Traductora: Cruz Rodríguez Juíz
Páginas: 444
Publicación: 2013 (2015)
Editorial: Literatura Random House
Sinopsis: Ben fue un iluso al creer que podría amar a un hombre y luego a una mujer, «dos personas extraordinarias, dos formas únicas de amar, de décadas diferentes, en extremos opuestos del continente», y salir indemne. Hank y Ben establecieron una profunda amistad en el Nueva York de los años ochenta, mientras aprendían a convertirse en escritores. Hank era heterosexual, y Ben, a pesar de haber estado con mujeres, un homosexual en toda regla. En los años noventa, Ben, ya sin Hank y enfermo de sida, se enamoró de Ruth, una de sus estudiantes de escritura creativa en Portland. El día que Hank apareció de nuevo en escena, nada pudo evitar que se cumpliera aquella famosa regla del tres, según la cual a un trío siempre se le acaba sumando un cuarto o restándosele uno. Y en este caso fue Ben quien quedó fuera.
Puedes leer las primeras páginas AQUÍ
Si el afecto equivalente no es posible, que sea yo quien ame más (W.H. Auden)
Si pudiera escribir un silencio, largo como una travesía, hondo como un quejido, profundo como un aullido, lleno de todos los sentimientos que hacen cimbrear cada poro de mi piel, cada fibra de mi alma… si pudiera escribir ese silencio, exactamente ese es el que escribiría para hablar de este libro. Pero los silencios existen y no se escriben. Se callan.
Por mucho que lo intentes, tú solo no puedes inventarte un mundo así. Ese espacio, cómo te pierdes en él, cómo te sientes, exige ser dos.
Podría decir que empecé a leer este libro el día que lo compré. O el día que metí otro exactamente igual en una caja. O que lo empecé a leer tiempo después, en mayo de 2016, cuando alguien me manda una fotografía de su portada intentando restituir un puente (¿de dónde a dónde? ¿de quién a quién?). O que, finalmente, lo empecé a leer el 27 de diciembre de 2016, camino a Merzouga. Y todas las veces fueron verdad y no lo fueron ¿hacen medias verdades y medias mentiras una verdad entera? (va a ser que no). En cualquier caso, un libro que he hecho esperar. De esos que son bombas de relojería en el estante, que lo ves palpitar cada vez que lo miras, que sabes que te está esperando, que te llama, que tiene una historia para ti.
Es como escribir […] Tienes que ir a donde duele.
7 años tardó Tom Spanbauer en escribir y publicar este libro. Y casi 70 días los que yo he estado con él. Los que el libro ha estado conmigo. Por mar, por tierra, por aire, por arena, por el desierto. Yo te quise más, en todo momento, lugar, beso, faro, silencio, mirada, abrazo, lágrima, mentira, ausencia, mano, desprecio, respiración, poema, pesadilla, salto, promesa, enfermedad, canción, silencios, aprecio, cronopio, olvido, encuentro, reencuentro, desencuentro, aire, preguntas sin respuesta, vínculo, carrera, ninguneo, liberación, cima… en todo momento a mi lado. (Yo te quise más). Para qué las prisas, una no solo vuelve a los lugares en los que algún día fue feliz, también quiere quedarse en donde lo está siendo. O, si no siendo feliz, al menos sintiendo que la bombilla en el pecho arde hasta volverse incandescente. Libros que no se leen, se viven. Te viven. Tenía que ir a donde dolía. Y contarlo. Así.
Tom Spanbauer se mueve como un cardumen en lo que él llama “escritura peligrosa”. Con ella minimiza la fricción de la vida y sortea al depredador que todos llevamos dentro. Y a los que hay fuera (¡líbrenos el metabolismo de todo ente tóxico!). Juntar a un autor que maneja con virtuosismo la escritura peligrosa con alguien que practica con cierta asiduidad la lectura peligrosa… ¿es un peligro? No. Es la combinación perfecta. Una lectora peligrosa se encuentra con un escritor peligroso. Como mucho es una osadía. El resultado es emoción burbujeando a cada página, a cada párrafo. Es comprensión, conexión, la lectura perfecta en el momento idóneo, un escritor agitando los filamentos de tu bombilla, el pecho reventando en millares de luces evanescentes, los fantasmas encontrando su hogar.
