampoco. Pensé si era esa abundancia de cortesía entre ambos lo que me descolocaba, y algo de eso hay pero muy residual. Descarté que fueran los personajes, empeñados en mantenerme a distancia, observando. Pero luego comprendí que era esa sutileza tan característica de Duras la que estaba ahí, al terminar el libro y darte cuenta de la profundidad que movía detrás de una sencillez tan escandalosa.

Y al finalizar de leerlo vislumbro la grandeza de Duras, aun en este libro que no obtuvo muy buenas críticas (excepto de Maurice Blanchot, algo nada desdeñable en absoluto), y en el que a través de una conversación pura y dura, sin más herramientas narrativas que el diálogo, habla de la desesperanza y su contraria (la esperanza), los miedos y sus opuestos (la audacia, la acción). Y claro, termino, de leerlo y pienso que, en verdad, Duras jamás decepciona. Ni las buenas conversaciones.

En el mundo hay gente tan satisfecha por el mero hecho de vivir que no necesita la esperanza

©AnaBlasfuemia

1 comentario:

  1. Hola Ana
    Creo recordar que ya hace mucho mucho en una de las primeras "reseñas" que hice, yo enfrentado a algo nuevo, se me ocurrió reseñar "El coronel no tiene quién le escriba" y pensé que sería fácil por lo corto, y me puse a escribir y no me salía nada
    hasta que pensé en saber qué me decía ese librito que lo lees sin querer, como si se te cayera de las manos, y en realidad lo cuenta todo, en ese pequeñito instante de su lectura habla más que enciclopedias en sus gordos tomos, como este..
    gracias Ana

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En este blog NO se hacen críticas literarias ni mucho menos reseñas. Cuento y me cuento a partir de lo que leo. Soy una lectora subjetiva. Mi opinión no convierte un libro en buen o mal libro, únicamente en un libro que me ha gustado o no. Gracias por comentar o, simplemente, leer