Traductor: Israel Centeno
Páginas: 93
Publicación: 1895 (2010)
Editorial: Periférica
Categoría: Narrativa
ISBN: 9788492865222
Cubierta: Ximena Maier
Sinopsis: Iluminada con las ilustraciones de Ximena Maier, esta obra se sitúa a finales del Siglo XIX. Prudence, la viajera norteamericana que protagoniza esta historia no ha hecho caso a su nombre por primera vez en la vida y ha sido imprudente: se ha dejado llevar por el amor. Aunque no le gusta especialmente Italia, se ha instalado allí tras casarse con un viudo que también es padre de varios hijos. Y que además muere al poco tiempo de la boda. ¿Qué hacer ahora? ¿Abandonar a su nueva familia, donde convive el poco encanto con el mucho egoísmo, y regresar a Estados Unidos, o quedarse y tratar de consolarse con, al menos, algo suyo, algo que le recuerde a su antiguo hogar, un jardín, por ejemplo? El tiempo pasa y las ilusiones merman. Pero Prudence sigue creyendo en ese jardín... ¿Lo conseguirá finalmente o se lo impedirán el destino y sus heredados familiares, terribles en ocasiones, pero esenciales en esta excelente narración llena de sentimientos contradictorios?
No puedo negar
que caigo rendida ante los libros que desde la primera página me meten dentro
de la historia. Me sucedió no hace mucho con Niños en su cumpleaños, de Truman
Capote y me ha vuelto a suceder ahora. En este caso meterme en un jardín no ha traído consigo consecuencias nefastas.
Es verdad que las luminosas
ilustraciones de Ximena Maier ayudan y mucho a crear la ambientación adecuada,
pero también las precisas descripciones
que hace Constance Fenimore contribuyen a que desde las primeras páginas
estés en ese pueblo montañés llamado San Francesco y conozcas a Prudence y lo
que le rodea.
La dulce Prudence, norteamericana llegada
a Italia a cuidar a un primo y que cuando este fallece es cortejada por Tonio,
18 años más joven que ella. La sacrificada
Prudence a quien con 45 años “nadie
le había dirigido una palabra de cortesía en toda su vida”. Así que tuvo su momento de locura y se dejó querer,
se dejó querer tanto que se casó con Tonio, que decía estar “solo en el
mundo”. Ya, ya… Cuando Prudence llega a San Francesco con Tonio para casarse se
encuentra que de solo nada de nada: viudo, con siete hijos y un sobrino
huérfano a su cuidado. Y la abuela de la muerta (la insoportable Yaya), y un tío…
Y además le piden dinero para la boda… Pero Prudence “nunca trató de entender nada más.
Prudence no se permitía entender las cosas”. Y por eso, un año después, cuando enviuda, no
vuelve a su país, sino que se hace cargo
de toda la tropa, trabajando hasta la extenuación.
Y 16 años
después de que llegara a San Francesco, arranca este delicioso relato y
conocemos a la inolvidable Prudence.
Al contrario que la Felicidad de Flaubert, cuyo nombre
era una ironía, en cambio Prudence hace honor a su nombre: prudente, discreta, sacrificada, paciente, generosa, trabajadora…
¿Qué sostiene
a Prudence, viuda y con toda tropa a su cargo?, un sueño: hacer un jardín. Ese
objetivo hará que nunca se rinda.
Jamás. En una época en que poseer algo, por mínimo que sea (un jardín, una
manta, un abrigo, un sombrero…) era una distinción, e incluso una reivindicación, nuestra Prudence se obceca por poseer un
jardín y su forma de luchar es
trabajar para conseguir ese sueño. Una vez y otra, cae y se vuelve a levantar. Un deseo que le permite seguir viviendo y
que, a la vez, la mantiene ciega a lo que le rodea.
Aunque prefiero
los personajes rebeldes, y entendiendo el contexto histórico y geográfico en el
que transcurre la historia, no puedo menos que conmoverme ante la bondad y la generosidad de Prudence. Aun así, siento que en
ocasiones el coraje crece dentro de mí y no puedo evitar desear darle un meneíto a Prudence, ¡mira a tu alrededor, ve!.
El
jardín
es uno de esos pequeños libros que contienen una historia bien narrada, sobria,
sencilla y con un personaje que adoras y que a la vez desearías decirle ¡espabila!, sé egoísta. Un humor blanco,
pero agradable y no carente de ironía (una pizquita). Una lectura tranquila, inocente y algo cándida, en realidad un
cuento que ha sido una buena opción entre un libro y otro.