Cogí un cuchillo, me lo llevé al pecho, lo clavé con fuerza abajo y en círculo, me arranqué el corazón y lo deposité, todavía caliente, en la página.
Terminas el libro y tu cuerpo no se mueve. Desde fuera alguien, objetivamente, podría decir que ni respiras. Tal vez si se fijara detenidamente observaría un brillo en la mirada, el lugar en el que la verdad nunca se esconde detrás de las sombras. Todo se está moviendo y convulsionando dentro, donde nadie lo ve. Nadie excepto tú. Y sientes la belleza. Cruel. Desgarradora. Tierna. Cuando algo hermoso duele. Cuando el dolor es hermoso. No te mueves. Por dentro, un huracán. Todas las hebras de la emoción vibrando, si fueran notas musicales serían alguna sinfonía, tal vez alguna canción de esa playlist que guardas en lo más profundo de tu alma y escuchas a solas mientras te arrancas el corazón y lo depositas en un folio en blanco. Has leído cada página sintiendo esa agitación que se siente cuando sabes que es eso, que alguien lo ha escrito, que lo estás leyendo, que lo estás viviendo, que es así. La turbación de la vida cuando la agitan y te desprendes de las costras, ya innecesarias. Hay que dejar paso a la cicatriz.
Lo peor de la esperanza no es cuando no la encuentras.
Es cuando la pierdes.
No es insólito: debo ser la única que no ve un triángulo en esta historia. Yo solo veo a Ben y a Hank, todo el tiempo, siempre. Ellos son los planetas, las constelaciones, y el resto del mundo son meros satélites. Lo demás, los demás, sí, son amor también, eso que se llama amor, lo mismo que decimos tranquilidad, no estar solo, sexo, risas, compañía... Miles de formas de autoengañarnos y engañar. Escaparates. Pero no hay triángulo, hay Ben y Hank. Ben y Hank son EL amor porque son su propia honestidad. Se protegen uno al otro, también del uno y del otro. Son ese amor del que huyen los cobardes. Y esto es más complejo de explicar de lo que me voy a permitir aquí, en estas líneas de este blog sin red.
A alguien que hace eso. Te enfrenta a ti mismo. No puedes evitar quererlo.
¿Por qué leo? Muchas veces he comentado aquí las razones por las que leo. Pero creo que nunca lo he expresado de la forma que lo voy a hacer ahora: para que alguien ponga voz a los silencios que me arden en las entrañas.
En una entrevista, dice Spanbauer que “La ficción es la mentira que hace más verdadera la verdad”. Qué grande, Spanbauer, justo eso. Justo eso aprendí. Algo que creía saber pero que solo ahora sé. Cuánta verdad hay detrás de vidas ficcionadas, cuanta mentira detrás de vidas que se exhiben con pretendido (y pretencioso) realismo. Ver la verdad detrás de la ficción (de capas y capas). Ver la mentira detrás de la "verdad".
Llevarnos en el corazón.
Ayudarnos siempre que pudiéramos.
Ser amables.
Estar de acuerdo en discrepar.
Con sangre.
Con amor.
(Promesas.
Y las cumples.
Las seguirás cumpliendo siempre)
Y las cumples.
Las seguirás cumpliendo siempre)
Es lo que haces cuando amas, proteges.
(¿Hasta cuándo y dónde y cómo proteges a quien amas? Siempre. Lo harás siempre. Porque los términos absolutos existen cuando amas. Aunque reinventes las formas de amar. Aunque te duela hasta lo innombrable. Aunque te angusties hasta el grito. Aunque no le importe ni le importes. O aunque sí. Aunque tengas que irte. Aunque tengas que quedarte. Aunque te quedes sola)
Tengo que irme, tío.
La vida no espera.
(Me dejaste sola)
Cuando te despides de un ser querido, quizá si dices una tontería, alguna verdad, quizá no deje de quererte.
“.- Quédate.
.- No basta”
(Formas de decir adiós. Y no ser tú quien se despide ni quien se va. No)
Big Ana.
Little Ana.
La Corredora.
