domingo, 28 de junio de 2020

Blasfuemiada


Que tal vez para volar se necesiten alas y para correr pies. Pero si la realidad no importa, como no importa todo aquello que puede ser o no, entonces a mí me basta el regalo de captar el momento para saber que, sin alas ni pies, puedo volar sin necesidad de correr. En el pacto conmigo misma, la perversión tiene forma de reloj y la virtud es una aurícula atenta al flujo de la vida.


4 comentarios:

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