No necesitas hacerlo si no quieres, sólo has de creer en ello para sentir que está aquí.(©AnaBlasfuemia)
Solo las ilustraciones usa me atraen. La historia, o más bien el personaje, tiene un algo de ya visto u oído en historias de la época, pero suena interesante un rato largo. Has conseguido que me apunte otro
ResponderEliminarEsto no acaba nunca ;)
Besucos
Es cierto que el personaje, la historia, no es nueva. Yo creo que recurrente para la época. Así como en "Tres mujeres" no me convencieron las ilustraciones, la verdad que esta, sobre todo la combinación de colores, resultan muy agradables. Apunta sin prisas (pero si pausa).
EliminarTengo una mala noticia para ti: No, no se acaba nunca :P
Besos
Este libro no me llama mucho la atención, en esta ocasión lo dejaré pasar.
ResponderEliminarUn beso.
Hay mucho libros Enzo y hay que seleccionar. Se puede sobrevivir sin él, aunque sea una lectura agradable.
EliminarBeso
A mí tampoco me atrae. Esta vez no me lo llevo.
ResponderEliminarUn beso.
Lo mismo te digo ¡hay tantos libros! y con el tiempo nos volvemos más selectivos.
EliminarBeso
ME AH ENCANTADO TU RESEÑA.... YA ME HAS ANTOJADO LEERLO.. GRACIAS POR TU RESEÑA SALUDOS
ResponderEliminarGracias a ti por comentar, me alegro que te guste ;)
EliminarSaludos
Hay, Ana, que has vuelto a obligarme a apuntarme otra. Ya no sé a dónde va a llegar mi lista de posibles. Pero no importa, si son historias como esta, siempre se reciben bien. Abrazos.
ResponderEliminarEh!! obligación ninguna! ;) Las listas, Marisa, cómo presionan. Pero bueno, son opciones, no obligaciones.
EliminarAbrazo
Parece encantador :) hasta bucólico. Prudence me recuerda a algún otro personaje y aunque dan ganas de darlea un zaramdeo, terminan instalándose en el lector y eso siempre es bueno. En cuanto a la idea de montar un jardín en una época difícil, como esa, por un objetivo o un sueño es casi ejemplar ¿no? mantener las ilusiones, no cejar en el empeño, sonreír. Esas cosas sientan bien.
ResponderEliminarEn resumidas cuentas de cuentalibros, con vosotras no adelanto, me tenéis de sol a sol apuntando títulos. Malas personas!
PD: Las reseñas menos embaucadoras ¿cuando?
Un besote desde la cima
Más bucólico que encantador. Si es lo curioso que tienen los personajes tiernos, que te apetece a veces decirles que espabilen, que no se dejen engañar. Error. Deberíamos cambiar al resto, no a estos personajes. Yo soy pro-jardín. Es mi sueño, con chimenea y mar. Y porque soñar es gratis. Mantener las ilusiones, eso sí tiene que ser un propósito (y firme, además). Soy una buena mala persona, qué se le va a hacer. Las reseñas menos embaucadoras pues cuando patine con alguna lectura ¿no?. Pero respira, que la próxima lectura que comente ya la llevas por delante ;)
EliminarBesos con red (por si se necesita desde ahí arriba)
Parece una lectura deliciosa. Me lo apunto!!.
ResponderEliminarEs una lectura agradable que me saque de la biblioteca ;)
EliminarBesos
Un libro muy atractivo por sus ilustraciones y una historia bonita aunque sea un personaje principalmente bondadoso. A mi también me gustan más las mujeres luchadoras pero puedo también disfrutar de una protagonista como ésta.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, las ilustraciones son muy alegres, tienen fuerza y son acogedoras. En verdad Prudence es luchadora, pero con una paciencia infinita de la que yo carezco, por eso a veces me apetecía que se rebelara.
EliminarSaludos
Otro libro que me anoto. Besos.
ResponderEliminarPues espero que sea, sobre todo, otro libro que disfrutes ;)
EliminarBesos
Un jardín... No me parece mal objetivo para dar sentido a la vida. Yo no tengo jardín, solo plantas de balcón pero me gusta cuidarlas, así que si tuviera un jardín me volvería loca ;)
ResponderEliminarVeamos si abro hueco para este libro.
Un abrazo!!
No es mal objetivo, no. Un jardín propio da mucha paz y es un buen rincón para leer ¿verdad?.
EliminarAbrazo!
Vaya, con este no lo tengo claro, me parece que me iba a cabrear mucho con Prudence, alma cándida. Todo por un jardín...igual es un poco exagerado.
ResponderEliminarBesitos
Igual sí te iba a cabrear un poco Prudence, sí. Hay que situarse también en la época, está claro. Yo daría muchas cosas por un jardín, pero ¿tantas?...
EliminarBesos!
Joder con Tonio, qué premio!! Menudo jardín en el que se mete Prudence.Bueno, la edición parece muy bonita y me parece una historia muy curiosa, la cita del finaol me ha terminado de convencer, me dan ganas de llevármela para uno de mis viernes. Un besote guapa.