Yo
Te
Quise
Más
(Yo
Te
Quise
-Siempre-)
-Siempre-)
Gracias, Tom Spanbauer. Por la voz. Poderosa y brutal.
(Gracias.
A ti.
Sí, a ti.
Por si un día me vuelves a leer. Vuelves. Tú. Sin capas)
(Gracias.
A ti.
Sí, a ti.
Por si un día me vuelves a leer. Vuelves. Tú. Sin capas)
¡Hola Ana! una buena reseña, no conocía ni al libro ni al autor y me ha picado la curiosidad con lo que nos has contado ¿El amor se puede contar, medir, pesar? lo anoto.
ResponderEliminarUn beso.
!Hola¡ Contar, lo cuenta Spanbauer. Medir, pesar... supongo que cada uno conoce esas medidas. Espero que te guste esta lectura (y lo cuentes)
EliminarUn abrazo
¡Echaba de menos tus reseñas! No vuelvas a ausentarte tanto tiempo, por favor :) Éste le tengo en la estantería de pendientes, el anterior de Spanbauer, "El hombre que se enamoró de la luna", me pareció magnífico.
ResponderEliminarGracias :) Espero no ausentarme en mucho tiempo, aunque no aseguro nada porque a veces desaparezco dentro de mí o por algún lugar del mundo (mirando el mar o el infinito). Spanbauer es un autor magnífico y tengo la certeza de que nos defraudará en ninguno de sus libros. Es tan valiente como peligroso.
EliminarUn abrazo
No le conocía y es difícil resistirse a su lectura tras leerte, aunq no sé si la reseña cuenta más de ti q del libro. Bss
ResponderEliminar:) Casi todas las lecturas que comento dicen más de mí que del libro, así es este blog y no sé ni quiero hacerlo de otra forma ni leer de otra manera. Una especie de diario en las que cuento lecturas y me cuento a mí.
EliminarUn abrazo
A mí también me gustó, me pareció además muy honesto, como que el autor contó lo que realmente quería contar, como si solo quisiera compartir su historia pero sin adornar ni preocuparse de lo que quiere el lector. Es autor a tener en cuenta.
ResponderEliminarAbrazos
"Honesto" define muy bien al autor y al libro. No tengo dudas de que Spanbauer ha puesto mucho de sí mismo en "Yo te quise más". Por eso practica la escritura peligrosa. Y ya me conoces más que de sobra como para saber que soy como los perros de Pavlov ante este tipo de libros: babeo :)
EliminarUn abrazo
Hola Ana, no puedo alegrarme de reencontrarte porque tu siempre estás aquí -son tus letras-. Así que nos asomas a los abismos de tus lecturas, abismos porque siempre pareces convivir-elegir tus lecturas- en ese pequeño espacio donde nos asomamos para ver el fondo -nuestro fondo- y estamos a un paso de caer. Pero no sé si ese caer es malo o bueno, supongo que hay veces que debes dejarte caer y conocer la caída y el fondo, porque así los descubres y -si quieres los repites y si no no-. La literatura no deja, muchas veces, de ser o la imitación -el experimento- de la caída, u otras veces es el desencadenante de ella. Yo adoro los abismos, -sobre todo los literarios- y me asomo siempre que puedo y pierdo el pié a cada paso....
ResponderEliminarDesde algún abismo...un abrazo
cuídate...
Verdsd verdadera, Wineruda. Siempre estoy aquí, y no solo porque aquí esté lo que escribo, sino por lo que este blog es para mí.
EliminarSupongo que todos elegimos las lecturas, aunque no siempre las vivimos ni acertarmos, pero tengo muy claro mi itinerario, aunque me permita algunas frivolidades o me deje engatusar de cuando en cuando por cantos de sirena.
Sí, a veces hay que dejarse caer y no dejarte la piel intentando evitar la caída.La única forma de sobrevivir a un abismo es conocer su profundidad, sus aristas y adaptarte a la caída. Minimizarla. Y sobrevivir.
