“Yo vengo de alturas que ningún ave ha sobrevolado jamás, yo conozco abismos en los que todavía no se ha extraviado pie ninguno”
Leer a Nietzsche nunca ha sido fácil para mí. Me exige detenimiento, pausa, interpretar y reinterpretar, exprimir mi linda neurona. No es fácil entenderle, de hecho ha sido poco comprendido (“¿Se me ha comprendido?” pregunta en la última línea del libro) y por eso me gusta. No se puede dudar de la grandiosidad de Nietzsche.
Nietzsche terminó de escribir “Ecce Homo” justo dos meses antes de que se adentrara en la locura y perdiera sus facultades mentales. Por si el propio autor no fuera motivo suficiente, ahí estaba ese dato escalofriante para ponerme con una de las obras que tenía pendientes de este autor.
“Ecce Homo” es un libro extraño e inquietante, con un Nietzsche férvido, vanidoso, megalómano, intensísimo y asumiendo lo trágico como modelo existencial. Hay una comprensión delirante de la implicación de la finitud, del ser experimentando al ser que llega a ser lo que es y asumiendo la incertidumbre de decidir qué es significativo y qué no. Ya no hay una disociación entre el cuerpo y la muerte. Ama el destino.
Un Nietzsche entregado con desmesura a lo dionisiaco, dejándose llevar por una embriaguez creadora. Exaltación pura y dura, “Ecce Homo” es una apología delirante y enardecida de lo dionisiaco, un ditirambo frenético.
Cierto que Nietzsche fue todo ego, contradicción y furia pero también muchas más cosas (que no son "cosas") y no puedo evitar sentir ternura y admiración por este hombre fascinante que anticipó una realidad retorcida y mantuvo una lucha interna brutal.
"¿Se me ha comprendido?"
Hola Ana!!!
ResponderEliminarYo creo que acabé traumatizada con el autor desde las clases de Filosofía, nunca me gustó y siempre caía para examen 😅😅😅
No sé si ahora me animaría...
Besitos 💋💋💋
Yo creo que a Nietzsche hay que leerlo en un momento de madurez lectora al menos, yo también lo leí de adolescente, pero el jugo se lo he extraído tiempo después, como más bagaje lector y personal.
EliminarUn abrazo
Leer a Nietzsche es difícil. Siempre. Y eso que éste es uno de sus textos "fáciles". A Nietzsche hay que rumiarlo, como él decía y quería. Yo recomiendo, para empezar, "El crepúsculo de los ídolos". Sin embargo, el personal se arroja sobre "Así habló Zaratustra". Y eso es droga dura.
ResponderEliminarFácil no es, ni siquiera este, porque aunque es más accesible, el desmadre que lleva también puede descolocar y despistar sobre lo esencial. Pero sí es un buen libro en el sentido de que recoge sus ideas esenciales.
EliminarUn abrazo