ResponderEliminarSí, Tonio venía con sorpresa :) La edición es muy bonita, fue lo que me llamó la atención, porque estaba ahí en la estantería de Periférica de la biblioteca y claro, según pasé lo cogí. Puedes llevarte la cita, que mía no es :P
EliminarBesos!
Creo que me gustaría conocer a Prudence y sumergirme en esta historia que parece tan agradable.
ResponderEliminarBesos!
Es agradable, cortito y amenizado con las ilustraciones, se lee en un pispás ;)
EliminarBesos
Pues me has convencido. No conocía este libro, pero es que seduces tanto con tus reseñas. Me dejas con ganas de conocer a Prudence y ver si consigue su jardín. Tendré que cotillear por la biblio para averiguarlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
El libro es seductor, ya te digo que lo ví en la estantería de Periférica de la biblioteca y me dije "me lo llevo!". A ver si tienes suerte ;)
EliminarBesos
Con la sinopsis ya estaba atrapada, pero luego de leer tu reseña y esa linda frase que has compartido, corro a anotar el título, parece un librito hermoso; gracias por hablarnos de él.
ResponderEliminarBesos.
Es un librito sin recovecos, muy transparente y fácil. Algo cándido, ya digo. Pero agradable.
EliminarBesos
No lo conocía pero tiene pinta de ser un libro bonito en cuanto a las ilustraciones y la historia también me atrae, además hace poco me he aficionado a la jardinería, aunque no sé si luego el libro profundizará mucho en el tema o se quedará solo en el sueño de poseer un jardín
ResponderEliminarBesos
Las ilustraciones son... luminosas, con colores muy agradables. La historia es sencilla, bien contada. No, no profundiza en el tema de la jardinería para nada, así que si va a ser por ahí no te lo lleves Tatty ;)
EliminarBesos
Aunque no tenga un nombre tan irónico como el de Felicidad, parece que Prudence es el típico personaje buenazo que nos encandila desde el primer momento aunque a veces nos den ganas de sacudirla para que espabile...La verdad es que el libro entra por los ojos con esas bonitas ilustraciones y no me importaría conocer a esta señora tan particular. 1beso!
ResponderEliminarSi hubiera llevado una vida loca seguro que Prudence tendría un nombre irónico, pero no, no va a ser el caso. Y es eso: personaje noble y bueno, pero que a mí a veces me dan ganas de menear un poco, una sacudida de nada ... A mí me entró por los ojos, la verdad.
EliminarBesos
¿Te puedes creer que nunca he leído un libro ilustrado?
ResponderEliminarPues no, no me lo puedo creer :P Tampoco es un cómic, eh. Es un texto con algunas ilustraciones. Pasa por la biblioteca mujer ;)
EliminarBesos
Me llaman mucho los libros ilustrados y este no lo conocía.
ResponderEliminarSaludos
Es un texto con ilustraciones. Y a mí me han gustado, no te puedo decir otra cosa. Sencillas, pero captan el espíritu del libro y los colores que utiliza me han gustado.
EliminarSaludos
No sé cuando voy a hacer tantos deberes jejeje, pero yo también anoto. El verano es muy largo!!!
ResponderEliminarGracias por todas estas sugerentes recomendaciones.
Un fuerte abrazo
Mujer, no son deberes, sólo... apuntes. Ahí quedan. Yo tengo un montón y qué te voy a decir, vas dando salida a las lecturas cuando puedes. No digo nada del verano que siempre me creo que es cuando voy a leer más y luego...
EliminarGracias a ti. Abrazo!
Ya he comentado antes a Norah que no soy muy de relatos cortos, pero éste pinta mejor que el que ha reseñado. Igual luego resulta algo amargo por lo del jardín de Prudence, pero por darle una oportunidad.....
ResponderEliminarUn saludo.
Así entre tú y yo, el libro que propone Norah es mucho mejor de largo, si confías en mí y tienes que elegir, mejor el libro que ha reseñado Norah ;) (y no es que éste esté mal, es que el de Norah, que yo también comenté, es mucha más literatura). El jardín de Fenimore puede tener su hueco, eso sí.
EliminarSaludos
Una lectura que se ve muy cándida e ingenua, pero me la anoto para una tarde soleada en el jardín...
ResponderEliminarBesos,
Exactamente es eso: una lectura cándida e ingenua. Agradable para leer en el jardín (si tienes esa suerte!)
EliminarBesos!
Pues qué gans de jardín yo también, de meterme en uno así, ya sabes tú que los bucolismos estos a mí me gustan, el único temor es no pegarme a la sombra de la protagonista por no poder identificarme demasiado pero si pudiera repetir tu experiencia tal cual sí que me lo leía ahora mismo, cambiar de escenario desde la primerísima página. Lo intento. Besos Ana.