Un abrazo
Cómo se mide el amor? Cómo se sabe quien ama más? Lo que sí sé es cómo disfruto con tus reseñas, con tu forma de leer, con tu forma de transmitir tu pasión. El libro me lo llevo bien apuntado esperando que me guste al menos la mitad que tu reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
El dolor suele ser una buena medida del amor: si duele no es amor. Nadie debería amar más, sino amar igual, pero si una debe amar más, que sea yo :)
EliminarSi te gusta la mitad que a mí ya te gustará mucho ;)
Un abrazo
Si te digo la verdad, la sinopsis, o más bien la forma en que cuenta la sinopsis de qué va el libro, no me llamaba para nada la atención. Pero tu reseña ya es otra cosa. Dices en ella cosas que a mí me gusta encontrarme en los libros. Porque también me gustan los libros que ponen palabras a mis silencios y porque creo que la ficción refleja muchas veces la realidad mejor que la propia realidad. Es más honesta y más veraz.
ResponderEliminarUn placer volver a leerte.
Un abrazo.
Pues me alegro de haberlo comentado y que cambies de idea, al menos en cuanto a la intención de leerlo. Sabes que me limito a comentar las lecturas y no tanto a recomendarlas, pero en este caso estoy bastante segura de que te gustará, no solo el libro, sino también el autor. Ya contarás.
EliminarUn abrazo
Me ha encantado como siempre y, por supuesto, me lo apunto. Tendrá que esperar un poco pero pienso devorarlo y siempre es gracias a tus análisis. Gracias Ana
ResponderEliminarYa te he dicho que te gustará. Y ua sabes que si no puedes darme una colleja. Pero creo que no me equivoco y que realmente lo devorarás y disfrutarás a partes iguales.
EliminarUn abrazo
Qué reseña más bonita, Ana, muchas gracias; por traernos este libro y por la hermosa forma en que nos has presentado, siempre es un placer leer tus reseñas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Aglaia. El libro es especial.
EliminarUn abrazo
Tus reseñas son arte en estado puro. Como siempre, haces que una obra que el lector tal vez no conozca de nada se convierta de manera irresistible en una lectura pendiente a la que asomarse con incontenible curiosidad. No sé si llegaré a querer el libro más o menos que tú, pero lo que está claro es que has dejado muy a las claras todo lo que te ha provocado este libro, y cómo tú y él os habéis amado.
ResponderEliminarA ver si a mí me despierta la misma pasión.
Besos!
Jajjaja, gracias Mrs. So. Arte no son, pero pongo mucho de mí. Esa intensidad es muy subjetiva y así hay que leerme, con filtro. Ojalá si no es con este libro sea con otro pero encuentres lecturas que te apasionen así.
EliminarUn abrazo
Hola Ana, encantadísima quedé al conocerte, ahora que te leo, pienso que realmente no conocemos bien a las personas, tan sólo son un reflejo de lo que realmente llevan dentro, y eso cuando son honestas , xq es dificil hoy en día ser transparentes y mostrar los sentimientos en público, si te sales de la "norma social",serás señalado por los ignorantes e hipócritas claro...
ResponderEliminarMe ha encantado tu sinopsis sobre el libro , con tu honestidad te has "desnudado", y eso lo hacen los valientes.
Lo voy a leer sabes? Me ha despertado curiosidad e intriga al mismo tiempo, x ver si hay dentro de mí algo que despierta con esta historia.Yo si creo en el amor entre 3, creo que se puede querer de diferente manera, o pasar x diferentes etapas, ahí si me siento identificada.
Muchísimas gracias por compartir, me encanta leerte, y escucharte.
Un abrazo y una mano Amiga
Merce (los amarillos)
Hola Merce. No es fácil conocer a las personas. Demasiadas capas unas encima de otras y muchas veces son fachadas. Lo que hay debajo a veces merece la pena y a veces puede ser un puto infierno. Pero el que no arriesga en parte tampoco vive.
EliminarEste blog es así, Merce, me cuento en lo que leo. Desnuda y sin red. Hace mucho que aprendí a ser mi propia honestidad, ya que no puedo ser la de los demás.
No es que no crea en el amor entre tres. Creo en muchas formas de amar y de hecho he amado y amo de muchas maneras. Pero el mundo es demasiado convencional ;)
Si lo lees quiero informe detallado :)
Gracias por comentar.
Un abrazo
Siempre comento que tengo una pila pendiente de lecturas, y además este último mes por diversas circunstancias no estoy leyendo nada. Pero el libro pinta muy bien y me lo apunto. Y me interesan las historias de triangulos amorosos (aunque digas que no ves exactamente un triángulo en la novela).
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Jamás estaremos libres de tener libros pendientes. Es algo que tengo asumido y en parte me encanta mirar el horizonte y tener libros a la vista. Yo he estado también mucho tiempo y muchas veces sin leer. De hecho vengo de un profundo abismo sin leer pero he salido de él con un ritmo lector que me tiene sorprendida hasta a mí :)
EliminarYo no lo veo, el triángulo amoroso, pero tampoco negaré que lo sea. Tengo una forma muy mía de interpretar y vivir los sentimientos y las emociones. Y no te digo ya el amor...
Un abrazo
Aunque no leyera el libro, solo la reseña que haces de él merece la pena, pero ¿cómo no leerlo tan leer semejante reseña? Lo haré y seguro que, como es habitual, no me defraudará.
ResponderEliminarUn beso.
Ojalá no te defraude, ajnque cada libro es un mundo, pero Spanbauer sabe qué y cóml contar...
EliminarUn abrazo
¡Hola!
ResponderEliminarMe he sentido muy identificada con esta reseña, estaba deseando "oírte" hablar de Spanbauer. Es un autor que ha conseguido de algún modo mágico hacerme sentir cosas muy profundas con un lenguaje en apariencia sin florituras y al mismo tiempo hermoso. Si en esta novela dices que habla de amor, también lo hace en "Ahora es el momento" e incluso en "La ciudad de los cazadores tímidos". Creo que en todas sus novelas debe hablar de eso, pero de un modo tan distinto al resto de novelas que he leído, un modo tan auténtico, real, puro, y que llega tanto... Amor en todas partes, de todas las clases, en todo tipo de personas, géneros y orientaciones...
Me alegro de que lo hayas disfrutado, yo lo leería ahora mismo pero me estoy racionando sus historias para que no se me acabe Spanbauer demasiado rápido.
Espero que nos vuelvas a hablar de él pronto.
Un beso.
¡sí! Recordaba que esperabas mis impresiones sobre Spanbauer, ya sabías que me gustaría ¡ya lo sabía hasta yo antes de leerlo! Y recuerdo tu comentario de "La ciudad de los cazadores tímidos", un libro que tendré que buscar de segunda mano porque es difícil de encontrar (los demás ya están a buen recaudo).
EliminarNo necesita adornos ni florituras, no, le basta con meter mano en las entrañas y... zasca.
Por supuesto que volveré a Spanbauer pero yo también dosifico muchísimo a los autores que me gustan especialmente ;)
Un abrazo
"La ciudad de los cazadores tímidos" lo conseguí en un puesto de segunda mano en la Cuesta de Moyano (Madrid); además, fue algo un poco providencial porque me lo habían recomendado hace poco y lo vi expuesto a la vista en una de las mesas. ¡Suerte en la búsqueda!
EliminarHola Ana
ResponderEliminarPreciosa la reseña, otras veces te he dicho que tu manera de contar, la pasión y la emoción que hay en tus letras se contagia a aquellos que tenemos la suerte de leerte y esta vez no ha sido menos, aparte de las frases que destacas y esos incisos de pensamiento que apuntas.
El libro parece de aquellos que se necesitan leer, porque sí se lee porque se necesita (yo al menos), que otros pongan palabras en aquello que estamos sintiendo o quizás también poner nuestras propias historias en lo que otros escriben y acercarlo a lo que nosotros vivimos y sentimos, una experiencia que solo se puede entender cuando te emocionas, cuando las letras te hacen sentir y cuando al acabar de leer sientes como un pequeño vacío de esos que dejan aquellos a los que quieres.
No sé creo que no me he explicado muy bien pero me ha encantado la reseña y el libro que propones.