ResponderEliminarSí, es una lectura bucólica, muy apropiada para la primavera. No tengas miedo de pegarte mucho a la sombra de la protagonista, no hay riesgo de que te identifiques con ella. Pero digo yo, como somos unos cuantos a los que nos apetece un jardín ¿y si alquilamos uno comunitario? ;)
EliminarBesos presi!
Que reseña tan bonita y seductora Ana, con esas imágenes, me apunto el libro, me has convencido sin duda, solo que no sé cuando lo voy a poder leer.
ResponderEliminarMuchos besos y feliz domingo.
Las imagenes son deliciosas, tan alegres... El cuándo es un problema ¿verdad? tanto libro por leer..
EliminarBesos
De vez en cuando se agradece encontrar un libro de esos para leer entre libros. Y si además sucede en mi querida Italia pues mejor que mejor... ;)
ResponderEliminarBesos! Disfruta del domingo!
Como libro entre lecturas está bien, es casi como un cuento y se hace agradable para un ratillo.
EliminarBesos
No sé, no sé... no sé si tengo yo paciencia con este tipo de personajes que parecen pedir un meneo para que espabilen. Pero por otro lado tengo ganas de saber si consigue su jardín. Yo he soñado con uno mucho tiempo, ahora prácticamente he renunciado a él y creo que será bonito acompañar a Prudence en su empeño.
ResponderEliminarBesos
Mira, si tengo paciencia yo, que suelo tener poca, creo que tú se la podrás tener. Aunque también depende del día, claro. Yo sigo soñando con tener un jardín. Jardín, chimenea y mar. Y si sigo soñando con ello es porque soñar es gratis y porque me gusta pensar que algún día puede ser verdad ;)
EliminarBesos
Yo también prefiero, con mucho, los personajes rebeldes, pero este libro tiene algo que me ha llamado la atención y no me importaría leerlo.
ResponderEliminarBesos.
Me cuesta mucho entender a veces lo que yo entiendo, no por sumisión, pero sí ausencia de rebelarse. Aunque a veces las rebeldías adquieren formas que son como invisibles para mí...
EliminarBesos
Las ilustraciones me parecen preciosas, sin embargo, la historia de Prudence no me atrae demasiado y con tanto libro pendiente dudo que me anime a leer El jardín.
ResponderEliminarUn saludo.
Las ilustraciones a mi me gustaron mucho, hasta hubiera querido más :) Yo lo pillé en la biblioteca y se lee en un pispás, por si eso te dice algo ;)
EliminarBesos
Parece una lectura blandita y llena de encanto. No la conocía y el contexto geográfico en el que transcurre me gusta. Quizás le de una oportunidad. Besos.
ResponderEliminarEs una lectura blandita, sí. Agradable de leer, por lo corto y las ilustraciones, la historia... Si le das oportunidad, que la disfrutes ;)
Eliminarbesos
En esta ocasión me gusta lo que cuentas, parece una lectura breve y sencilla pero contundente.
ResponderEliminarMe alegro Isa, sé que te llevas pocos libros de aquí, pero sé que me lees y eso te lo agradezco.
EliminarBesos
Me gustan las novelas cortas y me ha gustado mucho tu reseña. Las ilustraciones me parecen preciosas. Creo que va a ser una lectura muy agradable.
ResponderEliminarGracias! un besito!
Es como un cuento, pero se hace agradable de leer. No sé cómo pero Prudence al final pasa a ser de los personajes recordables.
EliminarGracias a ti. Besos
Me llaman varias cosas, las ilustraciones, la ambientación, aunque prefiero la campiña inglesa, una soleada Italia, nunca viene mal. La historia quizá no sea muy novedosa pero parece una lectura de esas apetecibles para una tarde de domingo al solecito.
ResponderEliminarBesos
La "campiña" italiana no está mal, las ilustraciones ayudan mucho a visualizar el entorno. La historia, buena, una más de muchas que posiblemente pudieran ser reales. Luchas invisibles de personas más invisibles todavía.
EliminarBesos
Pues a mí me ha ganado la determinación de Prudence, esa decisión de crear un jardín pese a quien pese. Creo que ahí está la fuerza de este personaje... Lo apunto en la lista.
ResponderEliminarUn besote
Prudence, su determinación, su sueño.. En el fondo, y como eres la última en comentar, puedo decirlo: no sé si le habrá merecido la pena... Pero fuerza tenía. Toda su vida fue para ese jardín.
EliminarBesos
Uy, pues me parece que de este libro voy a pasar. No he leído el de Flaubert al que haces referencia, pero sí que leí alguna reseña y al igual que la protagonista de esta novela, creo que me exasperaría demasiado.
ResponderEliminar1beso:)
Bueno, tampoco llega a la exasperación, porque tiene su ternura, pero si eres un poco rebelde cuesta aceptarlo. Aunque quién sabe, en ese lugar, en esa época, cómo habríamos actuado.
EliminarBesos