Un beso
Hola Conxita:
EliminarNo tengo ninguna duda. Leo porque necesito leer, no me imagino la vida sin libros. Nunca he estado en ningún lugar sin un libro cerca. No recuerdo el primer libro que leí, psiblemente algún cuento infantil. Lo que recuerdo es el mundo que se abrió delante (y dentro) de mi y que ya nunca más querría irme de él :)
Te has explicado muy bien, como siempre ;)
Un abrazo
Como siempre, transmites tu entusiasmo de una forma contagiosa. Sin embargo, esta vez no me atrae demasiado el argumento. Aún así, tomo nota del autor, que veo que te ha impactado.
ResponderEliminarY otra cosa: emocionante la razón por la que lees; creo que me pasa lo mismo y hasta ahora no he sido consciente. Abrazos.
Sí, es lo que tiene el entusiasmo, que es contagioso :) y no voy a recordar una vez más que posiblemente haya que filtrar el mío porque leo muy personal y poco objetiva.
EliminarNo te dejes guiar por el argumento de la sinopsis. Es engañoso. El libro es más, mucho más.
Me alegro de haber puesto luz a tu razón para leer ;)
Un abrazo
Hola Ana, hace poquito que me he acercado a tu mundo en este blog. De repente desapareciste... Pero has vuelto, bien!!! Veo que algunos de tus prefes también son los mios, por eso sigo contigo... Me encanta el entusiasmo y sentimiento que pones en tus palabras, me conmueven tanto como el libro. Mi primer comentario lo hice con el maravilloso Stoner. Ahora tengo entre manos Yo te quise más. A ver que tal. Mil gracias.
ResponderEliminarSí, soy un poco Guadiana últimamente, aparezco y desaparezco. Estaré una temporada porque tengo varios libros que comentar, pero no aseguro que vuelva a pasar, quedarme callada (que no desaparecida, en el blog siempre "estoy", es mi faro)
EliminarEspero que esta lectura te llegue tanto como "Stoner", pero si coincidimos en los prefes no tengo dudas de que Spanbauer te va a cautivar. Ya contarás.
Un abrazo
Suena de maravilla. El título me echó un poco para atrás, cuando lo vi...pero después de leerte, dejaré que entre un poco más de luz. Si es un libro que parece que transforma...merece mucho la pena...
ResponderEliminarGracias mil. Es un placer leerte...los libros son compañeros imprescindibles.
Un abrazo
Pues el título es precioso... y tiene todo el sentido. Creo que Spanbauer es un autor necesario, este libro para mí, esencial, pero estoy segura de que me seguira conmoviendo y moviendo en cualquiera de sus otras obras.
EliminarLos libros, además, son compañeros fieles ;)
Un abrazo
Hola Ana, Leí tus comentarios muy por encima, y vi lo que buscaba... Para leerlo ya (El libro). Y aquí estoy de nuevo empapándome con tu reseña. No he visto triángulos, es un libro que duele, a mí me ha dolido, no digo más... Es estupendo. Mil gracias.
ResponderEliminar¡Qué rápido lo has leído!! Yo tardé muchos días, pero porque no quería irme de él... Y qué bien, que tú tampoco veas un triángulo. Hemos hecho una lectura similar y eso me agrada :) Y duele. Claro que duele. Adoro los libros que duelen, Paquita...
EliminarUn abrazo y gracias a ti por comentar.
Hola Ana:
ResponderEliminarLo he terminado ayer por la noche. Imagínate cómo me dormí, temblando: “yo te quise más”
Tengo que reconocer que al principio me costó, casi estuve a punto de dejarlo, me parecía que no era mi estilo... así que releí tu reseña… y lo volví a intentar. ¡¡Y me ha encantado!!
Es de esos libros que cuando los termino, me quedo como paralizada: ¿y ahora qué hago? otro libro no va a ser igual ¿Cómo me quito este “mono”?
Tengo que buscar otro con urgencia, necesito salir de este embobamiento.
Gracias de nuevo, eres muy inspiradora.
Hola Teresa:
EliminarEs curioso cómo a veces los libros que comento en clave personal (aunque todos los comento así), son los que más curiosidad despiertan...
No sé cuál es tu estilo, quiero decir, no sé qué tipo de libros lees, pero si te ha encantado, acabas de abrirte una puerta, la que te llevará a un tipo de libros que podríamos decir... peligrosos. De esos que, como comentas, te quedas paralizada, sacudida...
¿Cómo quitarte el mono, dices? Entiendo esa sensación, este tipo de lecturas pueden provocar bloqueo lector ¿qué leer después? A mí, afortunadamente (porque eso implica que me he encontrado con varios libros así) me ha pasado con cierta frecuencia, y mi experiencia me ha llevado a no parar. Seguir leyendo. Lo que sea (bueno, lo que sea no, pero sabiendo que no me impactará igual). No parar. Seguir leyendo. Hasta que, de repente, sabiendo de antemano o no, vuelves a encontrarte con otro libro que te sacude brutalmente.
Por ahí arriba tengo una lista de prefes, por ahí quizás puedas encontrar algún libro para quitarte el mono. Aunque no están todos mis prefes, sólo los que he comentado aquí (tengo otros que voy releyendo para ir comentando).
Gracias a ti por comentar y por darme la alegría de que mi entusiasmo te haya llevado a una lectura que te ha llegado así.
Un abrazo
Hola Ana:
EliminarDespués de "Yo te quise más", he leído "Me llamo Lucy Barton", "Paula" y "Al envejecer, los hombres lloran"...y bien, por supuesto, me han gustado mucho. Pero hoy sin falta empiezo "Ahora es el momento" de Spanbauer (he conseguido alguno más de él). Posiblemente debería esperar, sin embargo no puedo...
Claro que sigo "tus prefes", aunque es cierto que no hace mucho que descubrí tu página. El primero con el que me tentaste fue "La nieta del Señor Linh". Y ahora, cuando tengo que escoger qué leer, rebusco entre tus cosas. No sabes lo que te agradezco lo que haces. Admiro tu criterio lector y envidio tu manera de escribir sobre lo leído. ¡Nos lo pones fácil a los que no tenemos claras las cosas!
Un abrazo,
Teresa
Te ha dado la fiebre Spanbauer 😊 Yo creo que tengo todos sus libros (los editados en castellano) pero no quiero leerlos tan pronto, que se me acaben.
EliminarAfortunadamente hay mas libros y autores y se puede elegir mientras en la estantería esperan esos libros que sabes (porque es una certeza, no una intuición) que son especiales.
Me alegra saber que mis gustos lectores, aunque no sean multitudinarios, hay a quien agrada y le sirve para hacer su camino lector. Que lo ponga fácil con libros que no lo son no deja de ser una ironía...
Escribir sobre lo que leo me es fácil desde el momento que me he dado cuenta que me escribo a mí misma al hablar de esas lecturas desde mi y mi vida. No lo he explicado bien, pero yo me entiendo ;)
Un abrazo
He dicho que llego tarde, pero tus líneas nunca estarán ausentes de mi lectura. Pareciera que el viaje a Merzouga ha logrado su efecto en ti, a juzgar por tus reseñas posteriores.
ResponderEliminarLo había apuntado y lo tengo en versión digital, aunque hay otro de Spanbauer que espera desde antes.
Los silencios están llenos de palabras; es cuestión nuestra disponer del oído afinado para saber qué nos intentan decir.
Como siempre, sentidas tus palabras, llenas de emoción.
Un abrazo.
Ya sabes que este blog es atemporal, Marcelo, nunca se llega tarde ni temprano, se llega, sin más. Siempre está abierto ;)
EliminarSí, algo ha hecho Merzouga en mí, Marcelo. Y estoy a punto de comprobar si es algo real o no...
Volveré y mucho, a Spanbauer.
Un abrazo
porca miseria ...
ResponderEliminar"es a ti a quien llevo en el corazón .ya lo sabes .desde el principio .
comparto contigo que el amor solo se mueve en una dirección : la de ben y hank.
Acabo de enterarme. Se ha muerto Tom Spanbauer. Lo conocí gracias a ti. "Yo te quise más" hizo un clic en mi vida. Estoy muy triste.
ResponderEliminarOh, pues no lo sabía. Llevo tiempo mosca porque no sacaba nuevo libro y lo hacía cada siete años 😞 Me he quedado triste también porque Spanbauer me había arañado también. Creo ir tengo todos sus libros traducidos al castellano, los guardaré y cuidaré como si fueran oro. 😭
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